domingo, marzo 29, 2009

Querido Satsvarupa Maharaja:

por Radha Krishna das

(En el contexto de lo que está ocurriendo con Paramgati das, presento aquí una carta abierta que le escribí a Satsvarupa das en junio de 2004, originalmente en inglés, luego de que se hizo público un escándalo sexual suyo. Se podrán dar cuenta que en ambos casos el mecanismo de autodefensa, el pánico, y la manipulación de la información son exactamente iguales. Lo único que cambia son los nombres de los perpetrdores, los lugares y las fechas. Quizá Paramgati decida no verse reflejado en el triste espejo de Satsvarupa das. Pero esa es decisión suya.)

México DF, junio de 2004

Querido Satsvarupa Maharaja:

Por favor acepta mis respetos. Todas las glorias a Srila Prabhupada. Al igual que muchos otros, leí sobre tus recientes dificultades y en esta carta abierta quiero compartir contigo ciertas reflexiones que tengo al respecto. Quizá recuerdes que en el pasado yo también fui sannyasi y guru de ISKCON, pero hace quince años, habiendo fracasado con mis votos de renunciación, me ví obligado a abandonar esos títulos. Creo que eso me da una visión y una comprensión más clara del asunto.

A diferencia de ti, yo sí tenía buena salud, pero día a día sufría mentalmente una pérdida de integridad, pues por una parte había perdido confianza en el rumbo que estaba tomando ISKCON, pero por otra —debido a mi posición destacada dentro de la Sociedad— me sentía obligado a actuar de "chica porrista" del Movimiento. Quizá ese era mi implacable "dolor de cabeza" que actuó como detonador para desviarme de mis deberes de sannyasi. Parece que tu migraña tuvo un papel parecido, a saber, fue un detonador de las dificultades que has experimentado.

Nadie notó mis fallas al principio, y los devotos pensaban que yo estaba bien. Yo había dejado de dar iniciaciones desde hacía años, pero con un modus-vivendi tan agradable nunca pensé seriamente dejar de ser sannyasi. Yo disfrutaba de la admiración y los privilegios de líder espiritual en una organización bien establecida. Y como los devotos eran humildes y confiados, yo no necesitaba armar ninguna estrategia especial para seguir viviendo así. Yo trataba de servir a Srila Prabhupada. Me causaba gran satisfacción predicarle a los devotos y entusiasmarlos. Pero sin lugar a duda yo tenía intereses encontrados.

Cuando afloraron finalmente mis actividades ilícitas, mi primera reacción fue negarlo todo. Parece que esto es algo que también compartimos, porque creo que tú tampoco ofreciste voluntariamente la información de tus transgresiones. Se inició una investigación sobre el alcance de mi contacto con esta mujer, y apareció un comprometedor "besuqueo de boca". Se me remitió al Ministerio de Sannyasa para recibir apoyo. Ellos concibieron un plan que incluía dejar de dar iniciaciones (cosa que yo ya había implementado) y empezar un viaje de prédica por Europa e India, pues ellos pensaron que eso me sacaría de Los Ángeles y cambiaría mi estilo de vida sedentario. En tu caso, ellos han recetado que dejes de dar iniciaciones y que permanezcas en Estados Unidos, evitando así los riesgos que aparecen por vivir tan aislado y las oportunidades de terapia íntima que te dieron en Irlanda.

El plan me causaba gran angustia. Por un lado parecía emocionante y hasta liberador. Pero por otra parte sentí que no concordaba con la realidad. Yo había roto mis votos de sannyasa. Yo lo sabía, y todos los demás lo sabían. Así, pensé que sería mejor dejar de ser sannyasi y retomar mi valioso servicio en el BBT Español enfrentando a plena luz del día la vergüenza que merecía.

En tu carta abierta del 10 de mayo dices que ocultaste la verdad de tu caída para proteger a tus seres queridos —sacrificando la verdad por una causa superior. Y sin embargo, la verdad apareció, como lo hace frecuentemente, y ahora pides que sintamos comprensión tanto por tu caída como por las mentiras posteriores.

Y debemos preguntarnos, ¿qué hubiera pasado si la verdad no hubiera aparecido? ¿Hubieras podido llevar a cuestas esta carga por el resto de tu vida y morir en paz? ¿Qué tan buen papel hubieras hecho como guru llevando a cuestas esta carga? ¿Se hubiera vuelto esto tema para otro manual reformatorio, quizá el «Manual Reformatorio de la Kaupina» [esto alude a otros libros publicados por Satsvarupa, como el «Manual Reformatorio de Japa» y otros].

Con todo respeto Maharaja, encuentro indigna y despreciable tu afirmación de que mentiste por el bien de otros. Debe salir a la luz todo lo relacionado con este sórdido asunto, incluyendo por qué trataste de ocultar tus fechorías, pues de lo contrario continuará tu cargo de conciencia. Además, no convence a nadie tu declaración de que ya todo está bien.

Te sugiero humildemente que hagas algo más significativo, y consideres la posibilidad de renunciar a tu título de sannyasi. Aquí podrías seguir el ejemplo de tu hermano espiritual Kesava Bharati, quien honró a la orden de sannyasa al dejar de ser uno de ellos y mudarse a India para continuar allí sirviendo a su maestro espiritual. O está el caso de Harisauri Prabhu, quien dejó de ser sannyasi pero ha desarrollado una carrera respetable de escritor.

