lunes, octubre 31, 2011

Srila Prabhupada: Pasatiempos finales 2


[Continúa aquí un relato sobre los días finales de Srila Prabhupada. En 1977 no había internet, ni mails, ni tweeter, ni nada por el estilo, y las llamadas telefónicas eran muy caras. El principal medio interno de comunicación de Iskcon era el correo.

Por ejemplo, por correo llegaban a todos los templos los resultados de sankirtan, del programa de bhaktas, y su estado de cuenta particular con el BBT. También por correo es que los templos se mantenían informados durante 1977 sobre el estado de salud de Srila Prabhupada, y se enteraron sobre el sistema ritvik que implantó, su testamento, etc.

Muchos de los pasajes presentados en esta narración estuvieron llegando regularmente a los templos por correo durante esos meses de 1977, como parte de un sistema para mantenerlos informados sobre el estado de Srila Prabhupada. Los informes llegaban a los pocos días de que ocurrían, y los devotos sabían sobre la condición de nuestro maestro con cierta demora que los mantenía expectantes sobre el destino de Srila Prabhupada.]

Una vez Niskiñcana Krsnadas Babaji, BV Puri Maharaja, Asrama Maharajá, Anada Prabhu, Purusottama Brahmacari y alrededor de veinte más, llegaron y se sentaron junto a la cama de Srila Prabhupada.

Él estaba descansando cuando llegaron y se unieron al kirtana hasta que despertó. Cuando los vio, pidió que lo incorporaran. Sentado en el centro de su cama con todos sus hermanos espirituales alrededor de él, se dirigió a ellos:

“En todo el mundo existe un hermoso campo para predicar la conciencia de Krishna --dijo--. A mí no me importó si tenía éxito o no. Las personas están deseosas de aceptar. También todas lo aceptan. Si predicamos juntos, el dicho de Mahaprabhu, prtivite, se volverá realidad. Tenemos todo. Difundan el Santo Nombre y distribuyan el prasadam. Existe un hermoso campo. En África, en Rusia, en todas partes lo están aceptando”.

Cuando Srila Prabhupada comenzó a pedirles a sus hermanos espirituales que lo perdonaran, ellos protestaron. “Usted es el guía eterno --uno de ellos le aseguró--. Usted nos gobierna, nos guía y nos castiga”.

“Perdonen todas mis ofensas --repitió Srila Prabhupada--; me volví orgulloso por toda mi opulencia”.

Puri Maharaja dijo: "No, usted nunca se volvió orgulloso. Cuando comenzó a predicar, la opulencia y el éxito le siguieron. Ésa fue la bendición de Sri Chaitanya Mahaprabhu y de Sri Krishna. Ni mencione que pudiera haber ofendido a alguien”.

Cuando Srila Prabhupada se presentó como maha-patita, grandemente caído, Puri Maharaja no lo acepto. “Usted ha salvado a millones de personas en todo el mundo --dijo--, por lo tanto, ni mencione las ofensas. Pero sí le deberían llamar maha-patita-pavana (el gran salvador de los caídos)".

9 de octubre de 1977.- El pulso de Srila Prabhupada va más lento y se ha debilitado un poco, en la mañana estaba escuchando a Guru Krpa Swami dirigiendo el kirtana y cantaba: “Yasomatinandana Yasodanandana”, y de inmediato procedió con: “Yasomatinandana braja bara nagara” y Srila Prabhupada sonrió. Ahora está demasiado débil, incluso para sentarse en su palanquín e ir a recibir darsana de las Deidades, esta mañana lo único que tomó fueron tres cucharadas de caranamrita y rechazó cualquier otra cosa, cuando se le preguntó si bebería algo, dijo: “Beberé harinama amiya vilasa”, y sonrió plenamente.

Más tarde se encontraba hablando con Tamal Krishna, Brahmananda y Guru Krpa swamis, y citó un verso: nivrtta-tarsair upagiyamanad, diciendo que esto (el hari kirtana) es bhavausadhi, que significa medicina, y caranamrita es la dieta. Sonrió diciendo: “Dieta y medicina, dependeré de ello”.

