domingo, abril 25, 2010
Aquí llega Hanumatpresaka Swami
por Radha Krishna das
Hay alguien que ha pasado desapercibido casi totalmente tanto en El Tambor Rugiente como en otros sitios donde se analiza el Movimiento Hare Krishna en Latinoamérica. Nos referimos a Hanumatpresaka Swami. ¿Cuál es el motivo de esto?
Me imagino que en parte esto se debe al hecho de que Hanumatpresaka no ostenta ningún título corporativo en Latinoamérica. No es GBC, no es secretario regional, no es miembro del CGR latinoamericano, ni tampoco es ministro de ninguna oficina.
El título que Hanumatpresaka sí ostenta en Latinoamérica es de guru de Iskcon. Él es guru de la institución de la misma manera en que lo es Guru Prasad Swami, Bhakti Bhusan, Virabahu, Hridayananda, Sankarsana y Paramgati.
Hanumatpresaka viaja frecuentemente por Sudamérica, libre de la carga corporative que abruma a los demás, y puede particupar en programas y conferencias sin tener que enredarse con cuestiones administrativas y de organización.
El Maharaja también ha sido miembro del Bhaktivedanta Institute, del Instituto de Estudios Orientales y Clásicos, y organizador del Festival de Cultura India Clásica de Perú. Y según su biografía, también es un cinta negra de karate.
Yo en lo personal sé poco sobre Hanumatpresaka Swami. Recuerdo que él era seguidor de Hansadutta cuando éste era uno de los 11 acharyas de Iskcon, y colaboraba con él en California del Norte. En una ocasion escuché una conferencia suya en Tepoztlán en la casa del recientemente fallecido Gaurachandra Prabhu, donde también hizo alarde de de su habilidad con la flauta. Pero fuera de eso no lo he conocido en más detalle.
El Maharaja se las ha ingeniado también para mantenerse libre de caídas, desviaciones evidentes y otro tipo de acciones que van en detrimento de su reputación. En ese sentido el Maharaja es realmente una excepción a todo el desorden y descarada superficialidad que vemos cotidianamente en Latinoamérica.
Sin embargo, el Maharaja Hanumatpresaka no está libre de cuestionamientos en aquello que sí es. ¿Es Hanumat Presaka un guru verdadero por el simple hecho de no haber caído en escándalos como los de Paramgati o Gunagrahi? ¿Es él un guro verdadero por no haberse robado nada ni haya violado preceptos morales y éticos elementales?
En El Tambor Rugiente tenemos la convicción de que todo el sistema de gurus de Iskcon está contaminado. Lo ha estado desde el primer día, y lo sigue estando al día de hoy. En consecuencia, cualquier persona que participe en ese sistema --que al día de hoy reconoce a gente como Paramgati y a docenas más como gurus de Iskcon capaces de guiar hacia Krishna a sus suspuestos discípulos-- está desviado del siddhanta vaisnava y de la guía de Srila Prabhupada.
Es más, podemos decir que Hanumatpresaka ni siquiera puede explicar claramente las razones que lo hacen guru institucional de Iskcon. Recientemente apareció en el Sampradaya Sun un análisis de la postura que tiene Hanumat Presaka sobre el principio de guru-tattva. En su argumentación encontramos muchos errores y justificaciones, lo que nos lleva a pensar si Hanumat sabe realmente lo que está haciendo.
El análisis antes mencionado, en ingles, se encuentra aquí. Para poder asimilarlo bien, hemos decidido presentarlo en español en dos partes. Los invitamos a que evalúen directamente lo que el Maharaja dice sobre el guru, y descubran dónde se equivoca.
GBC 2010, Resoluciones
por Radha Krishna das
Ok, antes de la pausa anunciada nos da tiempo para darle una leída al cuerpo de las resoluciones de la GBC de febrero pasado.
Resolución 102
Aparece una lista de los candidatos a sannyasa, y el tiempo que tienen que esperar para poder ingresar a dicha orden de renunciantes. Parece que el comité respectivo hace una evaluación muy minuciosa de estos candidatos, y quienes pasan todas las pruebas que frecuentemente incluyen humillaciones y desprecios, finalmente pueden volverse sannyasis.
Por desgracia, frecuentemente la decisión se basa en cuestiones políticas y no simplemente las cualidades de sadhu renunciante que la persona tenga. Esto nos dice que en Iskcon el sannyasi se ha vuelto un personaje institucional cobijado y protegido por la institución. Sí hay elementos de renunciación en las personas que reciben ese título en Iskcon, pero frecuentemente su nivel no es mejor que otros devotos que quisieran ser sannyasis pero que la institución se niega a reconocer como tales.
Peor aun es la situación de aquellos que ya se convirtieron en sannyasis pero que han desarrollado incontables anarthaas, o malos hábitos y apegos, pero quienes una vez que fueron nombrados renunciantes pueden usar ese puesto para acaparar riquezas y explotar a los devotos que trabajan bajo su jurisdicción.
Sin tratar de ser muy repetitivo, vemos el caso de Hridayananda, quien en una carta en la que respondía a ciertos señalamientos sobre sannyasis ricos, dijo que él se encontraba muy cómodo viviendo como lo estaba haciendo y que no iba a poder dar un mejor ejemplo. Dijo también que apliquen normas muy estrictas a los nuevos, a ver si despuñes de eso todavía quieren ser sannyasis, pero que a quienes ya lo son los dejen en paz.
Como Hridayananda vive en Beverly Hills, colabora con una universidad secular dando clases sobre temas mundanos, y escribe libros y novelas con temas totalmente ajenos al siddhanta de la sucesión discipular, pues seguramente que no le interesa que le estén recordando cómo debe comportarse un sannyasi auténtico.
Resolución 307
Esta resolución establece los estándares mínimos para poder tener puestos elevados dentro de la sociedad. Lo anterior se me hace una excelente idea y considero que es muy importante para elevar un poco la dañada imagen que el movimiento ha desarrollado desde los época e los supuestos acharyas hasta la fecha.
El problema con lo anterior es que ya desde ahora es letra muerta. No nos vamos a meter con lo que pasa en otras latitudes, pero en Latinoamérica es evidente que la alineación de líderes actual está plagada de iregularidades y no cumplen los requisitos elementales de decencia y moralidad para estar en tales puestos.
Veamos primero lo que establece la resolución. Debe cumplir estos requisitos todo GBC, secretario regional, director de proyecto internacional, presidente de templo, y cualquier otro funcionario de importancia. El funcionario no debe haber actuado en forma ilícita en los últimos diez años.
Se considera ilícito: Violar los principios regulativos, irregularidades financieras y de activos fijos de Iskcon, actividades criminales, y actuar inmoralmente conforme a Iskcon o las leyes civiles.
No voy a repetir aquí los diversos casos que ya se han presentado en El Tambor Rugiente. Sin embargo, conforme a estas normas prácticamente todos los líderes actuales de la región impuestos cupularmente están descalificados para tener los puestos que ostentan por la sencilla razón de que han violado principios regulativos, han hecho manejos sucios de los bienes de la institución y han actuado fuera de la ley.
Esto incluye a Virabahu das, Guru Prasad Swami, Bhakti Bhusana Swami, Gunagrahi porno-Swami, Mononath das, y Hridayananda das. Sólo es cuestión de revisar la actuación de cada uno de ellos para darnos cuenta de la clase de pillos que liderean Latinoamérica.
Aunque algunas de las ofensas de estos individuos tienen más de 10 años, la mayoría de las violaciones han ocurrido en los últimos años y deja ver la baja calidad moral, devocional, institucional y profesional de estos individuos.
La resolución dice "henceforward", o sea en adelante, quizá queriendo indicar que el pasado debe olvidarse y estas normas sólo deben ser aplicadas a nuevos funcionarios o a funcionarios que vayan a ser objeto de una purga política. Sin embargo, hay leyes del pasado que establecven lo mismo que la actual resolución 307, por lo que en realidad nadie debe escaparse de ser juzgado y evaluado. Lo malo es que, como se dice en español, "se obedece pero no se cumple".
Resolución 308
Esta resolución establece normas mínimas para que alguien pueda ser considerado guru dentro de Iskcon. Como en el caso de la resolución 307, las normas que se establecen más bien corresponden a las de una burocracia institucional.
El problema es que una vez que Iskcon instituyó un sistema burocrático y político de gurus, debe lidiar con los problemas que eso conlleva, o sea el comportamiento dudoso de almas condicionadas que se supone que son ideales.
Lo que es el verdadero guru y lo que debe ser un acharya dentro de Iskcon es un tema muy vasto que no vamos a tratar aquí ahora. Pero las mismas normas tan elementales que se presentan en esta resolución son un indicio del problema que Iskcon enfrenta con su sistema de gurus.
Esto me recuerda el ejemplo que daba Srila Prabhupada sobre la diferencia entre el cristianismo y el vaisnavismo. Mientras que en el cristianismo los mandamientos son que no matarás, no robarás, etc., y se describe a los seguidores del cristianismo como pecadores, en el Bhagavad-gita Krishna se refiere a Arjuna como "el mejor entre los hombres" y no le entrega mandamientos tan elementales que se supone que Arjuna ya conoce.
Y llevando este ejemplo un paso más allá, vemos que ciertas normas dentro del islamismo dictan que uno no debe fornicar con un borrego. Esas normas se dieron seguramente por la calidad de la gente que las iba a empezar a seguir.
Pues ese es el mismo caso con estas resoluciones sobre estándares mínimos para el guru. Si se supone que el guru ya tiene todas las cualidades y su ejemplo es ideal, ¿por qué en Iskcon establecen normas tales como que el guru no se debe haber caído en 10 años, y no debe desviarse del comportamiento étio d eun vaisnava. La respuesta es la mala calidad espiritual de los líderes de la institución.
