Prabhupada decapitado

por Astika das

La reciente nota de R.K., “Click: Prabhupada ha Muerto”, y sus respectivos comentarios, me hicieron despatarrarme de risa. A diferencia de varios devotos que escribieron comentarios en los que se muestran muy indignados por la última gracejada de Bhakti Aloka Paramadwaiti Swami --querer producir 5000 bustos de Srila Prabhupada--, a mí se me hizo una más de las miles de puntadas geniales de este swami alemán que se dedica a comerciar con las enseñanzas de su maestro espiritual.

El editor del Tambor Rugiente comienza su nota con varias declaraciones que a mí me parecen completamente subjetivas. “¿Qué ocurre cuando un ciudadano prominente muere?”. Y él mismo responde de la forma siguiente: “Se hace un busto de su persona. Pues eso es lo nuevo en Vrinda. Ellos han declarado muerto a Srila Prabhupada, y han fabricado un busto en su memoria.”

Semejante razonamiento me parece completamente subjetivo. Si fuera realidad que se hicieran bustos de los individuos prominentes fallecidos yo ya estaría rico. Desde hace cerca de cuatro años que me dedico a vender esculturas, bustos, y otras chácharas de bronce, y en todo ese tiempo solamente una vez --en Matamoros, Tamaulipas-- un prominente dentista me pidió que le hiciera el busto de su egregio padre ya fallecido. Al final ni se concreto el negocio, porque al comprador le pareció elevado mi presupuesto.

En otra ocasión, nuevamente en relación con el negocio de los bustos, también tuve una experiencia con algunos miembros de mi familia. Cuando falleció un primo mío, quien había sido prominente profesor de la UNAM, le propuse a mis sobrinos un busto que honrara la memoria de su padre. Uno de mis sobrinos me respondió: “Eso de los bustos ya está pasado de moda. Actualmente a nadie le interesan los bustos.”

De todos modos a mí me encantaría que fuera cierta la declaración de R.K. en el sentido de que al morir los hombres egregios se les hacen bustos. Ahora mismo yo estaría nadando en laksmi, y podría dedicar más tiempo a escribir notas para El Tambor.

Pero los políticos mexicanos son en realidad la única especie que sí se interesa por los bustos. Por ejemplo, hace poco se robaron el busto de Emiliano Zapata del edificio del IFE en Victoria, Tamps., y me llamaron para pedirme que les cotizara un busto de reposición. Pero no volvieron a llamarme; más tarde supe que se pusieron directamente en contacto con el escultor y me brincaron. Si yo viviera de vender bustos de hombres egregios ya me hubiera muerto de hambre.

EL MERCADO CAUTIVO DE PARAMADWAITI SWAMI

El caso de Paramadwaiti Swami es distinto porque su mercado es cautivo. Recuerdo una ocasión en que viajaba con el egregio Swami alemán en Colombia. La mamá de un devoto me preguntó: “¿Cómo le hace para viajar el Maharaja? ¿Quién le paga sus viajes?” Como ese tiempo yo era incondicional del swami alemán, le respondí: “Krishna paga los viajes del Maharaj”. Insatisfecha con mi respuesta, ella insistió: “¿Es personalmente Krishna quien le paga sus viajes?” Yo, indignado por su incredulidad le respondí: “Es Krishna a través de los devotos. El maharaja dedica su energía al servicio de Krishna, y Krishna recompensa al Maharaj con todo tipo de facilidades.” Ahora me doy cuenta que a pesar de que esa madre comía carne, no guardaba los ekadasis, ni cantaba rondas, era más inteligente que nosotros.

Paramadwaiti sabe que, fuera de El Tambor, nadie se atrevería a cuestionar sus geniales puntadas, y mucho menos lo harán sus incontables seguidores. Bhakti Aloka Paramadwaiti Swami también sabe que en la actualidad la religión es un negocio muy redituable, y desde hace años se dedica a explotar ese productivo negocio.

