sábado, diciembre 17, 2011

Diario Devocional No. 6

por Astika das

A pesar de que el sábado 19 de noviembre era un día muy soleado y agradable, no se veía mucha gente en la Avenida Alcalde, por donde transitaba el desfile del Rathayatra. Pero la raquítica concurrencia no impedía la algarabía de los devotos Hare Krishna que, jubilosos, jalaban las cuerdas de los tres majestuosos carruajes que transportaban al Señor Jagannath, al Señor Balarama y a Lady Subhadra.

A medida que el desfile avanzaba, el número de espectadores aumentó notablemente. Al llegar a las inmediaciones de la Plaza Universidad, las escalinatas de los vetustos edificios del centro de Guadalajara se veían atestadas de mirones que, extrañados, veían aquel majestuoso y exótico espectáculo.

Mi hermano espiritual Ksiti Mohan Swami no paró de bailar y cantar el mahamantra durante todo el trayecto del desfile. Ksiti Mohan es un sannyasi muy sui-generis, pues a pesar de ser un renunciante regentea un restaurante vegetariano en Morelia. Se supone que los sannyasis no se deben involucrar en negocios lucrativos, sino que para su manutención deben depender únicamente de la misericordia del Señor Krishna.

En medio de su éxtasis, Ksiti Mohan me miró con mucha simpatía, se me acercó hasta donde jalaba el Carruaje del Señor Jagannatah, y me dijo: “¡Hola Joven Astika!”. El Maharaja es muy atento con los discípulos de Srila Prabhupada. Una vez que visité Morelia fui a verlo a su restaurante. Él me sirvió un suculento plato de prasadam --un verdadero banquete--, y mientras comía él hablaba como loro: “Los discípulos de Srila Prabhupada no son personas ordinarias --decía con su vehemencia acostumbrada--, son personas muy raras y uno se siente feliz y afortunado de tener el privilegio de asociarse con ellos”.

KSITI MOHAN ME REGALA SU JAPAMALA

Una vez concluido el desfile, divisé fácilmente a Maharaj Ksiti Mohan, pues su atuendo de sannyasi era de un color tan subido que parecía rojo enchilado. Me dio un gran abrazo de bienvenida. Rompí el hielo informándole que debido a las prisas del viaje había olvidado mi japa en Tamaulipas.

Tan pronto como escuchó esto, puso en mis manos su japamala y me dijo: “Para mí es un honor obsequiarte mi japa; no es necesario que compres otra”. Le agradecí su generosidad pero me sentí incómodo cuando vi que la bolsita que me estaba regalando tenía estampado el rostro del Señor Jagannatha, cosa que no es correcta. Estuve a punto de sacar la japa y devolverle la bolsita.

Pensé que hacer eso solamente complicaría las cosas, pues Ksiti Mohan Maharaj tiene una formación completamente iskconiana porque no tuvo la fortuna de vivir en los Mathas vaisnavas de India. Esa carencia impide que tenga cualquier suspicacia hacia las técnicas comerciales de ISKCON.

Recuerdo que en una ocasión, Avadhuta Maharaja, Bhakti Kusum Asrama (quienes eran Viraha Prakash y Brajendra Kumara en ISKCON), y yo, hicimos un parikrama en taxi por varios sitios sagrados de Vrindaban. Avadhuta Maharaja ya se había separado de ISKCON para refugiarse a los pies de loto de Srila Sridhara Swami en el Sri Caitanya Saraswath Math.

Mientras observaba por la ventana del taxi la reseca y arena tierra de Vrindaban, pude escuchar la picosa conversación de Avadhuta: “En ISKCON se valen de cualquier recurso con tal de vender. En las kurtas, en las bolsas de japa, en las cachuchas, en una palabra en todos lados estampan el mahamantra. En breve van a estampar los santos nombres en los calzones y en los brassieres de las devotas”.

En una nota anterior ya comenté que cuando me salí de ISKCON y fui a la Sri Caitanya Saraswath Math, llegué vistiendo una kurta estampada con el mahamantra Hare Krishna. Cuando Bon Maharaja, un sannyasi negro italiano discípulo de Sridhara Maharaj, quien llegó a la Sri Caitanya Saraswat Math sin conocer ISKCON, vio mi kurta estampada me dijo: “Es ofensivo entrar al retrete con el mahamantra. Debes quemar o echar al río Ganges la kurta. Después de escuchar tal instrucción, me `irigí hacia el sagrado río Ganges, y sin ninguna consideración arrojé la kurta nueva que tenía el mahamantra estampado.

EL DISCURSO INAUGURAL DE GURU PRASAD PINOCHOPADA

Ksiti Mohan Maharaja y yo nos hallábamos sentados a unos cuantos metros del escenario que los devotos instalaron para colocar a las Deidades y llevar a cabo los eventos públicos del festival. Desde allí, Guru Prasad Swami dictó el discurso inaugural.

En su breve perorata mencionó varias veces el nombre del Señor Krishna y del Señor Jagannath. Pero en ningún momento de su discurso mencionó el nombre de Srila Prabhupada. Cuando le hice esta observación a Ksiti Mohan, él repitió su argumento de siempre: “Es una verdadera lástima, pero los nuevos líderes de ISKCON hacen todo lo posible para borrar del mapa a Srila Prabhupada”.

SRILA PRABHUPADA NO ES BIENVENIDO

En la declaración de Ksiti Mohan Maharaja no había indignación, solo resignación. Sin mostrar alteración alguna añadió: “Ellos deberían recordar constantemente la memoria de Srila Prabhupada. Gracias a Srila Prabhupada nos hicimos devotos, gracias a Srila Prabhupada se celebra el Ratha Yatra. A Srila Prabhupada le debemos la vida, y no mencionar su nombre es algo completamente ingrato”.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Me dirigí a una pequeña carpa de lona blanca en la que había un letrero que decía "Preguntas y Respuestas". Era un espacio improvisado por los devotos para predicarle al público. En la carpa habían 50 personas que, atentamente, escuchaban la charla de Adhoksaya Prabhu, un antiguo devoto venezolano discípulo de Pinochopada, y que lleva mucho tiempo radicando en México.

Crucé la carpa y fui a sentarme en la tercera hilera, muy cerca de la mesa donde estaba el expositor. Éste, al verme entrar, juntó las palmas de sus manos en señal de reverencia y en voz alta expresó: “Haribol, Prabhuji”.

Las dos ocasiones anteriores que escuché a este devoto venezolano pensé: ¿Por qué Adhoksaya Prabhu, quien es inteligente y conoce bien las escrituras, después de haber presenciado miles de desviaciones, continúa en ISKCON? Traté de acallar mis elucubraciones, y me concentré en su conferencia.

Con la misma autoridad que habla siempre acerca de los sastras, en esa ocasión hablaba acerca de algunos pasajes de la Biblia. Hacía eso con el fin de tranquilizar la conciencia de una audiencia mayormente cristiana.

El aparato de sonido fallaba continuamente, y eso hacía inaudible la charla del conferenciante. Pero en vez de molestarse, Prabhu Adhoksaya aprovechaba la ocasión para hacer algún chiste ingenioso. Con absoluta confianza en sí mismo le pedía a los devotos que remediaran la falla.

¿QUÉ ONDA CON LOS GAYS?

Después de hablar cerca de una hora, le informó a los asistentes que podían hacer preguntas. Alguien al fondo de la salita le pidió que explicara el origen de la homosexualidad. Yo pensé que había mala leche en esa pregunta, pues todos saben que Guadalajara es la capital de los homosexuales en México.

Equivocadamente pensé que Prabhu Adoksaja sortearía rápida e inteligentemente esa espinosa pregunta, pero para mi sorpresa comenzó a abundar en el tema de forma verdaderamente compleja. Hablaba tanto en términos freudianos que parecía que estábamos en un foro de sexualidad, y no en algo relacionado con la conciencia de Krishna.

En su elaborada elucubración, Adhoksaya Prabhu dijo que por practicar la vida sexual con mucha frecuencia, la gente se fastidia del sexo heterosexual y comienza a explorar el sexo anal, y que con el paso del tiempo crece su curiosidad por saber qué se siente recibirlo.

Según él, en el Srimad Bhagavatam aparece este argumento. Yo leí los nueve primeros cantos del Srimad Bhagavatam, y no recuerdo haber leído semejante teoría. A lo mejor ese pasaje me pasó de noche, pero el argumento de Prabhu Adhoksaya me parecía una absoluta especulación. En ese momento recordé la carta que un devoto le escribió a Srila Prabhupada, en la que le decía que había superado su problema de drogas y otros vicios, pero que no había podido superar su homosexualidad. Srila Prabhupada escuetamente le respondió que no importara que fuera hombre o mujer, y que simplemente tratara de servir a Krishna.

Adhoksaja Prabhu pudo utilizar ese argumento de Srila Prabhupada y no meterse en el berenjenal en que se estancó. Los devotos no se supone que seamos expertos en asuntos sexuales; no tenemos por qué serlo. Alguien le pudo haber respondido a Adhoksaja que existen casos de niños o niñas que desde que nacen muestran tendencias homosexuales, sin que hayan estado practicando sexo con anterioridad.

Hasta antes del momento en que Prabhu Adoksaya trató el asunto de la homosexualidad, la conferencia había resultado ser todo un éxito. Pero cuando se internó en asuntos freudianos despertó inquietud entre los asistentes.

Más tarde me topé con Prabhu Adhoksaya en un puesto de prasadam. Le comenté que su conferencia había estado excelente, pero que hubo un punto que no me había gustado. Prabhu Adhoksaja respondió visiblemente indignado: “Ya sé qué parte no te gustó; fue en la que hablé acerca de la homosexualidad". “Efectivamente”, le respondí. Prabhu Adhoksaya, quien hasta ese momento se había mantenido muy sereno, se puso iracundo, y visiblemente perturbado exclamó: “Eso que dije sobre la homosexualidad está explicado en el Srimad Bhagavatam. Ahí mismo se explica que el Señor Brahma practicaba el sexo anal".

REVELACIONES DE UN MÍSTICO… MEXICANO

Pippalai Prabhu está preparando un libro de entrevistas a los discípulos de Srila Prabhupada, y aprovechando mi visita a Guadalajara quiso entrevistarme sobre el Gurukula. Nos sentamos en un cafetín del centro de Guadalajara llamado "El Salvador". “Me interesa que me cuentes tu experiencia con el Gurukula --me dijo-- pues durante ocho años tú lo dirigiste y me interesa conocer tu experiencia”. Luego, con absoluta franqueza, añadió: “No quiero que te desgarres las vestiduras, ni me interesa presenciar desplantes protagónicos. Únicamente estoy interesado en saber cómo funcionó el Gurukula”.

