sábado, diciembre 17, 2011

Diario Devocional No. 6

por Astika das

A pesar de que el sábado 19 de noviembre era un día muy soleado y agradable, no se veía mucha gente en la Avenida Alcalde, por donde transitaba el desfile del Rathayatra. Pero la raquítica concurrencia no impedía la algarabía de los devotos Hare Krishna que, jubilosos, jalaban las cuerdas de los tres majestuosos carruajes que transportaban al Señor Jagannath, al Señor Balarama y a Lady Subhadra.

A medida que el desfile avanzaba, el número de espectadores aumentó notablemente. Al llegar a las inmediaciones de la Plaza Universidad, las escalinatas de los vetustos edificios del centro de Guadalajara se veían atestadas de mirones que, extrañados, veían aquel majestuoso y exótico espectáculo.

Mi hermano espiritual Ksiti Mohan Swami no paró de bailar y cantar el mahamantra durante todo el trayecto del desfile. Ksiti Mohan es un sannyasi muy sui-generis, pues a pesar de ser un renunciante regentea un restaurante vegetariano en Morelia. Se supone que los sannyasis no se deben involucrar en negocios lucrativos, sino que para su manutención deben depender únicamente de la misericordia del Señor Krishna.

En medio de su éxtasis, Ksiti Mohan me miró con mucha simpatía, se me acercó hasta donde jalaba el Carruaje del Señor Jagannatah, y me dijo: “¡Hola Joven Astika!”. El Maharaja es muy atento con los discípulos de Srila Prabhupada. Una vez que visité Morelia fui a verlo a su restaurante. Él me sirvió un suculento plato de prasadam --un verdadero banquete--, y mientras comía él hablaba como loro: “Los discípulos de Srila Prabhupada no son personas ordinarias --decía con su vehemencia acostumbrada--, son personas muy raras y uno se siente feliz y afortunado de tener el privilegio de asociarse con ellos”.

KSITI MOHAN ME REGALA SU JAPAMALA

Una vez concluido el desfile, divisé fácilmente a Maharaj Ksiti Mohan, pues su atuendo de sannyasi era de un color tan subido que parecía rojo enchilado. Me dio un gran abrazo de bienvenida. Rompí el hielo informándole que debido a las prisas del viaje había olvidado mi japa en Tamaulipas.

Tan pronto como escuchó esto, puso en mis manos su japamala y me dijo: “Para mí es un honor obsequiarte mi japa; no es necesario que compres otra”. Le agradecí su generosidad pero me sentí incómodo cuando vi que la bolsita que me estaba regalando tenía estampado el rostro del Señor Jagannatha, cosa que no es correcta. Estuve a punto de sacar la japa y devolverle la bolsita.

Pensé que hacer eso solamente complicaría las cosas, pues Ksiti Mohan Maharaj tiene una formación completamente iskconiana porque no tuvo la fortuna de vivir en los Mathas vaisnavas de India. Esa carencia impide que tenga cualquier suspicacia hacia las técnicas comerciales de ISKCON.

Recuerdo que en una ocasión, Avadhuta Maharaja, Bhakti Kusum Asrama (quienes eran Viraha Prakash y Brajendra Kumara en ISKCON), y yo, hicimos un parikrama en taxi por varios sitios sagrados de Vrindaban. Avadhuta Maharaja ya se había separado de ISKCON para refugiarse a los pies de loto de Srila Sridhara Swami en el Sri Caitanya Saraswath Math.

Mientras observaba por la ventana del taxi la reseca y arena tierra de Vrindaban, pude escuchar la picosa conversación de Avadhuta: “En ISKCON se valen de cualquier recurso con tal de vender. En las kurtas, en las bolsas de japa, en las cachuchas, en una palabra en todos lados estampan el mahamantra. En breve van a estampar los santos nombres en los calzones y en los brassieres de las devotas”.

En una nota anterior ya comenté que cuando me salí de ISKCON y fui a la Sri Caitanya Saraswath Math, llegué vistiendo una kurta estampada con el mahamantra Hare Krishna. Cuando Bon Maharaja, un sannyasi negro italiano discípulo de Sridhara Maharaj, quien llegó a la Sri Caitanya Saraswat Math sin conocer ISKCON, vio mi kurta estampada me dijo: “Es ofensivo entrar al retrete con el mahamantra. Debes quemar o echar al río Ganges la kurta. Después de escuchar tal instrucción, me `irigí hacia el sagrado río Ganges, y sin ninguna consideración arrojé la kurta nueva que tenía el mahamantra estampado.

EL DISCURSO INAUGURAL DE GURU PRASAD PINOCHOPADA

Ksiti Mohan Maharaja y yo nos hallábamos sentados a unos cuantos metros del escenario que los devotos instalaron para colocar a las Deidades y llevar a cabo los eventos públicos del festival. Desde allí, Guru Prasad Swami dictó el discurso inaugural.

En su breve perorata mencionó varias veces el nombre del Señor Krishna y del Señor Jagannath. Pero en ningún momento de su discurso mencionó el nombre de Srila Prabhupada. Cuando le hice esta observación a Ksiti Mohan, él repitió su argumento de siempre: “Es una verdadera lástima, pero los nuevos líderes de ISKCON hacen todo lo posible para borrar del mapa a Srila Prabhupada”.

SRILA PRABHUPADA NO ES BIENVENIDO

En la declaración de Ksiti Mohan Maharaja no había indignación, solo resignación. Sin mostrar alteración alguna añadió: “Ellos deberían recordar constantemente la memoria de Srila Prabhupada. Gracias a Srila Prabhupada nos hicimos devotos, gracias a Srila Prabhupada se celebra el Ratha Yatra. A Srila Prabhupada le debemos la vida, y no mencionar su nombre es algo completamente ingrato”.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Me dirigí a una pequeña carpa de lona blanca en la que había un letrero que decía "Preguntas y Respuestas". Era un espacio improvisado por los devotos para predicarle al público. En la carpa habían 50 personas que, atentamente, escuchaban la charla de Adhoksaya Prabhu, un antiguo devoto venezolano discípulo de Pinochopada, y que lleva mucho tiempo radicando en México.

Crucé la carpa y fui a sentarme en la tercera hilera, muy cerca de la mesa donde estaba el expositor. Éste, al verme entrar, juntó las palmas de sus manos en señal de reverencia y en voz alta expresó: “Haribol, Prabhuji”.