Resolución 316
Finalmente, en esta resolución se habla sobre un nuevo libro de leyes que va a sustituir lo que hay actualmente. Esto también parece muy bueno. Lo importante es que no se vuelva letra muerta, como ocurre en la actualidad. Esto ocurre más aun en Latinoamérica, donde los discípulos del Tío Sam han hecho lo que se les ha dado la gana, abusando y manipulando a los devotos de la región para convertirlos en unos dóciles sentimentalistas a quienes les han robado todo el dinero que han podido.
Una Pausa
por Radha Krishna das
Durante la mayor parte de abril casi no aparecieron notas nuevas en El Tambor Rugiente. Esto se debió a la cantidad tan grande de trabajo que he tenido recientemente, y que me ha mantenido alejado del teclado y la investigación de las maravillas del mundo vaisnava occidental. Esto me ha llevado a ver que mantener El Tambor Rugiente actualizado requiere de tiempo y atención.
Por coincidencia, esta siguiente semana voy también a estar muy ocupado, y hasta de viaje, por lo que mi capacidad para publicar nuevas notas también va a estar limitada. Hay muchos temas que conviene abordar en El Tambor y que se han estado juntando, y espero en los próximos días normalizar esto.
Durante la mayor parte de abril casi no aparecieron notas nuevas en El Tambor Rugiente. Esto se debió a la cantidad tan grande de trabajo que he tenido recientemente, y que me ha mantenido alejado del teclado y la investigación de las maravillas del mundo vaisnava occidental. Esto me ha llevado a ver que mantener El Tambor Rugiente actualizado requiere de tiempo y atención.
Por coincidencia, esta siguiente semana voy también a estar muy ocupado, y hasta de viaje, por lo que mi capacidad para publicar nuevas notas también va a estar limitada. Hay muchos temas que conviene abordar en El Tambor y que se han estado juntando, y espero en los próximos días normalizar esto.
Todo Turbio
por Lila Madhava Dasa
Vrindavan, India
Por albures del destino fui sirviente de Jayapataka Swami por espacio de un año. Esto me dio la oportunidad de convivir de cerca con esta persona. Así pues, basado en mi experiencia, puedo decir de manera muy concluyente que en Jayapaka hay muchas cosas que no encajan con el bhakti puro, mucho menos con la vida de un sannyasi.
Son tantas las anomalías que noté en su manera de ser, que no sé donde empezar. En fin, comenzaré diciendo que Jayapataka trata a su secretario y/o sirviente personal como esclavo: él tiene realizar una interminable cantidad de quehaceres todos los días; lidiar con medio mundo, y organizarle todos sus programas. El esclavo nunca descansa y es generalmente el más maltratado de todos. Se tiene que levantar antes que Jayapataka, le tiene que preparar su ropa, tiene que asegurarse que los alimentos que se ordenaron “a la carta” el día anterior estén efectivamente cocinados. También tiene que llevar un inventario y meter en las maletas todos los aparatos electrónicos que Jayapataka requiere para su uso (cámaras fotográficas, grabadoras, vídeos, computadoras y un largo etcétera). Todas las baterías tienen que estar cargadas, porque como Jayapataka es una persona muy caprichosa, no se sabe cuando va a disponer de estos aparatos. Y si no tienes las baterías listas, te hace pasar vergüenzas frente a los demás, como si utilizarlos para despreciarte fuese una acción edificante. Pero lo irónico es que sin este secretario menospreciado, Jayapataka no podría hacer absolutamente nada, pues como viaja con tantos útiles y avíos, le sería imposible saber dónde están.
Incluso se han redactado manuales para que el esclavo no enloquezca, en el que se indica en que sitio debe ir los bártulos. Jayapataka viaja con 4 maletas grandes y 4 maletas de mano, pero como es “viajero preferencial”, puede llevar semejante cargamento, sin contar las maletas del secretario, cuyo espacio el hombre aprovecha para rellenarlo con sus cosas. Y claro, no olvidemos que en cada lugar que visita lo llenan de regalos, además de que él personalmente compra un montón de bagatelas que sólo terminan acumulándose en galpones que tiene en Mayapur específicamente para tal propósito. Tiene años acumulando cosas. ¿Qué cosas?: relojes, toneladas de prendas de vestir, innumerables aparatos eléctricos y un montón de otras excentricidades.
También cabe detallar que como Jayapataka tiene décadas de darle vueltas al mundo por vía aérea. Ello le ha significado acumular una cantidad indecible de millas “bonus” que ceden las aerolíneas, y que podría canjear por boletos, sin embargo muchos “puntos” se desperdician. Y para pagar los boletos y todos sus gastos se vale de más de 50 tarjetas de crédito Platinum, Gold, etc. de todas las firmas financieras internacionales. Además siempre viaja llevando consigo mucho dinero en efectivo, en diferentes monedas. O sea, estamos hablando de una persona definitivamente millonaria. No estaría mal si hablásemos de un vaisya ávido, pero es una aberración para una persona con el disfraz de renunciante. Ahora bien, en lo tocante al esclavo, …¡el esclavo no recibe ninguna compensación por su trabajo, y por lo tanto él mismo tiene que ingeniárselas y colectar para pagar sus boletos de avión y cualesquiera gastos personales! Ese es el precio que tiene que pagar para poder viajar con el autoproclamado “rey”…
Para ser explícito, si apilásemos dos Bhagavad-gitas uno encima de otro, esa es la altura de pasajes aéreos abiertos que Jayapataka tiene a su disposición y que puede usar cuando quiera, conectando todos los puntos del planeta. La pregunta es: ¿cómo es posible que halla logrado reunir esa bestialidad de boletos? Bueno, la respuesta es simple: siempre hace que los templos y seguidores le compren boletos. Tras recibirlos, los mantiene bien guardados. Ah, pero muchísimos boletos se vencen, y ello pone de manifiesto la manera tan “diligente” como Jayapataka utiliza el dinero de los discípulos en la ejecución de servicio devocional… No le importa despilfarrar; total: esa es su comprensión de aplicación práctica del seva de sus seguidores.
Pero lo anterior no es todo. Cuando comienza una vuelta alrededor del mundo, Jayapataka compra boletos “around the world”, los cuales son más económicos, cubren la mayor cantidad de ciudades o puntos de viaje, y te permiten llevan más carga, entre otros beneficios. Por su parte, el esclavo, que no tiene tales recursos económicos, repito, cada vez tiene que comprar su boleto a costa de grandes esfuerzos. Estos boletos “around the world”, que en ocasiones abarcan hasta 40 ciudades, tienen ciertas restricciones, así que cambiar de ruta o de fecha conlleva el pago de multas. Pero como Jayapataka siempre altera su itinerario, comisiona al esclavo para que vaya a la oficina de la aerolínea para dar la cara y opere dichos cambios de última hora. Aquí tengo que decirles que el propio Jayapataka nos enseñó a mí como y a su secretario estrella, Ekanath Gaura, cómo engañar y birlarle dinero a las compañías aéreas. Les cuento. Cuando se hace un cambio en la ruta original, Jayapataka nos dijo que es muy fácil confundir al operario que hace los cambios. Primero nos enseñó a llegar a la agencia de viajes —principalmente las de Suramérica, donde los dependientes tienen modestos niveles de educación y de cultura— muy bien vestidos, portando móviles (celulares) y laptops de última generación, y luciendo relojes muy valiosos. Con esta pinta de millonarios se logra impresionar a los dependientes e intimidarlos mentalmente. Tras presentar nuestras razones mentirosas por las que los cambios de ruta son necesarios, los dependientes nos entregaban unos formularios o nos mostraban las pantallas. Y como ya sabíamos de memoria las claves electrónicas, muchas veces escritas por los propios puño y letra de Jayapataka, alterábamos las fechas y destinos sin que los empleados se dieran cuenta. Era fácil: anotábamos los destinos ya fijados del boleto original, pero alterábamos marrulleramente el orden de los códigos. Por ejemplo, un boleto LIM-STG-BUE-LIM, que indicaba un vuelo con paradas sucesivas en Lima, Santiago, Buenos Aires, y de regreso a Lima, lo reacomodábamos como LIM-STG-BUE-AUK-LIM; o sea, Lima, Santiago, Buenos Aires, Aukland (Australia) y Lima como destino final. En otras palabras, estafábamos a la aerolínea con un vuelo traspacífico extra que no se había pagado. Con este timo fraguado por Jayapataka, conseguimos alterar y obtener decenas de decenas de pasajes chuecos “caídos del cielo”.
Pasando a otro tema, según me consta, Jayapataka jamás se preocupa por lo que le sucede al esclavo o esclavos a nivel espiritual o material. En este caso, el “rey” nunca socorre al esclavo. A pesar de que en reiteradas ocasiones le dije que por favor me ayudara en asuntos realmente importantes en mi vida devocional, Jayapataka nunca tuvo la atención de dedicarme media hora de su tiempo o darme consejo alguno. No. Lo único que esperaba de mí era servicio y más servicio, ininterrumpidamente. ¡Esa era la manera como él concebía que yo iba ir, mecánicamente, al “mundo espiritual”!
