lunes, marzo 09, 2009

Dos Gurus de ISKCON Platican

"LAVANDO EN EL RÍO"

Por Harinamananda Das (ACBSP)

Los hechos narrados en este artículo son reales, ocurrieron en algún momento del tiempo y de la historia de ISKCON, y existen testigos que pueden constatar su veracidad. Los hechos son completamente verídicos, pero para propósitos de una buena composición, el autor sólo ha aportado sus conocimientos de literatura para darle la forma de una narrativa. Los nombres de los personajes se han omitido para proteger a los inocentes (por ahora, permítanme usar este término). Con la narración de esta conversación queremos revelar la mente de algunos gurús de ISKCON, y la manera como entienden el la sagrada relación gurú-discípulo. Yo sé que el leerla quizás esto enfadará a muchos de los programados seguidores ciegos del aberrante sistema de iniciaciones vigente en la institución fundada por nuestro Srila Prabhupada. Sin embargo, también sé que hay discípulos sinceros que saben, por vivencias similares con estos gurús, que estoy diciendo la verdad. “La mona, aunque de seda se vista, mona se queda”. Quizás no han tenido las agallas o el suficiente desengaño como para reconocer abiertamente que los engañaron (o viceversa), y protestar para hacer prevalecer la verdad, que es la esencia de la conciencia de Krishna. Reconozco que este proceso de desprogramación, de abrir los ojos a la cruda realidad, lleva tiempo, años. Con todo, hay cientos de miles de estos pobres discípulos que luego de tantos desaciertos y sufrimientos finalmente dijeron “no más”, y con integridad se han dado a la irrevocable tarea de “rehacerse” espiritualmente: “Me la he pasado rezando para que mi gurú no se caiga o para tener luces para cerciorarme de que su proceder mundano no es ‘pasatiempo’, sino una burla en el nombre de bhakti. Finalmente, el misericordioso Señor me ha abierto los ojos con la antorcha del conocimiento. Ahora puedo afirmar con toda convicción: “¡¡¡basta ya !!! Me refugiaré únicamente en Srila Prabhupada y en sus sirvientes cuerdos, honestos y desinteresados. Srila Prabhupadsa no me fallará. Él es el verdadero y permanente gurú de ISKCON, aunque sus supuestos sucesores digan lo contrario. ¡No más decepciones!”

La vivencia de que han tenido incontables seguidores de Srila Prabhupada de iniciarse con gurús advenedizos o farsantes, es tan dolorosa que yo personalmente no se la deseo a nadie. Es más doloroso que perder a tu ser más querido o que tu cónyuge te engañe con alguien más. Estos pobres discípulos, por ignorantes, por no perder el sentido de “pertenencia al grupo”, o por cualquier otra razón, dócilmente han acatado las insensatas “resoluciones” de la GBC, que el año pasado, sin ninguna vergüenza y en la ausencia de Srila Prabhupada, se autoproclamaron “la máxima autoridad eclesiástica de ISKCON”. Incluso, hay devotos que se han visto obligados a reiniciarse hasta tres veces, teniendo que pasar por esa amarga experiencia una y otra vez. Esto ha ocurrido en el caso de individuos que a pesar de los pesares han optado por permanecer en la institución. Pero la verdad es que la mayoría —devotos neófitos a quienes la GBC tenía la harta obligación de proteger—, han abandonado la conciencia de Krishna para siempre, desengañados, frustrados, y confundidos (muchos han terminado en clínicas psiquiátricas). Simplemente no vuelves a saber de ellos. Los pocos valientes que impelidos por loables sentimientos de lealtad a Srila Prabhupada siguen en ISKCON, tienen que cargar con el mismo sufrimiento casi de un modo perenne, y llegan al extremo de su oración constante es pedirle al Señor Supremo que por favor proteja a su gurú para que no se caiga. ¡Qué paradoja! El cuadro debería ser al revés: es el gurú con peso, con realización, el que ora al Señor por la salvaguarda de sus pupilos.

