jueves, agosto 26, 2010

Las circunstancias de la partida de Aindra


por Rocana das

18 de Agosto 2010 -- Canadá (SUN) -- Como todos los devotos ya saben ahora, Aindra das recienemente dejó dejó su cuerpo de forma muy traumática en Vrindavan Dhama. Quienes han estado siguiendo los reportes de varias fuentes han estado relfexionando y creando sus opiniones usando fuentes como El Sol y otras fuentes noticiosas.

Quizá conocí en persona a Aindra en el pasado en algún momento, pero nunca hicimos servicio juntos ni he tenido la oportunidad de apreciar en persona su programa de kirtan de las 24 horas. Yo sabía poco sobre su situación en Vrindavan excepto que, como en el caso de otros brahmanas, él estaba en pugna con los líderes. Todavía no se le había obligado de dejar el refugio del templo, como ya había ocurrido con tantos otros. Kurma Rupa es un buen ejemplo de un brahmana hacia quien la administración no tuvo ningún aprecio, y tuvo que salir del templo para desarrollar su propio prgrama. Por fortuna ha tenido mucho con Care for Cows (Cuidado para las Vacas). El éxito de Aindra todavía ocurría dentro de los confines del templo.

En las últimas semanas hemos leído diversas declaraciones oficiales de Iskcon, incluyendo la carta de condolecias del Comité Ejecutivo de la GBC y el video-memorial de Jayapataka Swami. Encontramos muy poco satisfactorios estos dos mensajes por lo poco honestos al caracterizar los conflictos que existían entre ellos y Aindra --y en efecto era obvio que existía un gran conflicto y no sólo algún desacuerdo.

En una carta de respetos a Aindra, los miembros del Comité Ejecutivo de la GBC dijeron cosas tales como: “Él es una gran inspiración para todos nosotros”, pero al mismo tiempo estaban haciendo un esfuerzo concertado para amenazarlo con expulsarlo de su casa y su servicio si procedía a publicar su libro, y si no dejaba de predicar en contra de ciertas prácticas y filosofías de la GBC. Debido a la volatibilidad de la relación entre ellos, las declaraciones de la GBC --aunque formalmente correctas-- parecen poco sinceras. El mensaje básico de la GBC se encontraba en la siguiente declaración:

“Quienes conocían a Aindra saben bien que también tenía un lado fiero. Aunque a través de los años quizá existieron desacuerdos ocasionales sobre ciertos puntos filosóficos y organizativos entre Aindra Prabhu y otros con respecto a lo que es representativo de Srila Prabhupada, todos esos asuntos y alegatos se desvanecen en la lejana distancia mientras recordamos las abrumantes olas extáticas de kirtan que llenaron el Krishna-Balarama Mandir y nuestros corazones --cuya existencia misma representaba satisfacer un deseo primario de Su Divina Gracia”.

La GBC es muy poco honesta al insinuar que los puntos de vista de Aindra diferían de lo que otros veían como “representativo de Srila Prabhupada”. La realidad es que las diferencias que él tenía eran principalmente con la GBC --directamente-- y no con “otros”. En efecto, los problemas con Aindra sin duda llegaban a esos líderes de Iskcon que están implementando los edictos de la GBC que eran la causa de la disputa con Aindra. Pero la GBC simplemente debió haber sido honesta sobre el hecho de que Aindra tenía problemas específicamente con ellos. La forma en que lo dijeron los hace verse taimados y egoístas.

Hubiera sido bueno que la GBC también eliminara de su carta otra frase innecesaria --que “todos esos asuntos y alegatos se desvanecen en la lejana distancia” mientras recuerdan con cariño a Aindra. Bueno, como podemos ver, estas sólo son ilusiones de la GBC. Las dificultades no han desaparecido. Aindra tenía muchos compatriotas que estaban de acuerdo con él respecto a ciertos puntos filosóficos, y esos devotos continuarán defendiendo sus principios... sin que desaparezcan, como desearía la GBC. Y si el libro de Aindra sale publicado y llega al público, esto le va a acarrear problemas a la GBC, pues la comunidad de devotos conocerá mejor los puntos de vista y las quejas del autor.

Luego tenemos el video-memorial de Jayapataka Swami. El video lleva el subtítulo “Ministerio Itinerante de Prédica”. El mensaje de Japataka no fue grabado en Mayapur Dhama sino en Los Angeles, dondé él lleva viviendo algún tiempo absorto aliviándose de sus problemas de salud.

El Swami dice haber “sabido que existían algunas dificultades” con Aindra en 2001, lo que hace creer que el Maharaja no tenía información directa o no tuvo participación directa en eso. Pero cuando existe una campaña de presiones por parte de miembros de la GBC en contra de devotos como Aindra, es muy difícil creer que Jayapataka no conociera los detalles, capítulo y versículo, y que no fuera un elemento clave en la estrategia en contra de Aindra.

Es interesante cómo Jayapataka da muchos detalles sobre cierta fricción que tuvo con Aindra, detalles que pretenden hacen creer que era una cuestión superficial, pero no dice nada sobre los serios problemas que provocaron la campaña en contra suya --la que incluyó amenazas de expulsarlo de su casa y de su servicio en el templo.

