miércoles, enero 20, 2010
Chantajivan
por Lila Madhava das
He estado leyendo las notas en relación con Jagajivan --mejor conocido como "Chantajivan" en Argentina--, quien es realmente una persona repugnante. Les voy a contar un "pasatiempo" suyo comiquísimo, y que a la vez me permitió descubrir muchas cosas sobre estos seres que difícilmente podrían ser catalogados dentro de las 400,000 especies humanas.
Hace muchos años, cuando vivía en Mayapur, tuve un romance con una rusa que duró un par de años, hasta que pude comprender ciertas cosas de mí mismo, y posteriormente logré organizar mi mente inyectándole una mayor dosis de la modalidad de la bondad. Resulta que durante el tiempo que tuve esa relación sentimental con la rusa, sucedió algo muy interesante:
El Gita dice que con los apegos uno pierde la inteligencia, y eso nos pasó a la rusa y a mí como pareja. En una ocasión estábamos en la azotea del "long building" [el edificio largo], y nos empezamos a dar una serie de abrazos, besos y caricias indebidos. Al final terminamos cayéndonos completamente.
Luego de eso me surgió un atisbo de cordura que me ocasionó un sentimiento de culpa. Y se me ocurrió preguntarle a la rusa: "¿No sientes que hicimos algo errado?". Pero la maravillosa fémina me respondió lo siguiente para mi mayúscula sorpresa: "No te preocupes, mañana le doy tres vueltas a Tulasi, y ya está...". En ese momento me di cuenta de muchísimas cosas en relación con las mujeres de ese tipo, en relación con lo barato que tomamos el bhakti, y particularmente en relación con lo confundidos y desquiciados que podemos llegar a estar en concomitancia con todo: la vida, la filosofía, etc.
El caso no terminó allí. Un par de años después, en un paríkrama [recorrido de peregrinaje en un lugar santo] de Mayapur, me acerqué a Chantajivan sin saber absolutamente nada de su reciente matrimonio, pero sí de su divorcio --de labios de su ex-esposa paraguaya. Ella misma me contó detalladamente la situación, lo cual me sorprendió mucho ya que según ella no había una razón válida para que Chantajivan se divorciara de ella.
La cuestión es que me puse a charlar banalidades con Chantajivan en medio del parikrama, y le comenté lo siguiente al azar, justo luego de ver pasar a la rusa a unos 10 metros: "Es increíble cómo algunas mujeres son a veces tan rameras". A continuación le revelé sobre la caída libidinosa que tuve con la rusa en el "long building".
Le expliqué a Chantajivan que gracias a aquel incidente me di cuenta que cierta clase de mujeres --particularmente las adoctrinadas y las fanáticas-- no son de confianza en lo más mínimo. También le comenté de otras cositas que pasaron con la rusa. Lo que yo no entendía era porqué al Chantajivan se le retorcía la cara mientras escuchaba mi relato y mi análisis. Al terminar nuestra conversación simplemente me uní al kirtan para continuar con el paríkrama.
Al cabo de unas horas, un devoto me contó del reciente matrimonio de Chantajivan con esta mismísima rusa, mi otrora novia, y al atar cabos me dio un incontrolable ataque de risa que duró más de 30 minutos. Lo más cómico de todo es que esta rusa es la encargada principal de los ordenadores y la información de Jayapataka. No olviden que Chantajivan vendía ordenadores en Paraguay, por lo cual me resultó muy extraña esa unión.
Hay que tener presente que Chantajivan es armenio, una de las culturas más manipulativas del planeta Tierra. Al igual que Bhavananda, de repente volvió a Iskcon después de muchos años, como si nada hubiera pasado. Es como si les hubieran dicho: "Manténgase alejados unos años y luego regresen que los acogeremos con gusto. Nadie es más compasivo e indulgente que nosotros".
Luego de ese matrimonio inaudito, Chantajivan se ha dado libremente a la tarea de desvirtuar la filosofía de la conciencia de Krishna, el dharma, y el buen nombre de Srila Prabhupada. Es indignante la presencia de este personaje en los templos, ante la indolencia y la pasividad de "los devotos reunidos". Claro, mientras nadie sepa la verdad sobre personas como él, todos los considerarán grandes almas y discípulos de Srila Prabhupada.
Ellos también podrán seguir detentando los títulos que han conseguido a base de manipulaciones, para arruinar descaradamente la vida espiritual de todos aquellos que --luego de leer los libros de Srila Prabhupada-- se entregan a los templos con la intención de volverse aspirantes sinceros a sirvientes amorosos de Radha y Krishna.
La verdad es que conozco muy bien a esta rusa y también a Chantajivan, y sé que no se unieron por amor ni para recibir bendiciones. Aquí la finalidad fue otra. Tampoco olvidemos que quienes dispensan esas "bendiciones" no tienen en absoluto las cualidades ni la sustancia espiritual para bendecir a nadie con la energía correcta. Yo prefiero que ni se acerquen a mí, y mucho menos para darme "bendiciones".
Espero que esta nota agregue más luz al tema de Jagajivan. Le pido a los devotos sudamericanos, especialmente los antiguos, que envíen relatos de sus experiencias con el Chantajivan para que sean publicadas y todos lo puedan conocer mejor. Me despido desde Vrindavan implorando bendiciones para todos ustedes.
Etiquetas:
Gurus de ISKCON,
Jagajivana das,
Lila Madhava das
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
que tal quemada! he comprobado que muchisismos devotos leen este blog y me imagino que el chanta de jagajivan tambien se habra enterado que existe y habra leido ya estos articulos. Que sentis che? Esta claro que nada de lo que se dice de vos ni de la historia que cuenta este devoto es mentira. Quien podria inventarse algo asi? Ademas tu caso en iskcon es historico, asi que ahora estas pagando las reacciones de todas tus fechorias con esta magnifica exposicion de tu vida y obra. Sufri que asi al menos algo te vas a purificar querido ... y anda a lavar pisos en algun templo y quizas los vaishnavas te tiren alguna bendicion por ahi
la voz de tu conciencia ....
Publicar un comentario