El relato que hace R.K. en su nota sobre la trayectoria historica de los bustos es fascinante. Yo me dedico a vender arte desde hace cerca de 40 años, y en todo ese tiempo no había escuchado algo tan peculiar, y eso a pesar de que he leído varios tratados sobre historia del arte, por autores tan eruditos como Pfanoski. Es fascinante eso de la influencia de Alejandro Magno y los macedonios en el origen de las escuelas de Gandhara y Mathura. Jamás había reparado en eso.

Cuando yo visité Mathura nunca observé detenidamente los detalles arquitectónicos, pues me concentraba en escuchar los pasatiempos de Krishna que narraban los devotos. Pensaba que era maya poner atención en los detalles arquitectónicos. Nunca reparé en si las imágenes eran completas o si había bustos. A pesar de que R.K. no asistió a la universidad, pues a los 17 años ya era bhakta en el templo Hare Krishna de Tiburcio Montiel, su nota nos da información muy clara sobre la historia de los bustos.

PARAMADWAITI SWAMI: EL SUBASTADOR DE BUSTOS

El papá de Paramadwaiti swami era un estudioso alemán, y cuando visité la sencilla casa del swami alemán en Fraiburg, Alemania, conocí su biblioteca. En cambio su madre era una modesta enfermera. Paramadwaiti Swami no tenía buenas relaciones con su papá, y además no era buen estudiante. Más bien era y es bastante ignorante, a pesar de ser trilingue. Durante algún tiempo, específicamente durante los años que se dedicó a distribuir los libros de Srila Prabhupada en Europa, sí se concentró en la lectura de esos libros. De hecho, aprendió inglés leyendo y distribuyendo los libros de Srila Prabhupada.

Pero cuando Paramadvaiti viajó a Latinoamérica, se dio cuenta que acá los devotos no se distinguen precisamente por sus profundas lecturas de los sastras, que no son muy proclives a la investigación, que se inclinan más a los argumentos sentimentales. Y una vez que se dio cuenta de eso dejó de leer a Prabhupada y comenzó a difundir sus famosas teorías sobre la ecología, la oídoterapia, sus programas de puppets, y muy probablemente en el futuro inmediato incursione en temas como los ovnis.

Ese fenómeno no es reciente. Desde hace muchos años Maharaj Paramadwaiti cambió la lectura de los sastras por los argumentos sentimentales, pues él sabe que las lágrimas y los arrumacos mueven más a sus discípulos que los argumentos rígidos que presenta Srila Prabhupada en El Bhagavad-gita Tal Como Es. Las lágrimas, los arrumacos y los argumentos ecológicos le dejan más plata que los libros de Srila Prabhupada.

PARA DOCUMENTAR NUESTRO OPTIMISMO

El comentario que hizo Mahajana das sobre la nota de R.K. me dejó completamente desconcertado. Mahajana das comienza su comentario diciendo: “Definitivamente cualquier palabra que exista en este mundo material para definir la ofensa causada a nuestro Srila Prabhupada a causa de este horroroso y abominable busto se queda corta.” Me imagino que Mahajana das hizo este comentario después de leer la nota de R.K., es decir después de enterarse que ese busto significa que Srila Prabhupada fue decapitado, matado, por su mercenario discípulo, el multicitado guru aleman, Bhakti Aloka Paramadwaiti Swami.

En realidad, el busto que se muestra en la foto de la nota de R.K. a mí no solo no me parece horroroso ni abominable, sino que hasta me gusta. Claro, que después de leer el análisis que hace R.K. sobre los bustos en su regocijante nota, alguien se puede sentir indignado con la puntada de Paramadwaiti Swami. Pero yo pienso que uno no debe enojarse con los disparates de los locos, pues al hacerlo se corre el riesgo de enloquecer. Srila Prabhupada menciona que este mundo está repleto de locos. La mayor locura consiste en identificarse con el cuerpo material, y en ese sentido la mayoría de la población mundial está completamente trastornada. ¿Qué gana uno enojándose con todos ellos?

HABLAR POR HABLAR NO CONDUCE A NADA

Un poco más adelante, en su incendiario comentario, Prabhu Mahajana das dice: “Considero que hay que hacer algo para pararle este tipo de programas a este hombre y debería de existir o crearse una comisión meramente vaisnava”….Yo no pienso que a los discípulos de Paramadwaiti les parezcan muy agradables estas tesis de Prabhu Mahajana. Se podía decir lo mismo de las locuras de Kirtanananda, de Acaryadeva, de Satsarupa maharaj.