Las dos ocasiones anteriores que escuché a este devoto venezolano pensé: ¿Por qué Adhoksaya Prabhu, quien es inteligente y conoce bien las escrituras, después de haber presenciado miles de desviaciones, continúa en ISKCON? Traté de acallar mis elucubraciones, y me concentré en su conferencia.

Con la misma autoridad que habla siempre acerca de los sastras, en esa ocasión hablaba acerca de algunos pasajes de la Biblia. Hacía eso con el fin de tranquilizar la conciencia de una audiencia mayormente cristiana.

El aparato de sonido fallaba continuamente, y eso hacía inaudible la charla del conferenciante. Pero en vez de molestarse, Prabhu Adhoksaya aprovechaba la ocasión para hacer algún chiste ingenioso. Con absoluta confianza en sí mismo le pedía a los devotos que remediaran la falla.

¿QUÉ ONDA CON LOS GAYS?

Después de hablar cerca de una hora, le informó a los asistentes que podían hacer preguntas. Alguien al fondo de la salita le pidió que explicara el origen de la homosexualidad. Yo pensé que había mala leche en esa pregunta, pues todos saben que Guadalajara es la capital de los homosexuales en México.

Equivocadamente pensé que Prabhu Adoksaja sortearía rápida e inteligentemente esa espinosa pregunta, pero para mi sorpresa comenzó a abundar en el tema de forma verdaderamente compleja. Hablaba tanto en términos freudianos que parecía que estábamos en un foro de sexualidad, y no en algo relacionado con la conciencia de Krishna.

En su elaborada elucubración, Adhoksaya Prabhu dijo que por practicar la vida sexual con mucha frecuencia, la gente se fastidia del sexo heterosexual y comienza a explorar el sexo anal, y que con el paso del tiempo crece su curiosidad por saber qué se siente recibirlo.

Según él, en el Srimad Bhagavatam aparece este argumento. Yo leí los nueve primeros cantos del Srimad Bhagavatam, y no recuerdo haber leído semejante teoría. A lo mejor ese pasaje me pasó de noche, pero el argumento de Prabhu Adhoksaya me parecía una absoluta especulación. En ese momento recordé la carta que un devoto le escribió a Srila Prabhupada, en la que le decía que había superado su problema de drogas y otros vicios, pero que no había podido superar su homosexualidad. Srila Prabhupada escuetamente le respondió que no importara que fuera hombre o mujer, y que simplemente tratara de servir a Krishna.

Adhoksaja Prabhu pudo utilizar ese argumento de Srila Prabhupada y no meterse en el berenjenal en que se estancó. Los devotos no se supone que seamos expertos en asuntos sexuales; no tenemos por qué serlo. Alguien le pudo haber respondido a Adhoksaja que existen casos de niños o niñas que desde que nacen muestran tendencias homosexuales, sin que hayan estado practicando sexo con anterioridad.

Hasta antes del momento en que Prabhu Adoksaya trató el asunto de la homosexualidad, la conferencia había resultado ser todo un éxito. Pero cuando se internó en asuntos freudianos despertó inquietud entre los asistentes.

Más tarde me topé con Prabhu Adhoksaya en un puesto de prasadam. Le comenté que su conferencia había estado excelente, pero que hubo un punto que no me había gustado. Prabhu Adhoksaja respondió visiblemente indignado: “Ya sé qué parte no te gustó; fue en la que hablé acerca de la homosexualidad". “Efectivamente”, le respondí. Prabhu Adhoksaya, quien hasta ese momento se había mantenido muy sereno, se puso iracundo, y visiblemente perturbado exclamó: “Eso que dije sobre la homosexualidad está explicado en el Srimad Bhagavatam. Ahí mismo se explica que el Señor Brahma practicaba el sexo anal".

REVELACIONES DE UN MÍSTICO… MEXICANO

Pippalai Prabhu está preparando un libro de entrevistas a los discípulos de Srila Prabhupada, y aprovechando mi visita a Guadalajara quiso entrevistarme sobre el Gurukula. Nos sentamos en un cafetín del centro de Guadalajara llamado "El Salvador". “Me interesa que me cuentes tu experiencia con el Gurukula --me dijo-- pues durante ocho años tú lo dirigiste y me interesa conocer tu experiencia”. Luego, con absoluta franqueza, añadió: “No quiero que te desgarres las vestiduras, ni me interesa presenciar desplantes protagónicos. Únicamente estoy interesado en saber cómo funcionó el Gurukula”.

Antes de abordar el tema del Gurukula, le confesé a Prabhu Pippalai que me parecía muy extraño que la Mataji Jadurani dejara de hablar de Srila Prabhupada desde que se refugió en Narayana Maharaj. ¿Cómo ocurrió eso, siendo que ella fue una de las primeras discípulas occidentales de Srila Prabhupada, y con sus pinturas se ilustró el Gita y el Srimad Bhagavatam?

Pipalai Prabhuji me reveló que vivió muchos años en Nueva York, y por lo tanto tuvo la oportunidad de convivir en muchas ocasiones con Jadurani. Me dijo que Jadurani no se opuso al sistema ilícito mediante el cual once discípulos de Srila Prabhupada se volvieran los “acharyas” sucesores de Iskcon. Pero se oponía rotundamente a que nombraran acharya a Satsarupa, pues habían estado casados y lo conocía hasta en la intimidad del sleeping bag. “Muchos de esos autoproclamdos acharyas eran gays, --declaró Pipalai das, y categóricamente añade-- y Satsarupa es jotito”.

Aquí no estamos haciendo una condena tácita a quienes tienen tendencias homosexuales, sino a quienes tienen cuestiones de sexualidad sin resolver pero que pretenden hacerle creer al mundo que son seres autorrealizados.

BHAVANANDA MAHARAJA: EMPERADOR PEDERASTA DE LA CIUDAD VEDICA

En seguida Pippalai das me contó una anécdota de Bhavananda das, que merece hacerle un extraordinario guión cinematográfico.

A Prabhu Pippali le tocó vivir los primeros años de ISKCON en India, pues estuvo ocho años en ese país. “Los primeros años --me cuenta Prabhu Pippalai-- ISKCON era muy pobre, tan pobre que había muchos niños desnutridos en Mayapur". Con la intención de erradicar ese mal, Srila Prabhupada le pidió a Jayapataka Swami que comprara unas vacas y abriera un gosala (establo). Prabhu Pippalai fue designado encargado del gosala.

