sábado, julio 17, 2010

Notas del Detective Devocional


por Astika das

El Tambor Rugiente publicó un comentario de un tal Jagad en relación con la nota que yo publiqué sobre la visita de Paramadwaiti Swami a Vrinda México. Me parece que el comentario de Jagad se presta para que yo haga algunas aclaraciones que, sin lugar a dudas, a los devotos nos permitirá seguir enfrascados en tópicos relacionados con el Señor Krishna.

Tratando de ejercitar un poco mi escaso sentido del humor, al principio de la nota, declaro que visité Vrinda en calidad de espía; sin embargo, pareciera ser que si yo estoy negado al sentido del humor, Prabhu Jagat ni siquiera sabe con qué se come ese extraño ingrediente, que es completamente ajeno para la mayoría de los mexicanos, y en un tono agresivo declara: “por otro lado no entiendo tu actitud de “espía”. Si tu meta es encontrar excremento es un hecho que tarde o temprano vas a encontrarlo dentro de un quirófano:”

Debo confesar que no me queda nada clara esa imagen del quirófano. Pero adivino que detrás de las palabras de Prabhu Jagad subyace aquella idea vaisnava que los devotos son como cisnes y no como moscas que se regocijan en el excremento. Creo que Prabhu Jagad no captó cabalmente la intención que había detrás de mi visita a Vrinda. Mi intención no era despotricar contra Paramadwaiti Swami y contra Vrinda. Esa misma mañana yo había escrito una nota para El Tambor Rugiente en la cual acusaba de fraudulenta la misión de Paramadwaiti Swami pero el tono de la nota me parecía francamente agresiva, y un tanto injusta. Visité Vrinda con la abierta intención de constatar la validez de esa nota.

DENUNCIAR A UN “DEVOTO” NO ES TAL FACIL COMO PARECE

En Vrinda encontré muchachos y muchachas vestidos de devotos bailando y cantando Hare Krishna, y eso en sí ya es síntoma de devoción, que no tiene nada qué ver con el fétido olor a excremento; me sirvieron un suculento plato de prasadam; Paramadwaiti Swami, acompañado de una mandolina, dirigió un animado Kirtan y posteriormente dictó una conferencia sobre un verso de El Bhagavad-gita. Sin embargo, se requiere tener espíritu de “detective” devocional para detectar la autenticidad de toda esa fanfarria devocional. Y para merecer el título de detective devocional se necesita estudiar escrupulosamente el contenido de El Bhagavad-gita Tal Como Es, y seguir los principios regulativos enunciados por los maestros espirituales que pertenecen a la cadena de sucesión discipular, y sobre todo analizar cuidadosamente los resultados prácticos de las esporádicas visitas de Paramadwaiti Swami a México.

LOS DEVOTOS DE MI BARRIO

En mi barrio, Pedregal San Nicolás, hay varios devotos que fueron iniciados por Paramadwaiti Swami pero que ya no practican el sendero de bhakti yoga. En su momento, ellos también participaron en la algarabía que reina en los festivales de Vrinda, pero ahora ya no sólo no visitan Vrinda sino que han vuelto a sus antiguos hábitos, como comer carne. ¿Por qué sucede eso? ¿Por qué se extingue tan rápidamente la euforia que provocan los kirtanes y las clases de Paramadwaiti Swami? Porque no hay substancia. Porque una audiencia de neófitos es incapaz de detectar si los discursos del Swami, los cuales están plagados de gracejadas, en realidad están sustentados en las escrituras reveladas, o si el Swami hábilmente se los saca de la manga de la kurta.

En alguno de los libros de Srila Sridhara Swami se narra que en una ocasión Goura Kishora das Babaji asistió a una conferencia sobre bhakti yoga que dictó un renombrado sadhu de la región. Cuando el sadhu concluyó su charla, Gour Kishora das Babaji le pidió a la concurrencia que limpiaran con agua y jabón el sitió donde el sadhu había dictado la conferencia porque estaba contaminado. Extrañados, los miembros de la audiencia, le recriminaron: “cómo puede estar contaminado este sitio si el sadhu sólo habló de Dios?”

A lo que Goura Kishora das Babaji respondió: “¿Ustedes escucharon que habló acerca de Dios? Yo lo único que le escuché decir es: DINERO, DINERO, DINERO.”

Esta anécdota ilustra magistralmente como un mismo discurso se puede interpretar de muchas maneras, dependiendo de la calidad de la audiencia.