Lo anterior sólo ha sido una introducción para establecer que nuestro único interés de escribir estas líneas es exponer la verdad, con la convicción que el asimilar la verdad nos hará libres. Y nos apoderará.

Hace algún tiempo atrás hubo una conversación entre dos gurús de ISKCON, de estos nombrados a dedo, por decreto. A uno lo llamaremos Srila Karuna-Sindhu Goswami Gurudeva, y al otro Srila Nitya-Siddha Swami Vishnupada.

Este intercambio ocurrió en la tranquilidad del lujosa residencia de Karuna-Sindhu, adonde había llegado Nitya-Siddha a visitarlo. La bienvenida que los discípulos de Karuna-Sindhu ofrecieron a Nitya-Siddha fue apoteósica. Tras realizar un estruendoso kirtana, los devotos antiguos colocaron en el cuello del notable visitante hermosas guirnaldas de flores perfumadas. Ya en el interior de la sala, hubo las formalidades de lavado de pies, guru-puja y presentación de obsequios a los pies de Nitya-Siddha. Unos devotos regalaron lo que más anhelaba éste: pequeños sobres con buenas sumas de dinero, fruto de sus arduas colectas de sankirtana. Acto seguido, a los dos gurús comensales, ya cómodamente sentados en exquisitos cojines forrados con terciopelo azul eléctrico (los devotos de Karuna-sindhu sabían que el rojo y el azul son los colores védicos más opulentos), les sirvieron sendas bandejas de maha-prasadam con más casi veinte preparaciones. Una vez terminado el agasajo, Karuna-Sindhu invitó a Nitya-Siddha a la privacidad de su aposento. Los gurús se acomodaron confortablemente, uno tendido en su mullida cama y el otro en una relajante mecedora, y empezaron a charlar. En la recámara también habían ingresado un grupo muy selecto de hermanos espirituales íntimos y discípulos incondicionales de ambos para conversar sobre los últimos acontecimientos y novedades.

Nitya-siddha: Maharaja, he notado que el número de tus discípulos se ha reducido considerablemente... ¿Qué pasó con Maha-gurukula y Ekalavya, tus fieles sirvientes?

Karuna-sindhu: Bueno, la verdad es que...

Nitya-siddha: Tú habías iniciado a una gran cantidad de devotos; si mal no recuerdo, en una ocasión me dijiste que tenías casi cinco mil iniciados. ¿Por qué ahora tienes tan pocos seguidores?

Karuna-Sindhu: Bueno..., tú sabes cómo son las cosas, uno a veces tiene que transigir un poco para continuar la sucesión discipular. La mayoría de la veces esos discípulos no tienen el nivel que uno espera de ellos. Para decirte la verdad, la mayor parte de ellos eran menos que sudras.

Nitya-siddha: Pero, Maharaja, todos sabemos que en Kali-yuga la mayoría de la población son sudras. En realidad, no me explico cómo es que tengas una deserción tan grande y que tantos discípulos te hayan abandonado.

Karuna-sindhu: Sabes una cosa, ¡los discípulos son reciclables! Vienen y se van. Yo he hecho un gran esfuerzo todos estos años: prácticamente durmiendo en aeroplanos, yendo y viniendo de un templo a otro en mi zona, asumiendo toda clase de papeles para resolver sus problemas… Como resultado, ¡ahora tengo serios problemas de salud! Y esta gente… ¡son unos ingratos que no aprecian todo el sacrificio que he hecho por ellos!

Nitya-siddha: Bueno, tengo que admitir que en este punto tienes razón. Yo también me he reventado predicando y sentado el ejemplo, pero esta gente sólo está interesada en comer, dormir y sexo. Aún así, tenemos que seguir las instrucciones de Srila Prabhupada y continuar predicando, aunque sólo consigamos atraer a este tipo de personas. Más de algo hacen…

Karuna-sindhu: Te lo digo: …¡¡son reciclables!! Toda esa gente… ¡que se vayan!, ¡que se vayan de vuelta a maya! Es ahí donde deben estar. Total, no sólo son insinceros sino unos ingratos malagradecidos. De todas maneras, aunque se vayan, algún beneficio le hemos dado: nehavikrama- naso ‘sti.

