por Radha Krishna das
Paramgati das tiene un grave problema: Él debe decidir qué camino tomar en adelante ahora que sus actividades ilícitas homosexuales se han hecho públicas y el tema ha sido tratado ante la GBC.
El caso de Paramgati es de mucha relevancia en el contexto latinoamericano, pues nos va a permitir ver de cerca cómo opera la cúpula de Iskcon cuando uno de sus miembros viola los principios regulativos, y se vuelve evidente que nunca tuvo las cualidades espirituales que la institución le había adjudicado. Esto no se había dado recientemente en Latinoamérica. Los últimos casos sonados fueron el de ex-Harikesa Swami en 1998, que afectó partes de Suramérica, seguido por el de ex-Bhakti Abhay Caran Swami (Sri Padambuja das) de Costa Rica en 1999. Y en aquel entonces la internet era más primitiva y no permitía la comunicación, la colaboración, la investigación y el seguimiento posibles actualmente.
Han habido muchos otros incidentes y revelaciones que ponen en evidencia la pobreza espiritual y la incompetencia de muchos líderes latinoamericanos de Iskcon. No involucran directamente el pecado de la "lujuria", pero sí los de la mediocridad, la pereza, la avaricia, la soberbia, la locura y el desobedecer descaradamente las instrucciones de Srila Prabhupada.
Sin embargo, la caída de Paramgati nos deja ver más claramente los mecanismos que entran en marcha para que —a pesar de estos bochornosos incidentes— sigamos fieles al dogma de que los gurus de Iskcon son almas autorrealizadas dignas de adoración y capaces por derecho propio de guiar al devoto de vuelta a Krishna. Y también, que sigamos viendo a los comisionados de la GBC como timoneles expertos que guían sabiamente la nave de Iskcon a puerto seguro.
Los cargos concretos en contra de Paramgati son de actos homosexuales específicos tanto en España como en Brasil. Hay además acusaciones de actividades frívolas indignas de quien supuestamente representa al linaje vaisnava, tales como salir a centros nocturnos y discotecas en Europa y Brasil. Y desde hace años se habla de incidentes con tintes homosexuales, tales como pasearse desnudo en playas con jovencitos, tratar de seducir a jóvenes en Europa, etc.
Pero debemos aclarar que la naturaleza homosexual de Paramgati no es el asunto a discusión aquí. Tampoco lo es que alguien sienta necesidad de expresar su propia naturaleza sexual. La cuestión aquí son sus deslices sexuales siendo un monje renunciante que adoptó votos de celibato. Además, se presenta ante el público como un guru genuino del linaje de Srila Prabhupada, y que ha logrado la autorrealización y el control de los sentidos. Es esa falsedad —ese engaño al público y a sí mismo— el tema que estamos abordando aquí.
Y esa es la encrucijada en la que se encuentra Paramgati ahora: Continuar con el engaño u optar finalmente por la verdad. Desafortunadamente vemos que la tendencia es hacia la continuación del engaño. Tenemos dos razones para suponer esto. La primera es porque conocemos lo que la GBC y el Ministerio de Sannyasa hacen en casos como este. Se minimiza el hecho violatorio para no resquebrajar la imagen de legitimidad y autoridad espiritual que la institución trata de proyectar.
Vimos recientemente este fenómeno en la persona de Satsvarupa das. A pesar de que él se vio obligado a confesar a sus 64 años el haber tenido sexo con una devota casada —pues al principio lo negaba mentirosamente—, y de que se dedica hoy a muchas actividades mundanas (poesía mundana, escultura mundana, pintura mundana, ver TV mundana, etc.), Iskcon lo ha mantenido como sannyasi, guru y líder emérito.
La segunda razón para creer que Paramgati continuará por la ruta de engaño es leer la carta que envió a sus discípulos y seguidores luego de que su escándalo personal se hizo público. Vemos que oculta verdades, recurre al sentimentalismo para manipular conciencias, vive todavía un proceso de negación personal, etc. Revisemos algunos pasajes de su carta:
1. "... tengo dedicada mi vida exclusivamente a Srila Prabhupada y a Iskcon". Sabemos que esto no es cierto. También le ha dedicado tiempo a sus amiguitos y a las discotecas. Y si está hablando de una dedicación de conciencia, pues tampoco es verdad pues sus actividades ilícitas demuestran lo confundido y condicionado que se encuentra.
