jueves, julio 23, 2009

Productos Hare Krishna - 2

por Radha Krishna das

Con base en los correos que aparecieron en la nota anterior, podemos darnos cuenta de varias cosas.

Hay tres actores importantes en esta discusión: Maitreya das, Lavanga dd,, y Mahasankarsana das.
Hay otros actores importantes que no participaron activamente en los mensajes, pero que son mencionados o sabemos que existen.
No está bien definido el esquema de autoridad para tomar la decisión, e implementar la venta de la casa del incienso y liquidar a la empresa.
Hay sospecha sobre la integridad personal de algunos de los actores en este drama.
No hay un plan claro sobre el uso que se le va a dar al dinero de la venta de la casa.

En esta segunda parte sobre el ocaso de Productos Hare Krishna y la venta de su inmueble, nos vamos a concentrar en los tres actores de los mensajes publicados en la nota anterior. Los presentamos en el orden en que aparecieron en los mensajes.

Maitreya das

Maitreya es un discípulo de Hridayananda das Goswami de principios de los ochentas, quien a través de los años ha tenido funciones de relevancia dentro de Iskcon México.

Lavanga declara que no le tiene confianza a Maitreya, e incluso le imputa posibles engaños relacionados con el plan para vender la casa del incienso. En efecto, en relación con Maitreya hay algunos elementos de confianza que considerar:

1. Lo primero que resalta aquí es el hecho de que Maitreya es el administrador del templo de México. No es el presidente. El templo no ha tenido un verdadero presidente durante años. En ese entornó apareció Maitreya y culminó como administrador —cobrando un salario por su trabajo.

Sabemos que lo anterior va totalmente en contra de las normas dictadas por Srila Prabhupada. Cuando él estaba presente entre nosotros era inconcebible pensar que un sirviente del templo cobrara por sus servicios. Este fenómeno existe en otros templos del mundo hoy en dìa, pero eso no lo legitimiza.

El presidente del templo además debe ser un sadhu, un orientador y guía espiritual de los devotos. Hay suficientes instrucciones de Srila Prabhupada sobre lo que debe ser un presidente de templo —incluso que el presidente debe ser elegido por los devotos locales periódicamente.

Maitreya no funciona como tal. No dirige los programas espirituales como lo haría un presidente de templo, lo que implica cantar las rondas con los devotos, participar en las funciones diarias, dar las clases, etc. Nos quedamos entonces con una persona externa que recibe un salario para regentear un templo.

No sé mediante qué procedimiento se llegó a tal sistema, pero es irregular y le quita a Maitreya parte de la autoridad que quiere blandir.

2. En cuanto a la gestión de Maitreya en la administración del mandir, recordemos que dentro de ella se dio del robo de los 78 mil pesos (7,500 dólares) que se habían reservado para pagar los adeudos que se tenían por el servicio de agua.

Este es un caso complejo, pero tengo por cierto que el administrador de una asociación no puede permitir que el cheque para pagarle al Sistema de Aguas se expida a nombre de una persona, quien en este caso se robó el dinero.


Por la naturaleza de esta pifia, hasta corrió el rumor de que todos estaban confabulados para repartirse el dinero, pues cómo entender que haya ocurrido un error de tal calibre.

3. En medio de lo anterior han surgido quejas sobre la probidad de Maitreya, pues ha sido ligado con acosos sexuales hacia devotas del templo. El anterior comportamiento es totalmente inaceptable, pues además de que Maitreya es una persona casada, tiene un puesto de autoridad ante las devotas. Legalmente esto se considera una ofensa de hostigamiento sexual, y en algún momento le puede traer consecuencias a la organización religiosa.

Yo escuché sobre un incidente particular, de fuentes cercanas a la persona objeto del acoso. Maitreya se estaba acercando demasiado a una devota casada y estaba siendo muy insistente con ella. Esto incluyó enviarle mensajes a su celular, ir detras de ella cuando entraba a un closet de servicio, y vaya a saber qué más.

4. También existe un incidente que se dio mientras Maitreya era gerente de Productos Hare Krishna (PHK) a principios de los noventas. Cuando Maitreya dejó de trabajar en la empresa, se llevó consigo una camioneta utilitaria que había sido contratada en arrendamiento financiero a nombre de la empresa. Él la siguió usando como si fuera propia, y el negocio aparentemente no sabía la situación de ese vehículo hasta que les llegó una demanda de pago por las mensualidades atrasadas y los recargos correspondientes.

Este caso fue muy conocido en México. De nada sirve tratar de ocultar el sol con un dedo. Yo incluso guardé unos apuntes sobre este incidente. Durante la respuesta a la demanda, PHK se aprovechó de ciertos errores técnicos que cometió el demandante para detener el caso Sin embargo, lo anterior no exonera las acciones de Maitreya.

5. Sin embargo, el caso que más me preocupa es el relacionado con la propiedad misma del templo. El 5 de mayo de 1988 se firmó un contrato de compraventa del inmueble. Éramos tres los compradores: Premananda, Maitreya y yo. Los tres nombres aparecen claramente en el contrato; sin embargo, allí sólo aparecen las firmas de Premananda y la mía.

Siempre nos preguntamos porqué no está la firma de Maitreya en el contrato. Esto se vuelve más misterioso si consideramos que él era el único de los tres que vivía en la ciudad de México. Yo vivía en Los Angeles, y sin embargo mi firma sí está allí. Premananda todavía vivía en la finca de Tulancingo, y sin embargo su firma también está en el contrato. Maitreya vivía en la ciudad de México. No sólo eso, sino que además era gerente en Productos Hare Krishna. Él era la persona más cercana a los hechos, y sin embargo su firma no está en el contrato. ¿Qué explicación hay para ello?