Más tarde como a las 12:30, Upendra trató de persuadirlo para que bebiera algo, pero él no lo hizo, a pesar de que le explicó que si no bebía algo se deshidrataría. Srila Prabhupada respondió: “No siento ningún inconveniente”. Después que el discípulo salió, él se dirigió a otro de sus sirvientes: “Temo por la tos”. Cuando se le preguntó si quería agua, se quedó pensando un momento y entonces respondió: “Discutan entre ustedes y decidan que quieren que haga”. “¿Es acerca de su recuperación, Srila Prabhupada?”, y él dijo: “No quiero”. “¿No quiere recobrarse Srila Prabhupada?”, a lo que contestó: “Así es”.

Después como a la 1:30, Srila Prabhupada mandó llamar a Tamal Krishna y unos cuántos de nosotros entramos y nos sentamos alrededor de su cama, su voz era muy débil, y comenzó así: “Si quiero sobrevivir por supuesto que tendré que tomar algo; no es posible sobrevivir sin tomar alimento. Pero mi sobrevivencia significa tantas complicaciones, una tras otra; por consiguiente, he decidido morir apaciblemente en Vrindavana”. Todos estábamos desconcertados y no pudimos decir nada; su voz se fue desvaneciendo poco a poco, y nosotros lo mirábamos muy azorados, mientras se encontraba acostado frente a nosotros y con los ojos cerrados.

Después de algunos minutos él escuchó sollozar a un devoto; volteó y dijo: “¿Por qué quieren que viva?", y continuó después de una pausa: “Si quiero morir, este es el camino de una muerte tranquila”. Algunos devotos comenzaron a llorar, entonces Tamal Krishna le dijo a Srila Prabhupada que saldría por unos minutos para discutirlo, y él le contestó: “Sí, discutan. Ellos quieren que yo sobreviva, yo quiero morir en paz, no puedo hacer milagros; al cuerpo físico se le tiene que mantener, si es que he de sobrevivir, pero sin tomar alimentos, ¿cómo puede continuar el cuerpo físico?, eso es fanatismo”.

Después de una larga pausa, Tamal Krishna dijo: “Todo está en las manos de Krishna, Srila Prabhupada”. Hubo otra larga pausa; él yacía con sus ojos cerrados, y ocasionalmente hacía un sonido como: “mmm, mmm”. Después de dos o tres minutos, abrió sus ojos mirando hacia nosotros y habló: “Krishna quiere como yo guste, Krishna me ha dado completa libertad”, lo dijo de tal manera, como si nos estuviera diciendo que ahora la alternativa era suya, ya nos había dicho previamente que ya sea vida o muerte, a él no le importaba, pero ahora nos estaba dando una alternativa.

Sin embargo, en ese momento aún nadie había apreciado el significado de eso, y otro devoto dijo: “Ya sea que viva o muera, usted siempre será el sirviente de Krishhna, Srila Prabhupada, y nosotros estaremos con usted porque seguiremos sus instrucciones”. Y él respondió: “Ya sea que viva o muera, siempre seré el sirviente de Krishna. Si Brahmananda me ha asegurado que este movimiento continuará, entonces mejor déjenme morir tranquilo”. Unos minutos más tarde, mientras Hamsaduta Maharaj estaba cantando, Srila Prabhupada pidió que se cantara especialmente un verso de las oraciones Cintamani (Br.S.): Advaitam acyutam anadim ananta-rupam, junto con Yasomatinandana y el mantra Hare Krishna.

Vrindavan, 1977. De parikrama, en su palanquín.

