domingo, octubre 02, 2011

La finanzas de Bhakti Charu Swami

En bancarrota existencial...
en bancarrota financiera...
en bancarrota moral...
pero con el trasero muy cómodo en su vyasasana plateado.

por Astika das

El reciente artículo de R.K, "Bhakti-charu Swami en bancarrota", en el cual se describen las incursiones fallidas de uno de los líderes actualmente más importantes de ISKCON, revela que --a pesar de que R.K. y yo tengamos enfoques diametralmente distintos acerca de muchos temas-- coincidimos al 100 %, en lo darle ni un solo centavo a los líderes de ISKCON.

LA PRIMERA CONCLUSIÓN DE R.K.

R.K. remata su artículo con las siguientes conclusiones: 1- “No dar donativos a Bhakti-charu Swami ni a ningún otro líder oportunista que pueda actuar impunemente y sin controles.” Me imagino que al hacer tal declaración, el editor del Tambor Rugiente no estaba pensando en mí pues nunca he pensado entregar el fruto de mis arduas y penosas actividades a Bhakti Caru Swami.

Evidentemente, R.K. sabe que yo jamás haría eso, que jamás le donaría un solo centavo a ninguno de los representantes de ISKCON. Y esta actitud no es algo nuevo en mí. Ya en 1982 yo me sentía completamente decepcionado del rumbo que tomaba la misión que mi maestro espiritual, A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, fundó en Nueva York, en 1966. A partir del 14 de noviembre de 1977, fecha en que él falleció, ésta comenzó un acelerado proceso de descomposición, tan acelerado que tan solo 40 años después de ser fundada ha quedado desfigurada a tal grado que resulta prácticamente irreconocible.

Recuerdo que en la penúltima década del siglo pasado –me imagino que R.K. sabe la fecha exacta pues él tiene una memoria privilegiada, y yo soy muy malo para recordar fechas-- probablemente a principios de la misma, me encontraba en el Krishna Balarama Mandir de Vrindavan, cuando después de mangal aratik, durante la sesión de anuncios matutinos, Lokanath Swami le solicitó a una audiencia raquítica y somnolienta una cooperación económica para mantener o impulsar el programa de Padayatra, un programa que Srila Prabhupada quería mucho.

El programa consistía en que varios devotos de diversas partes del mundo viajaban en una carreta tirada por bueyes a través de toda India, y que mientras viajaban distribuían libros y predicaran las glorias del Santo Nombre. El discurso de Lokanath Swami fue recibido con desgano por la audiencia, pues en ese tiempo los discursos de los devotos ya no eran tan fogosos y entusiastas como cuando Srila Prabhupada aún vivía entre nosotros.

Yo siempre estaba dispuesto a cooperar con los proyectos aprobados por mi maestro espiritual, pero en esa ocasión me hice pato para no cooperar con el programa de Lokanath Maharaj Y eso que en ese entonces ISKCON aún no alcanzaba los niveles de corrupción y desprestigio que tiene actualmente. Eso sucedió en 1982, cuando solamente habían pasado cinco años de la desaparición de Srila Prabhupada, y de una u otra forma su presencia aún se sentía muy fuerte, a pesar de que palidecía día con día.

Evidentemente, las conclusiones de R.K. no están dirigidas a aquellos que ya llevamos muchas horas de vuelo en ISKCON, y que por lo tanto conocemos a la perfección las triquiñuelas utilizadas por los líderes iskconianos para timar al público inocente. Muy probablemente la intención de R.K. al presentar esas conclusiones es alertar a todos aquellos que están interesados en la vida espiritual pero que desconocen lo que sucede en los entretelones de ISKCON.