Tiempo atrás apareció la posible respuesta. Hace algunos años tuve una conversación con "Nela Chica". Ella es la nieta de "Nela Grande", la señora que le vendió la casa al templo (y que fue víctima del secuestro y la invasión a su otra casa por parte de Guru Prasad Swami y sus comandos idiotas). Nela Chica es además la madre de "Enrique", quien repelió la invasión con el apoyo de sus familiares policías e interpuso una denuncia penal en contra del templo.

Nela Chica nunca quiso venderle a Iskcon la casa que ocupaba el templo, y no entendía cómo habíamos logrado un acuerdo con su abuela. Durante aquella conversación me preguntó tajantemente: "¿Quién ofreció venderles la casa, mi abuela (Nela Grande) o mi hijo (Enrique)?". Hoy no importa saber quién fue, pues el acuerdo ocurrió hace más de 20 años.

Lo importante es lo que me dijo inmediatamente después: "Cuando me enteré que estaban vendiendo la casa, me comuniqué de inmediato con Maitreya y le ordené que no firmara ese contrato. Por eso ves que su firma no está en el contrato". Lo que estoy relatando aquí no me lo contaron otros, sino ella directamente.

Es bien sabido que Maitreya ha mantenido una relación cercana con Nela Chica y con Enrique durante décadas. Este es un asunto muy delicado si consideramos que para esas fechas Enrique ya había puesto en marcha un plan para robarle la propiedad a Iskcon mediante engaños, y casi lo logró. Y esto coincide con una época en que Maitreya casi nunca se aparecía por el templo. Él sólo regresó al templo después de que concluyó el juicio con Enrique por la propiedad.

En resumen, es vital que Maitreya sea sometido a una investigación que despeje toda reserva que haya sobre su persona, antes de permitir que participe en un proceso tan importante como lo es la venta de esa casa y decidir el destino del dinero.

Permaneciendo la más mínima duda, Maitreya debería quedar al margen de este proceso para no empañarlo. Parece que hizo eso antes al no firmar el contrato de compraventa de la casa y evitar alterar a Nela Chica. Como estamos hablando aquí de servicio devocional sin intereses personales, nadie debe sentirse afectado si se hace esto.

Solicitamos de Maitreya y de todos nuestros lectores, cualquier aclaración o información complementaria sobre lo presentado aquí.

Lavanga dd

De la Mataji no sé mucho pues su participación activa en asuntos de Iskcon no es muy antigua. Ha sido la gerente de Productos Hare Krishna durante algún tiempo. Sin embargo, sospecho que no es una administradora excepcional, porque el negocio del incienso no hubiera terminado en la situación actual.

Mis principales reservas en relación con ella se relacionan con su participación en el intento de robarle la propiedad a Sanat Kumara en Guadalajara. No es sólo el intento, sino la forma tan mediocre con que trataron de implementar el turbio plan. En sus mensajes recientes, ella misma pide hablar sobre los “problemas con el juicio de Guadalajara”, pues efectivamente el juicio no va como esperaban.

Ella seguramente quería complacer a su gurudeva Guru Prasad Swami cuando se involucró en el fiasco de Guadalajara, pero como él siempre anda metido en penumbras, termina salpicando a quienes estén cerca. El asunto legal de Guadalajara deja mal parados a todos los participantes, por su falta de criterio y ética. Desafortunadamente la Mataji está entre ellos.

Por otro lado, el contenido de sus mensajes es el mejor de los tres individuos que estamos analizando aquí. Cuestiona la autenticidad de ciertos poderes dentro de Iskcon México, y se preocupa por un posible intento de abuso y voracidad por parte de otros. Lo único que le hace falta es empezar a actuar así en relación con Guru Prasad Swami.

Mahasankarsan das

Todos saben que Mahasankarsan es un devoto "luchón" y "entrón" que siempre apoya los programas del yatra. Pero también se le conoce como alguien voraz, y que frecuentemente ha demostrado intereses ocultos al participar en asuntos del negocio de inciensos. Existe entonces la posibilidad de que mantenga esos intereses ocultos mientras participa en la liquidación de la empresa.

Más pasional que racional, más impetuoso que reflexivo, Mahasankarsan se encuentra este momento del lado del comité local que pretende eclipsar al consejo nacional que debería tomar las decisiones sobre el negocio del incienso.

Como Mahasankarsan tiene un negocio propio de inciensos, debería excluirse automáticamente de todo lo relacionado con Productos Hare Krishna. Así no habrá lugar a un conflicto de intereses. Al igual que con Maitreya, es mejor quedar al margen de este asunto que participar con la sombra de los intereses encontrados. Y no digo lo anterior de gratis. En el pasado ha habido instancias de conflicto de intereses de Mahasankarsan con Productos Hare Krishna.

También hay un problema de transparencia con Mahasankarsan. Labanga en su correo del 20 de julio señala que Mahasankarsan no ha entregado cuentas contables atrasadas del restaurante. Básicamente se refiere al manejo del dinero, lo que se gastó y lo que ingresó. Eso es grave y no puede tomarse a la ligera. Cuando Srila Prabhupada llegó a Nueva york y estaba solo, llevaba cuentas de todos sus gastos; incluso registraba si había comprado una banana. ¿Cómo es posible que no haya cuentas claras de un proyecto como el restaurante? Mahasankarsan debe de rescatar algo de credibilidad entregando cuentas claras de un proyecto que estuvo bajo su jurisdicción.

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