domingo, febrero 22, 2009

Genio y Figura Hasta la Sepultura

BIR KRISHNA GOSWAMI SALVANDO ALMAS POR TELÉFONO

UNA NOTA SOBRE BIR KRISHNA GOSWAMI

por Aniruddha das (ACBSP)

Hace un par de semanas, mientras buscaba material bibliográfico de referencia para escribir un artículo sobre la compasión, me recordé del verso kripambudhir yah para dukha dukhi [Vilapa-kusumanjali, 6. Raghunatha Das Goswami]: “El vaishnava sufre al notar el sufrimiento de los demás”.

Para averiguar si en la red había disertaciones sobre este verso en particular, accedí al buscador Google y escribí en el renglón correspondiente la palabra “para dukha dukhi”. En menos de dos segundos los archivos de Google me desplegaron los archivos que contenían la frase aludida. En la primera página apareció una entrada que llamó inmediatamente mi atención: ”Bir Krishna Goswami — Lecture — Compassion and Empathy”.

La última vez que personalmente escuché una clase de Bir Krishna Gowami fue en el desaparecido templo de Miami Beach en 1986. En 2004 estuve en Vrindavan Dham y mi querido hermano espiritual, Kurma Rupa Prabhu, en el curso de una charla informal me dijo que Bir Krishna había recomendado a sus colegas GBC’s la lectura del libro Incestous Workplace. Stress and Distress in the Organizacional Family (“Lugar de Trabajo Incestuoso. Tensión y angustia en la familia organizacional”). Este libro trata sobre lo que hoy día en las ciencias de la sociología, la psicología y la administración de empresas se conoce como “dinámica de grupos”. A mi regreso a Occidente compré un ejemplar y lo leí. Muy buen libro, se los recomiendo. Ojalá la GBC lo tomará en serio para componerse.

Tras leer el interesante título de la entrada aludida en el segunda párrafo, pensé: “Tengo más de 20 años de no ver ni de escuchar una plática del Maharaja. Él ha estado leyendo libros sobre dinámica de grupos y hasta recomendándolos. También alguien me dijo años atrás que había padecido un repentino y serio quebranto de salud. En general, las personas sinceras tienden a cambiar con el paso del tiempo, y en particular, si diligentemente se afanan en mejorar como personas mediante lecturas edificantes que incrementan su acervo cultural. Es más, tras el padecimiento de una enfermedad grave, ocurre lo que la psicología llama “cambio de paradigma” o una alteración sustantiva (casi siempre positiva) en la manera de ser. Por lo tanto, quizás en estas dos décadas que no lo he visto al Maharaja haya aprendido algo realmente bueno que merezca la pena ser escuchado. Al fin y al cabo, durante una conversación que tuvo con Hridayananda G. en 1985, le dijo a éste literalmente: ‘Yes, I know I have an obnoxious personality’ ('Sí, yo sé que tengo una personalidad repugnante'.)".

Sin divagar más, pinché la casilla para bajar la clase de “You Tube” y me puse a oírla con mucha atención. Repito, el título de la clase es “Compasión y Empatía”, y fue dictada en Dallas, Texas, el 23 de enero de 2008 (ver).

Para mi mayúscula sorpresa y decepción, justo después de un pasaje donde apoyándose en la autoridad del Srimad-Bhagavatam habla de tres principios de la política (alabar al adversario con dulces palabras, ofrecerle un soborno, y conferirle un cargo [“high position”]), Bir Krishna de súbito y sin poder reprimirlo —toda vez que están hondamente arraigados en su conciencia— sacó a relucir, con todo y la sorna de que siempre hace alarde, los sentimientos de antipatía y desprecio que siente hacia los latinoamericanos, en especial hacia los devotos de esta región.

Bir Krishna aseguró en las partes iniciales de su alocución que “sin desarrollar antes tolerancia, no puede tener simpatía ni amor por otros seres vivientes”. Pero a los 28 minutos y 46 segundos de su clase, Bir Krishna dice (traducción mía): “…también recuerdo otra historia relacionada con Suramérica. Yo estuve años en Suramérica predicando durante los inicios del movimiento. Y entonces… Pero a todos les gusta hacerse de una posición allí, saben; todos estaban haciendo política. Entonces tienes que darle posición a la gente: “O, tú estás a cargo, …tú estás a cargo de asegurarte de que el baño esté limpio. Tú eres el ‘presidente del baño’ [BK se ríe burlonamente]. Todos tienen que tener una posición, ¿no es cierto? Todo aquel que haya trabajado en Suramérica sabe de qué estoy hablando [BK se vuelve a echar a reír con sarcasmo]: “Tú estas a cargo de esto, tú estás a cargo de aquello…”. FIN del pasaje.