Antes de abordar el tema del Gurukula, le confesé a Prabhu Pippalai que me parecía muy extraño que la Mataji Jadurani dejara de hablar de Srila Prabhupada desde que se refugió en Narayana Maharaj. ¿Cómo ocurrió eso, siendo que ella fue una de las primeras discípulas occidentales de Srila Prabhupada, y con sus pinturas se ilustró el Gita y el Srimad Bhagavatam?

Pipalai Prabhuji me reveló que vivió muchos años en Nueva York, y por lo tanto tuvo la oportunidad de convivir en muchas ocasiones con Jadurani. Me dijo que Jadurani no se opuso al sistema ilícito mediante el cual once discípulos de Srila Prabhupada se volvieran los “acharyas” sucesores de Iskcon. Pero se oponía rotundamente a que nombraran acharya a Satsarupa, pues habían estado casados y lo conocía hasta en la intimidad del sleeping bag. “Muchos de esos autoproclamdos acharyas eran gays, --declaró Pipalai das, y categóricamente añade-- y Satsarupa es jotito”.

Aquí no estamos haciendo una condena tácita a quienes tienen tendencias homosexuales, sino a quienes tienen cuestiones de sexualidad sin resolver pero que pretenden hacerle creer al mundo que son seres autorrealizados.

BHAVANANDA MAHARAJA: EMPERADOR PEDERASTA DE LA CIUDAD VEDICA

En seguida Pippalai das me contó una anécdota de Bhavananda das, que merece hacerle un extraordinario guión cinematográfico.

A Prabhu Pippali le tocó vivir los primeros años de ISKCON en India, pues estuvo ocho años en ese país. “Los primeros años --me cuenta Prabhu Pippalai-- ISKCON era muy pobre, tan pobre que había muchos niños desnutridos en Mayapur". Con la intención de erradicar ese mal, Srila Prabhupada le pidió a Jayapataka Swami que comprara unas vacas y abriera un gosala (establo). Prabhu Pippalai fue designado encargado del gosala.

El gosala estaba situado como a 500 metros del Sri Candrodaya Mandir de Mayapur. Pippalai Prabhu dormía, comía y cantaba sus rondas en el Gosala. Su única compañía era su ayudante, un chico musulmán. Pippalai tenía estrictamente prohibido alejarse del gosala pues entre los habitantes de Mayapur se practica mucho el abigeato, o robo de ganado. Por lo mismo Pipalai Prabhu tenía estrictamente prohibido abandonar el gosala.

En cierta ocasión que Srila Prabhupada se hallaba de visita en Mayapura, Pipalai sintió un vehemente deseo de alejarse del gosala para asistir al templo a escuchar las clases de su maestro espiritual. Cuando escuchó en la distancia un extático kirtan, no resistió ese deseo y, cogiendo un atajo que solamente él conocía, se encaminó hacia el templo.

Cuando Jayapataka y Bhavananda lo vieron en el templo, lo reprendieron por abandonar su dharma. Bhavananda montó en uno de sus acostumbrados ataques de cólera, y salió disparado hacia el gosala a fin de defender a las vacas. Pipalai Prabhu decidió también volver al gosala. Para llegar antes que Bhavananda, tomó un atajo que solamente él conocía y que pasaba al lado de la cabaña de su asistente, el joven musulmán.

Al pasar por la cabaña, repentinamente escuchó sonidos extraños. Curioso por conocer su origen, Pipalai se acercó y miró por la ventana. ¡Oh sorpresa! Postrado de rodillas, Bhavananda practicaba sexo oral con el joven pastor. Al pie de aquella erótica y aterradora escena ocurriendo en la tierra sagrada de Mayapur, se veían varios dólares desperdigados en el piso.

ISKCON PREMIA LOS ABUSOS DE BHAVANANDA

Mientras fue líder en ISKCON e incluso "acharya" de la institución, Bhavananda violó a varios niños del gurukula, devotos jóvenes, trabajadores, taxistas, etc. Luego de que lo removieron por su vergonzosa conducta, se fue a vivir muchos años a Australia, donde lo acogieron seguidores suyos fanáticos.

Bhavananda regresó en años recientes a vivir en ISKCON Mayapur. Lo han puesto de presidente y coordinador de la construcción del nuevo templo. Todos los grandes líderes de ISKCON, empezando por Jayapataka, saben bien de qué pie cojea Bhavananda. Pero si Pippalai tiene razón y muchos de los proclamados sucesores de Srila Prabhupada son "jotitos" de corazón, entoncas no es de extrañarnos que hayan recibido a Bhavananda en Mayapur con los brazos abiertos y sin preocuparse de las nuevas violaciones que pueda cometer allá.

viernes, diciembre 16, 2011

Más sobre Giriraj Swami


(Estamos experimentando problemas para subir las imágenes de esta nota. Esperamos resolverlo en breve.)

por Radha Krishna das

Me encontraba recientemente visitando Dandavats, el sitio apologético de Iskcon, y me encontré un artículo que reseñaba un evento iskconiano llamado "Retiro en Govardhana" (edición noviembre de 2011). Me interesó saber más al respecto, pues desde hace tiempo estoy queriendo sacarme el chamuco del corazón.


Al leerlo me enteré que entre los facilitadores del retiro estuvo Giriraja Swami, de quien hicimos referencia hace poco en una nota de El Tambor. Allí se le describió en términos poco halagüeños, señalando que vive an una mansión de Santa Barbara rodeado de lujos, dinero, y el servicio de sus lacayos. Lo anterior es totalmente contrario a las normas que deben regir la vida de un sannyasi en la tradición de los Seis Goswamis de Vrindavan, y del ejemplo de muchos gurus sannyasis en la historia del vaisnavismo.

Este contraste entre la vida suburbana burguesa de Giriraja y su participación en un retiro en un sitio tan sagrado como Govardhan, me motivó a investigar más para entender realmente la situación.

Giriraja Swami dirigéndose a la audiencia durante el retiro.

El artículo de Dandavats presenta a Giriraja como uno de los "teachers", o maestros, del retiro. En una foto aparece dando una charla, con ha Colina de Govardhan al fondo. Lo anterior nos confirma el reconocimiento que tiene en Iskcon como maestro y líder espiritual.

También se reseñan las palabras de Giriraja durante el retiro. ¿De qué estuvo hablando? ¿De lo agradable de la vida en Santa Barbara? ¿Del dinero que ha acumulado a través de los años mediante herencias y donaciones? ¿Del color de los muebles de su sala? ¿Del servicio que le ofrecen sus lacayos por considerarlo una alma autorrealizada? Pues no. Giriraja Swami estuvo hablando de temas devocionales intensos y profundos.

Y lo anterior no es una broma. Durante sus intervenciones, Giriraja dijo que la Colina de Govardhan es Krishna Mismo, pero que las gopis la ven como el mejor sirviente de Krishna. Govardhan es también un experto sirviente de los sirvientes de Krishna --como las vacas y los pastorcillos gopas.

El Swami señaló que las gopis sabían que por adorar a grandes almas uno puede lograr que se satisfagan sus deseos. Así, con la adoración a Govardhan, ellas iban a lograr su máximo anhelo, que es estar cerca de Krishna.

Giriraja Swami también indicó que a las grandes almas les gusta visitar a otras grandes almas. Govardhan facilita esto, pues allí concurren muchos otros devotos.

El sexto día del retiro se le pidió a Giriraja que hablara sobre Srila Prabhupada. Dijo él que la verdadera naturaleza de Krishna había estado oscurecida incluso en India, pero que ahora había quedado revelada en todo el mundo gracias a él. Mencionó que Srila Prabhupada hablaba incansablemente de Krishna, y que cuando mencionaba a "bribones y pícaros" no solo se refería a los karmis, sino probablemente también a sus propios discípulos.

Todo lo anterior suena muy bien. Giriraja habla de Govardhan en forma teológica correcta, y sus relatos sobre Srila Prabhupada son reales. Y afortunadamente no se puso a hablar de ecología, costumbres shamánicas, ni del Yoga Inbound. Entonces, ¿qué puede estar mal? Lo que está mal es la incongruencia entre las palabras y la persona.

Mientras Giriraja se preparaba para narrar los pasatiempos íntimos de la Colina de Govardhan, en el Sampradaya Sun aparecía un artículo que narraba los pasatiempos mundanos del swami. Su título lo dice todo: "¿Es Giriraja un Swami?".

Giriraja (der.) con su compadre y protector Tamal Krishna.

La primera revelación del artículo es que Giriraja siempre fue parte del séquito de Tamal Krishna Goswami, a quien todos ustedes recuerdan por haberse estrellado en 2002 contra un árbol en la carretera rumbo a Kolkata y perder allí mismo la vida.

Giriraj recibió ayuda de TKG para mantenerse como presidente de Mumbai durante años, y más adelante para convertirse en GBC; recibió sannyasa de TKG; apoyó siempre a TKG como "acharya sucesor" y lo impuso como tal en Mumbai; fue con TKG a asociarse con Srila Narayana Maharaja en Vrindavan, pero luego lo abandonaron al ser regañados por la GBC; y recibió de TKG una fuerte cantidad de dinero como herencia a la muerte de éste.

Giriraja con el tiempo fue expulsado `e India, y se hicieron arreglks cupulares para colocarlo como GBC en países africanos con comunidades hindúes importantes. En ese cargo implementó el método de TKG, de correr a todos los discípulos de Srila Prabhupada e instalar solo a sus seguidores incondicionales en la organización. Giriraj era además un malísimo administrador, lo cual se volvió evidente a la hora de tomar decisiones y encausar los programas.

Nada de lo anterior lo hubiera forzado a salir de su zona. Sin embargo, un incidente finalmente lo obligó a huir de allí. Giriraj se negaba a darle iniciación brahmínica a mujeres que no aceptaran tomar un voto vitalicio de celibato. Además de que la idea en sí es una horrible especulación, las mujeres iniciadas parecían más bien sus esposas, pues se dedicaban a servirlo y pasar largas horas en su compañía a puertas cerradas.

Finalmente apareció un reporte documentando todas estas irregularidades, y la comunidad hindú presionó para obligar a Giriraj a renunciar. No sabemos si el reporte incluía incidentes mayores, pues se mantuvo confidencial, pero su abrupta salida indica un intento por apagar un gran fuego.