Nitya-siddha: A mí me pasado lo mismo, aunque con matices diferentes porque mi zona está en Estados Unidos. Escucha, Maharaja, cuando tú inicias a un discípulo al comienzo se entrega de lleno, es muy entusiasta, sale a colectar, distribuye libros y te entrega todo el dinero sin quedarse un centavo para sí. Hace todo lo que le pides, es incondicional. Pero este entusiasmo va disminuyendo con el paso de los años. En mi experiencia particular, los discípulos sirven bien entre dos y tres años. Cuatro a lo sumo. Después se casan y se vuelven unos inútiles. Vuelven de nuevo a sus andanzas y se dedican a la complacencia de los sentidos. Dicho en otros términos, estos discípulos tienen una vida útil que promedia los tres años.

Karuna-sindhu: Que análisis tan objetivo… Sí, es verdad, yo también he notado esto. Esta gente sólo dura, como bien dices, diríamos unos tres años.

Nitya-siddha: Entonces el gaje del asunto es aprovecharlos al máximo durante esos tres anos. Como ya sabemos que su período de entrega solamente dura tres años a partir del momento que los inicias, debemos sacar el máximo provecho de ellos, para su beneficio. Después pierden todo el entusiasmo, se casan y abandonan el servicio al gurú. ¡Qué barbaridad! Qué tiempos estos, ¿verdad? Por consiguiente la política a seguir es que hay que iniciar la mayor cantidad que se pueda, exigirles el máximo los primeros tres años, y después ya no esperes nada más de ellos.

Karuna-Sindhu: Te lo estoy diciendo, ¡todos estos discípulos son reciclables! No sólo son tontos sino que no valoran el sacrificio que hacemos por ellos. ¡No son más que unos ingratos desagradecidos!

Mientras estos dos gurús de ISKCON filosofaban de este modo, la pequeña camarilla congregaba en el aposento consentía lo dicho por ellos dibujando gestos de afirmación en sus rostros.
—o—

"QUÉ TREMENDO, CHULA".

Tras leer el anterior recuento, algunos de ustedes reaccionarán con escepticismo, otros se pondrán enfadados, y otros simplemente la ignorarán. Sin embargo, sé que la mayoría de lectores concordaran conmigo. Durante los finales de los setenta y casi toda la década de los ochenta, entre los primeros once que desfachatadamente se autoproclamaron acharyas sucesores, hubo una feroz guerra para figurar como el “acharya autorrefulgente”, como el número uno. Aunque externamente se intercambiaban halagos y piropos, en la intimidad se proferían insultos, sin poder evitarlo ponían en evidencia la envidia que uno sentía por otro, y hasta se odiaban a muerte. Todos se peleaban entre sí para mostrar que yo soy el "el mango maduro", como solía decir el difunto TKG, que dicho sea de paso, fue el que más ansió este reconocimiento. ¿De qué manera se podía probar esto? Pues de la manera más obvia: Dime cuántos discípulos tienes y te diré qué gurú eres. Ese era el estándar. Muchos discípulos significaba mucho laxmi, opulencia y poder, y por excelencia, significaba demostrarle a mis compañeros: “yo soy el más prominente”. Esta fiebre duró hasta que empezaron a caerse, uno tras otro, de las maneras más abominables. No quedó ninguno en pie, salvo dos o tres que si bien no cayeron aparatosamente, resbalaron y sacaron a relucir su pequeñez. (“En casa del jabonero…”).