Aunque los despistados y las víctimas siempre van a existir, las reflexiones de R.K. contribuyen a que las personas inocentes no caigan tan fácilmente en las redes que tienden delincuentes disfrazados de devotos, a los que Bhaktivinoda Thakur solía llamar Kalichelas. Cuando los aspirantes a devotos lean esas conclusiones no serán presas fáciles de aquellos que se dedican a estafar al público inocente, y que para lograr ese propósito se visten de sadhus, lucen en la frente la V de Vishnu, llevan enredadas en el cuello varias hileras de cuentas de tulasi, lucen en su brazo un kavacha, el cual contiene polvo sagrado de Vrindaba, y por encima de todo portan una danda. La idea que anima a R.K. a escribir sus conclusiones es que los aspirantes sinceros, pero ingenuos, no caigan víctimas del discurso de los charlatanes disfrazados de devotos.

EN LOS TIEMPOS DE SRILA PRABHUPADA

Cuando Srila Prabhupada aún vivía en el planeta las cosas eran completamente distintas. En una ocasión, todos los templos de ISKCON recibieron una circular en la que Srila Prabhupada nos pedía a los grihastas que teníamos hijos, que los enviáramos a estudiar al gurukula de Vrindavan.

A pesar de que Vrindavan está del otro lado del mundo, y que para llegar a ese lugar donde el Señor Krishna pasó su infancia es necesario volar veintitantas horas en avión, y de que además los grihastas no teníamos ninguna garantía de volver a ver a nuestros hijos, los devotos aceptamos de buena gana esa orden de Srila Prabhupada. Se trataba de una instrucción tan severa que me hizo recordar aquel relato bíblico cuando Dios le pide a Abraham que sacrifique a su hijo primogénito.

En El Bhagavad-gita se dice que en algunas ocasiones el devoto con tal de complacer a Krishna hace cosas que normalmente no haría ; y que a veces con tal de complacer a Krishna, deja de hacer algo que le gusta hacer. El devoto ya no está motivado por su propia complacencia sino lo que le interesa es complacer a Krishna.

Cuando Srila Prabhupada nos pidió enviar a nuestros hijos al gurukula de Vrindavan, mi hijo Sri Krishna Murari tenía 8 años. Yo viajé de México a India con tres gurukuleños, Praladananda das, Urukrama das y mi hijo. En esa época mi hijo aún era muy inocente, y no se daba cuenta de la magnitud del sacrificio que yo estaba haciendo al separarme de él, y se dedicaba a jugar ingenuamente con el resto de los niños del gurukula. En cambio a mi me dolió tanto ese hecho que tuve que ocultarme para que los devotos no me vieran llorando a moco tendido.

Recientemente en El Tambor Rugiente apareció una nota donde se informa de los planes para demoler el edificio del gurukula de Vrindavan, y en su lugar construir un centro financiero. Nosotros teníamos tanta fe en Srila Prabhupada, que cualquier instrucción que él nos daba, por difícil que fuera, la ejecutábamos gozosamente; pero actualmente no confiamos en los líderes de ISKCON. Yo a nadie le recomendaría que envíe a sus hijos a estudiar al gurukula. En México afortunadamente el gurukula hace mucho tiempo que dejó de existir. Sin embargo, eso significa que ISKCON no tiene ningún futuro, pues Srila Prabhupada solía decir que los predicadores del futuro serían los niños del gurukula.

LOS FAMOSOS DONATIVOS DE GOPAL KRISHNA

En un significado de El Bhagavad-gita Tal Como Es, Srila Prabhupada dice que el devoto no mendiga sino que vive de su labor honesta. Sin embargo, en dos ocasiones Gopal Krishna Goswami me abordó llegando al aeropuerto de Nueva Delhi y sin ningún preámbulo me pidió que le diera algún donativo para el templo de Vrindavan. Poco tiempo después supe que pedir donativos es el deporte favorito de Gopal Krishna, y que sus discípulos tienen que trabajar arduamente para pagar los elevados recibos telefónicos del Swami.