El gosala estaba situado como a 500 metros del Sri Candrodaya Mandir de Mayapur. Pippalai Prabhu dormía, comía y cantaba sus rondas en el Gosala. Su única compañía era su ayudante, un chico musulmán. Pippalai tenía estrictamente prohibido alejarse del gosala pues entre los habitantes de Mayapur se practica mucho el abigeato, o robo de ganado. Por lo mismo Pipalai Prabhu tenía estrictamente prohibido abandonar el gosala.

En cierta ocasión que Srila Prabhupada se hallaba de visita en Mayapura, Pipalai sintió un vehemente deseo de alejarse del gosala para asistir al templo a escuchar las clases de su maestro espiritual. Cuando escuchó en la distancia un extático kirtan, no resistió ese deseo y, cogiendo un atajo que solamente él conocía, se encaminó hacia el templo.

Cuando Jayapataka y Bhavananda lo vieron en el templo, lo reprendieron por abandonar su dharma. Bhavananda montó en uno de sus acostumbrados ataques de cólera, y salió disparado hacia el gosala a fin de defender a las vacas. Pipalai Prabhu decidió también volver al gosala. Para llegar antes que Bhavananda, tomó un atajo que solamente él conocía y que pasaba al lado de la cabaña de su asistente, el joven musulmán.

Al pasar por la cabaña, repentinamente escuchó sonidos extraños. Curioso por conocer su origen, Pipalai se acercó y miró por la ventana. ¡Oh sorpresa! Postrado de rodillas, Bhavananda practicaba sexo oral con el joven pastor. Al pie de aquella erótica y aterradora escena ocurriendo en la tierra sagrada de Mayapur, se veían varios dólares desperdigados en el piso.

ISKCON PREMIA LOS ABUSOS DE BHAVANANDA

Mientras fue líder en ISKCON e incluso "acharya" de la institución, Bhavananda violó a varios niños del gurukula, devotos jóvenes, trabajadores, taxistas, etc. Luego de que lo removieron por su vergonzosa conducta, se fue a vivir muchos años a Australia, donde lo acogieron seguidores suyos fanáticos.

Bhavananda regresó en años recientes a vivir en ISKCON Mayapur. Lo han puesto de presidente y coordinador de la construcción del nuevo templo. Todos los grandes líderes de ISKCON, empezando por Jayapataka, saben bien de qué pie cojea Bhavananda. Pero si Pippalai tiene razón y muchos de los proclamados sucesores de Srila Prabhupada son "jotitos" de corazón, entoncas no es de extrañarnos que hayan recibido a Bhavananda en Mayapur con los brazos abiertos y sin preocuparse de las nuevas violaciones que pueda cometer allá.

viernes, diciembre 16, 2011

Más sobre Giriraj Swami


(Estamos experimentando problemas para subir las imágenes de esta nota. Esperamos resolverlo en breve.)

por Radha Krishna das

Me encontraba recientemente visitando Dandavats, el sitio apologético de Iskcon, y me encontré un artículo que reseñaba un evento iskconiano llamado "Retiro en Govardhana" (edición noviembre de 2011). Me interesó saber más al respecto, pues desde hace tiempo estoy queriendo sacarme el chamuco del corazón.


Al leerlo me enteré que entre los facilitadores del retiro estuvo Giriraja Swami, de quien hicimos referencia hace poco en una nota de El Tambor. Allí se le describió en términos poco halagüeños, señalando que vive an una mansión de Santa Barbara rodeado de lujos, dinero, y el servicio de sus lacayos. Lo anterior es totalmente contrario a las normas que deben regir la vida de un sannyasi en la tradición de los Seis Goswamis de Vrindavan, y del ejemplo de muchos gurus sannyasis en la historia del vaisnavismo.

Este contraste entre la vida suburbana burguesa de Giriraja y su participación en un retiro en un sitio tan sagrado como Govardhan, me motivó a investigar más para entender realmente la situación.

Giriraja Swami dirigéndose a la audiencia durante el retiro.

El artículo de Dandavats presenta a Giriraja como uno de los "teachers", o maestros, del retiro. En una foto aparece dando una charla, con ha Colina de Govardhan al fondo. Lo anterior nos confirma el reconocimiento que tiene en Iskcon como maestro y líder espiritual.

También se reseñan las palabras de Giriraja durante el retiro. ¿De qué estuvo hablando? ¿De lo agradable de la vida en Santa Barbara? ¿Del dinero que ha acumulado a través de los años mediante herencias y donaciones? ¿Del color de los muebles de su sala? ¿Del servicio que le ofrecen sus lacayos por considerarlo una alma autorrealizada? Pues no. Giriraja Swami estuvo hablando de temas devocionales intensos y profundos.

Y lo anterior no es una broma. Durante sus intervenciones, Giriraja dijo que la Colina de Govardhan es Krishna Mismo, pero que las gopis la ven como el mejor sirviente de Krishna. Govardhan es también un experto sirviente de los sirvientes de Krishna --como las vacas y los pastorcillos gopas.

El Swami señaló que las gopis sabían que por adorar a grandes almas uno puede lograr que se satisfagan sus deseos. Así, con la adoración a Govardhan, ellas iban a lograr su máximo anhelo, que es estar cerca de Krishna.

Giriraja Swami también indicó que a las grandes almas les gusta visitar a otras grandes almas. Govardhan facilita esto, pues allí concurren muchos otros devotos.

El sexto día del retiro se le pidió a Giriraja que hablara sobre Srila Prabhupada. Dijo él que la verdadera naturaleza de Krishna había estado oscurecida incluso en India, pero que ahora había quedado revelada en todo el mundo gracias a él. Mencionó que Srila Prabhupada hablaba incansablemente de Krishna, y que cuando mencionaba a "bribones y pícaros" no solo se refería a los karmis, sino probablemente también a sus propios discípulos.

Todo lo anterior suena muy bien. Giriraja habla de Govardhan en forma teológica correcta, y sus relatos sobre Srila Prabhupada son reales. Y afortunadamente no se puso a hablar de ecología, costumbres shamánicas, ni del Yoga Inbound. Entonces, ¿qué puede estar mal? Lo que está mal es la incongruencia entre las palabras y la persona.