DOS ANECDOTAS SOBRE EL MISMO TOPICO

En cierta ocasión, maharaj Paramadwaiti estaba dictando una conferencia en el departamento que la madre Radhakundha poseía al sur del d.f. ( tengo entendido que la madre Radhakunda perdió ese departamento y otro que poseía cerca del Parque Hundido para impulsar la prédica de Vrinda). A Maharaj Paramadwaiti le dieron ganas de ir al baño, y me pidió a mí que continuara la clase. Yo me hallaba sentado en medio de la audiencia, frente a él. Yo le respondí que yo no podía continuar con la clase. Sorprendido él me interrogó: pero “¿por qué no puedes continuar con la clase?” Yo le respondí: “porque no estoy de acuerdo con nada de lo que tú estás diciendo.”

En otra ocasión, en Vrinda Perú, los devotos me pidieron que diera la clase de El Bhagavad-gita pues consideraron que no encontrándose presente Paramadwaiti Swami y siendo yo un discípulo iniciado de Srila Prabhupad lo indicado era que yo diera la clase.

Al principio, yo decliné la invitación alegando que estando presente un sannyasi peruano él debía dar la clase y no yo, que yo me hallaba en Perú en viaje de negocios. Ante la insistencia del joven sannyasi peruano acepté dar la conferencia. Me apegué hasta donde pude al significado de Srila Prabhupada. Al final de la conferencia varios devotos se me acercaron y me manifestaron simpatía diciéndome que las ideas que yo expresaba eran muy diferentes a las de maharaj Paramadwaiti. Yo les dije que las ideas que yo expresaba no eran mías, sino que eran de Srila Prabhupada.

LOS DISCIPULOS DE PARAMADWAITI SWAMI

En cierto sentido, me siento culpable porque a instancias mías, la madre Radhakunda es discípula iniciada de BA Paramadwaiti Swami. La misma mañana en que visité en mi calidad de “detective” espiritual Vrinda, el famosísimo Goura Lila me informó por teléfono, entre un titipuchal de otros chismes, que la madre Radhakundha había tenido un intento fallido de suicidio. Yo espero que ese chisme sea infundado y que la mataji goce de buena salud.

Me hallaba yo disfrutando mi plato de prasadam en el comedor de Vrinda, en compañía de Prema Sindhu das y de Robin, el hijo de la mataji Radhakunda, cuando aparece en escena la misma mataji Radhakunda, se acercó hasta la mesa donde yo me hallaba sentado, y mostrando una amplísima y efusiva sonrisa me dice: “Prabhu, me da un gusto enorme verle. Permítame darle un fuerte abrazo karmi.”

A mí eso de “abrazo karmi” me dejó completamente anonadado. ¿Por qué ha de ser karmi un abrazo entre devotos? Esa actitud y esa declaración de la madre Radhakunda denotan que ella es una mujer bien intencionada, pero completamente confundida, y su confusión proviene de la falta de entrenamiento en el campo de la devoción. Su guru visita México en visitas de doctor, y, obviamente, no tiene tiempo de entrenar a sus discípulos. Sin embargo, sí tiene tiempo de despojarlos de sus propiedades.

LAS ENSEÑANZAS DE SRILA PRABHUPADA LES QUEDARON CHIQUITAS

La madre Radhakunda y Balarama Prabhu eran dos miembros importantes de Vrinda. Sin embargo, por falta de atención, los dos empezaron a leer los libros de Narayana Maharaj y como es natural se confundieron. Los dos se sentían soñados. Veían con desdén a los insignificantes devotos que nos dedicamos a estudiar los libros de Srila Prabhupada. En cierta ocasión, la madre Radhakunda me encontró sentado en el comedor de mi casa leyendo El Bhagavad-gita Tal Como Es, y mostrando desdén me dijo: “nosotros, refiriéndose a Balarama y a ella, estamos leyendo los libros de Srila Narayana Maharaj. Los libros de Srila Prabhupada son para principiantes.”

Poco tiempo después, Balarama das fue expulsado de Vrinda. A pesar de que este devoto durante varios años sirvió incondicionalmente la misión de su maestro espiritual, Paramadwaiti Swami; fue acusado de homosexual y sin ninguna consideración echado a la calle. Tengo entendido que ahora se encuentra trabajando como karmi, y en calidad de wetback en Montreal, Canada. Lo cual demuestra que lo mismo que en ISKCON o en cualquiera otra “organización devocional” cuando los devotos dejan de rendir dividendos económicos son echados a la calle.