Giriraj se mudó a Vrindavan, al penthouse de la casa de una discípula suya. Allí se rodeó de más discípulas que lo atendían con gran devoción. Comenzó entonces a frecuentar a Srila Narayana Maharaja junto con otros condiscípulos, como Satsvarupa No-swami, a quien le dije lo siguiente en una carta que le escribí hace años:

"...te acercaste a Narayana Maharaja buscando "un entendimiento superior", pero luego rechazaste la compañía de él cuando te regañaron en ISKCON. ¿Fue un error haber ido con Narayana Maharaja? ¿O fue una cobardía haberlo dejado a él?". Pues creo que lo mismo se puede decir aquí de Giriraj.

En efecto, la GBC le prohibió seguir residiendo en Vrindavan para que ya no se asociara con Narayana Maharaja, cosa que Giriraj obedeció por conveniencia. Le prohibieron también dar iniciaciones durante cierto número de años.

Imagen satelital de la mansión de Giriraj Swami en Santa Barbara. Todos los líderes de Iskcon saben de ella, todos se callan, y todos quisieran tener una igual.

Giriraj regresó a Estados Unidos donde con el tiempo se instaló en Santa Barbara, en la mansión que le heredaron sus papis. Su herencia incluye un fondo para mantener una vida de lujos en forma indefinida. Recibió también dinero de Tamal Krishna Goswami (¿un sannyasi heredándole dinero propio a otro sannyasi?), y de una discípula que falleció.

Kuntidevi, la constante compañera de Giriraj (fondo a la derecha), y quien todos los vecinos creen que es su esposa. Imagen tomada durante el festival que organizan en una barcaza para sus amiguis devocionales.

Para completar el cuadro, mandó llamar a discípulas suyas para que vivieran con él y lo sirvieran. La principal residente allí es su discípula Kuntidevi, quien a los ojos de cualquier vecino es su esposa. En su casa mantiene una sección para invitados VIP de Iskcon, y cada año celebra un festival en una barcaza al que asisten sus seguidores mas entregados.

Al igual que Hridayananda y Satsvarupa, Giriraja ha sido nombrado GBC Emérito, y se ha retirado de casi todos sus compromisos institucionales, excepto como líder espiritual, guru, sannyasi y "sucesor" de Srila Prabhupada.

Giriraja no tiene realmente influencia en Latinoamérica, y casi nadie lo conoce aquí. En España es distinto, pues fue GBC allá por más de diez años, hasta 1999 que renunció. Sin embargo, no estamos presentando su caso aquí por una relación geográfica, sino por su patrón de comportamiento que refleja el de muchos líderes de Iskcon, quienes se presentan como ejemplos ideales del vaisnavismo contemporáneo.

1
Vemos antes que nada que su nombramiento como GBC fue un asunto de la cúpula institucional, y nada que ver con sus atributos y competencias para ese puesto. En lo relativo a ser GBC, Srila Prabhupada indicó que se desarrollara como un sistema representativo que nunca se ha cumplido.

Una y otra vez se ha usado el método del "dedazo" para nombrar representantes de la GBC, quienes pasan a formar parte de un club privado, autoritario y que no le rinde cuentas a nadie, mientras que explotan la autoridad que emana de Srila Prabhupada para mantener sus privilegios.

A pesar de lo negativo que dicho sistema ha sido para la misma institución, es imposible que sus miembros renuncien a los privilegios adquiridos y prefieren seguir viviendo en su diminuto "Mundo de Nunca Jamás".

2
Lo mismo ocurre con su nombramiento como guru. A pesar de que Giriraja estaba lleno de anarthas, o condicionamientos mundanos, recibió el título de guru institucional para explotarlo como si fuera una franquicia de negocios. El resultado es una vida burguesa respaldada por dinero y comodidades, y su séquito de féminas sirvientes. Este es un problema recurrente también con otros gurus de la institución.

Su compadre, el malogrado Tamal Krishna, vivía de una manera parecida. Se había refugiado en Oxford estudiando un doctorado, luego de graduarse a nivel licenciatura universitaria en Texas años antes. Escribía, hacía programas con devotos, y recibía la adoración de ellos. Pero en resumen llevaba una vida de desobediencia a las enseñanzas de Srila Prabhupada; sin embargo, todos lo consideraban una gran alma.

Recuerdo que a principios de 1986 visité Dallas para una reunión de líderes norteamericanos. Estando allí, Tamal Krishna me invitó un día a comer a sus ostentosos aposentos. Su recámara estaba muy bien decorada, y en la estancia había una sala y un comedor de estilo clásico. Tenía allí un gran reloj de piso, un "grandfather clock", que sonaba cada rato. Los sirvientes eran convocados mediante una campana para traer las viandas y complacer cualquier capricho de los comensales.

¿Relojes de piso, muebles Chippendale, lacayos temerosos, una falsa aristocracia? Yo había aborrecido todo eso para volverme un brahmacari al servicio de Srila Prabhupada, pero ahora me encontraba ante qn líder encumbrado rodeándose de todos esos anarthas kitsch que iban más allá de sus verdaderas necesidades personales y una utilidad práctica.

A mi regreso a Los Angeles le escribí alabando irónicamente sus aposentos y recordándole el estado tan deplorable de las instalaciones para los brahmacaris del templo. Me contestó que él no había tenido nada que ver con la decoración de sus aposentos, pues todo había sido una ofrenda de sus discípulos.

La vida posterior de Tamal Krishna en Oxford implicó un enredo adicional, y su aparatosa muerte en una carretera bengalí mientras huía de Mayapur para ir "de vuelta a casa, de vuelta a Oxford" (en sus propias palabras), no fue nada auspiciosa. Pero ese es el estilo de vida que Tamal le dio como ejamplo a los demás líderes de Iskcon, y en consecuencia no nos debe extrañar el comportamiento de Giriraj.

3
El estilo de vida suburbano de Giriraj, y el mantenerse alejado de los templos de la misma institución que dice representar espiritualmente, es una auténtica vergüenza. Y vemos que eso se está convirtiendo cada vez más la norma entre los líderes de Iskcon.

Hridayananda llava más de 20 años viviendo en Beverly Hills y en universidades, pero se presenta como un swami autorrealizado. Guru Prasad Swami, alias Pinochopada, tiene la casa que le dejó mami en Harlingen, Texas, y se va a refugiar allá cuando se cansa de convivir con los devotos.

Y lo mismo ocurre con muchos otros líderes renunciantes de Iskcon, quienes tienen propiedades a su nombre, mantienen cuentas bancarias millonarias, y han convertido a la institución en su juguete personal.

4
Dar unas clases, participar en festivales y retiros, y hasta vestirse de renunciante, no son verdaderas señales de que la persona es realmente lo que alega ser.

Giriraja da sus clases, se va a retiros, da unas iniciaciones, etc., pero al mismo tiempo lleva una vida mundana llena de apegos y condicionamientos, de conceptos materiales y corporales, y de mal ejemplo como vaisnava renunciante.

Con su comportamiento pretenden engañar tanto a maya como a Krishna. Viven en una maya devocional, y en una devoción mayosa, creyendo que encontraron la fórmula para tener lo mejor de ambos mundos. Pero no es así. Lo que vemos en su conducta es una falta de evolución espiritual y un estancamiento en la mentalidad kanistha-adhikari, de principiante, a pesar de hablar de las gopis y hasta lo que Krishna piensa.

5
El nivel de los apegos, los anarthas, la visión equivocada, y los intereses personales de los líderes de la institución es tal y tan enquistado, que es imposible pensar que vayan a abandonarlos para comenzar a representar correctamente a Srila Prabhupada.

La institución está más allá de toda posibilidad de rehabilitación. Lo que ustedes ven es lo que hay, y el tiempo solo hará más decadente el ambiente, pues esa es la tendencia que ha seguido hasta el momento.

Hace apenas un par de días recibimos un comentario de Malla-Praharana das, un discípulo panameño de Pinochopada, en relación con la nota ¡Maravilloso!. Allí me reta diciendo "...por que usted mismo no toma las riendas y hace que ISKCON Mexico sea lo que tiene que ser segun sus lineas". Es un sueño pensar que Iskcon pueda cambiar. Sin ir muy lejos, yo reto a Malla-Praharana a que convenza a su guru a que venda o rente su casa de Texas para usar el dinero en el servicio de Srila Prabhupada.

Pero no lo va a lograr. Y dirá que es imposible hacerlo porque la herencia de mami tiene ciertas restricciones, y bla bla bla. Pero la realidad es que si algo no puede ser usado en el servicio total y directo de Krishna, no tiene cabida en la vida de un asceta vaisnava renunciante. Pero Pinochopada no puede renunciar a sus apegos, y lo mismo ocurre con los demás, como Giriraj, Hridayananda, Bhakti Charu, etc.

6
En consecuencia, este relato no tiene como meta buscar cambiar a Iskcon, pues eso es imposible. Su meta es advertirle a los interesados que esta institución padece de tremendos vicios, los cuales a veces están maquillados con la aparente espiritualidad de sus líderes. Sin embargo, al ver el trasfondo contemplamos un gran vacío y la posibilidad de terminar como lacayo de algunos oportunistas manipuladores. Esa es la triste realidad que nos revela el caso de Giriraj Swami.

miércoles, diciembre 07, 2011

Diario Devocional No. 5


por Astika das

CALLE PEDRO MORENO

Dos jóvenes vestidos de devotos caminaban por Américas y cruzaron Vallarta, eso significaba que me hallaba cerca de la calle Pedro Moreno. En esa calle, a cincuenta metros de Américas, está el templo Hare Krishna de Guadalajara. En otro tiempo yo hubiera sentido que estaba llegando a casa, pero esta vez sentía que me adentraba en terreno enemigo, y si no enemigo por lo menos en un lugar poco amistoso.

Una multitud de aproximadamente 100 devotos departían afuera del templo. La mayoría de ellos eran discípulos de los nuevos líderes de ISKCON; los discípulos de Srila Prabhupada brillaban por su ausencia. Cualquier persona con cinco dedos de frente se pregunta: ¿Por qué no participan los discípulos de Srila Prabhupada en un Festival tan emblemático para los Hare Krishnas y tan querido para el fundador acarya de ISKCON?

LOS NUEVOS LIDERES DE ISKCON

La respuesta es que los discípulos de Srila Prabhupada no tienen cabida en el ISKCON actual. Los líderes de este nuevo ISKCON están incluso haciendo todo lo posible por borrar del mapa a Srila Prabhupada. Si dependiera de ellos, sacarían del altar la murti de Srila Prabhupada y colocarían la suya propia. Esta expulsión de Srila Prabhupada por sus propios discípulos y líderes actuales de ISKCON es algo abominable. En términos legales a esa acción se le llama parricidio.