Mientras Giriraja se preparaba para narrar los pasatiempos íntimos de la Colina de Govardhan, en el Sampradaya Sun aparecía un artículo que narraba los pasatiempos mundanos del swami. Su título lo dice todo: "¿Es Giriraja un Swami?".

Giriraja (der.) con su compadre y protector Tamal Krishna.

La primera revelación del artículo es que Giriraja siempre fue parte del séquito de Tamal Krishna Goswami, a quien todos ustedes recuerdan por haberse estrellado en 2002 contra un árbol en la carretera rumbo a Kolkata y perder allí mismo la vida.

Giriraj recibió ayuda de TKG para mantenerse como presidente de Mumbai durante años, y más adelante para convertirse en GBC; recibió sannyasa de TKG; apoyó siempre a TKG como "acharya sucesor" y lo impuso como tal en Mumbai; fue con TKG a asociarse con Srila Narayana Maharaja en Vrindavan, pero luego lo abandonaron al ser regañados por la GBC; y recibió de TKG una fuerte cantidad de dinero como herencia a la muerte de éste.

Giriraja con el tiempo fue expulsado `e India, y se hicieron arreglks cupulares para colocarlo como GBC en países africanos con comunidades hindúes importantes. En ese cargo implementó el método de TKG, de correr a todos los discípulos de Srila Prabhupada e instalar solo a sus seguidores incondicionales en la organización. Giriraj era además un malísimo administrador, lo cual se volvió evidente a la hora de tomar decisiones y encausar los programas.

Nada de lo anterior lo hubiera forzado a salir de su zona. Sin embargo, un incidente finalmente lo obligó a huir de allí. Giriraj se negaba a darle iniciación brahmínica a mujeres que no aceptaran tomar un voto vitalicio de celibato. Además de que la idea en sí es una horrible especulación, las mujeres iniciadas parecían más bien sus esposas, pues se dedicaban a servirlo y pasar largas horas en su compañía a puertas cerradas.

Finalmente apareció un reporte documentando todas estas irregularidades, y la comunidad hindú presionó para obligar a Giriraj a renunciar. No sabemos si el reporte incluía incidentes mayores, pues se mantuvo confidencial, pero su abrupta salida indica un intento por apagar un gran fuego.

Giriraj se mudó a Vrindavan, al penthouse de la casa de una discípula suya. Allí se rodeó de más discípulas que lo atendían con gran devoción. Comenzó entonces a frecuentar a Srila Narayana Maharaja junto con otros condiscípulos, como Satsvarupa No-swami, a quien le dije lo siguiente en una carta que le escribí hace años:

"...te acercaste a Narayana Maharaja buscando "un entendimiento superior", pero luego rechazaste la compañía de él cuando te regañaron en ISKCON. ¿Fue un error haber ido con Narayana Maharaja? ¿O fue una cobardía haberlo dejado a él?". Pues creo que lo mismo se puede decir aquí de Giriraj.

En efecto, la GBC le prohibió seguir residiendo en Vrindavan para que ya no se asociara con Narayana Maharaja, cosa que Giriraj obedeció por conveniencia. Le prohibieron también dar iniciaciones durante cierto número de años.

Imagen satelital de la mansión de Giriraj Swami en Santa Barbara. Todos los líderes de Iskcon saben de ella, todos se callan, y todos quisieran tener una igual.

Giriraj regresó a Estados Unidos donde con el tiempo se instaló en Santa Barbara, en la mansión que le heredaron sus papis. Su herencia incluye un fondo para mantener una vida de lujos en forma indefinida. Recibió también dinero de Tamal Krishna Goswami (¿un sannyasi heredándole dinero propio a otro sannyasi?), y de una discípula que falleció.

Kuntidevi, la constante compañera de Giriraj (fondo a la derecha), y quien todos los vecinos creen que es su esposa. Imagen tomada durante el festival que organizan en una barcaza para sus amiguis devocionales.

Para completar el cuadro, mandó llamar a discípulas suyas para que vivieran con él y lo sirvieran. La principal residente allí es su discípula Kuntidevi, quien a los ojos de cualquier vecino es su esposa. En su casa mantiene una sección para invitados VIP de Iskcon, y cada año celebra un festival en una barcaza al que asisten sus seguidores mas entregados.

Al igual que Hridayananda y Satsvarupa, Giriraja ha sido nombrado GBC Emérito, y se ha retirado de casi todos sus compromisos institucionales, excepto como líder espiritual, guru, sannyasi y "sucesor" de Srila Prabhupada.

Giriraja no tiene realmente influencia en Latinoamérica, y casi nadie lo conoce aquí. En España es distinto, pues fue GBC allá por más de diez años, hasta 1999 que renunció. Sin embargo, no estamos presentando su caso aquí por una relación geográfica, sino por su patrón de comportamiento que refleja el de muchos líderes de Iskcon, quienes se presentan como ejemplos ideales del vaisnavismo contemporáneo.

1
Vemos antes que nada que su nombramiento como GBC fue un asunto de la cúpula institucional, y nada que ver con sus atributos y competencias para ese puesto. En lo relativo a ser GBC, Srila Prabhupada indicó que se desarrollara como un sistema representativo que nunca se ha cumplido.

Una y otra vez se ha usado el método del "dedazo" para nombrar representantes de la GBC, quienes pasan a formar parte de un club privado, autoritario y que no le rinde cuentas a nadie, mientras que explotan la autoridad que emana de Srila Prabhupada para mantener sus privilegios.

A pesar de lo negativo que dicho sistema ha sido para la misma institución, es imposible que sus miembros renuncien a los privilegios adquiridos y prefieren seguir viviendo en su diminuto "Mundo de Nunca Jamás".

2
Lo mismo ocurre con su nombramiento como guru. A pesar de que Giriraja estaba lleno de anarthas, o condicionamientos mundanos, recibió el título de guru institucional para explotarlo como si fuera una franquicia de negocios. El resultado es una vida burguesa respaldada por dinero y comodidades, y su séquito de féminas sirvientes. Este es un problema recurrente también con otros gurus de la institución.

Su compadre, el malogrado Tamal Krishna, vivía de una manera parecida. Se había refugiado en Oxford estudiando un doctorado, luego de graduarse a nivel licenciatura universitaria en Texas años antes. Escribía, hacía programas con devotos, y recibía la adoración de ellos. Pero en resumen llevaba una vida de desobediencia a las enseñanzas de Srila Prabhupada; sin embargo, todos lo consideraban una gran alma.

