martes, septiembre 29, 2009

Un plato de sandeces


por Radha Krishna das

Nuestra reciente nota epidemiológica sobre el virus G1P1 terminó con una invitación a nuestros lectores para que encontraran las tres sandeces más importantes en el párrafo que marcamos de la carta que Hridayananda das Goswami le envió al Secretario de la finca en Costa Rica. Llovieron a la redacción de «El Tambor» incontables correos con las respuestas. Las clasificamos y calificamos, y ahora tenemos el gusto de presentarles la lista de las sandeces más socorridas.

[RAE: sandez. 1. f. Despropósito, simpleza, necedad. 2. f. Cualidad de sandio (necio o simple).]

Pero primero leamos de nuevo el texto que causó todo este furor.

Sugiero que tendrás más éxito en tu campaña a la que, como dije, no me opongo, si tienes más cuidado al editar las declaraciones de una persona [Radha Krishna das] que, explícitamente en contra del testamento declarado y escrito de Srila Prabhupada, se esforzó para entregarle el templo de Srila Prabhupada al gobierno.
Sinceramente
Hridayananda das Goswami


Vayamos ahora las sandeces.

1. Aunque Hridayananda dice aquí que no se opone a la campaña para salvar la finca de las garras depredadoras de Guru Prasad Swami, Virabahu das, Bhaktibhusana Swami y Manonath das, en realidad sí se opuso, pues al final se desdijo de las pocas palabras de apoyo que había dado. Incluso envió una carta ampliamente difundida para distanciarse del exitoso esfuerzo que se hizo para salvar a la finca. En pocas palabras, decidió pasarse del lado de los perdedores morales y legales.

2. La campaña para salvar a la finca de las manos rapaces de los compinches de Hridayananda, tuvo exito sin que el secretario tuviera que editar ninguna declaración mía de aquel entonces o posterior, tal como él lo "sugiere" aquí. Fue Hridayananda quien se editó y se eliminó personalmente de una causa que moralmente valía la pena defender, pues reculó de su postura original para irse con los perdedores.

3. Como veremos en varias notas futuras, nunca me esforcé por entregarle el templo de Srila Prabhupada al gobierno. Eso quedará demostrado con documentos oficiales, los cuales en consecuencia demostrarán oficialmente la necedad o sandez que está enunciando aquí Hridayananda. Esperamos que en su momento tenga la decencia de disculparse.

4. Quien se esforzó por entregarle el inmueble al gobierno como consecuencia de sus torpezas y desidia fue Guru Prasad Swami, como se demostró en una nota anterior. GP tuvo infinidad de oportunidades legales para registrar la propiedad a conveniencia de Iskcon, pero no lo hizo por inepto y holgazán. Cuando yo hice un señalamiento de que el gobierno ya había decidido nacionalizar la propiedad y opiné que era una alternativa viable, fue muy fácil tacharme de entrega-yatras. Y Hridayananda se fue con la finta, cayó completito. Hridayananda no pudo entender la verdadera causa por la que el gobierno decidió nacionalizar la propiedad, lo que me hace sospechar que quizá tampoco sea capaz de entender a la Causa de todas las Causas.

5. El “testamento declarado y explícito de Srila Prabhupada” prohibe liquidar proyectos viables donde existe el entusiasmo de los devotos por continuarlos —como en el caso de Costa Rica—, para satisfacer las alucinaciones enfermizas de líderes incompetentes. De eso no habla el Goswami después de que se desdijo del apoyo inicial que le dio a la finca, pues decidió personalmente ponerse en contra del testamento de Srila Prabhupada que tanto invoca aquí.

6. El apoyo que Hridayananda le ofreció a la finca consistió exclusivamente de palabras. Pero a las palabras se las lleva el viento. Él no hizo nada práctico cuantificable ni determinante en favor de la finca. Por lo tanto, el que hubiera declarado algo a favor o hubiera retirado luego lo dicho, ni favoreció ni perjudicó una causa que se sostuvo por la confianza de los devotos locales en las palabras de un acharya verdadero, Srila Prabhupada, y por la justicia civil que ha predominado hasta ahora.

7. Hridayananda se despide con un “Sinceramente”, pero esos pocos renglones suyos no hablan de sinceridad. Hablan de un cálculo político, hablan de conveniencias, hablan de tener amigos y enemigos. Son un mundo de dualidad. Y aunque menciona el nombre de Srila Prabhupada, no veo los intereses de Srila Prabhupada representados aquí. El tiempo lo ha demostrado.

Para los cientos de devotos que escribieron para ganarse el plato de remanentes de Hridayananda Goswami, estamos en negociaciones con sus sirvientes para ver si nos hacen llegar algunas "sobrinas". Realmente todas las respuestas fueron las mejores, y por lo tanto habrá remanentes para todos.

1 comentario:

iskconoriginalbr dijo...

Hridayanda una vez mas muestra su incapacidad para liderar alguna cosa, ahora sale hablando de los deseos de Srila Prabhupada que él ya hace tiempo se olvido como tambien no sigue mas nada de lo que Prabhupada enseño.
Ahora vale todo Hridayanda?
Aqui tenemos un buen ejemplo de orgullo e sobervia de un supuesto lider de ISKCON, que ya no sabe lo que hacer.