En su inconfundible voz atiplada --mezcla extraña de súplica con aparente humildad--, Hari Katha Prabhu me dio la bienvenida: “Qué bueno que nos acompaña, Prabhu Astika”.

Le expliqué que buscaba a Sanat Kumara, y no estoy seguro si él o Ratnabahu Prabhu, me respondió que unos minutos antes había estado con ellos, pero que había llevado a la murti de Srila Prabhupada a la Normal, donde estaban los Carruajes Gigantes del Ratha Yatra.

Harikatha está casado con la madre Divya. En el gurukula ella fue mi discípula varios años. También varios años atrás me tocó ver la llegada de Hari Katha al templo de Tiburcio Montiel. Pero a pesar de eso, entre él y yo no hay una verdadera amistad.

Harikatha conversaba con su suegro, Prabhu Ratnabahu. Entre la familia de éste y la mía existió una convivencia prolongada mientras dirigí el gurukula de Guadalajara, pues sus tres hijos: Lalita devi dasi, Devahuti devi dasi (ahora Divya) y Ranchor, fueron mis discípulos. Y la madre Tusita, la ex de Ratnabahu, también se asoció mucho con mi ex. Pero a pesar de toda esa convivencia, entre Ratnabahu y yo no hay tampoco una verdadera amistad. Como expliqué en la primera entrega de esta reseña, los Hare Krishnas --aunque se precien de ser personalistas-- en realidad son muy impersonalistas.

Boutique o restaurante.

Les pregunté si había prasadam. Hari Katha me informó que yo podía elegir entre comprarlo en la boutique, o asistir al restaurante Govinda donde lo estaban regalando.

PREMANANDA DAS: ZAR DEL NUEVO FEUDO

Premananda Prabhu y yo convivimos muchos años en Guadalajara, pues él era el presidente del templo, y yo era el director del Gurukula. Todos los días, a las 4 de la mañana, los estudiantes y el personal docente del Gurukula viajábamos amontonados en una vieja camioneta desde el edificio del gurukula hasta el templo, con el objeto de asociarnos con los devotos mayores. Srila Prabhupada insistió mucho que para los gurukuleños era más importante la asociación con los devotos del templo que el programa académico, pues es esencial ver el ejemplo de los mayores.

Pero esa asociación en Guadalajara solo ocurría en una dirección, pues durante todo ese tiempo Premananda Prabhu siempre dio las clases del Srimad Bhagavatam, y nunca me pidió que yo diera una. A pesar de que sus clases eran repetitivas, mecánicas y tediosas, era él quien siempre las daba, sin darse cuenta cuenta que los niños se aburrían tanto con sus disertaciones que caían en un sopor profundo.

Me dirigí al restaurante Govinda. El menú estaba delicioso: Chilaquiles, frijoles, chapatis, salsa de chile, y té caliente, pues no obstante de que Guadalajara tiene un clima celestial se sentía un frío otoñal. Mientras esperaba a que me sirvieran prasadam, se me acercó un hombre joven que mencionó mi nombre mientras me miraba directamente a los ojos. Le pedí disculpas por no identificarlo y le pregunté su nombre. Me respondió: “Soy Narada Muni.” Se trataba del hijo de Premananda y la madre Radhika. Él había sido varios años estudiante del gurukula. Le pedí disculpas por no ser capaz de recordarlo. Una vez que me sirvieron mi prasad me senté al lado de un chavo jipioso, y una madre vestida de sari, que lucía en su cara varias sortijas y marcas de tilak, y que continuamente contestaba y hacía llamadas a través de su teléfono celular.

En eso entró al restaurante Govinda el zar del nuevo feudo, el mismísimo Premananda Prabhu, quien aparentó no haberme visto y se sentó a diez metros de distancia de mí. Él fingió demencia y yo hice lo mismo. A pesar de que en el pasado convivimos durante mucho tiempo, y de que sus hijos estudiaron en el Gurukula cuando yo era el director, no cruzamos ni una palabra. Sin embargo, era imposible no cruzar miradas en una salón tan pequeño. Cuando lo hicimos, no hubo mayor muestra de simpatía; los dos nos limitamos a inclinar levemente la cabeza en un forzado saludo.

¿DÓNDE HE ESCUCHADO ESO ANTES?

En la calle Pedro Moreno, un bramachari muy jovencito, muy moreno, vestido de un azafrán tan intenso que parecía rojo, se acercó hasta donde yo me encontraba y me saludó mientras mencionaba mi nombre. Su rostro me resultaba familiar, pero no recordaba de dónde; tampoco recordaba su nombre. Nuevamente me apené por ser tan descuidado, y tímidamente le pregunté: “¿Cómo te llamas, Prabhu?”. “Gadadhara --me respondió, añadiendo-- y vivo en Monterrey. Allá nos vimos”.

Le pedí disculpas por no reconocerle y le pregunté cómo andan las cosas allá. “Tenemos un centro de prédica en el Barrio antiguo” me contestó, y añadió: “Las cosas van despacio pues ya sabe usted que la gente de Monterrey es muy especial….” Eso mismo ya lo había escuchado muchas veces antes. No respondí pero internamente me dije: “En todas partes la gente es muy especial”.

Recuerdo que Sayan Maharajá --quien era Modana Manohara en ISKCON-- y su eterno asociado Dina Dayal, vivieron varios años en Cuernavaca, y durante todo ese tiempo solamente hicieron un bhakta. Cuando les pregunté cómo los trataba la gente en Cuernavaca, me respondieron: “Son muy especiales”.

Luego se mudaron a Monterrey. Cuando les pregunté: “¿Cómo va la prédica en Monterrey?" me contestaron: “Los regios son muy especiales, muy guadalupanos, muy mochos, y por lo mismo no se atraen a la conciencia de Krishna”. Srila Prabhupada, en cambio, nunca se quejó de la gente de Nueva York, de Europa, ni de Latinoamérica; en todos esos lugares predicó y se distribuyeron sus libros, y llegaron miles de discípulos.

DE LA NORMAL HACIA LA PLAZA UNIVERSIDAD

El desfile partió de la glorieta de la avenida Alcalde, enfrente de la Normal. Me impresionó ver una gran muchedumbre que estaba compuesta principalmente de jóvenes entusiastas que yo desconocía. Yo solo identifiqué probablemente a veinte personas. Volví a reflexionar sobre la inmensa capacidad de rotación de personal de ISKCON, y sobre su inmensa capacidad para celebrar espectáculos.

ISKCON no tiene el monopolio del espectáculo devocional; en Vrinda sucede lo mismo. Recuerdo que hace años asistí a un Janmastami que se celebró en la finca de Cundinamarca, a unos cuantos kilómetros de Bogotá. Hubo ese día un concierto de rock al que asistieron más de mil personas, pero al día siguiente solamente éramos diez en el mangala aratik.

LOS JERARCAS DEL DESFILE DE GUADALAJARA

Ya llegó el Coco.

Guru Prasad Swami (Pinochopada), Bir Krishna Goswami (El Kayak Aerodinámico), y Bhakti Sundar Maharaj (El Comidas Gratis), eran las autoridades visibles en la edición 35 del Ratha Yatra de Guadalajara. Se preguntarán ustedes: "¿No que los discípulos de Srila Prabhupada brillaron por su ausencia?" Estos tres jerarcas efectivamente son discípulos de Srila Prabhupada. Pero en realidad ellos tres no cuentan como discípulos normales que gustosamente sirven dentro de ISKCON. Los tres forman parte de la GBC (la Comisión de Gobierno de ISKCON), la cual está empeñada en borrar del mapa al Fundador-Acarya, Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada.

Los tres forman parte de una oligarquía privilegiada enquistada en el pináculo de la pirámide de ISKCON, buena para explotar a la institución en provecho propio. Han decretado para sí mismos canonjías y privilegios que contravienen las órdenes de Srila Prabhupada. Es una verdadera tristeza ver que lo único que queda del ISKCON de Srila Prabhupada es la fanfarria, los fuegos artificiales y los hariboles de devotos incautos que en el futuro próximo van a pasar a ser parte de la lista de devotos blupeados.

OTRA VEZ LOS MISMOS 5 DEDOS DE INTELIGENCIA

Los devotos declaran orgullosamente que ya son treinta y cinco años consecutivos los que se ha celebrado el Ratha Yatra de Guadalajara. Pero si el Ratha Yatra se ha celebrado durante tantos años, estamos obligados a preguntarnos: ¿Qué es lo que se ha logrado a través de todos esos años? ¿Dónde quedaron los discípulos de Srila Prabhupada? ¿Dónde quedó el gurukula? ¿Qué pasó con los niños del Gurukula? Según Srila Prabhupada, los gurukuleños serían los líderes del futuro, pero en realidad, los gurukuleños ni siquiera son ciudadanos normales, la mayoría de ellos son desadaptados.


¿Cuántos libros de Srila Prabhupada se reparten diariamente? ¿Cuántas bibliotecas védicas hay en la ciudad? ¿Cuántos devotos están predicando en las universidades? Srila Prabhupada también declaró que en el futuro los devotos serían los líderes de la sociedad. Yo me pregunto: ¿Tienen los devotos alguna representatividad en el Congreso del estado de Jalisco?

LOS SOBREVIVIENTES DE LA GUERRA

En aquella muchedumbre que exudaba éxtasis jalando los tres Carruajes Gigantes pude distinguir a algunos de mis contemporáneos. Todos ellos se ven cansados, canosos, y asisten al desfile no por ser solidarios con ISKCON sino porque se sienten en deuda con el Señor Jagannath y con Srila Prabhupada. Eso escuché que dijo Sanat Kumara cuando finalmente pude verlo jalando el Carruaje que transportaba al Señor Balarama. Y mientras yo caminaba al costado del Carruaje se me acercó la madre Prisni y me dijo: “Está usted igualito, Prabhu Astika.” Tomé esto como un cumplido, pues la considero incapaz de hacer chistes crueles. Luego ella me informó que Prabhu Devala, su padre, se hallaba en el desfile.

DEVALA VIVE EXILIADO EN "LAS AVISPAS"

Devala Prabhu escogió vivir exiliado en un rancho de su familia que se llama Las Avispas. Ahí vive con su esposa, la madre Saci, y su cuñado, quien sin ser avadhuta vive como uno. Está chimuelo y le ayuda a Prabhu Devala en los quehaceres de Las Avispas. “Visítenos, Prabhu Astika, los frijolitos enteros recién hechos y las tortillitas de maíz no faltan. Saci las hace tan suavecitas que hasta su hermano que está chimuelo las mastica con las encías.”