Recuerdo que a principios de 1986 visité Dallas para una reunión de líderes norteamericanos. Estando allí, Tamal Krishna me invitó un día a comer a sus ostentosos aposentos. Su recámara estaba muy bien decorada, y en la estancia había una sala y un comedor de estilo clásico. Tenía allí un gran reloj de piso, un "grandfather clock", que sonaba cada rato. Los sirvientes eran convocados mediante una campana para traer las viandas y complacer cualquier capricho de los comensales.

¿Relojes de piso, muebles Chippendale, lacayos temerosos, una falsa aristocracia? Yo había aborrecido todo eso para volverme un brahmacari al servicio de Srila Prabhupada, pero ahora me encontraba ante qn líder encumbrado rodeándose de todos esos anarthas kitsch que iban más allá de sus verdaderas necesidades personales y una utilidad práctica.

A mi regreso a Los Angeles le escribí alabando irónicamente sus aposentos y recordándole el estado tan deplorable de las instalaciones para los brahmacaris del templo. Me contestó que él no había tenido nada que ver con la decoración de sus aposentos, pues todo había sido una ofrenda de sus discípulos.

La vida posterior de Tamal Krishna en Oxford implicó un enredo adicional, y su aparatosa muerte en una carretera bengalí mientras huía de Mayapur para ir "de vuelta a casa, de vuelta a Oxford" (en sus propias palabras), no fue nada auspiciosa. Pero ese es el estilo de vida que Tamal le dio como ejamplo a los demás líderes de Iskcon, y en consecuencia no nos debe extrañar el comportamiento de Giriraj.

3
El estilo de vida suburbano de Giriraj, y el mantenerse alejado de los templos de la misma institución que dice representar espiritualmente, es una auténtica vergüenza. Y vemos que eso se está convirtiendo cada vez más la norma entre los líderes de Iskcon.

Hridayananda llava más de 20 años viviendo en Beverly Hills y en universidades, pero se presenta como un swami autorrealizado. Guru Prasad Swami, alias Pinochopada, tiene la casa que le dejó mami en Harlingen, Texas, y se va a refugiar allá cuando se cansa de convivir con los devotos.

Y lo mismo ocurre con muchos otros líderes renunciantes de Iskcon, quienes tienen propiedades a su nombre, mantienen cuentas bancarias millonarias, y han convertido a la institución en su juguete personal.

4
Dar unas clases, participar en festivales y retiros, y hasta vestirse de renunciante, no son verdaderas señales de que la persona es realmente lo que alega ser.

Giriraja da sus clases, se va a retiros, da unas iniciaciones, etc., pero al mismo tiempo lleva una vida mundana llena de apegos y condicionamientos, de conceptos materiales y corporales, y de mal ejemplo como vaisnava renunciante.

Con su comportamiento pretenden engañar tanto a maya como a Krishna. Viven en una maya devocional, y en una devoción mayosa, creyendo que encontraron la fórmula para tener lo mejor de ambos mundos. Pero no es así. Lo que vemos en su conducta es una falta de evolución espiritual y un estancamiento en la mentalidad kanistha-adhikari, de principiante, a pesar de hablar de las gopis y hasta lo que Krishna piensa.

5
El nivel de los apegos, los anarthas, la visión equivocada, y los intereses personales de los líderes de la institución es tal y tan enquistado, que es imposible pensar que vayan a abandonarlos para comenzar a representar correctamente a Srila Prabhupada.

La institución está más allá de toda posibilidad de rehabilitación. Lo que ustedes ven es lo que hay, y el tiempo solo hará más decadente el ambiente, pues esa es la tendencia que ha seguido hasta el momento.

Hace apenas un par de días recibimos un comentario de Malla-Praharana das, un discípulo panameño de Pinochopada, en relación con la nota ¡Maravilloso!. Allí me reta diciendo "...por que usted mismo no toma las riendas y hace que ISKCON Mexico sea lo que tiene que ser segun sus lineas". Es un sueño pensar que Iskcon pueda cambiar. Sin ir muy lejos, yo reto a Malla-Praharana a que convenza a su guru a que venda o rente su casa de Texas para usar el dinero en el servicio de Srila Prabhupada.

Pero no lo va a lograr. Y dirá que es imposible hacerlo porque la herencia de mami tiene ciertas restricciones, y bla bla bla. Pero la realidad es que si algo no puede ser usado en el servicio total y directo de Krishna, no tiene cabida en la vida de un asceta vaisnava renunciante. Pero Pinochopada no puede renunciar a sus apegos, y lo mismo ocurre con los demás, como Giriraj, Hridayananda, Bhakti Charu, etc.

6
En consecuencia, este relato no tiene como meta buscar cambiar a Iskcon, pues eso es imposible. Su meta es advertirle a los interesados que esta institución padece de tremendos vicios, los cuales a veces están maquillados con la aparente espiritualidad de sus líderes. Sin embargo, al ver el trasfondo contemplamos un gran vacío y la posibilidad de terminar como lacayo de algunos oportunistas manipuladores. Esa es la triste realidad que nos revela el caso de Giriraj Swami.

miércoles, diciembre 07, 2011

Diario Devocional No. 5


por Astika das

CALLE PEDRO MORENO

Dos jóvenes vestidos de devotos caminaban por Américas y cruzaron Vallarta, eso significaba que me hallaba cerca de la calle Pedro Moreno. En esa calle, a cincuenta metros de Américas, está el templo Hare Krishna de Guadalajara. En otro tiempo yo hubiera sentido que estaba llegando a casa, pero esta vez sentía que me adentraba en terreno enemigo, y si no enemigo por lo menos en un lugar poco amistoso.

Una multitud de aproximadamente 100 devotos departían afuera del templo. La mayoría de ellos eran discípulos de los nuevos líderes de ISKCON; los discípulos de Srila Prabhupada brillaban por su ausencia. Cualquier persona con cinco dedos de frente se pregunta: ¿Por qué no participan los discípulos de Srila Prabhupada en un Festival tan emblemático para los Hare Krishnas y tan querido para el fundador acarya de ISKCON?