La solución de la GBC para enmendar este fiasco fue permitir que todo aquel que lo desease, también ocupase el solio de Vyasa, al inicio tan digna y gloriosamente encarnado en la figura de Srila Prabhupada. Los once originales han sido reemplazado por más de cien gurús más cautelosos pero de menor “proyección internacional” (zonales, de todos modos) pero no menos ambiciosos. Y así el ciclo de mediocridad y frustración para los nuevos devotos se repite una vez más, salvo escasísimas y honrosas excepciones.

ISKCON, la obra cumbre de Srila Prabhupada, se ha convertido en una organización corporativa. La lucha para escalar la escalera corporativa es permanente y encarnizada. Aunque la consigna es sumisión, fidelidad y aquiescencia a cambio de proteccionismo y permanencia, en este grupo cerrado y hermético, que opera a semejanza del extinto Soviet Supremo, existe una constante lucha entre ellos para detentar la máxima cuota de poder. Ese poder se mide en términos de cantidad de dinero y de seguidores. Es lo mismo que el sistema multiniveles de la compañía internacional AMWAY. Cuando tras una larga lucha para subir en la escalera corporativa alcanzas al codiciado nivel de Diamante, se supone que has logrado la meta de tu esfuerzo; no obstante, para el casi impenetrable grupo de Diamantes “viejos” que en la práctica controlan la organización, tú vales por el tamaño de tu organización y el dinero que produzca. Así que los nuevos Diamantes muy pronto descubren que no son nada, que son insignificantes, que la permanencia en dicho nivel depende de la fidelidad y obediencia a los diamantes poderosos del sistema. Tú no te puedes atrever a criticar a estos personajes; tú no puedes ir en contra de la voluntad de ellos aunque sepas que están rompiendo todos los principios morales y códigos éticos. Así mismo, en ISKCON, aunque los gurús poderosos transgredan las normas más elementales de la urbanidad o cualquiera de los cuatro principios de nuestra filosofía, en el peor de los casos, para tranquilizar a las masas, se le amonestara superficialmente: “Tú estás castigado y no puedes iniciar por dos años y tampoco visitar Vrindavan”. Tu continuidad como gurú dependerá de tu habilidad política para sobrevivir en una atmósfera hostil, competitiva y corrupta.

De acuerdo con la tradición vaisnava, la relacion guru-discípulo es sagrada. Para poder ejercer ese cargo tan serio y trascendental (en el sentido lato de la palabra) el devoto tiene que poner en evidencia las cualidades necesarias para fungir como tal. Esto cualidades las perciben los otros de un modo natural, y no como en ISKCON, donde las mismas mágicamente le son atribuidas a los maestros espirituales que la GBC nomina. Los neófitos son timados porque gracias a la ligereza con que la GBC ha encarado el delicado tema de guru-tattva, estos asumen erróneamente que los gurús elegidos por votación tienen tácitamente las veintiséis cualidades de un alma autorrealizada. Pero no. El gurú que recomienda tanto Srila Prabhupada, como los sadhus y los sastras —nuestro marco de referencia y nuestra imprescindible fuente de consulta— tiene que ser un Maha-bhagavata, un devoto puro, un bhakta uttama adhikari:

sarva-sattvopakarakah
nisprhah sarvatah siddhah
sarva-vidya-visaradah
sarva-samsaya-samchetta
‘nalaso gurur ahrtah


"Un guru genuino es aquella personalidad que es un océano de misericordia, que está satisfecho en todos los aspectos, que tiene todas las buenas cualidades, que trabaja para beneficio de todas las almas, que no tiene ningún rastro de lujuria, que es perfecto desde cualquier punto de vista, que es sumamente versado en las Escrituras, que conoce la ciencia de Krishna, que puede despejar todas las dudas de sus discípulos, y que siempre está ocupado en el servicio de Krishna". (Hari-bhakti-vilasa, 1.45, 46. Cita del Vishnu-smrti vacana)

janana-maranadi-samsaranala-santapto dipta-sira
jala-rasim iva upahara-panih srotriyam
brahma-nistham gurum upasrtya tam anusarati