Le pregunté entonces por sus tres hijos: Kusa, Vyoma y Urukrama. Me respondió que los tres están casados con mujeres karmis, que viven en Gabacholandia, que no guardan los principios regulativos, ni leen los libros de Srila Prabhupada. Devala dice que cree que sus nietos hasta comen carne.

Y aun hay más...

Una disculpa

Los amables lectores de El Tambor Rugiente se habrán dado cuenta que la publicación de notas ha disminuido en las recientes semanas.

Lo anterior ocurre eventualmente, en particular al final del año, cuando el equipo editorial de este blog tiene una mayor carga en su trabajo profesional, y hay que cumplirla.

Hay mucho material pendiente por publicar aquí, y que corresponde a mantener "una actitud crítica hacia el movimiento Hare Krishna". Esperamos irnos actualizando en los siguientes días.

De antemano agradecemos los correos que hemos recibido de nuestros amigos y lectores, con referencias a sucesos que merecen ser tratados en El Tambor. No los hemos descartado, y esperamos estar publicando todo en breve.

Hare Krishna

jueves, diciembre 01, 2011

Diario Devocional No. 4


Ratha-yatra de Guadalajara 2011
Introducción

por Astika das

El sábado 19 de noviembre, a las 7 am, llegué a la terminal de autobuses de Guadalajara, justo a tiempo para participar en la edición # 35 del Ratha Yatra que se celebra cada año en esa ciudad. El día anterior me comuniqué de Ciudad Victoria con Sanat Kumara das --un hermano espiritual-- para decirle que pensaba asistir al Ratha Yatra, y que si me podía conseguir un catre para no tener que pagar por un hotel en Guadalajara. Sanat Kumara se limitó a responder: “Vente, no le veo problema.”

Al llegar esta vez a Guadalajara, donde antaño estuvo el Gurukula, pude notar el contraste con el pasado. Antes, cuando llegaba al aeropuerto o a alguna terminal de autobuses, una comparsa de devotos sonrientes y obsequiosos me recibían con una guirnalda de flores y un plato de prasadam. Ahora ya no había comitiva de recepción, por doquier se veía gente apresurada, y por entrar al sanitario tuve que pagar 3 pesos.

Varias veces le llamé a Sanat, pero siempre iba a dar al buzón de su celular. Marqué a su casa, y me contestó con total indiferencia una voz femenina informándome que Sanat no estaba en casa y que no sabía dónde localizarlo. Me sugirió que siguiera insistiendo en su celular.

Años atrás, Sanat Kumara estuvo casado con la mataji Mandodari devi dasi, a quien yo conocía bien pues era hija de la madre Rocana, quien trabajaba en la cocina del Gurukula cuando yo era el director. Pero hace años Sanat se divorció de Mandodari, y se fue a vivir en unión libre con dos hermanas adolescentes.

A pesar de tener casi cuarenta años de conocernos, Sanat y yo no somos muy cercanos. No conozco a sus dos mujeres, ni sé donde vive, ni cuántos hijos tiene. Parece que los Hare Krishnas somos medio impersonales a pesar de practicar un proceso espiritual tan personal. ¿Por qué será así?

GUADALAJARA Y LOS JUEGOS PANAMERICANOS

El cielo de Guadalajara estaba muy azul cuando arribé, salvo por unos cuantos arreboles. Era un día ideal para celebrar el Festival de los Carruajes Gigantes. Sin embargo yo me hallaba perplejo, sin saber a dónde ir. Una grabación del celular de Sanat Kumara me pedía que le dejara un mensaje. Me hallaba indeciso, sin saber qué hacer, cuando repentinamente se me vino a la cabeza el nombre "Pedro Moreno", que es la calle donde está situado el templo de ISKCON.

Le pregunté a un taxista: “¿Cuánto me cobras por llevarme a Pedro Moreno y Américas?”. Me respondió: "$140". Considerando que se trataba de un robo en despoblado, decidí caminar unos cuantos metros hasta el paradero de autobuses y ahí coger uno que me llevara al centro. Alguien me informó que tomara el bus azul turquesa pues me llevaría directo.

Como el azul turquesa se tardaba en pasar, abordé uno de color azul oscuro, que tardó cerca de una hora en atravesar la ciudad.

SE DICE QUE NADA SUCEDE POR CASUALIDAD

Gracias a ese recorrido pude enterarme del proceso de descomposición de la Perla Tapatía. Hace treinta años, Hridayananda das Goswami declaró que Guadalajara era la ciudad más hermosa de Latinoamérica, y puesto que él viajaba mucho sabía lo que estaba diciendo. Pero esa definición de Hridayananda era válida hace treinta años, porque el tiempo la ha convertido en una zona mancillada. Cuando horas más tarde le dije esto a Prabhu Pipalai, él me respondió: “Guadalajara es ahora una ciudad ti-li-chen-ta".

El glamour y la opulencia que aparecieron en la TV durante los recientes Juegos Panamericanos fueron solo una patraña mediática. Algo similar sucede con el Ratha Yatra: El glamour, el aparente éxtasis de los devotos durante el desfile de los Carruajes Gigantes es solamente un espectáculo mediático que nada tiene qué ver con la realidad que se vive al interior de ISKCON.

Visitar el templo de Pedro Moreno no me provocaba ningún entusiasmo, pues gracias a El Tambor Rugiente sabía de la guerra sucia de ISKCON --especialmente de Guru Prasad Pinochopada y sus secuaces-- para despojar a Sanat Kumara de su inmueble sede del templo.

Premananda Prabhu había tenido un papel principal en ese enjuague. Estuvo también involucrado durante años en los asuntos del fracasado negocio de inciensos del Movimiento, Productos Hare Krishna, y en la venta de la finca de Tulancingo. Pinochopada lo ha premiado nombrándolo líder en Guadalajara.

DE LA CIUDAD MAS BELLA A LA MAS TI-LI-CHEN-TA

El bus se detuvo súbitamente, y el chofer nos informó que las calles habían sido cerradas porque se iba a celebrar un marathón de minusválidos (o "personas con capacidades diferentes", como también se les dice), que era parte de los Juegos Para-Panamericanos. En consecuencia, no podíamos entrar al centro.

Cogí mi mochila y mi maletín y comencé a caminar por la Ave. Independencia. El espectáculo era deprimente. Por todos lados se veía grafiti, basura, calles remendadas. A pesar de ser sábado, una muchedumbre de caras largas caminaba apresurada a un trabajo al que hubieran preferido no llegar; en los quicios de los edificios se veían pordioseros hacinados y protegidos con cobertores baratos que aún dormían a esa hora de la mañana. Eran escenas dignas de las novelas de Dostoievsky. Alguien me informó que la única menera de llegar a Vallarta y Américas, era tomando primero el Tren Ligero hasta Vallarta, y ahí el pre-tren hasta Américas.

En el pre-tren, sentada a mi lado, había una criatura angelical de veintitantos años. Guadalajara siempre ha tenido fama por sus mujeres hermosas, y ahora yo lo podía confirmar. Le pregunté: "¿Aún estamos muy lejos de Américas?". Ella, mirándome con simpatía, me respondió: "Yo también me bajo en esa parada". Aprovechando que se había roto el hielo, le dije que hacía muchos años que no visitaba Guadalajara, y que la encontraba muy deteriorada. Ella no se mostró irritada por mi comentario, antes bien respondió: "La culpa la tienen los políticos".

Cuando bajamos en la esquina de Vallarta y Américas le revelé el motivo de mi visita a Guadalajara, y la invité al Ratha Yatra. Me dijo que no podía asistir pues se dirigía al trabajo, y que después del trabajo iría al rancho de su papá para aprovechar el puente. Le dije que yo estaría varios días en Guadalajara, y que me gustaría platicar más con ella. Le pedí su número telefónico y me lo proporcionó sin titubear.

Esto apenas está comenzando....

viernes, noviembre 18, 2011

Un Trono trascendental

La Reina Isabel II sentada en el trono real el día de su coronación.

por Radha Krishna das

Todos conocemos la importancia de un trono. Es un símbolo de poder que resalta la superioridad de quienes lo usan. Por tal motivo, los grandes jerarcas de la historia siempre han buscado tener un trono que evidencie su poder. Tenemos el ejemplo tan conocido del trono británico: Su simple mención evoca imágenes de conquista, superioridad, sofisticación y autoridad.

Shah Jahan en el Trono del Pavorreal.

En India existió el legendario Trono del Pavorreal, que encarnó el poder de los grandes mogoles durante el dominio islámico de la región. Este trono tenía incrustadas las piedras preciosas más sobresalientes, incluido el famoso diamante Koh-i-Noor.

Y como estos dos, a través de la historia han existido innumerables otros asientos del poder que le resultan irresistibles al pequeño tirano que todos llevamos adentro. Es un simple reflejo inconsciente del alma condicionada.

Sin embargo, quienes están en el sendero de la conciencia de Krishna se supone que no tienen absolutamente nada que ver con tronos ni con el poder. Su fuerza está en las cualidades vaisnavas, y en particular las señaladas por el Señor Caitanya en su Siksastaka:


"Uno debe cantar el santo nombre del Señor con una actitud mental humilde, considerándose más bajo que la hojarasca de la calle. Uno debe ser más tolerante que el árbol, estar exento de todo sentido de prestigio falso y dispuesto a ofrecerle todo respeto a los demás. Con semejante actitud mental uno puede cantar el santo nombre del Señor constantemente".

Si en el mundo karmi "más es más", en el mundo devocional "menos es más". El vaisnava no necesita símbolos mundanos de poder para hacer patente su fuerza espiritual. Estos en realidad son un obstáculo en la vida espiritual. Son las cualidades internas las que lo distinguen.

Por eso Krishna señala en el Gita, que el verdadero conocimiento se compone de cualidades reales, palpables, tales como "humildad, ausencia de orgullo, no violencia, tolerancia, sencillez, acercarse a un maestro espiritual genuino, aseo, firmeza y autocontrol", Bg 13.8.

¿Por qué todo esto? Recientemente me encontré con algunas instancias de tronos, muy representativas de la mentalidad explotadora que caracteriza al mundo material. Quiero mostrarles lo que vi, y compartir mis reflexiones al respecto.


Trono Uno: El primer trono apareció en un video del New York Times sobre los Estudios Pixar de animación digital. Una reportera los visitó, conversó con el personal de Pixar, y se empapó con el ambiente creativo de la empresa.

Como las producciones de Pixar son sueños y fantasías --pensemos en Toy Story, Monsters Inc., Nemo, etc.--, el ambiente de los estudios es también onírico. Por tal motivo no era de extrañarnos que en una sección de los estudios tuvieran un gigante asiento, trono o vyasasana, para estimular la fantasía de los creativos. Si uno se acomoda allí, podrá sentirse como el personaje de alguna futura película, y hasta como un guru de Iskcon (más adelante van a ver por qué).