Srila Prabhupada se dedicaba a predicar, no a solicitar donativos, y sin embargo los donativos venían por sí solos. Muchos de los líderes de ISKCON no siguen la guía que Srila Prabhupada ofrece en El Bhagavad-gita Tal Como Es, respecto a asuntos financieros. En una ocasión, yo no podía conciliar el sueño pues sentía mucha ansiedad debido a algunos compromisos financieros. Abrí al azar El Bhagavad=gita Tal Como Es, y encontré una cita donde Srila Prabhupada dice que no es bueno utilizar nuestra inteligencia en asuntos financieros, que la inteligencia debe usarse para fines más elevados, y uno de esos fines es comprender que Krishna es nuestro padre eterno, y que Él está pendiente de nosotros. Cerré El Bhagavad-gita e inmediatamente concilié el sueño.

SRILA PRABHUPADA Y LAS FINANZAS

Srila Prabhupada enfatizó la prédica y tuvo mucho éxito en las finanzas. En cambio sus discípulos están muy preocupados por las finanzas a expensas de la prédica auténtica y pura. En la biografía de Srila Prabhupada de Satsarupa Maharaj se narra que en cierta ocasión Syamasundara das le dijo a Srila Prabhupada que planeaba viajar a Africa a buscar diamantes.

Srila Prabhupada le respondió: “El verdadero diamante es la conciencia de Krishna; no hay necesidad de viajar a Africa a buscar diamantes.” Syamasundara das, al igual que ahora Bhakti Caru, han desertado de las enseñanzas de Srila Prabhupada para buscar riqueza material. Eso demuestra que tienen, y tenemos, anarthas materiales completamente arraigados en la más profundo de nuestro ser. Los principales líderes de ISKCON han desertado la misión de su maestro espiritual en pos de la riqueza material. Eso demuestra que aún no hemos asimilado las enseñanzas de El Bhagavad-gita Tal Como Es.

LA SEGUNDA CONCLUSION DE R.K.

“Distanciarse de ISKCON y no colaborar económicamente con la institución hasta que se establezca un sistema de controles y supervisión (“Checks and balances”) que garantice la transparencia de los recursos.”

Espero que R.K. no le esté dando aun el beneficio de la duda a ISKCON, pues el ISKCON de Srila Prabhupada está acabado desde hace muchos años. Muchos nos dimos cuenta de eso desde hace mucho tiempo, y abandonamos esa institución para buscar refugio en misiones de la Gaudiya Math. Otros devotos leen los libros de Srila Prabhupada, siguen hasta donde pueden los principios que él nos enseñó, y se asocian en forma privada con otros devotos.

Mientras tanto, ISKCON se ha convertido en una franquicia para hacer negocios. En una ocasión me encontraba con Paramadwaiti Swami y los devotos de Vrinda en Srivas Anga, el asrama donde Caitanya Mahaprabhu celebraba Sus kirtanes extáticos en compañía de sus asociados más íntimos. Estando allí, me tocó ver pasar aproximadamente 20 buses repletos de devotos de ISKCON que se dirigían al aeropuerto de Calcuta.

Me quedé completamente a-no-na-da-do. La tarea que hizo Srila Prabhupada es completamente inexplicable. En Calcuta abordé un avión de Indian Airlines, en el cual viajaban muchos de los mismos devotos occidentales que habían estado en los buses que ví pasar por Srivas Anga.

La escena era impresionante, no se trataba ya de aquellos jóvenes revolucionarios que participaron en la primera época de ISKCON. Se trataba de jóvenes ejecutivos vestidos de sadhus. No estaban completamente rapados como en otros tiempos; ahora lucían como ejecutivos vestidos a la usanza hindú. Todos traían sus adminículos para guardar su laksmi, cámaras fotográficas, y teléfonos digitales inteligentes. No vi brahmacaries ni sannyasis; la mayoría eran grihastas, o esa empresarios sadhus o sadhus empresarios. Se trataba de una nueva generación de devotos que poco tienen que ver con la renunciación que predicó Srila Prabhupada. Ellos siguen el ejemplo de sus líderes empresarios hindúes --como Bhakti-charu Swami o Gopal Krishna Goswami-- para volverse empresarios pseudo-hindúes al servicio de ellos.

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