Hemos visto en Estados Unidos la desgracia en la que cayeron los presidentes Nixon y Clinton debido a sus errores, aunque lo principal fueron sus mentiras para ocultar la verdad. Eso mancilló permanentemente sus presidencias pues no mostraron la entereza suficiente para dar la cara por sus errores. La primera carta que envió tu oficina de relaciones públicas decía: "Las acusaciones de la carta de Hari son distorsionadas y están fuera de contexto". Y sobre el tema de haber tenido sexo escribiste esto: "Yo francamente dije 'no'. Krishna nos libró de eso". Pero todos sabemos que el término "tener sexo" puede ser manipulado a conveniencia. (Tu colega Salvador Dali se sentía fiel a su esposa Gala por la definición tal limitada que le daba al término "tener sexo".) Al final tuviste que admitir que, en efecto, "tuvimos intimidad física". Parece que tú, el autor del libro "Veracidad, la última pata de la religión", le estás dando demasiadas vueltas a la verdad.

Por una extraña coincidencia, hace pocos días renunció Michael Soden a su puesto de presidente del Banco de Irlanda —sí, aquella Irlanda donde la devota te daba tus terapias y masajes íntimos. ¿El motivo? Visitó un sitio internet pornográfico desde la computadora de su oficina. No es ilegal hacer eso, pero viola las normas del banco. Y él no confesó esto voluntariamente, sino que fue denunciado —como tú y yo. Pero tuvo el mérito de presentar su renuncia para preservar las elevadas normas del banco. Él estaba haciendo una excelente labor en el banco, y su función no era la de líder moral o espiritual, y sin embargo renunció. Deberías considerar ese ejemplo.


Te pregunto a ti, un hombre de 64 años de edad, que consideres lo que Srila Prabhupada dijo una vez en presencia tuya: "Lo que tenemos, está bien. Pero por experiencia vemos que se están cayendo. ¿Por qué se están cayendo? Porque era indigno de la posición, por eso se ha caído. Mejor quedarse en la posición que le corresponde y desde allí alcanzar la perfección. ¿Para qué hacerlos [sannyasis] artificialmente? No hay necesidad". [Conversación, febrero 14 de 1977.]

Le dices a tus seguidores que sigues siendo su guru y que puedes guiarlos. Yo tengo mis dudas al respecto. Creo que no has sido honesto con ellos en lo relativo a todos tus problemas, los cuales describes como "un error" y "sólo un incidente". Pero hay que tomar también en cuenta otros factores:

— Que no cantaste tus rondas durante mucho tiempo.
— Que no asististe a ningún programa del templo durante mucho tiempo.
— Que te distrajiste durante mucho tiempo con actividades mundanas.
— Que le diste tan mal ejemplo a tus discípulos que muchos de ellos se dieron cuenta que estabas mal. Algunos de ellos incluso te rechazaron.
— Que fuiste tan mal ejemplo para tu sirviente personal que hasta medio enloqueció.
— Que usaste a un mujer casada para tu deleite sexual. Y nadie cree que fue "sólo un incidente", porque lo sexual es algo que crece dentro de ti y empiezas a pensar en él, a planearlo, a buscarlo y a recordarlo.
— Que se te olvidó reportarle al Ministerio de Sannyasa tu "error" hasta que un joven devoto apareció para revelarlo.
— Que continuaste dando iniciaciones después de haberte caído.

Y finalmente, a pesar de parecer excesivos, tenemos dos factores adicionales:

— Que te acercaste a Narayana Maharaja buscando "un entendimiento superior", pero luego rechazaste la compañía de él cuando te regañaron en ISKCON. ¿Fue un error haber ido con Narayana Maharaja? ¿O fue una cobardía haberlo dejado a él? Ninguna opción te deja bien parado.
— Que en 1978 fuiste tú quien recibió la carta de Pradyumna Prabhu que denunciaba la charada de los acharyas. De entre todos los líderes de ISKCON, él tuvo confianza en ti debido a tu aire de pureza y bondad. Pero tú le diste la espalda y él fue desterrado de ISKCON (aunque recientemente ISKCON le ha pedido disculpas). ¿Qué nos dice eso de tu inclinación a luchar por causas justas? ¿Qué hiciste con los consejos y la confianza que él te brindó? ¿Por qué no luchaste por apoyarlo y protegerlo de la misma manera que ahora luchas por preservar tus comodidades y tu buena reputación?

En luz de lo que vemos aquí parece que lo tuyo no es un problema del pasado, sino algo muy serio y de importancia actual. ¿Podrás guiar a tus discípulos a pesar de esto? En esta ocasión demuestra por favor honestidad, fraternidad y respeto por los demás, en vez de seguir minando la integridad de ISKCON. Si lo haces vas a poder dormir mejor y vas a morir en paz.

Una observación final: Que no te enceguezcan todas las muestras de apoyo que estás recibiendo. Son muy comunes en ISKCON y sin cuestión alguna carecen de criterio. Lo pudimos ver cuando ocurrió lo de Kirtanananda, etc. Que tales emociones descarriadas no te seduzcan y caigas en la trampa. Hay quienes creen que tú mismo las estás provocando con tus escritos ("Ustedes son luchadores. Ustedes me están nutriendo. Ustedes son mi familia"). Haz lo correcto y llénanos de esperanza. Dinos que no eres un sannyasi ni un guru, porque no lo eres. Tal honestidad sería tu herencia para la comunidad vaisnava del Siglo 21.

En el servicio de Krishna
Radha Krishna das

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