Trono Dos: Poco tiempo después leí un artículo, también del New York Times, sobre la inminente salida de Irak de las fuerzas armadas de ocupación norteamericanas. Durante su estancia, ellos usaron varios palacios del dictador Saddam Hussein como bases de operaciones. Ahora que se marchan exhibieron un trono que Yasser Arafat --el finado líder de la OLP-- le había regalado a Saddam Hussein.

Hussein está muerto, sus palacios sirvieron de abrigo para sus enemigos, el sueño de Arafat de una nación palestina todavía no se ha cristalizado, y el trono permanece allí para la mofa de todos los que lo vean.


Trono Tres: Luego, en YouTube, vi un un video de Gopal Krishna Goswami sentado en un gigantesco trono durante la celebración de su Vyasapuja --o cumpleaños-- de 2008. El Goswami, de origen indio, es uno de los principales líderes de Iskcon en la actualidad. Su mayor influencia se siente en la tierra que lo vio nacer, donde tiene muchos seguidores, contactos VIP, y construyó el gran templo de Iskcon en Delhi.

Al ver las imágenes del colosal trono no pude contener la risa. ¡Es más grande que el trono de Saddam Hussein y que el asiento del mundo fantástico de Pixar! Me tomó cinco minutos recobrar la serenidad para empezar a reflexionar sobre su significado.

¿Es esa la imagen correcta que Srila Prabhupada quería de su Movimiento? ¿Se les antojaría a los distinguidos lectores de El Tambor ser parte de un parapeto con grandes jerarcas entronizados, seguidos por un ejército de lacayos, o sea ustedes?


Quizá alguien objete mis observaciones, señalando que Gopal Krishna predica mucho, ha abierto templos y tiene muchos discípulos. Externamente parece ser así, pero debemos preguntarnos otra vez si lo que vemos en la actualidad es el Movimiento que Srila Prabhupada quería.

Lo que concluimos del video de Gopal Krishna es que Iskcon es una anarquía en la que cada quien hace lo que quiere. Esto empezó en 1978, cuando los once supuestos acharyas se pusieron a hacer y deshacer a su antojo. En 1982 la alineación de los "acharyas" aumentó, y en ella ya se incluyó a Gopal Krishna Goswami. Sin embargo, este linaje real al final se extinguió por combustión espontánea.

El sistema de poder en Iskcon se reorganizó luego, pero la anarquía continuó hasta la fecha. Puedes tener millones y vivir rodeado de bellas damiselas, pero seguir llamándote swami. Puedes menospreciar y minimizar a Srila Prabhupada, y aun así seguir mamando de la teta de Iskcon. Puedes ser un bufón, un ladrón, un vividor mediocre, y continuar indefinidamente explotando tu franquicia de GBC, guru y sannyasi. Y puedes sentarte en los tronos más grotescos, y la gente continuará creyendo que eres una gran alma.

Es entonces evidente que esta institución es distinta a la que Srila Prabhupada concibió. Si Gopal Krishna hace mucha labor en ella es para su propio beneficio, y no para una organización que represente correctamente las enseñanzas de Srila Prabhupada.


Me enteré de este trono de Gopal Krishna a través de unos documentales producidos por Hanuman das, un discípulo canadiense de Srila Prabhupada. Él fue sannyasi e inauguró la conciencia de Krishna en Argentina en 1973. Actualmente es un psicoterapeuta y ha grabado unos videos sobre las vicisitudes de Iskcon.

--Hasta que las muerte nos separe.

Al presentar a Gopal Krishna en su gran trono, Hanuman le recuerda al público el pasado de este Goswami, en particular un acto de violencia física en los 1970s en contra de su esposa, Ekayani o Esther. Como ella misma relata, tenía ocho meses de embarazo cuando, durante un arrebato, Gopal Krishna le arrojó al abdomen una silla que afortunadamente ella pudo esquivar.

--Aló, necesito un Vyasasana más grande.

Gopal Krishna nunca le dio a ella ninguna aportación para la manutención de su hijo una vez que nació. Ella cree que Gopal Krishna debió ser juzgado por el intento de asesinato de su propio hijo, y se pregunta cómo puede él ahora ser un líder espiritual y supuestamente dirigir la vida de sus discípulos.

--Este es el modelo 2010, más grande y pachoncito.

Otro trono: Gopal Krishna Goswami no quedó contento con su Vyasasana de 2008, así que en 2010 le celebraron el cumple con un Vyasasana aun mayor. Lo sorprendente del caso es que en ambos eventos el Goswami habló, en hindi, de la humildad propuesta en el "Siksastaka" de Sri Caitanya Mahaprabhu y de mantener las cualidades que Rupa Goswami señala en el "Upadesamrta".

Lo más interesante de este caso es que luego de que el sistema de acharyas sucesores fue desmantelado, se estableció la norma de que en adelante los gurus deberían mantener un perfil muy discreto y humilde, y de ninguna manera tratar de competir con Srila Prabhupada. ¿Vemos con los Vyasasanas de Gopal Krishna una actitud de sencillez y sumisión ante el Fundador Acharya de Iskcon, Srila Prabhupada? Para nada. Dando una actuación de devoción, humildad y vaisnavismo, viola el principio elemental de respeto a su propio maestro espiritual.

--Pero sigo siendo el Rey.

Ya en el pasado vimos los desplantes de otro "gran acharya" y guru de Iskcon, el recientemente fallecido Kirtanananda. Él no tuvo empachos en ponerse una corona y aceptar un cetro real. Para todos nosotros se veía ridículo, pero para él y sus seguidores esto era algo maravilloso.


Eso mismo pasa ahora con Gopal Krishna. Él y su séquito creen que es un logro importantísimo estar sentado en El Trono de la Risa, pero los demás apenas podemos contener la carcajada.

Con lo anterior es posible deducir el futuro de Iskcon: Vyasasanas cada vez más grandes y grotescos, una gran división entre los lacayos y quienes detentan el poder en la institución, una anarquía que le permite a los dirigentes hacer lo que quieran sin normas que los controlen, el total divorcio entre lo que se dice y lo que se hace, y así por el estilo. Por eso va de nuevo nuestra pregunta, ¿se les antoja ser parte de una institución así?

domingo, noviembre 13, 2011

Escritores de libros de bolsillo

Gurudasa, deleitando a su audiencia en Londres.

[Presentamos a continuación un artículo reciente del Sampradaya Sun que reseña una nueva tendencia en Iskcon: Escribir memorias personales del Iskcon antiguo y los pasatiempos que uno tuvo con Srila Prabhupada.

Lo anterior se está volviendo toda una industria. Sin embargo, pocos se dan cuenta de las contradicciones en las que caen los autores de dichos libros. Parece que están más interesados en el beneficio y la justificación personal, que en presentar con pureza a Srila Prabhupada y los hechos relatados.

La tendencia fue iniciada en 1980 por Satsvarupa al publicar el "Lilamrta". Allí plasmó sus propias percepciones mundanas sobre Srila Prabhupada, las cuales ya han sido identificadas y criticadas lo suficiente. En 1984 apareció el "Sirviente del sirviente", de Tamal Krishna Goswami, obra que encaja perfectamente con las advertencias que leerán en el presente artículo. Vino luego "Un diario trascendental" en 1992, de Hari Sauri das.

De allí pasamos a las entrevistas videograbadas "Memorias de Srila Prabhupada", que recaban las anécdotas de muchos discípulos suyos. La tendencia parece culminar en la actualidad con el libro biográfico de Radhanath Swami y las memorias reseñadas en el presente artículo.

Las "Memorias" en video arriba referidas son un buen ejemplo de lo que se discutirá en este artículo. Si tomamos las memorias de Bhavananda, Tamal, Hridayananda, etc., veremos que reflejan más las intenciones y las percepciones del entrevistado que una presentación cristalina de Srila Prabhupada.

Sin embargo, en las mismas "Memorias" podemos ver otras remembranzas hechas con una simplicidad, honestidad y sensibilidad sorprendentes. Generalmente son de devotos "ordinarios" no encumbrados, y libres de una agenda política privada. Son las mejores de toda la serie.

En resumen, podemos decir que aunque las memorias y reseñas publicadas sobre Srila Prabhupada pueden contener elementos que nos permitan conocerlo mejor, existen en ellas por lo general una serie de intereses económicos, egoísmos e intenciones ocultas que debemos tomar en cuenta al hacer nuestra lectura. De lo contrario, la imagen que nos formemos de nuestro maestro espiritual estará salpicada de dichas contaminaciones.]

Estimado señor o señora, ¿podría leer mi libro?
Me tomó años escribirlo, ¿podría echarle un vistazo?
Se basa en la novela de alguien llamado Lear [o Prabhupada]
Y necesito trabajo,
así que quiero ser un escritor de libros de bolsillo,
Escritor de libros de bolsillo.

--Los Beatles

por Rocana das

6 de noviembre de 2011 -- Canadá (SUN) -- Quisiera abordar el fenómeno de Swamis, ex-Swamis y gente de mala fama de ISKCON, que han estado presentando a la venta sus libros de memorias. Como reacción al intercambio que tuve con Pusta Krishna ex-Swami, aparecido en el Sun durante las últimas semanas, algunos de nuestros lectores me hicieron saber de libros que han sido introducidos a la comunidad vaisnava por dos "veteranos" --devotos pioneros que tuvieron papeles destacados en los primeros días del lila de ISKCON de Srila Prabhupada. Me refiero a Gurudasa ex-Swami, y Mukunda Goswami.


A primera vista, Gurudasa y Mukunda parecen tener antecedentes e historias muy distintos. Sin embargo, ambos comparten un pasatiempo muy relevante, que fue la apertura del templo de San Francisco en 1967. Luego compartieron otro pasatiempo, que les ha dado a ambos fama y renombre: Mukunda, quien entonces estaba casado con Janaki devi, junto con Gurudasa y su esposa Yamuna devi, y Shyamasundar y su esposa Malati devi, todos viajaron a Londres y participaron en los pasatiempos lila locales de Srila Prabhupada. Rápido se hicieron amigos de George Harrison, integrante de los Beatles, quien se interesó en la conciencia de Krishna y ayudó con la misión de Srila Prabhupada. George permitió que los devotos usaran su propiedad de Letchmore Heath, llamada ahora Bhaktivedanta Manor, y lo demás es leyenda.

