viernes, febrero 25, 2011
Click: Jaya Paramadvaiti
por Radha Krishna das
No es que queramos hablar y seguir hablando de Paramadvaiti todo el tiempo. Quisiéramos estar en este momento abarcando otros temas muy importantes. Pero el tema de Paramadvaiti sigue y sigue, como el conejito Energizer, que nunca se detiene.
Ahora nos llegó la foto que les presentamos aquí. Aunque ustedes no lo crean, es una murti, una auténtica murti, una maravillosa murti de Paramadvaiti Swami.
Si se fijan con detalle, la extática murti incluye sus lentes de loto, su barba de loto, su cabello de loto, una gran flor de loto de loto, un pie de loto al descubierto para tener extra mercy, y la abultada forma de loto de Paramadvaiti, llantitas de loto y todo, para nuestro deleite espiritual.
Esta murti está instalada en Ecuador, en una finca del consorcio Vrinda llamada Premadham, localizada en Pambo, cerca de Quito. La murti es reverenciada allí, y quienes reciben su "dharsan" se sienten muy afortunados.
El pie derecho de loto, con dedo gordo de loto.
Yo voy a esperar a que salga una versión de la murti en fibra de vidrio, para adquirir una y darme un agasajo diario con su presencia. ¿Y qué viene después? ¿Una murti de Atulananda?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
jajajajajajaja que murti! a donde llega la ridiculez. Esa finca en Puembo dizque es de una sannyasina de Paramadvaiti que anda diciendo que el es su esposo espiritual jijijiji. ESta sannyasina o maharani está como pinochada,es dueña de esa finca de ricos donde el swami tiene una suite de lujo, hay que ver tambien como son los o las renunciantes en Vrinda!
Como todo lo hecho en Vrinda la murti de Paramadvaiti es de muy mala calidad. Aunque la tradición de la gaudiya math es instalar la deidad del acharya una vez que este entra en su nitya-lila (en este caso algo imposible), los vrindas insisten en crear sus propios estándares, que sin duda - dentro de su mente enferma - superan a los entregados por los devotos puros. Otra desviación más que añadir a la extensa lista.
Este murti, que más parece una caricatura, representa claramente la naturaleza y enseñanzas de Srila Paramadvaiti Maharaja. En lugar de una japa en su mano derecha - como suele ser es común en las deidades de los gurus - sostiene una flor gigante (hasta en su forma de murti especulando), que tal vez representa lo único que puede ofrecer a sus fieles: la buena onda, o "amor y devoción" como le llaman ellos. Le tallaron hasta su imlitala, pero al parecer la japa se les quedó en la casa, para variar.
Efectivamente, maharaj Paramadwaiti y toda su parafernalia son todo un fenómeno kitsh de la devoción. Cuando Susan Sontang, la gurudeva de la crítica norteamericana definió lo camp dijo: hay cosas malas, y otras que de tan malas resultan buenas,eso es el camp. Aquellas cosas que de tan malas resultan buenas. Por ejemplo las películas mexicanas de Juan Orol, o en el terreno de la devoción las puntadas de Bhakti Aloka Paramadwaiti Swami y de gurudeva Atulananda.
Publicar un comentario