Después de algunos minutos, el cuarto gradualmente se fue desalojando, entonces hubo una reunión de los GBC y sannyasis, donde se discutió lo que Srila Prabhupada había dicho. Hasta este momento, todos estábamos convencidos de que él iba a partir y que no había posibilidad de que se recuperara, pero de pronto el humor cambió, uno por uno empezamos a estar de acuerdo que deberíamos entrar y pedirle que por favor se quedara con nosotros. Él pedía una razón y esta fue que aún no había terminado el Srimad-Bhagavatam y que todavía quedaba mucho trabajo por hacer. Se le pidió a Kirtanananda Maharaj que presentara todo ante Srila Prabhupada y le suplicara que por favor permaneciera con nosotros.

Después de algunos minutos, entramos a verlo. Él se encontraba acostado con mucha tranquilidad y todos nos situamos alrededor de su cama; Kirtanananda Maharaj se dirigió hacia él, pero a medida que se le acercaba más, fue sobrecogido por la emoción y estalló en sollozos al lado de la cama de Srila Prabhupada, nadie pudo decir nada, todo era tan increíblemente intenso…. Todos estábamos esperando a que Kirtanananda Swami hablara, Srila Prabhupada esperó uno o dos minutos y entonces puso su mano sobre su cabeza y le dio una palmada, diciendo: “¿Qué desean?”. Después de otro minuto Kirtanananda recobró un poco el control, levantó la cabeza y miró a Srila Prabhupada: “Si Krishna le permite elegir, por favor no se vaya, nosotros le necesitamos”, y entonces otra vez estalló en sollozos. Srila Prabhupada escuchó sin moverse y después levantó su mano en el aire y la movió de lado a lado para señalar a todos los devotos: “¿Es entonces esta su opinión conjunta, ya lo han discutido?”.

Brahmananda Swami continuó: “Nos hemos reunido todos, Srila Prabhupada, queremos que se quede y que dirija este movimiento y que termine el Srimad-Bhagavatam, hemos dicho que debe permanecer por lo menos otros diez años, únicamente ha hecho el cincuenta por ciento del trabajo”. Otra vez hubo silencio y él permanecía muy callado con sus ojos cerrados y en ocasiones hacía un fuerte “Mmm”, como si estuviera considerando nuestra propuesta, todos permanecíamos en suspenso, sin poder apartar nuestros ojos de su rostro y sin poder hablar o hacer ninguna otra cosa más que mirarlo muy atentamente. Entonces con sus ojos aun cerrados empezó a bostezar, al tiempo que su boca se abría y sus dientes de oro se mostraban, dijo: “Está bien”, esta fue la decisión más casual totalmente jamás hecha sobre la vida o la muerte.

En ese instante, todos entendimos la posición supremamente independiente de Srila Prabhupada, él se podía ir o quedar, como eligiera; todos habíamos empezado a pensar que su partida era inevitable, pero con un simple bostezo: “Está bien”, como si fuera la cosa menos importante del mundo, él se quedaba. Inmediatamente, todos soltamos una pequeña sonrisa nerviosa, aliviados y gozosos por la decisión de Srila Prabhupada, pero aún pensando que esto no fuera lo correcto que habría de hacerse en tal situación tan intensa. Entonces él volteó y dijo: “Denme algo de beber”. “¡Jaya Prabhupada!”, cantamos todos, ahora lo había confirmado y se sintió un alivio en todas partes, después comentó: “Ese es verdadero afecto”.

A partir de ese momento, todo cambió totalmente, la atmósfera se transformó sin tensión y feliz otra vez; los devotos estaban gozosos de que Srila Prabhupada aceptó permanecer con nosotros, incluso pidió que se le trajeran algunas fresas y nos dijo que después comería algo, al cabo de una pequeña discusión, él terminó todo y finalmente comentó: “Está bien, pero el canto no debe parar, las cosas deberán continuar de una manera natural”, y se dispuso a descansar.