Los pasatiempos de los devotos durante esa época son bien conocidos y están bien documentados. Al principio la historia apareció en el Lilamrta de Satsvarupa. Hoy todos tienen su propia versión y perspectiva de los hechos. La participación de George Harrison se ha vuelto legendaria entre las filas de ISKCON, llegando al ámbito de lo mitológico, y la notoriedad de él aumenta con el paso de los años. Esta tendencia va de la mano de otra tendencia --la afición de los devotos de ISKCON por leer libros producidos por otros devotos con sus remembranzas de aquellos días. Cuando esos libros aparecen en Amazon y el sitio Krishna.com, aumenta la estatura de sus autores, quienes son invitados a programas y festivales de todo el mundo para hablar en vivo de sus memorias del pasado.

A través de los años he hecho saber lo que pienso de esas memorias biográficas. No solo creo que son una pérdida de tiempo y dinero, sino que por lo general no presentan a Srila Prabhupada con el sentimiento o perspectiva filosófica correctos. Por lo general demuestran ser glorificaciones sutiles que se hacen los autores mismos, y parecen haber sido escritas para divertir al lector y darle fama al autor. En consecuencia, el lector recibe poco beneficio real filosófico o espiritual.

Cuando uno realmente recuerda a personalidades como Srila Prabhupada, está recordando los pasatiempos de los devotos puros, que son pasatiempos trascendentales. Pero dichos pasatiempos trascendentales deben ser presentados por personas iluminadas, como la presentación del Caitanya-caritamrta que hizo Srila Krsnadasa Kaviraja Goswami, un devoto realmente avanzado. Esta es la escritura que prefieren los Acharyas del Sampradaya relativa al Caitanya-lila, incluso al compararla con el Caitanya Bhagavat. Lo anterior es así porque el Caitanya-caritamrta presenta al Señor Caitanya Mahaprabhu y a Su lila de un manera muy filosófica, y en consecuencia tiene un gran valor espiritual. El Caitanya Bhagavat también es considerado genuino, pero le da más énfasis a los pasatiempos en sí que a la filosofía.

Gurudasa recibiendo a Srila Prabhupada en India.

En el caso de Gurudasa (Roger Siegel), sabemos que el autor abandonó a Srila Prabhupada durante su lila manifiesto. Gurudaya abandonó a su esposa Yamuna y tomó sannyasa para luego dejar todo atrás. Quienes lo conocían sabían que no sería un buen sannyasi, pero al final del lila de Srila Prabhupada uno buscaba hacerse sannyasi para disfrutar las mejores cosas que ISKCON podía ofrecer, como poder, una posición, opulencia y respeto. Y eso es lo que Gurudasa hizo. No duró mucho como sannyasi, y después de que partió no supimos más de él durante muchos años. Ahora sabemos que regresó a Haigh-Asbury, a retomar la vida que llevaba antes de conocer a Srila Prabhupada. En otras palabras se volvió de nuevo un ratón.


Después de muchos años de llevar una vida demasiado licenciosa, Gurudasa reapareció con un libro promocional de memorias intitulado "Por su ejemplo", y más recientemente con "Amor, Medicina y Música". Su sitio internet incluye una petición para que los devotos lo ayuden con su manutención económica porque no ahorró para su vejez. En otras palabras, está 'quemado'. Apoyándose en algunas memorias de viejos días cuando sí participaba legítimamente en el lila de Srila Prabhupada, ahora explota el sentimiento ajeno para sacar un beneficio similar al de sus amigos contemporáneos, incluyendo a Shyamasundar y Mukunda.


No estoy diciendo que Gurudasa no brindó ningún servicio a Srila Prabhupada, como también lo hicieron miles de discípulos de Srila Prabhupada durante esa época, y seguramente esto se tomará en cuenta cuando abandone este mundo. No soy nadie para juzgar qué destino tendrá cuando fallezca. Todo lo que puedo decir es que, como Srila Prabhupada mismo dice, se puede juzgar el nivel de conciencia de una persona por lo que escribe. Y por lo poco que hemos leído de lo que Gurudasa ha escrito, no solo es literariamente muy malo sino que tampoco presenta bien filosóficamente a Srila Prabhupada. Lo anterior nos muestra lo poco que aprendió todos estos años sobre la personalidad trascendental que esencialmente lo salvó del destino que le tocaba sufrir. Como él retornó a su vida anterior, podemos entender el destino y karma de los que Srila Prabhupada lo salvó, y podemos concluir que los pasatiempos de Srila Prabhupada en los que participó fueron una gran misericordia. Está por demás decir que yo nunca le recomendaría a nadie que le donara dinero, ni le sugeriría a nadie que comprara su libro ni lo leyera. Su libro es uno de los peores ejemplos que hay hoy de esa tendencia 'literaria' que se está dando actualmente en ISKCON.


El nuevo libro de Mukunda, "Milagro en la Segunda Avenida", es una historia ligeramente distinta, aunque con antecedentes similares. En los primeros días, Mukunda (Micheal Grant) fue uno de los primeros devotos en recibir iniciación. Se le identifica mucho con el famoso templo de Srila Prabhupada en el sur-oriente de Manhattan. Por desgracia, ese espacio en la actualidad recibe muy poco apoyo de los acaudalados líderes de ISKCON y corre el peligro de perderse, lo que sería una desgracia. Nuestros acaudalados líderes tienen suficiente dinero para disfrutar sus retiros y escribir memorias personales, pero no tienen suficiente dinero para apoyar al primer templo de Srila Prabhupada.

Aunque Mukunda ha permanecido tras bambalinas más que muchos otros de nuestros hermanos espirituales, su libro ha sido respaldado por el "gran swami" Radhanath, y por Ravindra Svarupa, un GBC conocido como personaje literario. Ellos respaldan el libro de Radhanath de la misma manera en que uno respaldaría a algún best-seller de bolsillo. Dicen ellos "hace que sigas página tras página", "una lectura obligatoria", "no podía dejarlo", o "una gran contribución". Pero para mí, los autores de tales libros son inferiores que los recitadores profesionales del Bhagavatam, quienes al menos leen directamente de las escrituras.

Aunque parece que Mukunda Goswami tiene pocas cosas nuevas que decir en su nuevo libro que no se hayan dicho antes, el lector de fijarse mucho en la manera que éste presenta a Srila Prabhupada filosóficamente. También debe tomarse en cuenta el historial de servicio de Mukunda a través de los años desde que Srila Prabhupada partió. En lo personal encuentro medio vergonzoso de que él haya sido un Swami todos estos años, y le hayamos tan poca prédica.

Durante veinticinco años, hasta 1999, Mukunda Goswami fue el Ministro de Comunicaciones de la GBC. En 1996 fue nombrado para la Comisión Interreligiosa de la GBC. Según la Wikipedia:

"En los 1980s, Mukunda estableció la Oficina de Comunicaciones de ISKCON en Los Angeles, y publicó la Reseña Mundial de ISKCON y el Diario de Comunicaciones de ISKCON. Mukunda Goswami sigue siendo consejero de ese diario. Cuando lo organización ISKCON estaba plagada con problemas legales, Mukunda trabajó para contener los daños pero al final se cansó de la presión y le dejó el trabajo a sus asistentes".

En 1999 Mukunda renunció a su puesto de GBC, tal como lo hizo Hridayananda. Ese mismo año la GBC de dio a ellos dos y a Satsvarupa el título de GBC Emérito. Luego de que Mukunda renunció de la GBC, la misma GBC lo integró en un comité responsable de reestructurar la GBC y escribir una constitución (la cual no ha sido completada hasta la fecha).

En 2000 la GBC le hizo un llamado particular a sus GBCs Eméritos --en particular a Mukunda Goswami, Giriraj Swami, Hridayananda Goswami, Bhakti Svarupa Damodara Swami y Balavanta das-- para que le aportaran $20,000 a la Oficina de Protección Infantil.

A través de los años Mukunda Goswami ha sido coautor de tres libros con Drutakarma das (Michael Cremo), y de "Coming Back: The Science of Reincarnation"* (una recopilación de las enseñanzas de Srila Prabhupada). Ha sido además autor de otros dos títulos, siendo el más reciente "Milagro en la Segunda Avenida".
(*) "De Regreso: La ciencia de la reencarnación".

--Sí señores, ya soy GBC Emérito.

El título de 'Emérito' que la GBC le otorgó a Mukunda Goswami básicamente indica que Mukunda se ha retirado a la vida privada a partir de 1999. Aunque a Mukunda y el Emérito Satsvarupa das Goswami, el autor del Lilamrta, les gusta hacer hincapié en el hecho de que Srila Prabhupada vino a los Estados unidos cuando tenía más de setenta años, 'solo, sin un centavo y con mala salud', parece que no ven ninguna contradicción --de que ellos se hayan retirado de de la vida activa de prédica a tan temprana edad-- en seguir un ejemplo opuesto al de su Maestro Espiritual.

Claro que tales descripciones de Srila Prabhupada están por completo mal filosóficamente. La noción de que Srila Prabhupada estuviera "sin un centavo" es un concepto filosófico ridículo, si consideramos que Sri Krishna Caitanaya lo envió a los Estados Unidos y siempre lo protegía. Manifestar un pasatiempo en el que aparece sin un centavo es similar a cuando Krishna aparece como un pastor de vacas, o el Señor Caitanaya como el hijo de un brahmin. Así que llamarle a Srila Prabhupada "solo" o "sin un centavo" es filosóficamente inexacto y falso.

Y, por supuesto, que los Swami Eméritos retirados de ISKCON no llevan una vida sin dinero. Llevan una vida cómoda y privada que va en contra del mandato que Srila Prabhupada estableció para sus predicadores sannyasis. No se les ve continuamente ocupados en actividades directas de prédica, más allá de escribir sus propios libros, ir a festivales del templo, hablar de su asociación con Srila Prabhupada, y platicar de sus percepciones según su mentalidad inmadura de entonces, cuando eran jóvenes y temerarios.

Srila Prabhubpada les dio la oportunidad de utilizar algunos de sus talentos al servicio de Krishna. Pero en la actualidad --aunque ellos tienen muchas más recursos desde el punto de vista material-- no están predicando activamente. No captan el sentimiento de Srila Prabhupada, no saben cómo presentarlo filosóficamente. Viven a expensas de su participación activa del pasado. Se les permite dar iniciaciones debido a que tienen una relación amistosa con la GBC. Escriben unos cuantos artículos, uno o dos libros de memorias, y esperan a que les lleguen las invitaciones y los pasajes de avión, y promesas de buenos alojamientos cuando van a algún evento a decir algunas palabras de sus recuerdos de Srila Prabhupada.