Sin embargo, tras años de introspección y de luchar para sacarme esa ilusión de “que estaba sirviendo a un gran devoto”, finalmente pude ver la situación tal cual es. En el tiempo que estuve cerca de Jayapataka claramente me di cuenta que él realmente no le importa la gente. Él solamente está liderando una campaña personal para alimentar su ego, su inflada concepción de sí mismo. A él sólo le interesa acumular la mayor cantidad posible de discípulos, toda vez que tiene que reponer aquellos a quienes frustra total y cíclicamente por no prestarles ninguna atención. Sus discursos son más recuentos de sus glorias que alocuciones sustantivas para animar devocionalmente a las personas. Para muestra un botón: en una ocasión revisé su correo de PAMHO y vi que tenía más de 16.000 cartas sin abrir. Como dice el refrán: el que mucho abarca, poco aprieta. Jayapataka, pese a ofrecer indiscriminadamente por todo el planeta sus servicios de “gurú”, es incapaz de resolver las dudas de los devotos, de reciprocar tangiblemente con ellos, de ayudarlos en momentos de necesidad, en fin, de tratarlos como personas, qué decir de conducir una relación formal de maestro-pupilo con ellas. Claro, los espectadores del circo de “la devoción” que es Iskcon, todos lo ven como un gran maha-rati. Pero para mí Jayapataka es un profesional que cumple bien su función de “gurú industrial” con mucha pompa pero poca sustancia. La mayoría de gente ha fallado en detectar para quién trabaja en realidad este señor.
Dado que yo fui integrante del círculo privado de Jayapataka puedo seguir narrando muchas cosas que presencié directamente y que están completamente divorciadas del servicio devocional puro tal como lo describen las escrituras y los acaryas. Por ejemplo, por instrucción suya, me volví pareja de Sarva-shakti d.d., una mujer con muchos problemas, pero experta manipuladora de hombres (omito detalles). En fin, solamente quiero reiterar que tuve una larga y estrecha relación con Jayapataka, y la verdad es que su conducta personal no encaja en absoluto con el modelo de bhakta que Srila Prabhupada tantas veces describe en sus libros, y que supuestamente lo representarían tras su sentida partida.
Para concluir esta breve reseña de mis experiencias con un “rey” de pacotilla, permítanme contar un último “pasatiempo” de Jayapataka. En el que momento que me convencí de lo que mi dictaba tanto mi voz interior como mi inteligencia, me acerqué a él y sin tapujos le hice preguntas relacionadas con su conducta irregular. Yo en realidad quería desvanecer cualquier mal entendido de mi parte. En esa ocasión estábamos en la Belgrado asistiendo a un festival, durante el cual caí enfermo porque tenía literalmente dos semanas de trabajar sin parar y de dormir difícilmente dos horas al día. Ekanath también vivió la misma y desgastante jornada; es más, creo que estaba más apaleado que yo. La cuestión es que Jayapataka partió intempestivamente con rumbo a Rusia, y me dejó a mí varado sin previo aviso. Maltrecho como estaba me las arreglé para viajar a Londres. Pocos días después recibí un e-mail en el que me informaban que Jayapataka se había desentendido de mí porque supuestamente yo había tratado de violar a una mujer durante el festival de Belgrado. ¡Yo me quedé boquiabierto! No tenía ni idea de qué estaban hablando. Sentí mucha rabia en mi interior. Cuando de nuevo nos encontramos en Mayapur, Jayapataka me trató de convencer de que él había tratado de desmentir el rumor, y que había defendido mi integridad. Pero la verdad es que el propio Jayapataka fue el que echó a rodar el rumor con la clara intención de desprestigiarme, justo después de que le hice las preguntas comprometedoras aludidas, y que de manera incuestionable, desvelaban la clase de persona que es él. Esto me lo confirmó el año siguiente una devota en Vrindavan, una devota que también abrió los ojos, ¡Realmente una maniobra despreciable y maquiavélica!
Al cabo de varios años, tras distanciarme deliberadamente de todo este circo, me enteré que hay una carta firmada por Jayapataka, una especie de lista negra, en la que aparece mi nombre como persona non grata en Mayapur. Esto es irónico, por una parte, porque todos los devotos de esa localidad habían sido testigos de mi servicio tesonero y sincero. Y por otra parte es absurda toda vez que fui yo el que decidió apartarse de los safaris de Jayapataka y del culto a la personalidad que ha montado en torno a él, siempre sediento de fama, reconocimiento y opulencia (yo participé 10 años seguidos en los safaris y en los parikramas de Mayapur. Incluso, llegué a tener una casa dentro del complejo de Iskcon).
Conclusión: tuve la amarga vivencia de convivir con Jayapataka, pero ésta también tuvo un aspecto positivo: me permitió comprender con muchísima profundidad y realización el mensaje divino de Srila Prabhupada. Por recorrer los templos fundados por él y escuchar pasatiempos suyos de labios de testigos presenciales, pude darme cuenta de qué Srila Prabhupada era una personalidad muy compasiva y sencilla. ¡Lo opuesto de lo que actualmente son sus supuestos líderes! Pude percatarme de primera mano de lo complicadísimos y politicazos que son, pues participé en violentas discusiones que ellos protagonizaban, peleándose por tener discípulos (unos querían más, y otros les decían que debían ser “menos”). Hablo de los “guritos” y del tamaño de las zonas. Y de las áreas de influencia. Literalmente uno le vociferaba al otro: “¡¡¡NO VENGAS A MI ZONA!!!
A pesar de los grandes desengaños que me tocó vivir, la vivencia me sirvió positivamente en el sentido de que pude presenciar la cruda realidad de kali-yuga, la era de los hipócritas y farsantes. Pude observar a agentes infiltrados de Maya, enviados por saber ni qué agencia de inteligencia, que se dedican a desbaratar la misión que con tantos esfuerzo y devoción construyera Srila Prabhupada, y que paralelamente han instaurado una pseudo religión para adoctrinar a millares de personas incautas, y así distanciarlas del verdadero siddhanta y mensaje de amor que nos legaron Srila Prabhupada y los acaryas antecesores.
En la actualidad tengo la muy afortunada bendición de residir en Vrindavan. Por la gracia de Srila Prabhupada y Sri Chaitanya Mahaprabhu, todos los días adoró a 500 salagrama-silas, que son los testigos de que todo lo que he dicho es verdad. Por lo tanto, no me arrepiento de la decisión de haber elegido voluntariamente de estar cerca de Jayapataka, ya que la misma me ha llevado a la hermosa realidad que vivo ahora. Gracias a dicha vivencia, hoy por hoy me considero un hombre sincero que por la gracia de Srimati Radharani ha podido cultivar una buena capacidad de discriminación. Por último, con toda humildad les ofrezco a todos los valientes lectores de “El Tambor”, que tienen “hambre y sed de justicia”, el siguiente consejo: No compren a la ligera, de primera mano, compelidos por proselitistas fanáticos. Si no se dejan presionar y observan detenidamente, verán que hay más máscaras de lo que se puede detectar a simple vista. Y la verdad es que al mundo espiritual se llega sin máscaras. Tenemos que ser muy cuidadosos con las decisiones que adoptamos y con lo que hacemos en nuestra vida. Principalmente, tenemos que muy cuidadosos en lo referente a quién o quiénes escogemos como guías que nos conducirán a la morada de Sri Radha y Sri Krishna. No nos dejemos sorprender por imitaciones baratas de Srila Prabhupada. Por el contrario, internémonos en el cielo espiritual de sus dulces pasatiempos, y afanémonos al máximo de seguir SUS instrucciones. Éste es sin duda el mejor medio para alcanzarlo no sólo a él, sino llegar a servir amorosamente a la Divina Pareja de Vrindavan.
Implorando bendiciones para todos, desde Vrindavan Dham,
¡¡¡RADHE RADHE!!!
sábado, abril 24, 2010
GBC 2010, Nombramientos
Por Radha Krishna das
A finales de marzo salieron publicadas las resoluciones de la reunión anual de la GBC. Como ustedes saben, cada año se reúne la GBC antes del Festival de Gaura Purnima y durante varios días analizan, polemizan y --al final-- emiten resoluciones que tienen por finalidad preservar el Mundo Feliz de Iskcon.
En marzo de 2009 El Tambor hizo un análisis de las resoluciones de ese año. Ahora nos toca hacer lo mismo con las resoluciones de 2010. Lo primero que vamos a analizar son los nombramientos que se hicieron.
Y queremos hacer esto revisando simultáneamente cierta información que habíamos publicado desde finales de febrero al respecto.
1
Desde el 26 de enero anunciamos aquí que Hridayananda das había escrito una carta de renuncia a su título de GBC. Durante la reunión de Mayapur el tema fue tratado y, mediante la resolución 303, la GBC aceptó su renuncia --cosa que informamos a ustedes oportunamente.
Fuentes bien informadas me dicen que la GBC lo presionó a renunciar, pues consideran a Hridayananda una “papa caliente”, que con sus desviaciones filosóficas y vida de sibarita sólo va a meter a Iskcon en más problemas.
Hay algo que me sorprendió favorablemente en esta resolución de la GBC. En esta ocasión no nombraron a Hridayananda “GBC Emérito”, como lo hicieron en 1999 cuando renunció por primera vez. El término “emérito” se refiere a una persona que se retira de un puesto activo con reconocimientos debido a su gran servicio. Parece que aunque le dieron las gracias por su servicio, esta vez decidieron sólo decirle adiós
2
Habíamos también informado que nuestro duende favorito, Jagajivan das, había sido nombrado nuevo Ministro de Justicia. Esa información era totalmente equivocada. Seguramente nuestros corresponsales en Mayapur tenían “jet-lag” por el cambio de horarios, y nos pasaron hechos erróneos.
El Ministro de Justicia seguirá siendo Sesa das, quien estudió leyes y quien, a pesar de no verse muy asertivo en cuanto a hacer de Iskcon una sociedad de leyes —las leyes de Srila Prabhupada, para ser más precisos— por lo menos no es descaradamente corrupto.