2. "Debido a un gran infortunio ocurrió un hecho desagradable conmigo recientemente, donde me comporté de forma bastante inapropiada". Paramgati usa términos que suavizan la realidad: "Infortunio", "desagradable", e "inapropiada". Un "infortunio" hubiera sido que Paramgati expeliera una "desagradable" flatulencia durante una cena con la reina de Inglaterra, donde hasta de manera "inapropiada" se hubiera hecho de ladito para facilitar este acontecimiento fisiológico. Pero lo ocurrido en la vida real fue mucho más que eso. Más que un infortunio, es el alma condicionada desde tiempo inmemorial dando tropezones mientras se disfraza ante el público como sannyasi y guru. Ni fue un hecho desagradable; fueron varios y fueron mucho más repugnantes que una flatulencia, por tratarse de alguien que se presenta como salvador espiritual del público y acepta adoración incluyendo lavado ritual de pies. Tampoco es que se comportó en forma inapropiada; más bien cayó de su posición de sannyasi por incurrir en actos homosexuales.
3. Paramgati reconoce la falta, pero dice que es porque Krishna le está mandando un importante mensaje. En otras palabras, no es en realidad una falta sino un mecanismo de la Divinidad para hacerlo más guru, más sannyasi, más avanzado, y quizá hasta más hombre. En otras palabras, no hay que darle importancia a lo que pasó porque fue un arreglo divino para que Paramgati sea más fuerte y pueda ayudar más a sus seguidores.
4. Anuncia Paramgati que está dejando su puesto de GBC y que ya no aceptará discípulos durante un tiempo impreciso. Él aceptó discípulos en el pasado no siendo calificado para ello, pero aquí deja la puerta entreabierta para hacerlo de nuevo. Es como en algunos restaurantes que fueron clausurados por estar llenos de cucarachas, pero que orgullosamente anuncian: "Próxima Reinauguración".
5. Dice Paramgati que hace a un lado su papel de guru para demostrar su espíritu de cooperación. En otras palabras, no suspende su labor de guru por inepto y engañador, sino para dar ejemplo de armonía y colaboración. Sencillamente maravilloso.
6. Paramgati confiesa que se está quemando en el fuego del arrepentimiento por haber sido negligente en sus tratos personales y no ser cuidadoso en sus relacionamientos. Lo anterior es una mentira poética para confundir al lector y diluir la realidad. Debió haber dicho: "Me estoy quemando en el fuego de la culpa por haberlos engañado a todos ustedes. No soy un guru ni nunca lo he sido, pues no puedo controlar mis impulsos más primarios. El Upadesamrta nos enseña que es guru alguien que puede controlar seis impulsos, incluyendo los de sus genitales, y ese no es el caso conmigo".
7. Paramgati cita al «Srimad-Bhagavatam» para demostrar que sus problemas son menores, pues él está bien situado y en consecuencia cualquier error le deberá ser perdonado. Pero, desafortunadamente, la forma en que lo presenta parece buscar manipular al lector. Ese verso del «Bhagavatam» habla de un maltrato accidental a un brahmana, y no de la aparatosa caída homosexual de un supuesto guru. No son la misma cosa. Y que el devoto se arrepienta de los bochornosos actos cometidos no lo hace un guru calificado. Él exige que cualquier falta suya sea perdonada pues está arrepentido, y seguirá siendo un guru. Lo suyo es una declaración calculada de que pronto regresará como guru.
8. Nos dice que la cualidad más importante del devoto es la de perdonar. No cita sus fuentes. De todos modos, el devoto tiene 26 cualidades y muchas más. El perdón es una de ellas. Pero perdonar no debe ser equiparado con perder el sentido común y el raciocinio. "Sí, Paramgati, te perdonamos por habernos engañado y hacernos creer que eras un representante digno del Parampara. También te perdonamos por tu insistencia en llamarte Swami cuando no tienes control de los sentidos. Pero por favor ya no trates de engañarnos más. Nos rehusamos a perder nuestro criterio individual y aceptarte en adelante como lo que no eres".
9. Paramgati da a entender que su caída es por dedicar todo su tiempo al servicio misional. "Todo este episodio me hizo entender que requiero dar una atención mucho mayor a mi propia vida espiritual, después de tantas décadas dedicadas exclusivamente al servicio misional público permanente". Yo no sabía que un guru podía caerse por practicar demasiado servicio devocional. Este argumento ya ha sido utilizado en el pasado por otros "gurus" para justificar sus caídas, pero carece de lógica. Esto sólo ocurre si el devoto es principiante y en su servicio devocional hay motivaciones materiales. Pero claro que lo anterior lo descalificaría automáticamente como sannyasi y como guru. Vean además cómo recurre al término "episodio". Un "episodio" es como cuando toses momentáneamente y sigues caminando. Paramgati quiere hacernos creer que lo suyo fue igual. No fue un "episodio", fueron varios, y representan la presencia del "alma condicionada desde tiempo inmemorial".