Pero lo que para alguien es locura, para otra persona es una muestra fehaciente de santidad. Y ¿qué se puede hacer si para alguien esa locura es un síntoma de beatitud? Simplemente demostrar a través de la escritura que no se trata de obras motivadas por la beatitud sino que se trata de vil mercantilismo, y eso es lo que ya está haciendo El Tambor Rugiente. Yo no creo que los devotos vayan a abandonar su ardua lucha tras el capati para dedicarse a formar comités que le hagan juicios sumarios a Bhakti Aloka Paramadwaiti Swami.

“Me ha causado mucha tristeza ver ese abominable busto de nuestro Srila Prabhupada.” El busto no es abominable, lo abominable es la intención mercantil de Paramadwaiti Swami detrás del busto de Srila Prabhupada. Pero aparentemente el busto es hermoso pues es la efigie de Srila Prabhupada.

Hace muchos años yo invité a Tiburcio Montiel para que entrevistara a Hridayananda das Goswami a la famosa escritora mexicana de origen polaco Elena Poniatowska. Cuando Elenita vió las imágenes de mármol de Sus Señorías Sri Sri Radha Madan Gopal, exclamó: “¡Qué figuras tan horribles, parecen figuras del Museo de Cera!” Cuando los devotos iskonianos escucharon tal declaración dijeron: “Esa mujer es una demonia.”

Pero Elenita estaba dando su opinión sincera, y desconocía el significado de la Deidad ¿Por qué habría yo de enojarme con ella? Uno de los devotos que acusaron de demonia a Elenita, con el tiempo acabó robándose las propiedades de Srila Prabhupada. Entonces ¿quién es más demonio, Elenita que estaba dando su opinión sincera, o el devoto que servía a Radha y Krishna pero que acabó robandose la propiedad del devoto puro?

¿QUÉ ES MÁS CHEVERE, TOCAR A LAS MADRES O COMER SAMOSAS?

“Si alguna vez lograra verle de nuevo (a Paramadwaiti Swami) --continúa el incendiario comentario de Prabhu Mahajana das-- le diría claramente lo terrible que me siento al conocer sus barbaridades, lo de tocar a las madres (aunque también es inadecuado) no resulta tan ofensivo como este busto.”

Para algunos devotos tocar a las madres es algo muy chévere y nada inadecuado (si no pregúntenle al mismo Paramadwaiti Swami). La cosa cambia cuando alguien sabe el significado de la orden de sannyasa. Pero para alguien que ignora esa información, tocar a las madres es muy chévere. En una sociedad permisiva como es en la que vivimos, en la cual está permitido que los hombres se casen con hombres y las mujeres con las mujeres, nada tiene de malo que un hombre toque a una mujer.

Sin embargo, al conocer las leyes de brahmacarya enunciadas por el sabio Yajñavalkya eso se vuelve completamente inadecuado. Pero si no se conocen las ventajas que ofrece el celibato en la vida espiritual, tocar a las madres es algo muy chévere, y sin embargo, se torna en algo muy inadecuado después de conocer dichas enseñanzas.

NUEVAS IDEAS PARA QUE PARAMADWAITI INCREMENTE SUS NEGOCIOS

Más adelante, en su incendiario comentario, Mahajana dice: “Sería bueno que Paramadwaiti tomara el ejemplo de Prabhu Ramesh, de Costa Rica, y que en lugar de sus horrendos bustos, hiciera murtis bonitos de nuestro Srila Prabhupada y que los distribuya como pan caliente si quiere pero estos malditos bustos seguirán siendo aberrantes….Lo peor de todo es que ya se han hecho 5000 de ellos…..¡¡¡Qué tristeza¡¡¡”

Esa es una buena idea. Y debe ser seguida por un buen entrenamiento y un compromiso para atender a esas Deidades sin ofensas. De otra manera terminarían igual que los bustos: como pisapapeles y objetos decorativos en libreros.