por Radha Krishna das
Todavía con el sabor musical de ¡Guadalajara Guadalajara! pasamos a conocer ciertos pormenores de este templo mexicano, que de alguna manera reflejan la situación del yatra y la naturaleza de sus líderes.
Guadalajara es la segunda ciudad más grande del país. Se encuentra en el bajío, una zona al occidente de la república, y es de gran riqueza agrícola, cultural y minera. En forma natural fue la segunda ciudad en la que se fundó un templo Hare Krishna.
Corría el año de 1976, y Guadalajara había sentido la presencia de los devotos Hare Krishna desde hacía tiempo. Ellos la visitaban en sankirtan viajero frecuentemente. Incluso se llegó a pensar en reubicar a Guadalajara el templo del Distrito Federal, debido a los hostigamientos de las autoridades locales. Ese otoño, un grupo de devotos le pidió autorización al entonces GBC, Hridayananda das, para abrir el templo allí, y así nació este mandir.
Guadalajara es una ciudad noble, y ya para 1977 se había organizado allí el primer Rathayatra de toda Latinoamérica --lo anterior a pesar de que en aquella época estaban prohibidas en el país las manifestaciones públicas de culto religioso. Siguieron años de sankirtan, atención a las Deidades y devotos nuevos. Incluso estuvo allí establecido durante mucho tiempo el gurukula. Visitantes de calibre internacional llegaban cada año a participar en el famoso festival y desparramar sus bendiciones a los devotos locales.
No podemos precisar el momento en que empezó el estancamiento del yatra, aunque esto ocurrió definitivamente en la década de los ochentas. Fue entonces que 1) el prestigio de los 11 acharyas disminuyó, 2) Vrajendra Kumara se estableció en Guadalajara luego de sumarse al Math de Srila Sridhara Maharaja en 1982, 3) Panchadravida Swami se volvió guru en México para luego separarse de Iskcon en 1987 e irse también al Math, y 4) ese mismo año Guru Prasad Swami se volvió GBC y guru de México (y creo que ese es el factor más contundente del ocaso de Guadalajara como el de todo el país).
A finales de 1986 Iskcon había comprado en Guadalajara su primera casa, pues hasta el momento habían estado alojados en casas arrendadas. Esta era una casa muy modesta y pequeña, ubicada en el centro de la ciudad. Las Deidades del Señor Jaganatha habían tenido que ser instaladas en la cochera de la casa, y había poco espacio para las necesidades del programa.
Desde ese mismo año se acordó la venta de la finca de Tulancingo, y se decidió que las Deidades grandes de bronce de Gour Nitai serían transferidas a Guadalajara, lo cual ocurrió en 1988. También fueron enviadas allá las Deidades de marmol de Sri Sri Radha Pranabhallava, que hasta entonces habían estado en la finca. Posteriormente se decidió que otras Deidades, esta vez de Monterrey --Gour Nitai medianos de bronce--, también serían enviados a Guadalajara.
En resumen, para 1987 Iskcon Guadalajara ya había visto mejores días. se encontraba en una pequeña e incómoda casa del centro de la ciudad, había estrenado GBC hacía poco, y estaba a punto de recibir varias Deidades procedentes de la finca y de Monterrey.
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