jueves, mayo 21, 2009

Todos esos viajes


por Radha Krishna das

Sigue pendiente por desentrañar el tema de la marca mundial Guinness que Jayapataka Swami alcanzó por todos esos viajes por avión. No cabe duda que sus viajes provocan el entusiasmo de los devotos. Cuando él llega a una ciudad para participar en algún festival, inauguración, instalación de Deidades, etc., le da mucho ánimo a todos los presentes. Seguramente que eso no ocurriría si fuera yo quien llegara.

Pero, ¿hay algún trasfondo en todos esos viajes, emprendidos incluso a expensas de su sadhana cotidiano y su salud, y que lo llevaron incluso a tener una peligrosa embolia cerebral?

Hay una opinión generalizada que Jayapataka Swami entendió mejor que nadie el complicado proceso de sucesión dentro de una institución vaisnava. Srila Bhaktisiddhanta Saraswati y Srila Prabhupada nunca nombraron un acharya sucesor en sus instituciones. Pero eso fue así porque en ambos casos ellos pensaron que no había nadie competente para el cargo.

Estos dos maestros en consecuencia hicieron énfasis en formar un grupo administrativo llamado la GBC. Sin embargo, la idea de un acharya nunca quedó descartada hacia el futuro por ninguno de los dos. Además, un acharya sucesor es la norma en prácticamente todas las instituciones vaisnavas. Por eso, cuando alguien en el futuro manifestara cualidades especiales, podría ser reconocido por sus hermanos como acharya y ser instalado en tal puesto. Pero esto sólo sería posible si primero hay una GBC trabajando madura y armónicamente, tal como Srila Prabhupada y Srila Bhaktisiddhanta querían. Esa GBC tomaría oportunamente la decisión de nombrar a un acharya sucesor para su institución.


En 1978 Iskcon tomó la decisión errónea de nombrar a 11 acharyas, y luego la de nombrar a docenas de gurus por votación. Debido a eso, siempre continúa la pregunta sobre si hay algún sistema que resuelva de una vez por todas el actual caos de liderazgo institucional.

Ahí es donde encaja como alternativa la idea de nombrar a futuro a un acharya sucesor. Y en ese caso sería nombrado acharya quien haya acumulado más influencia entre los devotos en general, y entre los demás líderes de la institución. ¿Quién sería esa persona?


Preliminarmente podríamos decir que el único individuo con semejantes ventajas es Jayapataka Swami. Él se ha pasado décadas cultivando esa imagen por todo el mundo. Los métodos que ha usado son: 1) Todos esos viajes por avión alrededor del mundo, 2) su red masiva de seguidores directos mediante el sistema de preiniciaciones, 3) el programa de nama-hatta, del cual es Ministro a nivel mundial, 4) su campaña por volverse siksa guru de los discípulos de otros gurus, y 5) ser el principal guru y GBC de India, de donde nacen incontables discípulos y es lugar que le da una autoridad natural a quien esté allí. Ayuda también tener pasaporte indio, y de vez en cuando jugar rudo con quienes se pasen de la raya. Son estos factores los que nos indican que Jayapataka entendió mejor que nadie la posibilidad de que en Iskcon podría existir un acharya sucesor a futuro, y se apuntó silenciosa pero diligentemente para ese puesto.

La embolia que Jayapataka sufrió en octubre pasado ha significado un contratiempo para semejante objetivo. “Fuera de la vista, fuera del corazón”. No cabe duda que dejar de viajar por todo el mundo produce un distanciamiento natural con la congregación mundial, a pesar de los sitios Internet y constantes noticias que lo siguen e informan sobre la evolución de su enfermedad. Ante tal realidad, él ha empezado a viajar dentro de India en programas especiales que lo ponen en contacto con miles de personas, a pesar de estar en plena convalecencia e incluso usar una silla de ruedas y necesitar un intérprete para que la gente entienda lo que dice.


Por otra parte, esa misma embolia tiene el potencial de hacerlo más popular y poderoso que nunca. Si Jayapataka estuvo a las puertas de la muerte y regresó, eso es un milagro que afirma su destino especial. En Occidente estamos acostumbrados a eso en la persona de Jesucristo, quien para los creyentes murió y resucitó.

Yo creo que ese potencial de volverse el acharya sucesor de Iskcon es lo que explica todos esos viajes durante tantas décadas. Aunque hay muchos otros líderes en la institución, ninguno realmente puede hacerle sombra como acharya sucesor único.

No únicamente eso, sino que vimos lo que sucedió con sus compañeros de generación. Los otros 10 “acharyas” originales fueron saliendo de escena uno tras otro, como en el famoso juego de las sillas. Hamsadutta, Jayatirtha, Bhavananda, Kirtanananda, Bhagavan, Ramesvara, Harikesa, Tamal Krishna y Satsvarupa fueron quedando gradualmente fuera de la jugada. Técnicamente hoy sólo quedan Hridayananda y Jayapataka. Pero Hridayananda ya se ha descalificado solo al vivir muy al margen de la vida en Iskcon y andar con varios intereses ajenos a la institución.


Ahora, el que hubiera un acharya sucesor no significaría que los demás líderes dejarían por completo de ser autoridades espirituales dentro de Iskcon. Ellos podrían volverse gurus ritvik del acharya de la institución. Ya vimos a quienes se fueron con Srila Sridhara Maharaja, y que con anterioridad habían sido gurus de Iskcon, asumieron allá el papel de ritviks. O los gurus podrían seguir dando sus iniciaciones diluídas, con el entendimiento que hay un acharya institucional que aprueba y bendice todo lo que se haga.

Todo lo dicho aquí no significa en absoluto que yo esté proponiendo que se establezca a Jayapataka Swami como el Acharya sucesor de la institución. Simplemente estoy tratando de entender el sentido de todos sus viajes, y contemplando ciertos escenarios a futuro.

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