Incluso una sociedad tan llena de problemas como lo es Iskcon, afortunadamente a nivel global no ha llegado a un nivel de caos y disfuncionalidad como para nombrar a Jagajivan como Ministro de Justicia.
Esta ocurrencia por desgracia sí se ha dado en Latinoamérica, donde nuestro duendecillo ha actuado como fiscal y encargado de hacer justicia. Su labor ha sido la de apagar fuegos en contra de los líderes extranjeros radicados en esta región, y atacar toda oposición —por válida que sea.
3
En el caso de Gunagrahi porno-swamiji, nos alegra poder confirmar que no fue nombrado guru en Sudamérica. Un amigo de El Tambor nos hizo el señalamiento que debemos publicar su caso en foros de habla inglesa, pues la opinión pública internacional tiene más fuerza para impedir que un oportunista como él se cuele a las grandes ligas como supuesto líder espiritual, a pesar de sus andanzas viendo películas porno y apostando en los casinos. Si tienen información al respecto adicional a la que ya hemos publicado aquí, les solicito atentamente que nos la envíen.
Sin embargo, Gunagrahi continúa como GBC no GBC de Argentina, las Malvinas y Uruguay.
4
Lo relacionado con Paramgati homosex también ha quedado confirmado. Le fue retirado el título de sannyasi, con una resolución de la GBC que dice lo siguiente:
“Param Gati Swami ha decidido en consulta con el Ministerio de Sannyasa, que lo mejor para él es dejar de ser sannyasi por tiempo indefinido. Se considera que esto es positivo para que rectifique los problemas que enfrentó con anterioridad en el asrama de sannyasa. La GBC ha aceptado esta decisión. El Comité de Sannyasa monitoreará su servicio y se revisará su situación en tres años.
Él retomará su nombre de brahmacari, Param Gati Das.”
Sin embargo, lo anterior no debe ser considerado como una victoria de los principios dhármicos sobre la mentira y la manipulación, y eso puede verse en la misma carta.
El texto dice que Paramgati va a dejar de ser sannyasi por tiempo indefinido, o “indefinitely”. Homosex Swami podría entender esto como una suspensión temporal que en el futuro puede revertirse —por ejemplo cuando se cumplan los tres años y el comité revise su situación.
El texto de la GBC tampoco habla en términos claros sobre su posición como guru. Ya en 2009 Paramgati presentó su renuncia como GBC, y este año le quitaron la danda de sannyasi. Pero lo más importante de todo, lo de mayor peso y relevancia en todo este asunto —si Paramgati tiene las cualidades de guru, que para nosotros evidentemente no las tiene— no se menciona en absoluto.
Esto es un engaño colosal de parte de la GBC y la institución Iskcon. Y no se limita al caso de Paramgati. Este silencio sobre su posición como guru capaz de guiar a los devotos de vuelta a Krishna, es simplemente un reconocimiento de que Iskcon le está mintiendo a todos los devotos sobre la calidad de TODOS LOS GURUS que promueve.
El no reconocer lo inepto de Paramgati como guru, y deletrearlo claramente, es la aceptación tácita de que todo el programa de gurus de Iskcon y las personas que se han prestado para ello son un vil engaño.
Yo de esto puedo hablar por experiencia propia. Luego de las reuniones de Nueva Vrindavan en 1985, yo me volví guru y di mis primeras iniciaciones. Eso ocurrió en octubre de ese año durante el Rathayatra de Guadalajara. Y poco tiempo después le di iniciación a un devoto estadounidense.
Afortunadamente me di cuenta que todo esto era un engaño y me rehusé a darle iniciación a más devotos. Vinieron muchos bhaktas a pedírmela e incluso varios me llamaban “Guru Maharaja”, pero yo le di largas al asunto buscando una forma de zafarme de semejante farsa.
Leí todos los argumentos oficiales a favor de ser guru, y también todas las objeciones, y concluí que no debería iniciar a nadie más, y que había sido un error haber iniciado a esos devotos.
Por tal motivo no entiendo por qué Iskcon no puede anunciar claramente, y sin ambigüedades, que alguien que es un depredador sexual y se aprovecha de la buena voluntad de los jóvenes que se acercan al movimiento, para seducirlos con sus mariconerías, no es un guru genuino, y que al no serlo tampoco es guru de quienes ya han sido iniciados por él. De eso se trata el engaño al que me refiero aquí.
5
Por otra parte, en cuanto al conjunto de GBCs en Latinoamérica, la alineación permanece prácticamente intacta.
Tenemos a Bhakti Bhusan con una zona que comprende varios países a pesar de que no tiene la más mínima visión de cómo desarrollar esos proyectos, aparte de andar poniendo propiedades a su nombre como lo hizo en Costa Rica.
Está también Guru Prasad, quien tiene doctorado en ineptitud y engaños, y sigue tan tranquilo en su puesto. Para que sea casi imposible cuantificar el alcance de su ineptitud, el Maharaja ha optado por tener en casi todas partes un co-GBC, y así echarse la bolita mutuamente para no tener que entregar cuentas sobre su desempeño tan mediocre y lleno de ilícitos.
En fechas recientes estuvimos analizando a Jayapataka Swami, y cómo aspira a ser el acharya sucesor de Iskcon. Su zona es gigantesca, y aparte el Swami está discapacitado y no tiene manera de cumplir su función de GBC moderadamente bien. Pero sigue con esa gran zona por la sencilla razón de que no es una simple área de servicio, sino un feudo y un trampolín para logros institucionales futuros. Da pena decirlo, pero es la realidad.
Mi cuate Virabahu “Prozac” das sigue también como GBC y co-GBC en varios países, a pesar de que el año pasado estuvo luchando para que no se lo llevaran a la Casa de la Risa en camisa de fuerza. ¿Qué significa esto? Es muy sencillo. La GBC no busca líderes conforme a las indicaciones de Srila Prabhupada. La GBC es un club privado y, como dice el anuncio de American Express: “Ser miembro tiene sus privilegios”. Te guardan tu lugar permanente si se te anda botando la canica.
6
Aparece de nuevo Tirtharaj das como GBC no GBC en Sudamérica. A mí me extraña que después de tantas décadas de la existencia del movimiento, se tenga que recurrir a desconocidos grises para apuntalar el liderazgo de la región. En realidad el movimiento debería ser mayoritariamente dirigido por devotos latinoamericanos, con Srila Prabhupada en el centro como Acharya y guía de todos nosotros. Pero llegó el ingenio devocional yanqui a acaparar mercados y establecer emporios tipo Chiquita Banana, y seguirá así hasta que a los devotos de Latinoamérica se les quite lo borregos y demanden que las órdenes de Srila Prabhupada se sigan como corresponde.
domingo, abril 04, 2010
Gran Templo no Necesario
por Radha Krishna das
En el número 222 de la revista "Sri Krishna Kathamrta Bindhu", publicada por los seguidores de SS Gour Govinda Maharaja, aparece una cita de Srila Prabhupada sobre lo que un gran templo representaba para él. Esa cita a la vez proviene del libro "Mi glorioso maestro" de Bhurijana das. Leámosla:
"Puedes adorar [al Señor] en cualquier parte. Puedes mantenerlo en una caja. No significa que debas tener un templo muy grande. No. Es según las posibilidades de uno. Si tienes dinero construye un templo, tal como lo hemos hecho en Bombay y Vrindavan. Si llega dinero, construye. De lo contrario, puedes tener a la Deidad en una caja. Krishna no dice que primero construyas un gran templo y luego Yo voy a aceptar tu servicio. Él se ajusta. Patram puspam phalam --Ofrece una simple hoja, flor o algo de agua [Bg. 9.26]. Lo que realmente cuenta es el bhakti. Puedes tenerlo e Él en una caja o en un gran templo. Si tienes manera de construir un gran templo, no lo dejes a Él en una caja. Sería un engaño. Krishna podrá entenderlo. Si no tienes medios económicos, Él se va a ajustar. Déjalo en la caja. La devoción a Krishna no puede ser contenida bajo ninguna circunstancia. Puedes estar con tranquilidad en cualquier lugar. Adora a la Deidad en pequeña escala o a gran escala. ¿Cuál es el problema?
Si analizamos en detalle esta indicacion de Srila Prabhupada, encontraremos una serie de pautas para los devotos que observan con una actitud crítica los acontecimientos de Iskcon. Para empezar, apenas en febrero aconteció en Mayapur la ceremonia con la que inició la construcción del Templo del Planetario Védico. Para muchos, esto debe ser considerado como una prueba de la fuerza y de la autenticidad de Iskcon. Sin embargo, por muchos millones de dólares que cueste su construcción, el edificio no es una garantía de que Iskcon está representando correctamente la visión de Srila Prabhupada sobre el futuro del movimiento.
Recuerdo que Srila Prabhupada había ligado la construcción del templo a la distribución de libros. Tal o cual porcentaje de la venta de libros se debía separar para el fondo de construcción. En aquella época, y durante la década de los ochentas y noventas, Estados Unidos y el norte y sur de Europa distribuían millones de libros al año y los ingresos al BBT también eran millonarios.
Todo lo anterior cambió con la caída de varios "acharyas" como Jayatirtha, Bhagavan y Harikesa en Europa, y los problemas con Kirtanananda, Hansadutta, Tamal Krishna, Hridayananda, Satsvarupa, etc., en Estados Unidos. Cuando caía alguno de estos grandes "acharyas", eso provocaba un colapso en los templos y países que regenteaba.