BIR KRISHNA GOSWAMI EN SESIÓN DE RISOTERAPIA. ¿APRENDIENDO A REIRSE MÁS DE LOS DEVOTOS LATINOAMERICANOS?

En realidad, me causó mucha tristeza comprobar que Bir Krishna no ha cambiado, que todavía alberga los mismos sentimientos racistas de desprecio hacia las personas de origen latinoamericano. En esta ocasión, repito, no los pudo reprimir y los exteriorizó ante toda su audiencia. Si cuando tú relacionas a alguien con un baño, con un excusado, necesariamente no tienes le mejor opinión de esa persona. Al contrario. Eso te lo puede corroborar cualquier psicólogo o especialista en estudios de la mente.

A mí personalmente me consta que en los setentas y ochentas Bir Krihsna llamaba a los devotos de Latinoamérica: “sudras, monos, bajos”. A Viraha-Prakash (q.e.p.d.) y a Pramana (ambos venezolanos) los llamó “demonios” por haberse refugiado en Srila Sridhar Maharaja. A otro devoto le llamó “grhasta inflado y ofensivo” porque en 1987 lo llamó “Su Santidad” y no “Srila”.Y a pesar de que los años han transcurrido, a pesar de que su estado monástico debería significarle mayor avance espiritual, a pesar leer la filosofía asiduamente (¡tiene que hacerlo superficialmente!) y de empaparse de “dinámica de grupos”, y finalmente, a pesar de que funge como gurú (votado a dedo, por supuesto), el hombre no ha cambiado. Lo peor es que tiene la osadía se sentarse en el sagrado asiento reservado únicamente para el representante de Vyasa, y sin realización, ni respeto, ni comedimiento algunos, sigue emitiendo esos comentarios chabacanos que se debería reservar por elemental caballerosidad (en realidad, como vaisnava no debería hacerlos en absoluto), y no proferirlos en público para denigrar a los devotos latinoamericanos.

MISMA SESIÓN DE RISOTERAPIA EN ALEMANIA. ¿SE IRÁ A REIR DE TI?

Por último, voy a compartir con ustedes una anécdota que me narró Jaime Viñals, un montañista que ya se trepó al Everest y a los picos más encumbrados tanto de los siete continentes como de las siete islas de mayor extensión territorial de la Tierra. Jaime me contó que cuando en compañía de un grupo de escaladores británicos hacían su acercamiento al Monte Kerenchi (3805 mts), el pico más alto de la isla de Sumatra (Indonesia), una parte importante de la travesía la hicieron a pie a través de una zona tropical muy calurosa. Para cargar el equipo de montañismo, carpas, alimentos, etc., estas expediciones casi siempre contratan guías y porteadores nativos del lugar. Pues bien, al cabo de una larga jornada de caminata, un británico le comentó a Jaime: “Oye, Jaime, ¿has percibido el desagradable olor de la transpiración de estos nativos?”. El montañista no se percató que el guía principal de origen indonesio, de nombre Yoga Bhudhipra, había escuchado el comentario. De inmediato, Yoga se acercó al británico y con toda la convicción del mundo le aclaró: “Y tú, no sabes que a nosotros el olor de la transpiración de ustedes, ingleses, nos resulta casi insoportable…”.

Por si no ha dado cuenta Bir Krishna, sus aires de supuesta superioridad por razones de raza y nacionalidad (filosóficamente materialistas, absurdos y ofensivos), a la mayoría de la gente educada de Latinoamérica (y del mundo) le causan risa y pena. Pena porque no es admisible que en pleno siglo XXI una persona se sienta superior a otra sobre la base del color de su piel o su nacionalidad. Peor aún cuando tales distingos provienen de la boca de un supuesto “representante de Dios”, para no hablar de un vaisnava. Bir Krishna es como los “sabios” que se burlaron de Astavakra Muni cuando éste entró en la asamblea convocada por el rey Janaka. Tras reparar que los “sabios” se echaron a reír por la manera torpe y lisiada como caminaba, Astavakra también se echó a reír a carcajadas delante de ellos. Y cuando el Rey le preguntó el por qué de su risa, el Muni respondió: “Creí que venía a una asamblea de sabios, pero en vez de ello me he metido en una convención de zapateros. Al igual que los zapateros sólo les interesa las pieles, me doy cuenta de que estas personas no ven el atma sino sólo la piel que reviste mi cuerpo”.

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