Pocos parecen darse cuenta que casi todos ellos son más jóvenes que Srila Prabhupada cuando llegó aquí al principio y trabajó sin descanso por Sri Krishna Caitanya. Nuestros Swamis Eméritos han descartado completamente la actitud de prédica, y en esencia viven de sus glorias pasadas, como viejas estrellas del rock que reciben sus cheques de regalías y hacen algunas presentaciones al año en el casino. Se aprovechan del pasado, llevando una vida cómoda gracias a ello. Vender sus propios libros significa es una fuente adicional de ingresos, es otra forma de glorificarse. No están realmente glorificando a Srila Prabhupada, y en consecuencia no están haciendo una gran contribución a la literatura vaisnava. En realidad, en ninguna de nuestras obras del Sampradaya Vaisnava encontramos semejantes novelas, biografías y memorias. Srila Prabhupada no nos recomendó hacer eso con Srila Bhaktisiddhanta Saraswati o Srila Bhaktivinoda Thakur. Srila Prabhupada no nos recomendó muchos libros que ya estaban escritos, aunque eran mucho más filosóficos y genuinos que los que proliferan hoy en ISKCON.

Pero así es el nuevo ambiente de ISKCON. Están todos esos discípulos y seguidores sin ningún entrenamiento, a quienes supuestamente los gurus y sannyasis les han ordenado que lean diariamente los libros de Srila Prabhupada, pero los mismo líderes no están predicando activamenteni siguiendo ese programa. En vez de ello, proclaman ser unos viejos a los 68 o 70 años, y tener algunos problemas de salud... ¿pero cómo se compara eso con Srila Prabhupada?

Ya en un reciente artículo de Aviram das, "Dejando Sannyasa", aparece que Srila Prabhupada hizo un comentario sobre el pasatiempo de Gajendra, diciendo que le dio sannyasa a jóvenes porque el Señor Caitanaya Mahaprabhu tomó sannyasa siendo joven, y así también lo hizo su maestro espiritual, con fines de prédica. Pero si has tomado sannyasa y no estás totalmente absorto en predicar, te encuentras en peligro. En ese caso quizá sería más honorable dejar de ser un sannyasi. Claro que después de muchos años de seguir ese estilo particular de vida y de disfrutar la diversidad de beneficios materiales que ofrece, te acostumbras a él y quedas condicionado. Tu ego incluye ser un sannyasi, aunque muchos sannyasis han sido expulsados por mujeriegos, lavadores de dinero, etc. Pero no pueden dejar de ser sannyasis. Satsvarupa y Hridayananda son dos buenos ejemplos de esto. Aunque su estilo de vida está muy lejos de los mandatos védicos para los sannyasis, su ego falso abarca el ser vistos como sannyasis. Es para ellos una vida libre de problemas en muchos sentidos, y no quieren dejarla. Están apegados.

Ensayando. George Harrison en un segundo plano con su guitarra, y Mukunda al fondo en el piano.

En el caso de Mukunda Goswami y su reciente libro, vemos que Mukunda es un dulce swami, de voz calmada, y un devoto amable que se las ha ingeniado para evistar escándalos. No ha explotado su papel de GBC, guru o sannyasi, y por lo tanto no se le ve como alguien con ambiciones políticas. Y así era su naturaleza desde el priuncipio. La naturaleza amigable de Mukunda lo hizo el favorito de George Harrison, y después de algún tiempo George solo aceptaba asociarse con Mukunda. Los devotos no podían ponerse en contacto con {el o visitarlo sin la intermediación de Mukunda. Una o dos veces al año Mukunda viajaba al Reino Unido y hacía una cita para ver a George Harrison. Hacía que lo acompañaran algunos devotos, llevaba prasada y tenían un pequeño kirtan en su propiedad. Yo asistí a uno de esos encuentros a finales de los 1970s o principios de los 1980s, y honestamente me dejó poco impresionado que Mukunda no le predicaba nada. Era evidente que George Harrison estaba consumiendo todo tipo de sustancias ilegales, y que estaba ensimismado con carreras de autos y la jardinería. Pasaba una o dos noches al año con los devotos, quienes ni siquiera le predicaban, y eso es todo lo que pasaba.

--A ahuecar el ala. Please.

La realidad es que George Harrison, en algún momento de los 1980s, le pidió a los devotos que desocuparan el Bhaktivedanta Manor. Él pensó que ya los había apoyado para que iniciaran sus actividades, y ahora quería apoyar a algún otro nuevo grupo espiritual permitiendo que usara el Manor. Su esposa Olivia ha sido seguidora de Paramahamsa Yogananda durante mucho tiempo, y quizá querían entregarle la propiedad a ese grupo. Que yo sepa, Mukunda no se apareció para resolver la situación siendo amigo de George. Quizá le predicó, y fue él quien lo convenció de no entregarle el Manor a alguien más, sino que nos lo vendiera por medio millón de libras esterlinas (no recuerdo el precio exacto de venta, pero fue cuantioso). Contrario a la actual y creciente leyenda mística, George Harrison no le donó el Manor a Srila Prabhupada e ISKCON. No se los dio; se lo vendió a ISKCON, aunque con descuento.

Debemos considerar también que los pasatiempos que ocurrieron al principio en Londres, que incluyeron a los Beatles y recibir el Bhaktivedanta Manor, fueron debido a la potencia de Srila Prabhupada. Todo fue el arreglo de Krishna para propagar la conciencia de Krishna por todo el mundo. Tuvo poco o nada que ver con los individuos que fueron reclutados para participar en este pasatiempo con Srila Prabhupada. Pudo haber sido cualquiera. Aunque Shyamasundar explota lo que ocurrió en el pasado y busca fama y dinero, la realidad es que Shyamasundar casi arruinó el Manor, y los líderes tuvieron que deshacerse de él. Él era un excéntrico y estaba loco.

Gurudasa y Yamuna se fueron a India, y en efecto participaron en desarrollar el templo de Vrindavan en sus inicios. Y fueron a Jaipur a participar en la creación de las Dediades. Me los encontré cuando estaban en Jaipur, y vivían muy cómodamente en la casa del murti-walla más destacado de la ciudad. A mí no me impresionó el nivel de conciencia de Krishna que mantenían aquellos días. Sin embargo, cuando los escuchamos hoy contar los pasatiempos, parecería que todos ellos eran trascendentales.

Aquellos días todos éramos como unos bebés, éramos personas muy inmaduras y sin calificaciones, a quienes Krishna les permitió tener una participación con Srila Prabhupada, haciendo uso de nuestro libre albedrío. Y todos tuvimos una participación, incluso yo, entregando años de nuestra vida haciendo un sincero esfuerzo por seguir el ímpetu de Srila Prabhupada. A algunos les fue mejor que a otros. En el caso de Mukunda, le fue mejor que a la mayoría, aunque todo siga siendo relativo. Pusta Krishna escribió en un artículo reciente haber sido mejor que otros. No sé a lo que se está refiriendo, pero estoy seguro que Mukunda piensa lo mismo... que ocasionó menos daños que otros amigos y compinches suyos, quienes le hicieron tanto daño a ISKCON.

Gurudasa y su compadre Shyamasundar narrando sus memorias ante los devotos.

Mukunda y Shyamasundar han sido buenos amigos a través de los años, aunque Shyamasundar era un verdadero pillo. En una caminata matutina, Srila Prabhupada le dijo a la GBC que debían hacer que arrestaran a Shyamasundar por robo. Pero en la actualidad, Shyamasundar está regresando a ISKCON como una celebridad. Su ex-esposa logró que un seguidor de ella le donara un órgano a él, quien debido a su vida de excesos necesitaba uno. Pero porque él puede contar historias sobre sus actividades devocionales de antaño con Srila Prabhupada, todos los devotos se reúnen a escucharlo, ignorando todos los hechos obvios y relevantes.

--Déjame hablarte sobre Srila Prabhupada... y sobre mis plantitas de mariguana.

Nos dicen que Gurudasa pasa mucho tiempo en un establecimiento de San Francisco donde venden mariguana. Mukunda vive en la campiña de Australia, con suficiente seguridad financiera y escribe sus memorias.

--No sean envidiosos, la mansión de Santa Barbara me la regaló mi mami.

Tenemos además a Giriraja, quien vive en una hermosa mansión de Santa Barbara, disfrutando el servicio que le ofrecen sus discípulos y el dinero heredado de sus padres, de Tamal Krishna Goswami y de un discípulo. Es ridículo y ofensivo que un sannyasi haga todo esto. Cualquier persona cuerda que conoce a Srila Prabhupada, como ellos alegan conocerlo, tendría suficientes razones para creer que Srila Prabhupada está muy disgustado y ofendido por los pasatiempos de estos discípulos que viven confortablemente sin dedicarse a predicar. La prédica no trae muchas comodidades, y ellos han preferido llevar un estilo de vida de comodidades aprovechándose de lo que hicieron en el pasado.

Entiendo que antes de que Mukunda se mudara a Australia, había estado viviendo en Nueva Zelanda, en una casa que le dio George Harrison. Vendió esa casa y usó el dinero para construirse una pequeña casa en la finca de ISKCON en Austalia. Él la llama "Casa Harrison", en vez de "Casa Prabhupada". Entonces, ISKCON tuvo que comprar el Manor en efectivo mientras que George le dio a Mukunda una casa propia, la que ha usado para su beneficio personal. Si en realidad puso esa propiedad bajo el control de ISKCON o de sus discípulos y la usaron para la prédica, sería bueno que Mukunda le revelara los detalles a la comunidad de devotos.

Creo que debemos ver a estas personalidades por lo que realmente son, y debemos desafiarlas a que se corrijan y empiecen a seguir a Srila Prabhupada predicando. Ellos deben revelar por completo su situación financiera. Tienen todo tipo de recursos, tienen discípulos, son sannyasis, tienen puestos dentro de ISKCON, y tienen cierta reputación --así que pueden salir y realmente predicar--, para no solo contar historias y pasarse el resto del tiempo viviendo con comodidades. Deben salir de su retiro, dejar atrás las comodidades y empezar a predicarle a las almas caídas con entusiasmo y energía, tal como Srila Prabhupada lo hizo a su avanzada edad.

Sé que muchos lectores, sentimentalistas y pacifistas del New Age considerarán muy cruel y malicioso lo que estoy diciendo, pues creen que estos Swamis son gente tan dulce. Pero en realidad ellos están arruinando la reputación de Srila Prabhupada, viven en forma contraria al sastra, y no están dando el buen ejemplo que los demás puedan seguir. Es un mal ejemplo, y las historias que presentan solo sirven para propagar el mito sobre sí mismos, mientras que presentan a Srila Prabhupada mal y sin ninguna filosofía.