Jayapataka dice lo siguiente sobre las circunstancias de la muerte de Aindra: “Por algún motivo no pudo salir de su habitación”, y cuando no pudo salir simplemente le ofreció reverencias a sus Deidades. Él dice esto dos veces y señala que ocurrió en Vrindavan, durante el tiempo sagrado que el Señor Jagannatha permanece en el templo de Gundicha (en Puri). Eso hace que este momento sea apropiado y auspicioso para abandonar el cuerpo.

Con todo respeto para Aindra, a Jayapataka se le pasó la mano con esta explicación. Al igual que con el caso de la muerte violenta de Tamal Krishna Goswami, las circunstancias del suceso fueron fabricadas por los oficiales que hicieron el relato, presentándolas como una muerte muy auspiciosa aunque los hechos indicaban lo contrario. Aunque sin duda es auspiciosa la visita del Señor Jagannatha al Templo de Gundicha, parece esto no tener conección alguna con lo que Aindra experimentó en su habitación de Vrindavan.

Jayapataka Swami le informa con claridad a su audiencia que Aindra Prabhu “obviamente regresó con Dios, fue al mundo espiritual, fue a Krishna-loka”. Aunque nos gustaría que eso fuera así, el Maharaja no puede saberlo con certeza, en particular dadas las circunstancias --a menos que fuera un vaisnava muy avanzado. En nuestra filosofía no andamos diciendo que todos los devotos que dejan este mundo van a Krishna-loka, a diferencia de los cristianos que dicen que regresan a los brazos de Jesus.

Jayapataka termina su mensaje deseando que los CDs con kirtanes de Aindra se distribuyan libremente, pero no menciona el libro que la GBC presuntamente teme su distribución.


Gopal das, una autoridad local de Iskcon Vrindavan, presentó un reporte forense detallado de lo que ocurrió antes y después de la partida de Aindra, y de lo que parece haber causado su muerte. El reporte permite entrever cómo los funcionarios del templo quisieron acallar cualquier rumor o malentendido de que tuvieron algo que ver con su muerte.

Aunque apreciamos un reporte con tantos detalles, los funcionarios del templo nunca confiesan allí que existían grandes desacuerdos entre ellos y Aindra. Su descripción de las condiciones en que vivía Aindra, que sin duda contribuyeron a su muerte, en sí es indicativa de la actitud que tenían hacia él. Srila Prabhupada decía que si querías dehacerte de una enfermedad o de un invitado indeseable, simplemente no le dieras de comer. En este caso, las autoridades del templo obviamente no querían que Aindra estuviera allí, y en consecuencia le dieron el espacio que ocupaba, que no correspondía a alguien de su calibre. Incluso, antes habían tratado de correrlo de su casa, como lo relata el reporte de Krishnachandra “Aindra - La lucha por su casa”.

Por un lado, las autoridades del templo nos dicen que Aindra era tan maravilloso, santo, brahminico y avanzado, pero al mismo tiempo lo obligaron a luchar por el derecho a vivir en semejantes condiciones. Pueden leer la descripción detallada que hace Gopal das de la habitación, y luego imaginen alojar allí a algún sannyasi de Iskcon o GBC que llega de visita a Vrindavan. La mayoría se sentirían insultados y estarían furiosos, rehusándose a quedarse en semejante lugar.

Si el accidente que le quitó la vida a Aindra hubiera ocurrido en los Estados Unidos, de inmediato hubiera llegado algún funcionario público a hacer una inspección, poner multas, y hacer un reporte para los abogados que seguramente presentarían una demanda. El reporte del templo describe cómo la habitación de Aindra claramanete no cumplía las normas ordinarias de seguridad habitacional, y que por Ley existen en la mayoría de los países desarrollados.

Sabemos que en Vrindavan y en toda la India las habitaciones son por lo común diseñadas para ofrecer una ventilación cruzada --proveniente de balcones externos y de las puertas interiores-- para que haya una brisa que contrarreste el calor. La habitación de Aindra había sido antes un estudio de grabación, y Aindra también la utilizaba como tal, y por tal motivo era muy hermética. Por desgracia, en una fuga de gas propano no había manera de eliminarlo. En una instalación normal existirían alarmas de incendio, detectores de humo y salidas de emergencia, y sería más fácil que los ocupantes escaparan.

Pero Aindra vivía en las condiciones ya descritas, a pesar de su servicio tan importante con el kirtan de las 24 horas. Este es un indicio claro de que ellos no lo querían en el templo. Él luchó mucho para que no lo corrieran de su habitación, y seguramente hubiera aceptado con gusto que el templo le ofreciera mejores instalaciones. Si ellos realmente hubieran sentido por Aindra el aprecio que presumieron tenerle en sus comunicados oficiales, ¿por qué no le dieron un mejor lugar dónde vivir?

