lunes, abril 25, 2011

Consejo a Sacinandana Swami

[Publicamos recientemente en El Tambor una reseña que hizo Sacinandana Swami sobre los últimos momentos en la vida de su discípula y secretaria Sadanandi dasi.

Allí Sacinandana incluye una "meditación espiritual" en la que supuestamente va a Goloka Vrindavan a interceder por su discípula ante la Pareja Divina. En El Tambor descartamos semejante relato por zonzo, protagónico, falso e indiscreto.

Una persona con un sentimiento devocional íntimo real no anda publicándolo y abaratándolo en la internet como si fuera objeto de consumo masivo, para ganar prestigio y distinción. Un McÉxtasis no es una verdadera experiencia espiritual.

Para entender la actitud correcta relativa a las meditaciones espirituales auténticas, sin caer en el despliegue comercial barato que impera en Iskcon, debemos recurrir a fuentes autoritativas que nos ayuden a distinguir la farsa de la realidad.

Por tal motivo, presentamos aquí un pasaje del libro "Mathura se encuentra con Vrindavan" de Sri Gour Govinda Maharaja.

Traducción: Aniruddha das.]


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No Reveles
Tus Realizaciones

por Sri Gour Govinda Swami

El éxtasis de Mukunda

Khandavasi Mukunda Das era el médico en la corte de un bahadasa, un jeque musulmán, pero dicha ocupación era sólo una circunstancia externa. El corazón de Mukunda Das siempre estaba absorto en los pies de loto de Krishna. Él siempre estaba pensando en Krishna. Mukunda Das era un devoto muy querido de Krishna porque él es Vrinda-devi en el krsna-lila.

Una vez Mukunda Das estaba sentado en una silla delante del bahadasa, el jeque musulmán. Mukunda Das le estaba recetando unos medicamentos. Entre ellos platicaban de enfermedades y cómo estas debían tratarse. Justo en ese momento un sirviente del bahadasa entró con un parasol hecho con plumas de pavo real y lo colocó encima de la cabeza del jeque. Tan pronto como Mukunda Das vio una de las plumas del entramado del parasol, se sobrecogió de éxtasis porque la pluma de pavo real lo hizo recordar a Krishna. Únicamente Krishna luce una pluma de pavo real [en la parte central de la frente]. Ninguno más se pone una pluma de pavo real. Tan pronto como vio el parasol, el sobrecogimiento de éxtasis de Mukunda Das fue de tal magnitud que se desmayó y se desplomó al piso tras resbalar de la silla. El bahadasa pensó: “¿Qué le sucedió a este vaidya, médico? Puede que la muerte lo haya sorprendido”. El jeque musulmán se levantó de su asiento y roció agua en la cara de Mukunda. Momentos después Mukunda Das recobró la conciencia. Entonces el bahadasa le preguntó: “¿Qué te pasó? ¿Por qué te caíste de la silla? Puede que te hayas lastimado seriamente”.

Mukunda respondió: “No, bahadasa, no me lastime seriamente”.

“Oh, mi señor, yo tengo una enfermedad, mrgi-vyadhi. Ocasionalmente la cabeza me empieza a dar vueltas y caigo al suelo. Eso es todo”.

Pero esa explicación no era la verdad. Cuando Mukunda Das vio la pluma de pavo real, su krsna-prema, su amor por Krishna, se hinchió. Él se colmó de tanto éxtasis que no pudo contenerse. Se olvidó de sí mismo y cayó inconsciente debido al éxtasis.

Mantenlas ocultas

Mukunda no habló abiertamente ante el bahadasa de sus síntomas extáticos. Más bien atribuyó su caída a mrgi-vyadhi, epilespsia. Eso es lo correcto. Se dice: no le cuentes a los demás las vivencias de tu bhajana-siddhi. No se las digas a nadie. Mantenlas ocultas dentro de ti. Es un asunto muy confidencial. Si tú llegas a percibir una perfección en tu bhajana, no se la cuentes a otros. Si tú la relatas, perderás potencia y desarrollarás orgullo. La gente dirá: “¡Oh, es un devoto muy excelso!” Entonces demandarás respeto. ¿Cómo puedes volverte amani manada? ¿Cómo puedes ofrecer respetos a todo el mundo? Todos dirán: “¡Oh, él es un gran sadhu! ¡Ha alcanzado esa perfección en particular!” Entonces perderás potencia y ya no podrás ejecutar hari-bhajana. Bhaktivinode Thakur dice en Kalyana-kalpataru (3.2.9):

ami to vaisnava´.....e buddhi hoile,
amani na ho´ bo ami
pratisthasa asi´.....hrdoy dusibe
hoibo niraya-gami

Si pienso: “Soy vaisnava”, empezaré a exigir respeto de los demás. Y si los deseos de tener fama y reputación contaminan mi corazón, entonces seguramente descenderé a una vida infernal.

