IMAGEN DE GURUKRIPA DAS, POR VRINDAVAN LILA DASI
por Bhakta das / Gurukripa das
(El 4 de febrero apareció en el «Sampradaya Sun» una entrevista que Bhakta das le hizo a Gurukripa das sobre los últimos meses de la vida de Srila Prabhupada, y lo que aconteció después. Gurukripa era entonces un sannyasi y GBC en India. Anteriormente él había organizado el grupo de brahmacaris llamado Nama Hatta, que recaudó por todo el mundo los fondos para construir Mayapura y Vrndavana.
Pero Gurukripa no es un santito. Es de carácter rudo. Luego de que Srila Prabhupada dejó este mundo, él abandonó sus votos de sannyasi y tuvo problemas recurrentes con las drogas. Además, muchos criticaron las técnicas usadas para recaudar los fondos de construcción, pues ocasionaron gran molestia entre el público de Japón y le dieron una imagen mala a ISKCON.
A pesar de lo anterior, lo que dice aquí Gurukripa no pierde su validez. Los hechos están allí, y las observaciones que hace sobre el tema de los gurus son irrefutables. Algunos dirán: "¿Cómo el caído de Gurukripa puede tener más razón que yo, un ser iluminado?".)
OTRO PUNTO DE VISTA, DE GURUKRIPA PRABHU
Queridos Prabhus: Gurukripa está aquí conmigo y a nombre de él estoy escribiendo esto.
Pregunta: ¿Qué pasó en los meses finales de la presencia de Srila Prabhupada con respecto al proceso para iniciar devotos nuevos?
Gurukripa: No pasó nada. Al principio Srila Prabhupada hacía el diksa, el yajna y daba los nombres. Cuando aumentaron los números le autorizó al GBC y a los sannyasis mayores para que seleccionaran los nombres y cantaran en las cuentas, etc. Durante mayo, junio y julio de 1977 yo estuve en Vrindavan con Srila Prabhupada dándole su masaje en cama, de la 1 AM al mangala aratik. Durante el día llegaban muchas cartas. Satsvarupa Swami era el secretario y decidimos que sólo le leeríamos a Srila Prabhupada las cartas que lo alegraran —como las cantidades de libros vendidos, etc. Le leíamos a Srila Prabhupada un máximo de cinco cartas al día.
Luego de algunas semanas se juntaron montañas de cartas, todas relacionadas con las iniciaciones. Cientos de individuos sentían pánico que Srila Prabhupada fuera a dejar el planeta antes de que recibieran la iniciación. Satsvarupa, Tamal, yo, y quizá otros, le explicamos la situación a Srila Prabhupada en su habitación.
Hasta ese momento era claro que nosotros estábamos ejecutando las iniciaciones, pero primero pedíamos permiso. Srila Prabhupada NUNCA rechazó ninguna recomendación proveniente de su gente mayor. Personalmente, yo a veces alegaba con algunos GBCs que la estaban otorgando muy fácilmente.
Srila Prabhupada dijo básicamente en esta reunión: “En adelante, si creen que están listos [los devotos nuevos], pueden dar la iniciación en mi nombre. Lo entendí como lo que era: Simplemente ampliar la autoridad un poco más que antes. Tamal Krishna Swami empezó a decir: “¿Pero quién lo hará? ¿Qué devotos harán esto?”. Srila Prabhupada dijo: “El más cercano lo hará. Quien esté más cerca”. Tamal dijo: “¿Puede ser Bhavananda? ¿Puede ser Jayapataka?”. Así surgieron los once nombres.
Pregunta: ¿Por qué no estás en la lista de los once?
Gurukripa: Porque no importaba. Srila Prabhupada dijo que quien estuviera más cerca. Yo ya lo estaba haciendo, y Srila Prabhupada nunca me dijo a mí ni a otros que no estaban en la lista, que dejáramos de hacerlo. Pero para mí esto no era muy relevante porque yo estaba trabajando en Japón, y no teníamos nuevos devotos para iniciar.
Tamal Krishna Swami hizo personalmente esta lista de nombres y Srila Prabhupada firmó la carta. Pero ellos sólo eran sacerdotes que iban actuar en nombre de Srila Prabhupada. Tamal preguntó sobre Bhavananda, quien entonces no era ni presidente de templo ni GBC. Y todos conocían bien sus tendencias homosexuales. Pero Tamal lo promovió porque ya estaba planeando cómo tomar el poder cuando Srila Prabhupada se hubiera ido.
Pregunta: ¿Cómo se volvió Tamal Krishna Swami tan influyente para entonces?
Gurukripa: El servicio original de Tamal fue como GBC en India. Dejó ese servicio sin permiso para irse a Estados Unidos. En menos de un año los presidentes de los templos le presentaron una gran queja a Srila Prabhupada, que él estaba perturbando los templos llevándose a gente importante. Yo estaba en la habitación cuando Srila Prabhupada le dijo a Tamal que se fuera a China. Los recuerdos de Hari Sauri sobre este incidente no son exactos. De todos modos, esa es otra historia.