La madre de Balarama, la madre Ciromani, llorando, me dijo: “lo acusaron de homosexual y lo corrieron del asrama pero eso no es cierto:” Independientemente de si la acusación de homosexual es cierta o no es cierta, aquí lo relevante es la absoluta falta de compasión en un movimiento que supuestamente está tratando de rescatar a los más caídos.

DE VUELTA A PRABHU JAGAD

Pero volvamos al tema de Jagad Prabhu. O no me explique bien o Prabhu Jagad no comprendió cuando R.K. y yo nos referimos a que los devotos no han progresado en la misma medida que lo han hecho los karmis.

Si partimos de la premisa de que este universo es un océano de ignorancia de lo que se trata es de salir de él lo más rápido posible, y no producir amenidades que nos permitan sentirnos felices en él. Srila Prabhupada estaba tratando de difundir la antigua sabiduría de la India, y para lograr su propósito se valía de cualquier medio moderno, como son grabadoras, aviones, computadoras, etc. El movimiento estaba bien pertrechado con cosas materiales pero no con la intención de disfrutar de la materia sino con la intención de combatir a maya.

Sin embargo, los karmis han progresado mucho en producir amenidades para disfrutar de la vida material, y en cambio pareciera ser que los devotos han desaparecido del escenario moderno. Más bien están concentrados en disputarse las cosas que les heredó Srila Prabhupada.

“Que durante tu vida de bhakta en el templo hayas seguido un sadhana estricto no es merito alguno, la mayor parte de los devotos lo hace al menos durante un tiempo”. Claro que es meritorio seguir estrictamente el sadhana. En el d.f. hay una población de 25 millones de habitantes, y sólo éramos diez bhaktas. El sólo hecho de ser bhakta es meritorio, qué decir de seguir estrictamente el sadhana.

CON LA EDAD SE ENDURECE EL CEREBRO

A Jagad Prabhu le parece extraño que a pesar de cantar fielmente mis rondas cada vez me sea más difícil recordar a Krishna, pero esa situación se ilustra muy bien en El Srimad Bhagavatam, cuando un devoto joven le pide a Krishna que le permita en este momento perder la vida enredado en los tallos de loto pues con el paso de los años, al momento de la muerte, uno es incapaz de recordar a Krishna.

El rencor que dice sentir Jagad Prabhu hacia nosotros los discípulos de Srila Prabhupada no es algo saludable.

1 comentario:

Birdie dijo...

quiero contarle un caso y quiero saber si es ofensa o no . Ya sabrá que vino Srila Bodhayan Swami a Lima-Perú recientemente, ahi paso algo que realmente... Bodhayan swami paso una noche en casa de una familia devota, resulta que un devoto de vrinda llamado espiritualmente shanket -que es un tipo que nunca me ha caido bien- decidio acompañarlo, y de noche el durmio como en la sala y en la hora de despertarse de Bodhayan -ya que me contaron que canta sus 64 rondas en la mañana-Este "devoto " se le ocurrio , con las excusas de haber pasado mala noche y de tener,segun el,una relacion muy especial -un rasa lila segun el,por haberlo masajeado-,HECHARSE A DORMIR EN LA CAMA QUE HABIA UTILIZADO BHODAYAN SWAMI,Y SI SE QUEDO DORMIDO PORQUE TENIA MUCHO SUEÑO!
Yo necesito saber si esta conducta es ofensiva -aunque para mi lo es pero no puedo sustentarlo bien-y lo sabré si algun devoto de Bhodayan Maharaj se pronuncia al respecto,ya que esas confianzas , estoy seguro, ni sus propios discipulos las tienen y sé que sus discipulos son muy estrictos.Este incidente se ha guardado en reserva , pero es reciente, el "devoto " usa la excusa que es como un perro que subio a la cama de un santo, en realidad si es un perro porque tiene una hija que no educa y se hace pasar por brahmacari,pero no es un perro en sentido devocional .Yo no quiero ser participe de esta ofensa guardando silencio, que es loq ue piden, y quisiera que estas conductas de "gopi " , "lila" "rasa-lila"cesen al menos en lima,porque podrian traernos la destruccion al ofender a un vaishnava , o al discipulo del vaishnava.