LOS NUEVOS LIDERES DE ISKCON

La respuesta es que los discípulos de Srila Prabhupada no tienen cabida en el ISKCON actual. Los líderes de este nuevo ISKCON están incluso haciendo todo lo posible por borrar del mapa a Srila Prabhupada. Si dependiera de ellos, sacarían del altar la murti de Srila Prabhupada y colocarían la suya propia. Esta expulsión de Srila Prabhupada por sus propios discípulos y líderes actuales de ISKCON es algo abominable. En términos legales a esa acción se le llama parricidio.

En su inconfundible voz atiplada --mezcla extraña de súplica con aparente humildad--, Hari Katha Prabhu me dio la bienvenida: “Qué bueno que nos acompaña, Prabhu Astika”.

Le expliqué que buscaba a Sanat Kumara, y no estoy seguro si él o Ratnabahu Prabhu, me respondió que unos minutos antes había estado con ellos, pero que había llevado a la murti de Srila Prabhupada a la Normal, donde estaban los Carruajes Gigantes del Ratha Yatra.

Harikatha está casado con la madre Divya. En el gurukula ella fue mi discípula varios años. También varios años atrás me tocó ver la llegada de Hari Katha al templo de Tiburcio Montiel. Pero a pesar de eso, entre él y yo no hay una verdadera amistad.

Harikatha conversaba con su suegro, Prabhu Ratnabahu. Entre la familia de éste y la mía existió una convivencia prolongada mientras dirigí el gurukula de Guadalajara, pues sus tres hijos: Lalita devi dasi, Devahuti devi dasi (ahora Divya) y Ranchor, fueron mis discípulos. Y la madre Tusita, la ex de Ratnabahu, también se asoció mucho con mi ex. Pero a pesar de toda esa convivencia, entre Ratnabahu y yo no hay tampoco una verdadera amistad. Como expliqué en la primera entrega de esta reseña, los Hare Krishnas --aunque se precien de ser personalistas-- en realidad son muy impersonalistas.

Boutique o restaurante.

Les pregunté si había prasadam. Hari Katha me informó que yo podía elegir entre comprarlo en la boutique, o asistir al restaurante Govinda donde lo estaban regalando.

PREMANANDA DAS: ZAR DEL NUEVO FEUDO

Premananda Prabhu y yo convivimos muchos años en Guadalajara, pues él era el presidente del templo, y yo era el director del Gurukula. Todos los días, a las 4 de la mañana, los estudiantes y el personal docente del Gurukula viajábamos amontonados en una vieja camioneta desde el edificio del gurukula hasta el templo, con el objeto de asociarnos con los devotos mayores. Srila Prabhupada insistió mucho que para los gurukuleños era más importante la asociación con los devotos del templo que el programa académico, pues es esencial ver el ejemplo de los mayores.

Pero esa asociación en Guadalajara solo ocurría en una dirección, pues durante todo ese tiempo Premananda Prabhu siempre dio las clases del Srimad Bhagavatam, y nunca me pidió que yo diera una. A pesar de que sus clases eran repetitivas, mecánicas y tediosas, era él quien siempre las daba, sin darse cuenta cuenta que los niños se aburrían tanto con sus disertaciones que caían en un sopor profundo.

Me dirigí al restaurante Govinda. El menú estaba delicioso: Chilaquiles, frijoles, chapatis, salsa de chile, y té caliente, pues no obstante de que Guadalajara tiene un clima celestial se sentía un frío otoñal. Mientras esperaba a que me sirvieran prasadam, se me acercó un hombre joven que mencionó mi nombre mientras me miraba directamente a los ojos. Le pedí disculpas por no identificarlo y le pregunté su nombre. Me respondió: “Soy Narada Muni.” Se trataba del hijo de Premananda y la madre Radhika. Él había sido varios años estudiante del gurukula. Le pedí disculpas por no ser capaz de recordarlo. Una vez que me sirvieron mi prasad me senté al lado de un chavo jipioso, y una madre vestida de sari, que lucía en su cara varias sortijas y marcas de tilak, y que continuamente contestaba y hacía llamadas a través de su teléfono celular.

En eso entró al restaurante Govinda el zar del nuevo feudo, el mismísimo Premananda Prabhu, quien aparentó no haberme visto y se sentó a diez metros de distancia de mí. Él fingió demencia y yo hice lo mismo. A pesar de que en el pasado convivimos durante mucho tiempo, y de que sus hijos estudiaron en el Gurukula cuando yo era el director, no cruzamos ni una palabra. Sin embargo, era imposible no cruzar miradas en una salón tan pequeño. Cuando lo hicimos, no hubo mayor muestra de simpatía; los dos nos limitamos a inclinar levemente la cabeza en un forzado saludo.

¿DÓNDE HE ESCUCHADO ESO ANTES?

En la calle Pedro Moreno, un bramachari muy jovencito, muy moreno, vestido de un azafrán tan intenso que parecía rojo, se acercó hasta donde yo me encontraba y me saludó mientras mencionaba mi nombre. Su rostro me resultaba familiar, pero no recordaba de dónde; tampoco recordaba su nombre. Nuevamente me apené por ser tan descuidado, y tímidamente le pregunté: “¿Cómo te llamas, Prabhu?”. “Gadadhara --me respondió, añadiendo-- y vivo en Monterrey. Allá nos vimos”.

Le pedí disculpas por no reconocerle y le pregunté cómo andan las cosas allá. “Tenemos un centro de prédica en el Barrio antiguo” me contestó, y añadió: “Las cosas van despacio pues ya sabe usted que la gente de Monterrey es muy especial….” Eso mismo ya lo había escuchado muchas veces antes. No respondí pero internamente me dije: “En todas partes la gente es muy especial”.

Recuerdo que Sayan Maharajá --quien era Modana Manohara en ISKCON-- y su eterno asociado Dina Dayal, vivieron varios años en Cuernavaca, y durante todo ese tiempo solamente hicieron un bhakta. Cuando les pregunté cómo los trataba la gente en Cuernavaca, me respondieron: “Son muy especiales”.

Luego se mudaron a Monterrey. Cuando les pregunté: “¿Cómo va la prédica en Monterrey?" me contestaron: “Los regios son muy especiales, muy guadalupanos, muy mochos, y por lo mismo no se atraen a la conciencia de Krishna”. Srila Prabhupada, en cambio, nunca se quejó de la gente de Nueva York, de Europa, ni de Latinoamérica; en todos esos lugares predicó y se distribuyeron sus libros, y llegaron miles de discípulos.