Desde ese momento, Srila Prabhupada ha empezado otra vez a tratar de mantener su cuerpo y de mejorar su salud, regularmente ha estado tomando jugos de frutas como el de uva, también mezclados con glucosa y ha aumentado su prédica. Esa noche Yasodanandana Swami estaba cantando el Brahma-Samhita para Srila Prabhupada y este lo detuvo y empezó a predicar: “Ese será nuestro excelente logro, esta es nuestra misión, todo lo que tenemos, enséñenlo a los demás. Sufrimiento, todo el mundo está lleno de él”. “¿Recitaste estos versos en Fiji?”, él respondió que sí y Srila Prabhupada le preguntó que si los habían apreciado y la respuesta fue otra vez: sí.

Entonces Srila Prabhupada prosiguió: “El gurukula es para este propósito, enséñenles y dejen que ellos vayan alrededor del mundo a enseñar, durlabha manava-janma satsanghe taraha e bhava-sindhu re. Esta es nuestra misión”. Después mencionó un verso del Sri Upanisad: "kurvann eveha karmani jivivisec chatam samaha: cuántas cosas tenemos que hacer para predicar, para enseñar, vivir cientos de años, eso es jijivisec”. Habló acerca de los buenos reportes que había recibido de Teherán y comentó: “Cualquiera puede aceptarlo si es realmente un caballero, así que tenemos este Gurukula, una buena oportunidad para educar a futuros predicadores, prepararlos y enviarlos fuera, qué trabajo tan tremendo tenemos que efectuar, es ilimitado”. Tamal Krishna añadió: “Y usted nos tiene que guiar Srila Prabhupada”, y él respondió: “Sí, yo estoy dispuesto siempre y cuando Krishna me lo permita”.

Tamal Krishna mencionó cómo previamente habíamos estado comentando qué tan excelente devoto era, tan fiel, que Krishna le había dado la libertad de hacer lo que él quisiera, debido a que Krishna sabe que Srila Prabhupada haría todo por Él. Srila Prabhupada continuó después de una pequeña pausa: “Visaya significa actividad material, por un lado es visaya-cadiya, uno tiene que abandonar las actividades materiales y ocuparse en Conciencia de Krishna. Esta es una parte, y por el otro lado, mi Guru Maharaj dice: Krishna sarviyaha anukule visaya boliya taha haya bule, cualquier cosa que es favorable para Krishna seva, si abandonamos tal cosa como visaya, eso es un error”.

Tamal Krishna Maharaj comentó: “Por lo tanto, su vida Srila Prabhupada, es la cosa más favorable en este mundo para propagar Conciencia de Krishna, no la debería dejar”.

Srila Prabhupada respondió: “De cualquier forma, Krishna nos ha dado tantos niños inocentes”.

Yasodanandana Maharaj dijo: “Usted enséñeles”.

Srila Prabhupada dijo: “Que haya lucha por la existencia por esta causa”.

Srila Prabhupada continuó y mencionó que todo el mundo podía ser inundado con Conciencia de Krishna. Tamal Krishna le dijo que las instrucciones que él nos diera, nosotros las ejecutaríamos exactamente, y Srila Prabhupada de inmediato dijo: “Dos cosas, visaya cariya, las motivaciones materiales, se deberán desechar, y todo se deberá ocupar para Krishna. Cualquier cosa que sea favorable, entonces habrá éxito”. Un poco más tarde él estuvo hablando de la tentativa de Parivrajakacarya de propagar Conciencia de Krishna en Irán, cómo había empezado enseñando hatha-yoga y cómo gradualmente introdujo a la gente al Bhakti-yoga. Srila Prabhupada contestó: “Sí, esto es prédica. Hay un dicho bengalí: entra como aguja y sale como arado --y sonrió--. Si en un principio dices: soy un arado, no te permitirán entrar, di: soy una aguja, de esta manera traten de servir a Krishna, Él dará toda inteligencia”.