La enseñanza de Mahaprabhu es:

trnad api sunicena taror iva sahisnuna
amanina manadena-kirtaniyah sada harih

La persona que piensa que es más bajo que una brizna de pasto, que es más tolerante que un árbol, y que no espera honores de nadie, sino que siempre está dispuesto a ofrecer toda clase de respetos a los demás, muy fácilmente puede cantar siempre el santo nombre del Señor.

Si el pensamiento: “Soy un gran vaisnava” entra en la mente, entonces no puedo volverme amani. No puedo ofrecer respeto a todo el mundo. Por el contrario, demandaré respeto. Entonces iré corriendo en pos de nombre, fama, prestigio y adoración. Consecuentemente mi corazón se contaminará y terminaré en el infierno. Un vaisnava nunca corre es pos de esto. Khandavasi Mukunda Das es un vaisnava ideal. Él le dijo al jeque musulmán: “No, no. Tengo una enfermedad, mrgi-vyadhi. Ocasionalmente la cabeza me empieza a dar vueltas y caigo al suelo”. Él dijo una mentira. Eso es lo correcto.

Esta es la actitud distintiva de un vaisnava. Un vaisnava es uttama, una persona sumamente elevada; sin embargo, cree que es más bajo que la bajeza. Vuélvete más humilde que una brizna de pasto tirada en la calle: ¡trnad api sunicena! El orgullo es una naturaleza demoníaca: garbha dambha abhimana. taror api sahisnuna: sé más tolerante que un árbol. amani manada: No demandes respeto. Ofrece respeto a todo el mundo, porque krsna adhisthana jani: Krishna está en el corazón como paramatma. Un sadhu-vaisnava genuino ofrece respeto a todo el mundo. Él es tan humilde que no le falta el respeto ni siquiera a una hormiga. Pero si alguien se jacta: “Oh, yo he tenido una vivencia; tengo tal o cual perfección. Tras ver una pluma de pavo real, yo inmediatamente me lleno de éxtasis. Krsna-prema hincha mi corazón y por esa razón me desmayo y caigo al suelo”.

“¡Oh, él es un sadhu muy excelso! ¡Tan elevado!” Como consecuencia demandarás respeto. Una persona así no inspira respeto sino lo demanda. Entonces perderás todo. Un vaisnava genuino no se comporta de esta manera. “No, no, no. Yo soy más bajo que la bajeza. No he hecho ningún avance. Soy un sinvergüenza, tonto y de lo más caído. Soy una persona de lo más pecadora y degradada”. Karivaj Goswami es la joya cimera de los paramahamsas. En el Caitanya-caritamrta él dice:

jagai madhai haite muñi se papistha
purisera kita haite muñi se laghistha

“Yo soy peor que un gusano que vive en el excremento. Soy más pecador que Jagai y Madhai. Por favor no pronuncien mi nombre porque si lo hacen, perderán todo lo auspicioso de sus vidas”. Esta es la actitud distintiva de un vaisnava.

En krsna-lila, Khandavasi Mukunda Das era Vrinda-gopi de Vrindavan. Ella tiene gopi-prema. Radha-prema, gopi-prema, es el prema más elevado. Mahaprabhu confiere ese prema a través del canto del santo nombre.

1 comentario:

astika das dijo...

Es importante que El Tambor publique notas como esta de No reveles tus realizaciones (El Extasis de Mukunda) de Sri Gour Govinda Swami pues trasmiten la verdadera concepción de la conciencia de Krishna. Es importante mencionar que las excelentes traducciones de Aniruddha Prabhu hacen aún más deleitables esos textos.
El texto El Extasis de Mukunda contrasta notablemente con el discurso disparatado de Paramadwaiti Swami Semillas bla, bla, bla, y con las visiones apocalípticas de Sacinandana Swami.