Quizá por eso alguien objete que mencionemos a Tamal Krishna y a Hridayananda en esta lista, pues ellos dos no son considerados oficialmente unos "caídos". Pero la realidad nos indica que fueron parte activa del deterioro de la distribución de libros en Estados Unidos.
Yo fui testigo de la lucha de Tamal Krishna en contra del BBT de Los Angeles al inicio de los 1980s, pues él quería formar su propio BBT y dejar de comprarle libros a Los Angeles y ya no enviarles dinero. Esto fue una idiotez arbitraria, pues las instrucciones de Srila Prabhupada sobre el papel del BBT no se prestan a interpretaciones. Pero un líder poderoso se sintió con la capacidad para desobedecer flagrantemente a Srila Prabhupada y provocó unas pugnas y disputas espantosas durante esa época.
Nadie me contó esto, pues lo vi con mis propios ojos. Pude constatar la capacidad de Tamal Krishna, San Tamal, de desobedecer egoísta y descaradamente a Srila Prabhupada, y destruir en forma irreversible la estructura de sankirtan en Estados Unidos. Al final la GBC lo castigó y suspendió, pero el daño permanente estaba hecho.
El caso de Hridayananda no es muy distinto. A principios de los ochentas todo Estados Unidos tenía un programa muy exitoso de sankirtan. Hridayananda, no conforme con el trabajo de ritvik que Srila Prabhupada le había asignado en Latinoamérica y la función de GBC que tenía allí, decidió buscar suerte en Estados Unidos y gradualmente se hizo de la zona de Florida.
Él aprobó la venta del templo de Coral Gables como GBC entrante, en sintonía con su testaferro Bir Krishna Goswami, y con ello desobedeció abiertamente a Srila Prabhupada, para irse a instalar en el cuchitril de Collins Avenue --bautizado irónicamente como el Govinda's Vaikuntha Building. El sankirtan a partir de entonces se vino abajo pues tuvieron que dedicarse a pagar una monstruosa hipoteca, y para cuando desalojaron el edificio años después, el programa estaba tan desgastado que ya nunca se recuperó. ¡Gracias Acharyadeva por tan valioso servicio! Esto tampoco nadie me lo contó. Yo vi personalmente cómo bajó la distribución de libros en español e inglés luego de que Hridayananda con su toque mágico se involucró en esa zona.
Y claro, tenemos los grupos de sankirtan que Hridayananda ha organizado por años. Estos grupos se formaban robándole sankirtaneros a los templos para ponerlos a recabar dinero para el disfrute privado y exclusivo de Hridayananda. O sea él tomó la decisión de sustraer devotos que podían estar apoyando proyectos de prédica, y los puso a juntar dinero en la calle para sus arcas privadas. Este acto causó mucho descontento en Estados Unidos, y definitivamente no podemos considerar que fuese una gran contribución para el aumento del sankirtan en Estados Unidos.
Los apologistas de Tamal Krishna y Hridayananda nos señalarán todos los logros sankirtaneros de estos dos "colosos". Pero la realidad es que el resultado final de las acciones de estos dos y los demás "acharyas" es negativo, pues haber tratado al movimiento de Srila Prabhupada como su propiedad privada definitivamente tuvo sus consecuencias.
Regresando al asunto del grandioso Templo del Planetario Védico, el proyecto estuvo interrumpido durante décadas. No fue esto debido a problemas de diseño, permisos o logística, como a veces se le hace creer a la gente. Fue debido a que la fuente original de financiamiento para construirlo --el sankirtan-- se fue debilitando hasta ser incapaz de apoyar a este proyecto.
Treinta y tres años después de que concluyeron los pasatiempos manifiestos de Srila Prabhupada finalmente se inicia su construcción. Pero ya no va a ser el fruto del sankirtan a nivel mundial, pues ese sankirtan se ha ido en picada sistemáticamente. El templo ya no va a ser el termómetro del programa de distribución de libros, como era la visión original de Srila Prabhupada. El templo será principalmente financiado por donaciones de hindúes y algunos otros ricachones.
La cuestión es si tanto edificio es un indicio de autenticidad y pureza espiritual, que es lo que realmente nos debe importar. Aun más, ¿es toda la infraestructura de Iskcon un indicio de su autenticidad? ¿Debemos sentirnos obligados reconocer una supuesta pureza debido a unos ladrillos? Ya conocemos la respuesta, y es ¡no! En el texto citado al principio, Srila Prabhupada dice: "La devoción a Krishna no puede ser contenida bajo ninguna circunstancia. Puedes estar con tranquilidad en cualquier lugar. Adora a la Deidad en pequeña escala o a gran escala. ¿Cuál es el problema?" Creo que eso lo explica todo.
Como reflexión final, recuerdo --y quizá ustedes también-- que la iglesia católica sustenta su autenticidad en las palabras de Cristo: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré Mi Iglesia". Como San Pedro se volvió el obispo de Roma y de ese linaje surgió la iglesia católica, entonces, según ellos, la Iglesia de Pedro es la verdadera iglesia de Cristo.
Sin embargo, hay comunidades cristianas organizadas que tienen más antigüedad que la católica de Roma. En particular me refiero a la tradición copta y a las diversas iglesias ortodoxas, fundadas por San Marcos y San Pablo respectivamente. Ellos nunca han estado de acuerdo con la noción católica de que la iglesia del obispo San Pedro es la auténtica. Para ellos, incluso el significado de las anteriores palabras de Cristo es distinto y no relacionado con un señalamiento dinástico, unas piedras y unas edificaciones.
Si San Pedro, la piedra, los ladrillos y el Vaticano son elementos que la Iglesia usa para sustentar su autoridad, parece que no han logrado impresionar a estos otros cristianos, quienes por lo general tienen menos escándalos, corrupción y política en sus organizaciones.
Recordemos incluso que el afán de la Iglesia por construir la basílica de San Pedro en el Vaticano, financiándola con la venta de indulgencias, fue lo que provocó la ira del teólogo y monje agustino alemán Martín Lutero. Sus 95 tesis en contra de los abusos de la Iglesia fueron la mecha que prendió la reforma protestante en Europa para descrédito permanente de la iglesia católica. Entonces, una edificación no es en sí garantía de autenticidad. No ocurrió así con la arquitectrua del Vaticano y definitivamente no lo es con los edificios de Mayapur.
sábado, abril 03, 2010
Janme janme prabhu sei - Parte 3
(Fotos en esta tercera parte son de los campos y cultivos pertenecientes a la finca Hare Krishna de Costa Rica.)
El devoto no es ciego
Así pues, Srila Prabhupada es un icono, un “iceberg” en la historia que apenas empieza a emerger. Está en nuestras manos mantener vivo su legado, su presencia, sus libros (“los libros de leyes para la humanidad en los próximos diez mil años”). Si bien los sastras y los acharyas hablan de la necesidad del sadhaka de ser iniciado por un maestro espiritual autorrealizado, un repaso de la historia y actuación (performance) del movimiento Hare Krishna fundado por Srila Prabhupada, dejan muy claro que las cosas han salido mal. Sin embargo, a pesar de los pesares, el movimiento sigue adelante porque está infundido del espíritu misionero de Srila Prabhupada: poderoso, vibrante, dinámico (al día de hoy, se han distribuido a nivel mundial casi 600 millones de sus libros en más de 100 idiomas y dialectos).
Entonces, como ya hemos concordado, el mantenerlo a él en el centro de las vidas de sus seguidores, demanda acciones atrevidas como la que adoptamos. El tiempo será el mejor juez de nuestro proceder. Pero como le dije a un hermano espiritual, nos reservamos el derecho que a la hora de la muerte sean el Señor Krishna y Srila Prabhupada los que nos juzguen imparcial y perfectamente, y no aquellos que o bien quisieron usurpar su excelso puesto y desbarajustaron su institución, o bien se abocaron a otro gurú, que por excelso que sea, no fue el que nos dio —con misericordia infinita— el regalo inigualable de la conciencia de Krishna.
Otra conclusión interesante es que los devotos tenemos que enfocarnos en ir alcanzando la meta de vida la humana (pañca-purusharta) por etapas o incrementos sucesivos. Tras definir la meta —amor a Krishna—, tenemos que dividirla en tramos (sraddha, sadhu-sanga, anartha-nivriti y bhajana-kriyana. Nishta, ruci, asakti, bhava y prema). Luego tenemos que focalizarnos en coronar con éxito cada etapa o tramo consecutivo, uno a la vez. Gradualmente, paso a paso, mediante la ejercitación de la fe, la perseverancia y la inteligencia, y con las bendiciones de Srila Prabhupada, los vaisnavas y de Goura y Nitai, podremos llegar a la meta final. Esta temática es la manera de lograr la victoria en cualquier empresa que merece la pena en la vida. La victoria demanda una actitud sincera y tesonera por parte de uno. Requiere de disciplina. Requiere de honestidad. Requiere de integridad. Requiere de entusiasmo moderado por la inteligencia espiritual. No hay tal cosa de “boleto gratis a Goloka Vrindavana”.
El devoto hace una elección racional
La entrega a un maestro espiritual genuino ha de estar fundamentada en una decisión racional. Si aspirantes a devotos de Krishna nos entregamos a un maestro espiritual impelidos por una decisión racional, entonces ello nos hace fuertes en el sentido de que nos volvemos seres pensantes, competentes, con confianza en sí mismos, conocedores y apoderados. Srila Prabhupada quería que sus seguidores se entregaran a la conciencia de Krishna de una manera racional. Él quería que nos apoderásemos como Arjuna. Él quería que siguiéramos sus pasos. El medio para apoderarnos es llegar a pensar de un modo independiente, con un criterio maduro e instruido. Ello significa que debemos aplicarnos a practicar diligentemente el servicio devocional a Krishna, con todo el sadhana, estudio, sacrificios y perseverancia que ello requiere. Tenemos que aceptar dicho esfuerzo como nuestro deber al parampara, porque “fe” en bhakti-yoga significa una fe racional, no fe ciega.