Al día siguiente por la mañana vinieron dos doctores a ver a Srila Prabhupada. Uno era ayurvédico y el otro alópata. Él todavía tiene mucha dificultad para desalojar las flemas y sigue muy débil. Aunque está haciendo el esfuerzo de sobrevivir, su cuerpo sigue débil y tomará mucho tiempo antes que recobre su fortaleza y continuamente nos enfatiza que la verdadera medicina es Harinama. Él continuó: “…. es un muchacho muy inteligente, ¿por qué habría de dejar de imprimir?, mi Guru Maharaj está tan complacido. Él dijo: 'Todo el dinero que haya, utilícenlo para imprimir libros'. Era tan feliz imprimiendo libros, háganlo todo muy bien, mi Guru Maharaj solía decir: 'Continúen imprimiendo, continúen imprimiendo'. Yo imprimí mis libros, ahora ustedes háganlo, estos son de primera clase, no tienen defecto, la impresión alemana es muy favorable, está muy bien, gracias”.

Harikesa le dijo a Srila Prabhupada que ahora estaba muy mejorado, más saludable para terminar el Bhagavatam, Srila Prabhupada respondió: “¿Saludable?, yo no tengo nada que ver con este cuerpo, todo lo que tengo que ver es con el mundo espiritual”. Bhagavan Prabhu también le mencionó más tarde, la cantidad de libros que estaba distribuyendo su zona. “Están intentando distribuir veinte mil libros grandes en una semana”. Srila Prabhupada se alentó mucho y le dijo: “Srila Bhaktisiddhanta les dará bendiciones; él quería esto”. Él pudo pasar una noche de descanso, pero le mencionó a Tamal Krishna ya entrada la noche que cada día era de crisis y que las cosas iban de mal en peor. Aunque ha decidido permanecer con nosotros, no debemos confiarnos demasiado y pensar que ahora, simplemente nos podemos relajar y olvidar lo serio de su condición. Debemos estar más que atentos en cantar muy seriamente para su placer y distribuir sus libros cada vez más y más, ya que esto le da el más grande placer.

11 de octubre de 1977.- El Dr. Kapoor, un hermano espiritual de Srila Prabhupada, vino a verlo y estuvieron hablando acerca de la energía material, y Srila Prabhupada explicó lo que es la energía material: “Tome la materia, mezcle tierra, agua y las pone al fuego, y después haga un edificio. Pero la materia no puede actuar automáticamente, la materia no puede tener mente, ni conciencia, ni ímpetu”. Mientras estaba hablando, Srila Prabhupada parecía muy cansado y el Dr. Kapoor lo mencionó, pero él contestó: “No”, y continuó: “Es una tontería que la materia otorgue vida. Eso es lo que queremos probar; la materia no tiene sentido, la vida es energía superior: apareyam, esta materia es inútil: bhumir apo nalo vayu, son inútiles, apareyam, hay otro, yayedam dharyate jagat, eso está realmente gobernando todo el universo”.

Más tarde, como a mediodía, Atreya Rsi prabhu y Parivrajakacarya Swami llegaron de Teherán y le trajeron de regalo a Srila Prabhupada limas, naranjas y ciruelas. De inmediato Srila Prabhupada tomó un vaso de jugo de lima y discutió con ellos acerca de sus actividades de prédica en Teherán, de cómo están atrayendo a gente importante de la clase alta. Él les dijo: “Sí, inteligente, yad yad acarati srestas, cualquier cosa que los hombres inteligentes adoptan, los hombres ordinarios siguen; el Bhagavad-Gita es para rajarsis no para kulis (peones), imam rajarsajo viduh, no para la clase así llamada haragán, imam vivasvate yogam proktavan aham avyayam, ese ha sido un error, el Bhagavad-Gita se deberá enseñar a tales familias reales, si ellos lo toman, otros lo tomarán”.

