Vrinda en la política

por Radha Krishna das

Si Vrinda y Paramadvaiti Swami están enfocados en una multitud de actividades mundanas, no es de extrañarnos que esto se extienda a la política.


Al usar el término "mundano" no quiero denigrar al activismo social, la defensa de los derechos de la gente, la protección de la naturaleza, la libertad de expresión, etc. Uso este término en el mismo contexto que lo utilizó Srila Prabhupada, que fue para referirse a toda actividad ajena al bhakti, o sea el servicio devocional a Krishna.

Mundano es todo aquello de este mundo. En consecuencia, las terapias mentales, la no-violencia a los animales, la protección ecológica, el apoyo a las minorías étnicas, los estudios universitarios, la defensa de los derechos gay, etc., caen todos dentro de la categoría de mundanos, karma-yoga, karma-kandha, o como les quieran llamar, sin menospreciar el mérito que puedan tener en su propio ámbito.

Nuestra crítica surge por el hecho de que Vrinda se presenta como una institución espiritual en el sentido vaisnava, que supuestamente sigue todos los lineamientos de Srila Prabhupada, Srila Sridhara Maharaja, y todo el siddhantha vaisnava.


Pero la realidad es que Vrinda está alejada de los principios vaisnavas, y se enfoca en muchas actividades "mundanas" que no tienen nada que ver con la verdadera naturaleza del Movimiento del Señor Caitanya.

Desde el inicio del Srimad Bhagavatam tenemos una advertencia al respecto:

"Este Bhagavata Purana rechaza por completo todas las actividades religiosas con motivaciones materiales, y propone la verdad más elevada, que pueden entender esos devotos completamente puros de corazón. La verdad mas elevada es la realidad que se distingue de la ilusión para el beneficio de todos. Tal verdad arranca de raíz los tres sufrimientos" (SB 1.1.2).

Hay que aprender a distinguir las actividades mundanas presuntamente espirituales de las verdaderas manifestaciones del bhakti. Para ello es necesario cantar bien las rondas todos los días y leer los libros de Srila Prabhupada (y leer El Tambor regularmente, jijijijijii). Así se evitará la confusión mental sobre lo que es espiritual y lo que es mundano.

Si Vrinda padece un problema de enfoque, no es de extrañarnos que incluyan entre sus actividades el apoyar grupos políticos y ecologistas. Y eso es precisamente lo que han estado haciendo en últimas fechas.

--Bienvenida Ati Quigua. Un aplauso para ella.

En una nota reciente de El Tambor, presentamos un evento ecológico de Vrinda en el que incluso se hizo gala de un saludo fascista entre los asistentes. En esa ocasión estuvo en el podio una política colombiana de origen indígena llamada Ati Quigua, que se encontraba en plena campaña electoral.

¿Somos agua, aire, tierra y sol, o almas espirituales?

Los vrindófilos no solamente recibieron a Ati Quigua en el evento, sino que también estuvieron haciendo campaña electoral a favor de ella. Aquí no criticamos las intenciones, tendencias ni preferencias de ella. Parece una persona inteligente e interesada en causas sociales, ecológicas y alternativas.

Imágenes de la cámara vecinal de vigilancia.

Por cierto, Ati Quigua estuvo recientemente involucrada en un accidente en el que su auto volcó en medio de la noche en Bogotá. Un análisis de medicina legal que le hicieron arrojó alcohol en su sangre. Hay dimes y diretes sobre si ella había bebido en exceso, o si solo fue su jarabe para la tos. En realidad, su condición etílica es lo menos relevante de esta nota.


Lo importante es cómo Vrinda usa su energía para participar en campañas políticas. Los vrindófilos cucharezcos incluso sacaron un video promocional en favor de Ati Quigua, que dice textualmente:

"Hola amigos. Somos de la Revolución de la Cuchara y los invitamos este treinta de octubre a ofrendar su voto por los derechos de la Madre Tierra. Cuatro, Ati Quigua, al Concejo de Bogotá".

¿La Madre Tierra? Es evidente que tanto la Revolución de la Cuchara como la campaña política en la que Vrinda participó no tienen absolutamente nada que ver con el bhakti --las enseñanzas de Srila Prabhupada y la tradición vaisnava. Este bhakti se encuentra bien definido en el Srimad Bhagavatam así:

"La ocupación [dharma] suprema de toda la humanidad es aquella por la que pueda alcanzar el amoroso servicio devocional [bhaktir] al Señor trascendente. Dicho servicio devocional debe efecturase sin motivaciones y en forma ininterrumpida para satisfacer completamente al ser".

Podría alguien argumentar que estar bien conectado políticamente conlleva beneficios, los que pueden servir para apoyar programas como la Revolución de la Cuchara. Sin embargo, desde el estricto sentido del bhakti, ninguna ayuda externa es necesaria para mantener un programa vaisnava. Lo único requerido es la misericordia del Señor Caitanya y las bendiciones de los acharyas. Entonces, ¿qué necesidad de una distracción como ésta, si se supone que Vrinda es una organización vaisnava? Ninguna, excepto si Vrinda no es ya en realidad una organización vaisnava.