lunes, septiembre 28, 2009

El Virus G1P1


por Radha Krishna das

Desde la pasada primavera todos fuimos testigos de la epidemia del virus H1N1 de la influenza tipo A. Los expertos dicen que el virus tuvo su origen en México y que de aquí se propagó a Estados Unidos. Luego apareció en el resto de América Latina para finalmente establecerse en casi todos los países del mundo.

Hay muchas teorías sobre el origen del virus H1N1. Unos dicen que fue un castigo de Obama a los mexicanos por no alinearse con las políticas gringas, pero que luego el virus se salió de control y se propagó por todo el mundo. Otros dicen que el virus fue creado por los laboratorios farmacéuticos para elevar cuantiosamente sus ventas de vacunas y antivirales. Hay quienes dicen que la finalidad oculta de la epidemia es poder aplicarle a la población una vacuna que contiene otros químicos que te hacen más dócil para que no te resistas al plan de dominación mundial de la CIA. Vayan ustedes a saber qué hay de verdad en todo esto. Lo que sí sabemos es que el virus llegó, infectó a muchas personas, y algunos incluso han fallecido.

Lo que pocos saben es que, además del virus H1N1, también anda circulando en el medio ambiente otro virus que es altamente contagioso, y que por coincidencia también tuvo su origen en México. Su existencia se detectó originalmente por los síntomas que causa en las personas que quedan contagiadas. El virus ha recibido el nombre de G1P1 y se sabe que ha estado atacando a los seres humanos desde hace más de un año.

Los síntomas del G1P1 son muy peculiares. Mientras que el H1N1 provoca fiebre, vómitos y ataca al sistema respiratorio —causando finalmente la muerte por colapso pulmonar—, el G1P1 no provoca ningún cuadro somático perceptible. Lo que sí ocurre es que la gente normal y de inteligencia aceptable, cuando queda afectada por el virus, de repente empieza a perder el juicio, el contacto con la realidad y, en forma curiosa, se pone a decir sandeces.

Y hay algo que tiene sorprendidos a los epidemiólogos más connotados del mundo: El virus se ha estado difundiendo exclusivamente dentro de Iskcon. Más impresionante aún es el hecho que el virus se ha propagado específicamente en la zona de influencia de Guru Prasad Swami; de allí el nombre G1P1. Las mayores eminencias del mundo no saben cómo explicar esto.

La presencia del G1P1 se detecta por la serie de incoherencias que dice la gente, y esto es progresivo hasta manifestar actitudes retrógradas que se contraponen a la objetividad y madurez que esperaríamos de ella.

Lo peor del caso es que el G1P1 no respeta edad, sexo, posición institucional ni títulos eclesiásticos. Cualquiera puede quedar infectado con el G1P1 si por cualquier motivo entra en contacto con la fuente: Guru Prasad Swami. Las únicas personas que son inmunes a esta cepa son las almas autorrealizadas que se encuentran más allá de la dualidad, la visión relativa, los intereses mezquinos y la mentalidad política. Fuera de ellos, todos somos víctimas potenciales de este padecimiento.

Hay un caso que ilustra lo peligroso y agresivo del G1P1. Así como en el pasado el virus del SIDA atacó a Freddy Mercury y recientemente el H1N1 lo hizo con el Presidente Lula de Brasil, similarmente en Iskcon hubo un contagio fortuito del G1P1 a un famoso: Hridayananda das Goswami.

A Hridayananda se le reconoce como una persona inteligente; incluso hay quienes dicen que a veces hasta se pasa de listo. De ninguna manera podríamos considerarlo un tonto, porque no lo es. Entonces, ¿cómo se explica uno que de repente pueda salir diciendo unas sandeces que cabrían mejor en la boca de Guru Prasad? Pues la única explicación es el G1P1.

Y precisamente la sintomatología de Hridayananda fue lo que permitió a los expertos detectar la existencia de la mentada cepa virulenta. Es difícil imaginar a alguien como Hridayananda diciendo las sandeces que uno escucharía más a gusto de boca de Guru Prasad. Es más, cuando las palabras del primero suenan como un remedo de las palabras del segundo, estamos ante un caso seguro de contagio por G1P1.