Podemos echarle la culpa del accidente a las instalaciones defectuosas de gas, o a las malas normas que hay en India, etc., pero eso sería básicamente como decir que Aindra tuvo la culpa de lo ocurrido por no tener sus instalaciones en buenas condiciones. Una buena administración y supervisión del templo pudieron y debieron ayudar a evitar este accidente. Los funcionarios del templo debieron estar pendientes de todo esto, considerando que ya habían ocurrido antes otros accidentes similares. Ellos ya debían haber instituido un programa para inspeccionar todas las habitaciones que tuvieran instalación de gas, y colocar detectores de gas y humo, y alarmas, o exigirles a los residentes que los consiguieran, asegurándose de que hubiera suficiente ventilación en caso de una fuga de gas, y no ocurriera lo que pasó con Aindra --y qué decir del peligro de incendiar toda la estructura arriesgando a las Deidades y la vida de otros devotos.

Aparte de los aspectos prácticos de lo ocurrido, podemos ponernos a especular sobre las causas espirituales del accidente, preguntándonos por qué alguien tan santo y dedicado a su servicio murió --en última instancia por acuerdo de Krishna-- de forma aparentemente tan traumática. Iskcon alabó a Tamal Krishna Goswami cuando murió en un violento accidente que muchos consideraron inauspicioso. Y hoy muchos están especulando igual sobre la partida de Aindra, pero en realidad no podemos decir que haya sido auspiciosa o inauspiciosa. Ocurrió en Vrindavan, y eso es auspicioso. Ocurrió en el templo de Srila Prabhupada, y eso también es auspicioso. Parece que Aindra no sufrió mucho y era elegible para una mejor reencarnación, y eso también es auspicioso. El que haya fallecido así parece violento, pero la Batalla de Kurukshetra también fue violenta. La violencia y las circunstancias impredecibles son comunes en nuestro sastra.

En vez de especular sobre lo que aconteció, debemos buscar la manera de evitar en el futuro estas ocurrencias inauspiciosas. Srila Prabhupada habló extensa y frecuentemente sobre temas administrativos, y cómo en última instancia la administración es responsable de hechos que no son naturales. Se espera que la administración dé un paso adelante y diga: “Es mi error”. Cuando muere el hijo de una persona, ese padre puede ir ante el rey y quejarse: “Esto no es natural; es tu falta. Es inauspicioso y está relacionado con tu forma de administrar”.

Un caso como el de Aindra, que ocurrió dentro del templo, desde mi punto de vista es la responsabilidad de sus administradores. Fue una negligencia. No debió haber ocurrido, y probablemente no hubiera ocurrido en un espacio más apropiado para la habitación humana. Sin embargo, ellos permitieron que Aindra viviera allí, y aquí tenemos las consecuencias. Si esto hubiera pasado en los Estados Unidos la institución hubiera sido sin duda alguna demandada de inmediato.

Como puede verse en el reporte de Gopal das, la administración del templo puso como su mayor prioridad limitar las consecuencias del accidente. No sólo querían un conciso registro de los hechos, sino también detener los rumores y quitarse las responsabilidad de los hechos. No hay disculpas ni reconocimiento de su responsabilidad en el accidente. Nadie se ha declarado responsable de los hechos, ni dicho lo que se debió haber hecho, ni hablado de las mejoras necesarias, ni se ha asegurado que esto no ocurra de nuevo, ni ha mencionado las transformaciones que el accidente debe originar, etc. Esta actitud no se percibe en ninguna de las declaraciones que Iskcon ha hecho. Haberlas escuchado sería un indicio de una administración competente --que una autoridad sincera hubiera dado un paso al frente y se hubiera responsabilizado por lo ocurrido.

Seamos francos, accidentes como este son a menudo prevenibles. Incluso accidentes de auto como el que le quitó la vida a Tamal Krishna Goswami son prevenibles. Hay una conversación grabada en la que los devotos le están describiendo a Srila Prabhupada lo rápido que condujeron un auto para recibirlo en el aeropuerto. Habían rebasado el límite de velocidad y la policía los detuvo. Convencieron a la policía que no les levantara una infracción, pero cuando Srila Prabhupada escuchó esto comentó: “Bueno, no deberían ir a exceso de velocidad. Es peligroso. Pueden tener un accidente”. Hay que ser muy cuidadoso. Muchos devotos han muerto en las carreteras, o casi han muerto y tenido lesiones severas por ser descuidados y no tomar en cuenta lo peligroso que es este mundo material.

¿Qué contiene el libro de Aindra? Habrá que esperar para verlo. Parece que él no lo quería en formato digital, así que tendremos que esperar a que salga la versión impresa. Yo elogio el valor de Aindra para expresar lo que sentía sobre las políticas y filosofía de Iskcon --convencido que van en contra de Guru, Sadhu y Sastra. Yo estoy haciendo lo mismo, al igual que muchos otros que han sido expulsados del movimiento de Srila Prabhupada. La GBC se encuentra en una etapa de degradación al haberle dado preferencia a la religiosidad y al sistema administrativo eclesiástico. Y quien no sigue sus designios es expulsado de la institución. Pero en el caso de Aindra Prabhu, parece que al final él tendrá la última palabra.

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