Srila Prabhupada disfrutó escuchando cómo va el restaurant y les dijo que eso era el éxito. Se dirigió a Atreya Rsi: “Las cosas van bien, despacio pero seguro. Ustedes tienen esta civilización persa, y --señalando a Brahmananda Swami-- él tiene la africana, negra y blanca”. Atreya Rsi le comentó que debería ir a visitarlos, y él contestó: “Sí, estoy dispuesto a ir inmediatamente, pero ahora tendrías que llevarte un atado de huesos; ese es el problema, no hay nada más que un atado de huesos”. Un devoto comentó: “Huesos o carne, su cuerpo es divino, Srila Prabhupada”, y él continuó: “Los huesos están siendo separados de la vida, escuchen, por ejemplo, la materia es diferente de la vida. Tan pronto como tenga la oportunidad iré, muchas gracias”.

Así, cuando empezaban a cantar, Srila Prabhupada llamó a Parivrajakacarya Swami a su cama, y cuando este se hincaba frente a él, Srila Prabhupada se estiró y le dio una palmada en la cabeza: “Muchas gracias, eres un gran rajarsi, hazlo muy bien, no cometas errores, presenta la filosofía, conviértelos en rajarsis”. Más tarde, al atardecer, Srila Prabhupada estuvo hablando con Tamal Krishna Maharaj, quien mencionó como Atreya Rsi le había contado que algunos caballeros respetables iban al restaurant, y cómo voluntariamente lavaban los trastos debido únicamente por el deseo de ocuparse en algo de servicio devocional. Srila Prabhupada le dijo a Tamal Krishna: “Estuve muy feliz en mi corazón al saber que caballeros respetables, estaban lavando los trastos por amor, tú lo sabes, Atreya me dijo, son tan gentiles”. De esta manera, Srila Prabhupada se vuelve más y más extático cuando escucha de la prédica exitosa de sus discípulos en todo el mundo.

Al día siguiente, el 12 de octubre, llegó Jayapataka Swami y le dio un reporte completo de Mayapur. Srila Prabhupada estaba muy interesado en escuchar acerca de los reportes detallados y cómo ahora todos nuestros hombres, han sido puestos en libertad de la cárcel y todos los cargos han sido desechados, y cómo en cambio a los cargos en contra de los musulmanes que atacaron el templo, se les ha dado preferencia. Jayapataka le dijo a Srila Prabhupada que le había dado ese nombre pues significa "bandera de victoria", y él esperaba que por su gracia, ese nombre se hiciera realidad. Srila Prabhupada respondió: “Ya se ha vuelto realidad”.

Pisima, la hermana de Srila Prabhupada.

La hermana de Srila Prabhupada también llegó y al día siguiente, el 13 de octubre. Srila Prabhupada envió por ella en la mañana; ella se sentó al lado de su cama y él se inundó de emoción y dijo: “Pídanle a ella que me perdone por mis ofensas. Ella no es tan sólo mi hermana, también es mi hermana espiritual. Fue iniciada por Srila Prabhupada [Srila Bhaktisiddhanta]. Ella es una vaisnavi, y si he cometido alguna vez alguna ofensa, entonces es una vaisnava aparadha”.

Su hermana inmediatamente dijo: “No, no, él jamás cometió ninguna ofensa”. Entonces Srila Prabhupada continuó: “Ahora pídanle que me cocine algo. El día de hoy voy a comer un poco de alimento sólido; no importa que me haga bien o mal, nada puede ser peor que esto --refiriéndose a su situación actual--. Ella es una vaisnavi, me hará bien”. Y continuó con gran humildad: “Quizá me envanecí un poco debido a mi opulencia y éxito. Ahora Dios ha hecho pedacitos ese orgullo, si uno no tiene su cuerpo, ¿de qué se puede estar orgulloso?".

Bhakti Caru le dijo que cualquier cosa que hubiera hecho, lo hizo por Krishna, y Srila Prabhupada continuó: "Probablemente sea así, pero en este mundo se cometen ofensas sin saberlo”. Bhakti Caru respondió: “Usted jamás puede cometer ofensas, Srila Prabhupada, pues está muy cerca de Dios. ¿Cómo podría cometer ofensas?”. Srila Prabhupada continuó: “Soy una persona un tanto temperamental. Con frecuencia solía usar palabras como: ‘malvado’. Jamás transigí, ellos solían llamarlo kurulnie-pracara. Kurul en una mano y Bhagavatam en la otra --kurul es un tipo de zapapico para cavar hoyos--. Esa es la forma en que he predicado. De cualquier manera, hagan todas las disposiciones necesarias para que no haya inconvenientes”.