10. Aquí llegamos al mensaje más importante de la carta. Palabras más, palabras menos, Paramgati le dice a sus seguidores: "No importan las caídas, ustedes siguen siendo mis discípulos y deben seguir teniendo mi protección pues nuestra relación permanece igual". Claro que la relación va a permanecer igual si el devoto no tiene criterio independiente alguno y acepta continuar la farsa. Pero cualquier persona con el más elemental criterio independiente se va a dar cuenta que ha sido engañada durante años por alguien que se presentó con credenciales falsas de guru genuino. Paramgati espera que todo permanezca igual. ¿Lo vas a permitir?
Seamos honestos. Pese a las disculpas, justificaciones y ofertas de su carta, Paramgati ha demostrado ser indigno como sannyasi y guru. Y eso no es simplemente opinión mía. Leamos unas palabras de Srila Prabhupada en este sentido:
"... podemos entender que en esta era el sannyasa-asrama está prohibido porque la gente no es fuerte. Sri Caitanya Mahaprabhu nos dio un ejemplo al tomar sannyasa a los veinticuatro años, pero incluso Sarvabhauma Bhattacarya le recomendó a Sri Caitanya Mahaprabhu que fuera extremadamente cuidadoso por haber tomado sannyasa siendo joven".
(SB, 8.2.30 significado)
Luego encontramos lo siguiente:
"Esto debe prohibirse estrictamente, no más sannyasis. Y aquellos sannyasis que han caído, que se casen, que vivan como... Basta con este exhibicionismo, engaño. Es tan ridículo. Aunque haya una promesa de "No nos vamos a caer de nuevo", eso tampoco es creible. ¿De qué sirve? Mejor ve y habla de filosofía vestido de grhastha, no con este otro [el hábito de sannyasi], sino con un buen abrigo, pantalones, un caballero. ¿Cómo no? Yo nunca dije no. Más bien, estaré contento de ver hablar a caballeros a la moda con tilaka y sikha. Esto es muy prestigioso en todas partes..."
(Srila Prabhupada. Conversación, Mumbai, enero 7 de 1977.)
Paramgati no es fuerte y no es un sannyasi, a pesar de su deseo de continuar el exhibicionismo que nos ha brindado durante años. Srila Prabhupada dice que un sannyasi que se ha caído debe entrar a la vida de casado (aunque el problema de Paramgati es más complejo, por sus tendencias homosexuales). Srila Prabhupada aquí menciona a quienes pretenden regresar como sannyasis luego de una caída: "Aunque haya una promesa de 'No nos vamos a caer de nuevo', eso tampoco es creíble". Seguramente Srila Prabhupada tuvo que enfrentar casos de discípulos sannyasis caídos que prometían ya no recaer, y él responde: "... eso tampoco es creíble". Aquí Paramgati pretende hacer lo mismo diciéndole a sus seguidores que deben seguir apoyándose en él pues nada ha cambiado. Pero la respuesta es: "... eso tampoco es creíble".
Cuando yo tuve mi "problemita", menor en severidad por cierto, el encargado del Ministerio de Sannyasa me ofreció que yo continuara como sannyasi y mantuviera mis discípulos. Luego de mucha agonía —pues yo era adicto a las comodidades, privilegios, deferencias, halagos y atenciones del título— comprendí que permanecer así sería un vil insulto a la noble estirpe del sannyasi, sólo por aferrarme a mis apegos como perro a un hueso. Decidí regresar mi danda y dejar de pretender ser quien no era —un sannyasi y un guru en la línea de Srila Prabhupada y los Seis Goswamis de Vrindavan. Fue una de las mejores decisiones de mi vida. Y por eso hablo con esa confianza en relación con Paramgati.
Sería una pena que a fuerza de manipulaciones sentimentalistas Paramgati regresara como sannyasi y guru institucional. Y lo peor es que no sería la primera vez que algo así ocurriera. Luego de que Bhavananda fuera suspendido como guru por varios cargos de pederastría homosexual, hizo un show ante el GBC para rescatar sus privilegios. Durante una reunión plenaria de la GBC en Mayapur, hizo una entrada teatral y se arrodilló ante ellos gimiendo en voz entrecortada: "¡Por favor, no me quiten mi servicio a Srila Prabhupada!". Y luego prorrumpió en llanto. El show convenció a sus colegas de restituirlo. Sólo hubo dos abstenciones y cinco oposiciones.
¿Vas a tratar de hacer lo mismo, Paramgati? Esa es entonces la encrucijada: Continuar la función para darle pan y circo a las masas devotas que han renunciado a su criterio independiente, o enfrentar la realidad y actuar conforme a lo que realmente esperaría Srila Prabhupada.
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