Srila Prabhupada condena el seguimiento ciego. Y lo condena en el contexto de un verso sumamente relevante, que habla sobre la necesidad de aceptar un gurú. En el significado del verso 4.34 del Bhagavad-gita (tad viddhi pranipatena pariprasnena sevaya / upakesyanti te jñanam jñaninas tattva-darsinah), Srila Prabhupada escribe: “En este verso se condenan tanto la adhesión ciega como las preguntas absurdas”. Durante una clase que dictó en 1976, Srila Prabhupada habló del momento en que Arjuna cuestionó la orden que le dio Krishna de que matara a Asvathama. Krishna, el gurú de Arjuna, es la Propia Suprema Personalidad de Dios; sin embargo, Srila Prabhupada aprobó la actitud de Arjuna de expresar su desacuerdo. Srila Prabhupada dijo: “Este es un devoto. El devoto no es ciego”.
En otra ocasión, Srila Prabhupada dijo:
“Bhagavat-dutas, aquellos que son goswamis, ellos respaldan todo con nyaya o lógica. Sus instrucciones no son ciegas, dogmáticas. Nyaya-kovidah. Todo, lo que dice Krishna o Su representante, no son dogmas. Los que no son representantes de Krishna, ellos simplemente dirán dogmas. Así como en cada religión hay dogmas. Pero en la religión Bhagavata, Bhagavata-dharma, no hay dogma. El Bhagavat-dharma de Sri Chaitanya Majaprabhu, el autor del Caitanya-cartamrta, Krishnadasa Kaviraja Gosvami, dice por consiguiente, que caitanyera dayara katha karaha vicara. Vicara significa que tú tan solo trata de entender el regalo del Señor Chaitanya por medio de la lógica, vicara. No sigas ciegamente. Seguir ciegamente algo, eso no es bueno. Eso no durará. Pero uno debe aceptar todo mediante la lógica. Y los sirvientes de Dios, ellos exponen todo con lógica. Caitanyera dayara katha karaha vicara. Si estudian la filosofía con lógica y argumentos… No se dejen llevar por los sentimientos.
Clase de Srila Prabhupada (California, 1971)
Siksha y diksha
Algunos argumentan que el verso 4.34 del Bhagavad-gita es una prueba que no se puede aceptar a Srila Prabhupada como maestro espiritual después de su partida. Pero leyendo cuidadosamente la traducción y el significado del propio Srila Prabhupada sobre este verso, no encontramos que él diga nada al respecto. Ni en el Srimad-Bhagavatam y ni en el Caitanya-Caritamrita, que son los libros básicos de los vaishnavas gaudiyas, encontramos ninguna prohibición específica.
El verso se divide en dos partes. La primera habla de la obligación del discípulo, y la segunda habla de la obligación del maestro. El deber del maestro es impartir conocimiento espiritual a su discípulo (upadeksyante te jñanam). Ahora bien, nadie puede negar que Srila Prabhupada continúa desempeñando esta función, incluso después de su partida. Nadie puede negarlo porque es un hecho corroborado por la experiencia directa de aquellos que leen sus libros (pratyaksa-avagamam).
En ISKCON tampoco nadie puede negarlo, porque es la experiencia de todos, por una parte. Y por otro parte, porque la mismísima autoridad máxima administrativa de la institución, la GBC, adoptó unánimemente la siguiente resolución en reunión plenaria en Mayapur en 1987:
64. A new devotee who follows the four regulative principles and chants sixteen rounds for the first six months should chant Prabhupada's pranama mantra and worship him as founder acharya of ISKCON and his siksha guru.
64. Un devoto nuevo que observa los cuatro principios regulativos y canta dieciséis rondas, debe cantar durante los primeros seis meses el pranama mantra de Srila Prabhupada y adorarlo como el acharya fundador de ISKCON y como su sikshna gurú.
La GBC decreta que Srila Prabhupada debe ser el siksha-guru para todos los devotos de la institución durante los primeros seis meses. Y Srila Prabhupada dice en el Caitanya-Caritamrita que no hay diferencia entre siksha y diksha-gurus. Esto es un hecho aceptado sin ningún reparo en el sampradaya. Si alguien está calificado para cumplir la función de siksha guru, ¿qué es lo que lo descalifica para cumplir también la de diksha? De hecho, el que no haya diferencia entre siksha-guru y diksha-guru significa que no hay diferencia en su función: upadeksyante te jnanam: impartirle al discípulo conocimiento espiritual.
La función del diksha-guru no es solamente celebrar un ritual y cambiar el nombre, sino que su responsabilidad es dar conocimiento. ¿Quién puede decir que Srila Prabhuapada no sigue haciendo esto hoy día? Se dice que la palabra diksha se compone de dos partes: di que se interpreta como divya-jnanam dadati (otorgar conocimiento trascendental); y ksha que se interpretan como kshayati samsaram (cortar los nudos de la vida materialista). ¿Quién en ISKCON puede decir que Srila Prabhupada no continúa haciendo esto?
Si en ISKCON, comenzando con la GBC, se reconoce que Srila Prabhupada es el siksha-guru de todos, entonces, ¿por qué no puede ser también el diksha-guru de aquellos que desean refugiarse en él de esa manera? ¿Por qué la GBC promulga que los nuevos devotos acepten a Srila Prabhupada como siksha-guru, pero a la vez decreta que expulsen de su misión a aquellos que lo aceptan como diksha-guru por ser “infieles a Srila Prabhupada”?
“Normalmente un maestro espiritual que constantemente instruye a un discípulo en la ciencia espiritual, posteriormente se vuelve su maestro espiritual iniciador”. Srila Prabhupada
“Generally a spiritual master who constantly instructs a disciple in spiritual science becomes his initiating spiritual master later on”. Srila Prabhupada
Es decir, en palabras de Srila Prabhupada es lo más normal que el siksha-guru se vuelva también el diksha-guru. Si los devotos lo aceptan a él como tal es porque perciben de un modo tangible que es él quien “abrió mis ojos con la antorcha del conocimiento”.
En lo tocante al discípulo, él no tiene ningún impedimento para cumplir con las obligaciones que el verso 4.34 le asigna: 1) pranipatena, 2) pariprasnena, 3) sevaya. En el significado de este verso Srila Prabhupada dice: “Ni puede uno progresar en la vida espiritual mediante el estudio independiente de libros de conocimiento”. Por eso es que no leemos independientemente, sino que leemos sus significados con fe. Esa fe se denomina pranipata (sumisión). Luego la propia lectura en sí misma se convierte en pariprasna (la actitud inquisitiva de leer para conocer la filosofía, para estar en contacto con el pensamiento y las instrucciones de Srila Prabhupada). Y cuando aplicamos sus enseñanzas en nuestra vida, eso se llama seva (servicio).
No encontramos ningún impedimento para que alguien que ha aceptado a Srila Prabhupada como su siksha-guru pueda aceptarlo también como su diksa guru. No encontramos ningún impedimento para esta fórmula: “El gurú instruye y el discípulo pone en práctica la instrucción”. No se trata entonces de pretender avanzar espiritualmente por una simple lectura independiente de sus libros. Se trata de avanzar por leerlos con fe y poner en práctica los conocimientos y enseñanzas que contienen.
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente.” Srila Prabhupada
Otros argumentos
A veces alguien arguye: Si la iniciación en nombre de Srila Prabhupada es admisible, entonces ¿por qué no recibirla también de Srila Bhaktisiddhanta, de Srila Rupa Goswami, de Sri Caitanya Mahaprabhu o de Vyasadeva?
Primero que todo no se trata de recibir iniciación simplemente como un ritual externo. La iniciación en nombre de Srila Prabhupada tiene un contexto histórico que no existe en relación con Srila Bhaktisiddhanta ni con nadie más. Por lo tanto esta pregunta está divorciada del contexto histórico, y ello hace que el argumento carezca de peso.
Se acepta iniciación en nombre de Srila Prabhupada y no en nombre de los otros, porque fue Srila Prabhupada el que nos trajo a los otros. Fue él quien nos presentó la tradición vaishnava gaudiya, quien nos presentó a Srila Bhaktisiddhanta, a Srila Rupa Goswami, a Sri Caitnaya Mahaprabhu y a Vyasadeva. Sin Srila Prabhupada nunca habríamos desarrollado fe en los acharyas predecesores. Por lo tanto, el aceptar a Srila Prabhupada tiene una lógica y un contexto histórico, y deja la pregunta sin fundamentos, en boca de desconocedores.
Nosotros nos hemos vuelto devotos por la prédica de Srila Prabhupada, no por la prédica de Srila Bhaktisiddhanta, ni por la de Rupa Goswami. Hemos llegado a saber de ellos gracias a Srila Prabhupada. Hemos desarrollado fe en Krishna, en Caitanya Mahaprabhu y en las Escrituras de Vyasa, gracias a Srila Prabhupada. Es a Srila Prabhupada a quien podemos darle todo el crédito de om ajñana-timirandhasya, de habernos abierto los ojos a una nueva dimensión de conocimiento, de habernos puesto en contacto con Krishna y su parampara. Por consiguiente, la iniciación en su nombre es un recurso que tiene su lógica y su contexto, y no es en absoluto el disparate que la pregunta presupone.