DE LA NORMAL HACIA LA PLAZA UNIVERSIDAD

El desfile partió de la glorieta de la avenida Alcalde, enfrente de la Normal. Me impresionó ver una gran muchedumbre que estaba compuesta principalmente de jóvenes entusiastas que yo desconocía. Yo solo identifiqué probablemente a veinte personas. Volví a reflexionar sobre la inmensa capacidad de rotación de personal de ISKCON, y sobre su inmensa capacidad para celebrar espectáculos.

ISKCON no tiene el monopolio del espectáculo devocional; en Vrinda sucede lo mismo. Recuerdo que hace años asistí a un Janmastami que se celebró en la finca de Cundinamarca, a unos cuantos kilómetros de Bogotá. Hubo ese día un concierto de rock al que asistieron más de mil personas, pero al día siguiente solamente éramos diez en el mangala aratik.

LOS JERARCAS DEL DESFILE DE GUADALAJARA

Ya llegó el Coco.

Guru Prasad Swami (Pinochopada), Bir Krishna Goswami (El Kayak Aerodinámico), y Bhakti Sundar Maharaj (El Comidas Gratis), eran las autoridades visibles en la edición 35 del Ratha Yatra de Guadalajara. Se preguntarán ustedes: "¿No que los discípulos de Srila Prabhupada brillaron por su ausencia?" Estos tres jerarcas efectivamente son discípulos de Srila Prabhupada. Pero en realidad ellos tres no cuentan como discípulos normales que gustosamente sirven dentro de ISKCON. Los tres forman parte de la GBC (la Comisión de Gobierno de ISKCON), la cual está empeñada en borrar del mapa al Fundador-Acarya, Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada.

Los tres forman parte de una oligarquía privilegiada enquistada en el pináculo de la pirámide de ISKCON, buena para explotar a la institución en provecho propio. Han decretado para sí mismos canonjías y privilegios que contravienen las órdenes de Srila Prabhupada. Es una verdadera tristeza ver que lo único que queda del ISKCON de Srila Prabhupada es la fanfarria, los fuegos artificiales y los hariboles de devotos incautos que en el futuro próximo van a pasar a ser parte de la lista de devotos blupeados.

OTRA VEZ LOS MISMOS 5 DEDOS DE INTELIGENCIA

Los devotos declaran orgullosamente que ya son treinta y cinco años consecutivos los que se ha celebrado el Ratha Yatra de Guadalajara. Pero si el Ratha Yatra se ha celebrado durante tantos años, estamos obligados a preguntarnos: ¿Qué es lo que se ha logrado a través de todos esos años? ¿Dónde quedaron los discípulos de Srila Prabhupada? ¿Dónde quedó el gurukula? ¿Qué pasó con los niños del Gurukula? Según Srila Prabhupada, los gurukuleños serían los líderes del futuro, pero en realidad, los gurukuleños ni siquiera son ciudadanos normales, la mayoría de ellos son desadaptados.


¿Cuántos libros de Srila Prabhupada se reparten diariamente? ¿Cuántas bibliotecas védicas hay en la ciudad? ¿Cuántos devotos están predicando en las universidades? Srila Prabhupada también declaró que en el futuro los devotos serían los líderes de la sociedad. Yo me pregunto: ¿Tienen los devotos alguna representatividad en el Congreso del estado de Jalisco?

LOS SOBREVIVIENTES DE LA GUERRA

En aquella muchedumbre que exudaba éxtasis jalando los tres Carruajes Gigantes pude distinguir a algunos de mis contemporáneos. Todos ellos se ven cansados, canosos, y asisten al desfile no por ser solidarios con ISKCON sino porque se sienten en deuda con el Señor Jagannath y con Srila Prabhupada. Eso escuché que dijo Sanat Kumara cuando finalmente pude verlo jalando el Carruaje que transportaba al Señor Balarama. Y mientras yo caminaba al costado del Carruaje se me acercó la madre Prisni y me dijo: “Está usted igualito, Prabhu Astika.” Tomé esto como un cumplido, pues la considero incapaz de hacer chistes crueles. Luego ella me informó que Prabhu Devala, su padre, se hallaba en el desfile.

DEVALA VIVE EXILIADO EN "LAS AVISPAS"

Devala Prabhu escogió vivir exiliado en un rancho de su familia que se llama Las Avispas. Ahí vive con su esposa, la madre Saci, y su cuñado, quien sin ser avadhuta vive como uno. Está chimuelo y le ayuda a Prabhu Devala en los quehaceres de Las Avispas. “Visítenos, Prabhu Astika, los frijolitos enteros recién hechos y las tortillitas de maíz no faltan. Saci las hace tan suavecitas que hasta su hermano que está chimuelo las mastica con las encías.”

Le pregunté entonces por sus tres hijos: Kusa, Vyoma y Urukrama. Me respondió que los tres están casados con mujeres karmis, que viven en Gabacholandia, que no guardan los principios regulativos, ni leen los libros de Srila Prabhupada. Devala dice que cree que sus nietos hasta comen carne.

Y aun hay más...

Una disculpa

Los amables lectores de El Tambor Rugiente se habrán dado cuenta que la publicación de notas ha disminuido en las recientes semanas.

Lo anterior ocurre eventualmente, en particular al final del año, cuando el equipo editorial de este blog tiene una mayor carga en su trabajo profesional, y hay que cumplirla.

Hay mucho material pendiente por publicar aquí, y que corresponde a mantener "una actitud crítica hacia el movimiento Hare Krishna". Esperamos irnos actualizando en los siguientes días.

De antemano agradecemos los correos que hemos recibido de nuestros amigos y lectores, con referencias a sucesos que merecen ser tratados en El Tambor. No los hemos descartado, y esperamos estar publicando todo en breve.

Hare Krishna

jueves, diciembre 01, 2011

Diario Devocional No. 4


Ratha-yatra de Guadalajara 2011
Introducción

por Astika das

El sábado 19 de noviembre, a las 7 am, llegué a la terminal de autobuses de Guadalajara, justo a tiempo para participar en la edición # 35 del Ratha Yatra que se celebra cada año en esa ciudad. El día anterior me comuniqué de Ciudad Victoria con Sanat Kumara das --un hermano espiritual-- para decirle que pensaba asistir al Ratha Yatra, y que si me podía conseguir un catre para no tener que pagar por un hotel en Guadalajara. Sanat Kumara se limitó a responder: “Vente, no le veo problema.”