Justo después de eso, Tamal Krishna Maharaj trajo dos telegramas, uno de Madhava Maharaj, hermano espiritual de Srila Prabhupada, el cual decía que estaba muy ansioso por su salud y que estaba orando a Srila Prabhupada y a Krishna por Sus bendiciones para él. Srila Prabhupada respondió: “Gracias, disculpen mis ofensas todos mis hermanos espirituales”. El otro telegrama vino de Sidney Mandir, solicitando que por favor no partiera porque sin sus pies de loto, ellos no tenían refugio, y Srila Prabhupada respondió: “Sí, estoy deseando quedarme, después de todo, es el deseo de Krishna”. Entonces Tamal Krishna Maharaj le preguntó que si quería que continuáramos el kirtana, a lo cual respondió: “Sí, kirtaniya sada harih, kirtana es nuestra vida”.

Una hora más tarde, Hrdayananda Maharaj estaba en la habitación y le dijo a Srila Prabhupada que habían impreso cien mil copias del Libro de Krishna en portugués, y Srila Prabhupada dijo: “Muchas gracias, la impresión de libros es nuestra fuerza vital”. Él entonces hojeó los libros y preguntó: “¿Cuántos publicaron?". Al escuchar cien mil expresó: “¡Oh!, y ¿qué tal se venden?, ¿cuál es el precio?, buena colecta, impriman más libros, eso es vida. Este cuerpo material es tan sólo huesos, continúen, eso es vida, no nos interesamos en huesos y piedras, nuestro interés está en la fuerza viviente: apareyam itas tv anyam / prakrtim viddhi me param / jiva-bhutam maha-baho / yayedam dharyate jagat. La fuerza viviente, ella está sosteniendo a estos huesos. Los huesos no son vida; ella puede permanecer o se puede ir. Eso no importa. En la historia tenemos a un rishi que sólo era huesos, ya está descrito que uno puede mantener su vida tan sólo en los huesos, Hiranyakasipu lo hizo".

Tamal Krishna dijo: “Usted también lo está haciendo Srila Prabhupada”.

Srila Prabhupada dijo: “Cuiden los huesos que tengo hasta donde sea posible, carne y huesos juntos, no tienen idea, carne y huesos, bhumir apo nalo vayuh apareyam, es inútil, no inútil pero inferior, la verdadera vida es la que está sosteniendo. Muchas gracias. Impriman libros cómo les he mostrado, otra vez la mitad para la publicación y la otra mitad para gastarla en propaganda, como ustedes gusten, de esa manera continúen”. Entonces se volvió hacia Jayapataka y le preguntó si él estaba haciendo eso, también le comentó: “La propaganda que sea necesaria, gasta en ella, pero imprime libros y distribúyelos, cualquier libro que tenemos en inglés, si los traducimos al bengalí, entonces tendrás una reserva suficiente”. Jayapataka dijo: “Sí, tenemos toda una bodega de tesoro”, Srila Prabhupada contestó: “De esta manera, distribuyan en todos los idiomas. Muchas gracias. Hare Krishna, canten Hare Krishna”.

Así concluye el resumen de las actividades de Srila Prabhupada aquí en Vrindavana, de esto podemos entender que él no solo se interesa por la cantidad de trabajo que podamos hacer por él, sino también en cuánto amor hemos desarrollado por su persona y qué tanto estamos dispuestos a cuidarlo en todas las condiciones de la vida, ha llamado a sus discípulos a Vrindavana simplemente a ocuparlos en su lila con él y que vengan a cantar el Mahamantra Hare Krishna.

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