"Así como una persona cuya cabellera prendió fuego corre hacia un depósito de agua, aquel que se está quemando en la hoguera de la existencia material el mundo de los reiterados nacimientos, las enfermedades, la vejez y la muerte—, tiene que correr hacia un guru para salvarse. Dicho guru tiene que estar fijo en la Verdad Absoluta y ser muy versado en las Escrituras. Uno tiene que acudir a él con todas las cosas necesarias para celebrar sacrificios, y estar dispuesto a cumplir cada una de sus instrucciones". (Vedanta-sara, 11)

snehad va lobato vapi yo grhniyad diksaya
tasmin gurau sa-sisye tat devata sapa aparet


"Si un guru, desdeñando las directrices para conferir diksa, imparte el mantra a un discípulo impelido por la codicia o el deseo de conseguir seguidores baratos o afecto mundano, los dioses lo maldicen tanto a él como al discípulo". (Hari-bhakti-viläsa, 2.7)

El nivel de realización descrito arriba no se puede improvisar de un día para otro. Alcanzar tan excelso nivel requiere no sólo de haber practicado el proceso perseverante y diligentemente, sino de la misericordia sin causa del Señor Supremo. Por otro lado, el aspirante a devoto tiene ejercitar el sentido común, estudiar a fondo las Escrituras y asociarse con devotos más avanzados que él (no con los que dicen serlo o según vox populi). Y de este modo estar listo para reconocer a ese Maha-bhagavata. A los ojos de Krishna, la calificación de éste es el intenso deseo que tiene de rendirse a Él. La actitud del aspirante es servir con abnegación y ser inquisitivo:

tad viddhi pranipatena pariprasnena sevaya
upadeksyanti te jañam jñaninas tattva-darsinah


"Tan sólo trata de aprender la verdad acudiendo a un maestro espiritual. Entrégate a él, hazle preguntas sumisamente y sirve sus pies de loto. El alma autorrealizada puede impartirte conocimiento porque ha visto la verdad". (Bhagavad-gita, 4.34)

sravanayapi bahubhir yo na labhyah
srnvanto ‘pi bahavo na vidyuh
ascaryo ‘sya vakta kus lo ‘sya labhda
ascaryo jñata kusalanusistah


"Muchos no pueden escuchar acerca del alma, e, incluso después de oír sobre ella, muchos otros no pueden entenderla porque es difícil encontrar un guru que verdaderamente haya visto la verdad. Dicho guru es una gran alma y un ser muy excepcional. Sólo aquellos que siguen sus enseñanzas pueden tener una vivencia tangible de la verdad y volverse expertos en la ciencia de Dios. Tales discípulos también son muy excepcionales". (Katha Upanisad, 1.2.7)

Ahora bien, cuando tanto gurú como discípulo no están calificados, hemos presenciado exactamente lo que ha acontecido en ISKCON desde la partida de Srila Prabhupada. Algo muy parecido a la conversación de los dos supuestos gurús transcrita arriba. La mayoría de ellos visten con vestimenta azafranadas, se presentan como renunciantes, como espiritualistas que no tienen el menor escrúpulo de sentarse en el asiento reservado sólo para el representante perfecto de Vyasadeva, y disertar sobre el melifluo y profundo Srimad-Bhagavatam. Pero en lo personal tienen jugosas cuentas bancarias, propiedades, coches lujosos, y en algunos casos, hasta harenes. La mayoría ni siquiera impulsan la distribución de libros de Srila Prabhupada ni organizan un solo harinama sankirtana. Si son sinceros, si no niegan su voz interior, y si tienen dignidad, los discípulos de estos gurús de Kali-yuga muy pronto se darán cuenta de que los susodichos no esta calificados para ejercer un cargo tan serio y delicado. A decir verdad, la selección del gurú correcto es cuestión de vida o muerte.

