En Apoyo de Aniruddha

por Lalita Madhava devi dasi

Nov 10, Brattleboro, Vermont, USA (SUN) — Me salí de Iskcon hace un año y medio, después de permanecer allí 30 años. Paré también de leer todos los sitios internet de Iskcon y relacionados con Iskcon. Sin embargo, ciertos meses leo el Sun detenidamente para medir cómo cambia mi perspectiva y mi desapego de Iskcon y de sus tejemanejes irremediablemente corruptos y disfuncionales.


En ese contexto visité el Sun hace algunos días y me topé con la bronca de Hridayananda. Este tema es de mucha relevancia para mí personalmente pues me uní al Movimiento en 1979 y fui iniciada por Hridayananda en el apogeo del período de los Acharyas de Zona. Y de entre todos los artículos y cartas me llamó particularmente la atención la de Aniruddha. Sin embargo, debido a que ya no pertenezco a la organización resolví no involucrarme en esta discusión de ninguna manera —excepto si alguien intentaba desacreditar a Aniruddha. Para mí, hacer valer la verdad es una virtud que trasciende ser miembro o no de una organización.

Yo fui secretaria personal de Hridayananda durante muchos años en la década de los Ochentas, incluyendo el período cuando Aniruddha fue su sirviente. Durante años fui parte del equipo que viajaba con Hridayananda y transcribí todas las traducciones y significados del Bhagavatam de Hridayananda. Todo lo que Aniruddha escribió me es vívidamente familiar (excepto, a Dios gracias, su perturbadora reseña sobre tener que lavar los kaupinas manchados del "guru"), y me hizo recordar muchas memorias muy negativas que tengo.

Siendo yo secretaria y leal discípula suya, Hridayananda solía forzarme a sentarme en el cuarto literalmente durante horas y horas (sin que nadie me hablara o interactuara conmigo como alguien que está presente en el cuarto, sino que quedaba ignorada como si fuera un mueble del cuarto), mientras él y Devamrta conversaban en portugués de manera extremadamente íntima (siendo su lenguaje corporal, expresiones faciales y acento los típicos de dos enamorados). Mi presencia [como chaperón] le daba un sentido de legitimidad a lo que estaba pasando, pero como no hablo portugués (excepto por algunas palabras aisladas como cuando ella en forma coqueta le decía "gurinho" que significa "mi pequeño guru"), sus conversaciones permanecían completamente privadas. (De manera bizarra Hridayananda una vez dijo que ella había sido una gran yogini en una encarnación anterior —como si ese supuesto hecho fuera una justificación para semejante relación tan espantosa y la hiciera "trascendental".) Ahora que recuerdo cómo desperdicié así en forma cumulativa tantos días, semanas, meses y años de mi vida humana, me enoja haber sido usada así y que mi supuesto maestro espiritual hubiese explotado mi ingenuidad de forma tan burda.

La reseña que hace Aniruddha de toda esa época tan desgraciada es perfecta, y aplaudo su coraje y honestidad por escribir esa carta. En realidad hay docenas y hasta cientos de otros incidentes igualmente incorrectos que se dieron durante el prolongado escándalo con Devamrta. Sin embargo, aunque es verdad que Dravida, Gopiparanadhana y muchos otros sabían que todo eso estaba mal, la verdad es que sólo unos pocos fuimos testigos de todo esto y lo vivimos desde adentro. Y al ser uno de esos pocos —alguien a quien siempre le decían entonces que era "ofensiva" y que estaba "en maya" por cuestionar las actividades de "Acharyadeva" cuando hablaba con Brahmatirtha (quien hasta el día de hoy lamentablemente continua siendo el facilitador final de Hridayananda)— fue catártico para mí leer ahora la brutalmente honesta carta de Aniruddha, aunque sea 25-30 años después de los hechos.

Antes de continuar quiero dejar constancia que estoy de acuerdo con la visión liberal y progresiva de Hridayananda que casi toda la demás gente en el Sun está condenando. Esos no son los desacuerdos que tengo con él y quiero dejar totalmente en claro que no estoy escribiendo aquí para respaldar el punto de vista conservador u ortodoxo. El desacuerdo que tengo con Hridayananda es que sigue manteniendo toda esa farsa de "guru" y "sannyasi" (me impactó enterarme que existe el sitio internet acharyadeva.com y y enterarme que él sigue permitiendo que le llamen de ese modo) que, en mi opinión, es algo completamente deshonesto y demuestro que carece de toda integridad. Y estoy escribiendo por convicción, porque una persona veraz (Aniruddha) esta siendo llamado mentiroso en público.

No obstante, a pesar de que considero esto una falta de integridad por parte de Hridayananda, y a pesar de que se me abrió una vieja herida al leer la carta de Aniruddha sobre el episodio de Devamrta, había decidido no hablar públicamente sobre este tema y en vez de eso tuve la cortesía de escribirle a Hridayananda en privado (no como mi "guru" sino de un ser humano a otro) el día que la carta de Aniruddha fue publicada en el Sun. Ahí le revelé mi cuestión pendiente de haber sido utilizada en forma tan descarada al servicio de su relación con Devamrta. También le dije que la esposa de Brahmatirtha, Bhakti, una ocasión me confesó que ella y otra devota amiga de Devamrta —amiga de todas nosotras— habían visto y leído personalmente poesía de amor que Hridayananda le había escrito a Devamrta durante ese período, y que supuestamente Devamrta conservó a pesar de los matrimonios que tuvo con Brahmatirtha, Jatayu, Garga Muni y Sadaputa.


Pero él no contestó mi carta personal sino que puso a su más reciente secretaria/portavoz fanática —la desventurada y completamente engañada Malati Manjari— a proferir un lamentable ataque personal en contra de Aniruddha Das. Ella escribió: "Quizá no sepas que que Aniruddha Das tiene un historial de enfermedades mentales, y está obsesionado con ser reconocido como discípulo de Srila Prabhupada. El artículo está lleno de fantasías y mentiras que son un reflejo de la mente enferma del autor".

Y al permitir eso, a Hridayananda se le pasó la mano.

Esta es la mismísima táctica y retórica abusiva, al pie de la letra, que el grupo Acharyadeva/Brahmatirtha ha utilizado desvergonzadamente una y otra vez por más de treinta años. Siempre que alguien del círculo interno se inconforma y empieza a hablar, ellos dicen que la persona "tiene un historial de enfermedades mentales". Me enferma escuchar esto.

No, Aniruddha no está padeciendo ninguna enfermedad mental y su carta no estaba llena de fantasías y mentiras. Existen otras personas que fueron testigos de estos eventos (aunque probablemente la mayoría de ellos ya se fueron de Iskcon desde hace mucho tiempo). No he visto a Aniruddha en más de 20 años, pero él era un vaisnava inteligente, sincero, estricto y con conciencia, y —como ya dije— su reseña de todos estos incidentes es simplemente perfecta (incluso que Devamrta se sentaba muy cerca en frente de Hridayananda durante sus masajes y él sólo vestía una gamsha —y esto es algo de lo que yo fui testigo en numerosas ocasiones, aunque sólo ellos dos saben lo que estaban pensando ese momento y sólo ella sabe lo que estaba viendo).

Por el contrario, al intentar por intermedio de su portavoz Malati Manjari de desacreditar a Aniruddha (y su veraz reseña de eventos que en efecto sucedieron) de forma tan descaradamente deshonesta y manipuladora, es Hridayananda quien está mintiendo.

Lalita Madhava d.d.