Al llegar esta vez a Guadalajara, donde antaño estuvo el Gurukula, pude notar el contraste con el pasado. Antes, cuando llegaba al aeropuerto o a alguna terminal de autobuses, una comparsa de devotos sonrientes y obsequiosos me recibían con una guirnalda de flores y un plato de prasadam. Ahora ya no había comitiva de recepción, por doquier se veía gente apresurada, y por entrar al sanitario tuve que pagar 3 pesos.

Varias veces le llamé a Sanat, pero siempre iba a dar al buzón de su celular. Marqué a su casa, y me contestó con total indiferencia una voz femenina informándome que Sanat no estaba en casa y que no sabía dónde localizarlo. Me sugirió que siguiera insistiendo en su celular.

Años atrás, Sanat Kumara estuvo casado con la mataji Mandodari devi dasi, a quien yo conocía bien pues era hija de la madre Rocana, quien trabajaba en la cocina del Gurukula cuando yo era el director. Pero hace años Sanat se divorció de Mandodari, y se fue a vivir en unión libre con dos hermanas adolescentes.

A pesar de tener casi cuarenta años de conocernos, Sanat y yo no somos muy cercanos. No conozco a sus dos mujeres, ni sé donde vive, ni cuántos hijos tiene. Parece que los Hare Krishnas somos medio impersonales a pesar de practicar un proceso espiritual tan personal. ¿Por qué será así?

GUADALAJARA Y LOS JUEGOS PANAMERICANOS

El cielo de Guadalajara estaba muy azul cuando arribé, salvo por unos cuantos arreboles. Era un día ideal para celebrar el Festival de los Carruajes Gigantes. Sin embargo yo me hallaba perplejo, sin saber a dónde ir. Una grabación del celular de Sanat Kumara me pedía que le dejara un mensaje. Me hallaba indeciso, sin saber qué hacer, cuando repentinamente se me vino a la cabeza el nombre "Pedro Moreno", que es la calle donde está situado el templo de ISKCON.

Le pregunté a un taxista: “¿Cuánto me cobras por llevarme a Pedro Moreno y Américas?”. Me respondió: "$140". Considerando que se trataba de un robo en despoblado, decidí caminar unos cuantos metros hasta el paradero de autobuses y ahí coger uno que me llevara al centro. Alguien me informó que tomara el bus azul turquesa pues me llevaría directo.

Como el azul turquesa se tardaba en pasar, abordé uno de color azul oscuro, que tardó cerca de una hora en atravesar la ciudad.

SE DICE QUE NADA SUCEDE POR CASUALIDAD

Gracias a ese recorrido pude enterarme del proceso de descomposición de la Perla Tapatía. Hace treinta años, Hridayananda das Goswami declaró que Guadalajara era la ciudad más hermosa de Latinoamérica, y puesto que él viajaba mucho sabía lo que estaba diciendo. Pero esa definición de Hridayananda era válida hace treinta años, porque el tiempo la ha convertido en una zona mancillada. Cuando horas más tarde le dije esto a Prabhu Pipalai, él me respondió: “Guadalajara es ahora una ciudad ti-li-chen-ta".

El glamour y la opulencia que aparecieron en la TV durante los recientes Juegos Panamericanos fueron solo una patraña mediática. Algo similar sucede con el Ratha Yatra: El glamour, el aparente éxtasis de los devotos durante el desfile de los Carruajes Gigantes es solamente un espectáculo mediático que nada tiene qué ver con la realidad que se vive al interior de ISKCON.

Visitar el templo de Pedro Moreno no me provocaba ningún entusiasmo, pues gracias a El Tambor Rugiente sabía de la guerra sucia de ISKCON --especialmente de Guru Prasad Pinochopada y sus secuaces-- para despojar a Sanat Kumara de su inmueble sede del templo.

Premananda Prabhu había tenido un papel principal en ese enjuague. Estuvo también involucrado durante años en los asuntos del fracasado negocio de inciensos del Movimiento, Productos Hare Krishna, y en la venta de la finca de Tulancingo. Pinochopada lo ha premiado nombrándolo líder en Guadalajara.

DE LA CIUDAD MAS BELLA A LA MAS TI-LI-CHEN-TA

El bus se detuvo súbitamente, y el chofer nos informó que las calles habían sido cerradas porque se iba a celebrar un marathón de minusválidos (o "personas con capacidades diferentes", como también se les dice), que era parte de los Juegos Para-Panamericanos. En consecuencia, no podíamos entrar al centro.

Cogí mi mochila y mi maletín y comencé a caminar por la Ave. Independencia. El espectáculo era deprimente. Por todos lados se veía grafiti, basura, calles remendadas. A pesar de ser sábado, una muchedumbre de caras largas caminaba apresurada a un trabajo al que hubieran preferido no llegar; en los quicios de los edificios se veían pordioseros hacinados y protegidos con cobertores baratos que aún dormían a esa hora de la mañana. Eran escenas dignas de las novelas de Dostoievsky. Alguien me informó que la única menera de llegar a Vallarta y Américas, era tomando primero el Tren Ligero hasta Vallarta, y ahí el pre-tren hasta Américas.

En el pre-tren, sentada a mi lado, había una criatura angelical de veintitantos años. Guadalajara siempre ha tenido fama por sus mujeres hermosas, y ahora yo lo podía confirmar. Le pregunté: "¿Aún estamos muy lejos de Américas?". Ella, mirándome con simpatía, me respondió: "Yo también me bajo en esa parada". Aprovechando que se había roto el hielo, le dije que hacía muchos años que no visitaba Guadalajara, y que la encontraba muy deteriorada. Ella no se mostró irritada por mi comentario, antes bien respondió: "La culpa la tienen los políticos".

Cuando bajamos en la esquina de Vallarta y Américas le revelé el motivo de mi visita a Guadalajara, y la invité al Ratha Yatra. Me dijo que no podía asistir pues se dirigía al trabajo, y que después del trabajo iría al rancho de su papá para aprovechar el puente. Le dije que yo estaría varios días en Guadalajara, y que me gustaría platicar más con ella. Le pedí su número telefónico y me lo proporcionó sin titubear.

Esto apenas está comenzando....