Veamos el historial clínico del Goswami. En mayo de 2008, Hridayananda le envió una misiva al Secretario de Información de la Finca Hare Krishna de Costa Rica (en Rebeldía). En ella ofrecía su respaldo a la defensa de la finca y criticaba el pasado revolucionario de Virabahu que provocó la separación de Iskcon Venezuela en 1978. Hasta allí todo bien (aunque no tan bien porque luego Hridayananda se desdijo del apoyo que había expresado por la lucha de la finca).

Sin embargo, al final de la carta dice lo siguiente:

I suggest that you will be more successful in your campaign, which as I said I do not oppose, if you are more cautious in editing the remarks of a person who, explicitly against Prabhupada's stated and written will, endeavored to turn Srila Prabhupada's temple in Mexico over to the government.
Sincerely,

Hridayananda das Goswami


[Traducción]
Sugiero que tendrás más éxito en tu campaña a la que, como dije, no me opongo, si tienes más cuidado al editar las declaraciones de una persona que, explícitamente en contra del testamento declarado y escrito de Srila Prabhupada, se esforzó para entregarle el templo de Srila Prabhupada al gobierno.
Sinceramente
Hridayananda das Goswami


Cuando Hridayananda dice “una persona”, se está refiriendo a mí, a Radha Krishna das, pues inicia ese párrafo señalando: “Radha Krishna das ciertamente tiene su forma de percibir la historia...”.

Entonces, si leemos lo que dice el Goswami al final de su carta, entendiendo que el aludido, o esa “persona”, soy yo, podremos concluir sin lugar alguna que Hridayananda sufrió un contagio severo de G1P1 que lo obligó a decir muchas sandeces en apenas unos cuantos renglones. Así como llegan a los laboratorios las muestras de sangre o tejidos para determinar si el paciente padece alguna enfermedad contagiosa, así mismo, este texto de Hridayananda es, en sí mismo, una muestra clínica de que él cayó víctima del G1P1.

Y esto es así porque este concepto, o mejor dicho este entendimiento idiota, tiene su origen en Guru Prasad Swami. Seguramente GP habló con Hridayananda y le hizo creer ciertas cosas. O GP habló con algunos discípulos de Hridayananda quienes a su vez hablaron con él y lo contagiaron.

Como resultado tenemos a una persona razonablemente inteligente diciendo necedades, sin que podamos encontrar su causa lógica. Y es allí donde el G1P1, la perniciosa influencia atontejante de Guru Prasad entra en acción como la única causa imaginable. Razonemos que si Guru Prasad es el GBC de México, debemos suponer que él sabe lo que está pasando aquí. En consecuencia, él sería el primero en desdecir las sandeces de Hridayananda. Pero si Guru Prasad es la mismísima fuente de tanta tontería, pues lo único posible es el contagio a Hridayananda. Y eso lo estamos viendo aquí.

Yo invito a los lectores de esta nota a que encuentren las tres sandeces más importantes del texto de Hridayananda. Y digo tres aunque hay muchas más. Pueden enviarlas a eltamborrugiente@gmail.com. Al ganador le vamos a hacer llegar un plato con los remanentes del Goswami, previamente esterilizados para detener la cadena del G1P1.

Reitero, Hridayananda no es un tonto ni lo consideramos así. Pero lo que dice sí fue una sarta de tonterías. ¿Cómo podemos explicarlas? El factor G1P1 es la única explicación posible. Así pues, queridos lectores, les dejo de tarea las tres sandeces y en un rato regreso para hacer juntos un análisis clínico de este caso.

2 comentarios:

Birdie dijo...

amigo, ahora hridayananda gos. esta de paso por perù , ¿hay algo que los que estan por aca en perù debamos saber oportunamente?gracias

Radha Krishna das dijo...

En relación con la pregunta de Birdie, el interés de El Tambor Rugiente es que los devotos tengan "una actitud crítica hacia el Movimiento Hare Krishna". El cultivar esa actitud crítica permitirá que vean y sepan muchas cosas más allá de cualquier pantalla que les pongan. Saludos y Haribolo.