Como estos gurús votados a salón cerrado son incapaces de desarraigar los anarthas de sus supuestos discípulos, estos a su vez, por la ausencia de una auténtica vivencia espiritual, aprovechan la oportunidad para reforzar sus viejas cadenas y satisfacer sus deseos materiales. Ejemplo de esto es que muchos de los servicios devocionales que en ISKCON antes eran ad-honorem, hoy son trabajos remunerados. Desde su ínfima posición, ellos también emulan la mentalidad del gurú impostor y demandan salario. También una sobra del pedazo del pastel.

Una institución religiosa con este tipo de desviaciones muy pronto se convertirá en una corporación con ánimos de lucro. El espíritu de predica desaparecerá y los nobles objetivos que estableció el fundador de la misión irán desapareciendo. Los gurús iniciaran discípulos sólo para asegurarse su sustento económico, su jubilación. Por su parte, los discípulos buscaran la manera de subir la escalera corporativa y su finalidad será la ganancia económica. ¿No es exactamente esto lo que Srila Prabhupada quiso evitar a toda costa? Es precisamente la razón por la cual nos legó tantas instrucciones, generales y especificas. Aparte de devoto puro, él era un gran conocedor de la naturaleza humana. Por lo tanto, adoptó toda clase de medidas preventivas para evitarnos el descalabro y sufrimiento de que hemos sido víctimas todos estos años. Sin embargo, la GBC deliberada deshonestamente ha puesto “debajo de la alfombra” esas instrucciones tan importantes y necesarias.

Mi querido prabhu, mi querida mataji, ¿no crees que es el momento de hacer algo? Tienes que atender el llamado de Srila Prabhupada. ¿Puedes escuchar su voz?

sukha-dukhe same krtva labhalabhau jayajayau
tato yuddhaya yujyasva naivam papam avapsyasi


"Lucha por luchar, sin tomar en cuenta la felicidad o el sufrimiento, la pérdida o la ganancia, la victoria o la derrota. Actuando así, nunca incurrirás en pecado". (Bhagavad-gita 2.38)

2 comentarios:

iskcon dijo...

Mientars estaba d evisita en Vrindavana para el festval del 2007,un dia escuche que dos miembros locales estaban conversando sobre la colecta en la fiesta de Domingo..en Iskcon Juhu Mumbay,US$1,000,000.Durante nuestros viajes atraves de los programas de Iskcon North America,hemos observado que la prospera comunidad Indu a adoptado Iskcon como su religion para congregarse ,y contribuyen consistentemente para el mantenimiento.Generalmente los lideres son Americanos Blancos o Idues bien occidentalizados.LA vida de ISkcon se ha reducido a las fiestas de Domingos cautivando la congregacion de mayoria Indu y la minoria de los pobres Americanos Negros y blancos que viven del gobierno Americano.

''La ruta del Green card''
El negocio del green card para nacionales de paises asiaticos..una buena fuente de renda para los lideres locales..Traen Europeos de los Paises pobres..les dan green card ..estos cuando lo obtienen se funden en la vida de la sociedad Americana...Conclusivamente El movimiento esta controlado por las aliaciones de cada zona...En un festival de mascaras cuando viene el Guru desde el Aeropuerto hasta el templo ''lo ponen a tono y le afinan el oido por las dudas de que al llegar al templo alguien le quiera contar una historia diferente a la del;;suenio americano''si todo continua d eacuerdo al paquete le junta tres o cuatro para el fuego..y hasta el proximo anio o nos vemos en Sri Mayapura !!!El otro dai estaba hablando con un Devoto mayor ,Guru y G.B.C sobre administracion de hace no mas de tres anios y ya no se acordaba..de lo que habia pasado,sabia que era importante ,pero sabia que fue..se esta presentando otro malestar la demencia senil..

DHARMADAS dijo...

Haribol.
Vancha Kalpa a todos los verdaderos Vaisnavas y sincewros seguidores fieles de Srila Prabhupada
si dde v erdad todos se fijan vien vemos que la mayoria de todos los Acaryas sucesores ya se acabaro automaticamnente