Tamal fue a Nueva York para prepararse para ir a China. Y en mayo de 1976 apareció destrozado en Honolulu, vestido de traje. No podía conseguir visa para ir a China, no tenía un servicio en India, y no podía regresar a Estados Unidos —y por eso estaba muy deprimido. Uno o dos días después Srila Prabhupada nos llamó a Tamal y a mí como a las 00:30 horas. Él dijo: “Mis pies se están hinchando, mis dientes se están aflojando, tengo que orinar muy seguido. Estas son las primera señales de que la muerte se acerca”. Entonces nos mandó de nuevo a dormir. Al día siguiente TKG se ofreció de voluntario como secretario de Srila Prabhupada, pues nadie estaba haciendo ese servicio. Desde esa posición él podía controlar y manipular el ambiente alrededor de Srila Prabhupada. Puedo escribir muchas historias más que impactarán a la gente sobre la naturaleza tan ambiciosa de TKG, y su deseo de quedarse con el puesto de Srila Prabhupada.
Después de que Srila Prabhupada nos dejó en noviembre de 1977, me quedé en Vrindavan hasta Gour Purnima 1978, y durante esos tres o cuatro meses no hubo discusión alguna sobre gurus, porque la última instrucción de Srila Prabhupada —o como los rtviks la llaman, “La orden Final”— fue que: “Ya hemos construido la estructura. No es necesario tratar de expandirse más. Será suficiente si podemos conservar a nuestra gente e incrementar el canto y el escuchar. Ahora debemos sentarnos a cantar y escuchar”.
Durante estos meses, que yo escuchara, NO SE HABLÓ de iniciaciones ni en Vrindavan ni en Mumbai. Si Srila Prabhupada nombró maestros espirituales a estos once, ¿por qué no empezaron a iniciar de inmediato? ¡Es porque todos ellos sabían bien que nunca fueron designados! Conocíamos la filosofía, qué es tattva darshi y qué es Saksad Hari… pero a puertas cerradas se estaba cocinando un complot. En la reunión del GBC de 1978 se abordó el tema de las iniciaciones y parece que ellos ya habían concluido que iban a proceder y decir que habían sido designados. Harikesh estaba sentado junto a mí [Gurukripa también era un GBC] y le pregunté: “¿Cómo vas a permitir que la gente te llame paramahamsa? Tú no eres una alma realizada, eres pura mierda”. Se volteó hacia mí con una sonrisa arrogante y dijo: “¿Qué vas a hacer al respecto?”. Esto es básicamente lo que pasó. Ninguno de nosotros pudo hacer nada después.
En Janmastami de 1978 Tamal Krishna Goswami fue a Vrindavan a darle sannyasa diksa a Bhagavan. Yo era entonces el GBC de Vrindavan. TKG llamó de Delhi y demandó guirnaldas de flores y una gran recepción de bienvenida en el templo, con vyasasanas para que ellos se sentaran. Les dije que este es el templo de Srila Prabhupada y que todos se pueden sentar en el suelo. Cuando llegaron no les di la recepción que esperaban, y la mañana siguiente —en «Bhagavatam»— Bhagavan metió su política en la clase. Fui con él y le dije que si vuelves a hacer esto, meter política en la clase del «Bhagavatam», nunca podrás hablar de nuevo en ningún templo que yo administre. Ese día, Bhavananda, TKG y Bhagavan me pidieron que tuviera una reunión con ellos en la Casa de Huéspedes. Cuando llegué me preguntaron: “¿Por qué haces olas? No causes problemas con este asunto del nombramiento de gurus y te haremos el doceavo guru en la próxima reunión de Mayapur”. Les dije que Prabhupada no hizo guru a nadie, pues debes seru una alma realizada. Me dijeron que se ha hablado que hiciste ciertas cosas en Japón y que por eso Prabhupada no te designó a ti. Les dije que ahora se están creyendo sus propias mentiras. Quedaron en silencio. Bhavananda trató de hablar. Le dije que se callara porque era un homosexual que nunca había hecho servicio, y que había estado viviendo a costa del dinero que yo había recabado y enviado a Mayapura para la construcción.
Pregunta: ¿Cómo se volvieron todos gurus si Srila Prabhupada no los hizo gurus?
Gurukripa: Si Srila Prabhupada hubiera visto que alguno de nosotros fuese capaz, hubiera designado a esa persona o personas, pero él no mencionó que alguno fuera competente. Su Divina Gracia B.V. Puri Maharaja —de quien Srila Prabhupáda dijo “es el único hermano espiritual que no tiene envidia de mí”— le pidió a Srila Prabhupada: “Por favor quédate otros 8 o 10 años con estos chicos”. La respuesta de Srila Prabhupada fue: “Todos ellos son testarudos; ya hice lo que pude”.
Srila Prabhupada dijo muchas veces: “Puedo quedarme 100 años”, pero se fue después de 81 y algunos meses.
En la reunión del GBC de 1978 me callaron a gritos, y ya habían decidido una solución. Así sería el futuro de ISKCON.
(Continúará)
No hay comentarios:
Publicar un comentario