Otra pregunta que a veces escuchamos es la siguiente: Si la iniciación en nombre de Srila Prabhuapda es admisible, entonces ¿por qué ningún acharya inició en nombre de su predecesor?
Ellos eran acharyas, por eso no iniciaron en nombre del acharyas anterior. Si alguien hubiese iniciado en nombre de su acharya previo, entonces no diríamos que es un acharya. Por lo tanto, la pregunta prácticamente no se puede hacer ya que no podríamos llamar acharya a alguien que haya iniciado en nombre de su predecesor.
Todo tiene un contexto histórico. El concepto mismo de institución organizada dentro del parampara de Caitanya Mahaprabhu es algo muy reciente. La organización religiosa de la India ha sido muy diferente de lo que se conoce en Occidente. En Occidente tenemos la famosa Iglesia Católica con toda una jerarquía muy bien organizada y estructurada. Estos elementos han estado siempre ausentes en los maths de la India. Cada math tiene su acharya, y en su momento él selecciona a su sucesor. Cosa que no ocurre en Occidente. En la historia del vaisnavismo, Srila Prabhupada ha sido en realidad el primero en establecer una institución religiosa con raíces en India a nivel mundial. En consecuencia, el contexto histórico e institucional que se vive dentro de la misión de Srila Prabhupada es diferente a lo que se ha vivido anteriormente. Por lo tanto el argumento en busca de antecedentes de algo que no tiene precedente, no tiene sentido.
Religión autoritaria Vrs. Religión humanitaria
Religión autoritaria:
La experiencia interna de los adeptos de una religión autoritaria consiste en subordinarse a un poder superior mediante una actitud de obediencia, reverencia y veneración. La razón básica por la cual el creyente se rinde no es la calidad moral de la autoridad, ni el amor ni la justicia que ésta dispensa, sino el poder que la autoridad tiene sobre el adepto. En este sistema religioso el pecado mayor es la desobediencia.
En la religión autoritaria Dios es el único propietario del amor y la razón. El hombre ora a Dios e implora su misericordia, y mientras lo hace la persona proyecta en Dios todas sus mejores virtudes y cualidades. Al final, él queda desapoderado, vacío y empobrecido. Esto conlleva a que el hombre se aliene de sí mismo. Él naturalmente intensifica sus plegarias y naturalmente se siente cada vez más desapoderado, vacío y empobrecido. Se pone en marcha un ciclo —temor y desesperación seguidos de veneración y súplica— que repite una y otra vez.
Todo este sentimiento de culpa y desprecio de sí mismo da lugar a una variedad de síntomas neuróticos. Esta es la razón principal por la que muchas personas que han experimentado las dinámicas autoritarias de una religión en particular, cortan todo vínculo con ella tras ser sometidos a psicoanálisis. No se debe caer en el error de creer que es el psicoanálisis lo que hace que la persona se aparte de la religión. Más bien, es gracias a este tratamiento que las personas caen en cuenta que la religión autoritaria había mantenido un nada saludable control sobre ellas, y que gracias a la terapia fueron capaces de detectar este mal y librarse del mismo. En vez de apoderar a las personas para que encaren el mundo y lidien con él, la religión autoritaria los reduce a entes timoratos y temblorosos; los hace que deseen evadir tanto el mundo como a sí mismos.
Puesto que todo el poder está concentrado en la autoridad, que representa a Dios, el individuo se siente impotente e insignificante. Como secuela del acto de rendirse, el adepto pierde su poder de voluntad y su integridad. Renuncia a ellos a cambio del sentimiento de sentirse protegido por un poder portentoso, cuyo representante es la autoridad de la cual ahora él forma parte. Su valía se vuelve insignificante. A decir verdad, él vale en la medida que sea capaz de creerse insignificante y desapoderado.
La vivencia subjetiva en el seno de una religión autoritaria es que la razón está supeditada al veredicto de la autoridad. Por tal motivo, la razón —la capacidad de discernir— se anquilosa paulatinamente. Un buen seguidor es aquel que subordina su voluntad a la del rebaño (la congregación de creyentes), que le dicta lo que debe pensar y hacer y lo que no debe hacer ni pensar. Con todo, el poder latente que tiene el hombre para razonar lo obliga a que dé explicaciones racionales de sus acciones. Por eso él puede, por ejemplo, creer que está actuando conforme a un sentido de justicia y según una base de conocimientos, aunque en realidad está motivado por la crueldad y el sectarismo. La persona puede llegar a creer que está obrando obedientemente, cuando en el fondo su verdadera motivación es la vanidad: la idea de creerse lo mejor.
La fidelidad al grupo que demanda la religión autoritaria hace que uno viva con un doble estándar. Un ejemplo crudo pero claro de esto es lo que el mundo presenció con el régimen nazi. Los nazis declararon que la raza judía era la hez de la Tierra y enumeraron una larga lista de quejas contra ellos. Luego impunemente procedieron a cometer toda clase de horrendas atrocidades contra ellos. Estas atrocidades sobrepasaron por mucho los supuestos agravios que se les achacaban a los judíos. Si los nazis hubiesen sido las víctimas, ellos hubieran protestado vehementemente. Este doble estándar no es sino una modalidad secular del fervor religioso. Después de todo, el nazismo no era más que la adoración del Estado, y el fervor religioso, indistintamente de cómo se evoque, es un poderoso acicate. En relación con esto, el filósofo y matemático francés Blaise Pascal (1623-1662) hizo un comentario notable: “No hay maldad que el hombre cometa tan diligente y jubilosamente, como la que perpetra en nombre de la religión”.
En la sociedad humana no hay expresión más controvertida y paradójica que la religión. La mezcla de religión y fanatismo es explosiva. Desde tiempos inmemoriales, no ha habido fenómeno social más volátil y peligroso que el fundamentalismo religioso. Los que una vez fueron amigos y hermanos, de la noche a la mañana se convierten en acérrimos enemigos por tan una sola discrepancia filosófica. De súbito se acaban “somos la misma familia”, “la unidad en la diversidad”, “la tolerancia religiosa”, el “respeto al derecho ajeno”, “el derecho humano inalienable de la libertad de culto”, “cada quien adopta el credo que se corresponde su grado de evolución”. En vez de buscar puntos de coincidencia, resaltamos la más mínima diferencia para “despedazarnos” entre sí, para satanizarnos sin la más mínima misericordia. ¡Vaya!, con razón los agnósticos tienen tantos y buenos argumentos para asegurar que la religión es el “opio del pueblo”.
Otro punto digno de mención es que según las dinámicas de una religión autoritaria, el pecado ya no es principalmente una transgresión a las leyes de Dios. El pecado es fundamentalmente una ofensa contra la autoridad. Y el castigo para esa ofensa es más severo que las transgresiones a la moral y la a norma divina. Para estas hay perdón; para la primera, no, excepto retractarse y avenirse de nuevo e incondicionalmente a la doctrina autoritaria.
Por último, la manera para alcanzar el éxito en una religión autoritaria es volverse prácticamente un seguidor ciego (un yes-man), de lo contrario, se arriesga a ser aislado del grupo. Uno tiene que perder la capacidad de pensar críticamente, que a su vez se traduce en atrofia de la razón o voluntariamente engañarse a sí mismo por el hecho de negar la voz de su conciencia.
Religión humanitaria:
Los sentimientos de desapoderamiento brillan por su ausencia en la religión autoritaria. En la religión humanitaria la vivencia subjetiva apodera al creyente. La religión humanitaria se centra alrededor del hombre y de su fuerza. El hombre debe cultivar sus poderes de discernimiento no sólo a fin de entenderse a sí mismo, sino para entender a su prójimo y el mundo circundante. Él tiene que reconocer la verdad, tanto en lo referente a sus limitaciones como en lo referente a sus potencialidades. El profeso tiene que desarrollar su capacidad de amar a los demás y, por extensión, a todos los seres vivos, por ser estos partes integrales del todo orgánico a que él mismo pertenece y de quien procede. Tiene que tener principios y normas consecuentes que lo ayuden a lograr sus metas, tanto terrenales como trascendentales. La meta del hombre en la religión humanitaria es desarrollar la mayor cantidad de fuerza, y no el grado máximo de desapoderamiento. La virtud de ésta es la autorrealización, no la obediencia ciega. La fe es la certeza de la convicción basada en la experiencia personal de pensar y sentir libre e iluminadamente. El humor que prevalece casi siempre es el gozo y la armonía.
En la religión humanitaria Dios no es un símbolo de fuerza y dominación. Y tampoco lo es la autoridad. Dios representa la elevación del espíritu, y las prácticas religiosas son una invitación para unirse a Él; actos premeditados para procurar la unión del hombre con Dios. Y la autoridad facilita esta unión (yoga). La vivencia de Dios significa que la persona experimenta felicidad; que no se aparta de la verdad y piensa que no hay mejor logro que percibirse y actuar como alma (sukham atyntikam yat tad buddhi-grahyam atindridriyam / yam labdhva caparam labham manyate nadhikam tatah. B.g 6, 21-22), y en consecuencia, se vuelve firme y libre de dudas. También significa que tiene la libertad de actuar en este mundo con certeza y con un modo deliberado, y no infundido de temor y con sumisión obtusa, que son características de las dinámicas autoritarias.
La religión humanitaria sirve al hombre para que desarrolle sus poderes de amar y razonar, y no para menoscabarlos o restringirlos. El hombre necesita de su facultad de razonar para examinarse a sí mismo y, gracias a esa introspección, librarse de sus pasiones irracionales (anarthas). Parte de ese desarrollo consiste en reconocer sus limitaciones con respecto a sus aspiraciones trascendentales. No obstante, la religión debe volverlo más competente y equipado para lidiar con el mundo, como en el caso de Arjuna tras escuchar el Bhagavad-gita. Esta respuesta apoderada fruto de la vivencia religiosa es verdadera humildad. Por su parte, la religión autoritaria enquista la auto-humillación en nombre de humildad.
En la religión humanitaria el infundir temor de ser aislado del rebaño, no es el medio que se emplea para evocar lealtad y compromiso. La lealtad se consigue apelando a nuestra naturaleza racional, mediante la persuasión, y no apelando a la autoridad, que es sinónimo de fuerza. Y esto es así porque las dinámicas humanitarias reconocen que el florecimiento de nuestra capacidad de pensar críticamente es fundamental para que tengamos éxito en distinguir la realidad de la ilusión, la verdad de la mentira. Es fundamental para ir de vuelta a casa, de regreso a Dios.
En el sistema de valores de la religión humanitaria, la definición de amor no es muy diferente a la de la filosofía de la conciencia de Krishna: “Es la capacidad de sentir preocupación, responsabilidad y respeto por las demás personas, y además poder conocerlas y desarrollar un intenso de deseo de procurarles el máximo beneficio posible”.
El poner en práctica este amor se traduce en una voluntad natural de ofrecer todos nuestros dones y virtudes para bien de otras personas, incluso si ello significa asumir serios riesgos. Srila Prabhupada ejemplificó dicha abnegación en la manera que arriesgó todo para nuestro beneficio, incluyendo su salud, porque redujo al mínimo las horas que dormía al día para poder dedicar el tiempo restante a escribir sus libros; para arrostrar la inmensa carga que era dirigir su movimiento, y para viajar literalmente sin parar por un período de más de diez años. Esto es amor que proviene de una genuina fuerza espiritual, de un alma en contacto con su ser interior, y no de alguien en permanente estado de supeditación o dependiente del dictado de superiores eclesiásticos.
Alguien pudiera llegar a pensar que debido al inviolable principio de parampara, la conciencia de Krishna es filosóficamente un sistema autoritario. Y ciertamente enfatiza la autoridad en el sentido que no anima a los devotos a especular sobre la naturaleza inconcebible del nombre, la figura, las cualidades y los pasatiempos de la Verdad Absoluta. Para conocer de estos temas, nos adherimos estrictamente a la autoridad: guru, sastra y sadhu. Sin embargo, en asuntos prácticos, se espera que discriminemos entre la materia y el espíritu viendo y analizando las cosas y sucesos a través de los ojos de las Escrituras. Esta responsabilidad demanda que desarrollemos al máximo nuestros poderes de discernimiento, y esto solo se consigue poniendo en práctica dinámicas de grupo humanitarias.
Srila Prabhupada dijo que el Señor Krishna hubiera vuelto a hablar el Bhagadad-gita si Arjuna se lo hubiese pedido. No hubo ni una pizca de dinámica autoritaria entre Arjuna y Krishna. Al final el Señor le dijo a Arjuna: “Por favor delibera bien acerca de todo lo que te he dicho, y luego haz lo que quieras”. Arjuna respondió: “Ahora estoy firme y libre de dudas. Has disipado mis ilusiones y estoy listo para pelear”. No había temor ni temblor en la humanidad de Arjuna; más bien, estaba dispuesto a enfrentarse al mundo entero. El que Arjuna se haya apoderado es el resultado directo de la conciencia de Krishna. Nosotros nos debemos sentir responsables de producir el mismo efecto en los repositorios de nuestra predicación, y en aquellos con quienes voluntariamente hemos establecido vínculos de amistad o compañerismo. Si por el contrario producimos temor e intimidación, entonces tenemos que rectificar, recomponer nuestra comprensión de la conciencia de Krishna, y hacer un esfuerzo sincero para asimilarla tal como es.
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente.” Srila Prabhupada.
Cómo hacerle frente a la prédica “vorágine”:
(Carta de un discípulo de Srila Prabhupada, veterano y experto en el tema de dinámica de grupos: [Traducción del inglés por A.d.] )
¿Qué deben hacer los devotos y devotas cuando se topan con un predicador proselitista que ejerce una presión arrolladora que para se inicien con su maestro espiritual, al que considera “el único devoto puro que hay actualmente en el planeta”?
El problema es que esos devotos y devotas no entienden los defectos del proselitismo. Ni el proselitista ni el prosélito están acertados. Uno es fanático y el otro es manipulado. La verdad absoluta no se alcanza de esa manera.
Cuando una persona sensible a la presión social se encuentra con un proselitista encarnizado, que predica al estilo “vorágine”, lo mejor que puede hacer la persona sensible es colocar las dos manos con las palmas expuestas, a la manera de la mano derecha de Srimati Radharani. Es un mudra que en este caso indica: “¡Alto! ¡Aguarda! Deja que yo piense por mí mismo y tome mi propia decisión. Tú solamente espera.” Esa es la respuesta apropiada para los proselitistas. Y la persona sensible debe relajarse y dejar que le pase la fiebre que el proselitista le metió en la cabeza.
Luego, con la cabeza fresca, y lo más lejos posible del proselitista, la persona puede volver a pensar. Con el proselitista prendiéndole de la nuca, retorciéndole un brazo detrás de la espalda y mordiéndole los oídos, la persona no puede pensar bien. Por eso hay que mostrar el mudra: “¡Alto! ¡Aguarda!”.
Si alguien me informa que quiere iniciarse con este Maharaja o aquel Maharaja, entonces yo no digo nada. Si él ya lo ha decidido y no me está pidiendo mi opinión, ¿para qué se la voy a dar?
Pero si alguien me pide mi opinión, yo le contestaría que estudie detenidamente las Escrituras y aprenda entonces cuáles son las cualidades y características de un maestro espiritual genuino, de un sad-guru. Y que se procure la asociación de él. Y que luego, sin presiones de ninguna especie, tome libre y voluntariamente la decisión de iniciarse con él. Y si un devoto me dice que quiere ser iniciado en nombre de Srila Prabhupada, porque gracias a la devoción inmaculada de éste, a la lectura de sus libros y a la predicación de sus devotos, él adoptó el canto del maha-mantra Hare Krishna y quiere trabar un vínculo formal con él —o más bien, afianzar el nexo devocional que ya tiene con Srila Prabhupada—, entonces yo le recomendaría que en virtud de las actuales circunstancias y dada su situación particular, que reciba iniciación en nombre de Su Divina Gracia.
El argumento de que “Tienes que aprovechar la misericordia de este prominente acharya, porque es el único devoto puro que hoy día hay en la Tierra”, es un argumento ateo. A muchos les sonará extraño, pero así es. El principio es que LA MISERICORDIA DE KRISHNA NUNCA ESTÁ EN ESCASEZ. Aquel que piensa que hay que salir corriendo a recibir la misericordia de éste o aquel gurú, no entiende la misericordia de Krishna, y sin entender la misericordia de Krishna, toda la prédica que se hace es la acción propia de un devoto novato.
Verdadero teísmo es entender la misericordia de Dios. Verdadero teísmo es entender que la misericordia de Krishna NUNCA ESTÁ NUNCA ESTÁ EN ESCASEZ. Aquel que entiende esto, está a prueba de todo tipo de manipulación.
Otro tipo de ateísmo es la idea de que si tú eres discípulo del gurú más avanzado, entonces vas a avanzar más rápido, como por arte de magia o milagrosamente. No es cierto. El gurú da instrucciones. Esa es toda su función, su misericordia sin causa. No el hacer milagros. El sadhaka practica, y el milagro ocurre cuando su mente se libra de la muy arraigada tendencia a usar a los demás, del deseo de engañar y de dejarse engañar. Cuando su mente madura e instruye y, por ende, se vuelve a prueba de manipulación y del deseo de llevar agua para su molino. Cuando su mente se convence de que la misericordia de Krishna nunca está en escasez.
El argumento de que “éste es el único devoto puro” tendría valor si quien lo diera fuera omnisciente, si quien lo diera conociera a todos los devotos del planeta, sus mentes y sus corazones. Como esto no es posible, dicho argumento no debería impresionarnos en lo más mínimo.
En la India conocí a un devoto que tiene 70 años. No es miembro de ninguna institución. Es viudo. En la mañana lee el Ramayana y los ojos se le inundan de lágrimas. Luego se va a su trabajo. Labora en una tienda vendiendo mercancías que le pertenecen a un sobrino que le paga dos mil rupias [EE.UU. $ 40,00] por mes. Al atardecer regresa a su casa. Nunca se le ha cruzado en la mente el tener discípulos, ni que nadie lo mantenga, pero llora cuando piensa en el Señor Ramachandra. Me dijo en una ocasión: “Este libro me lo ha dado todo. No tengo ningún deseo sin satisfacer. Ahora solo pienso dónde me llevará el Señor en el momento de dejar el cuerpo, y le pido que sea Vrindavan, Ayodya o Varanasi”. Mientras me decía esto, la voz se le entrecortaba y se le salían las lágrimas contándome cosas muy simples del Señor Ramachandra. Nació en una familia de brahmanas y es un hombre muy sencillo, pero talvez es un devoto puro del Señor Ramachandra, como el que Caitanya Mahaprabhu se encontró en el sur de la India... Es uno de esos muchos miles de devotos que nacen y mueren...
¿Quién era más avanzado que Bhakti Pramod Puri Maharaja, la persona que vivía en la plataforma de na dhanam na janam na sundarin? Pero me contaron que un sannyasi suyo fue a Costa Rica y demostró que ser discípulo de un gurú avanzado no garantiza absolutamente nada. Lo mismo le sucedió al gurú local de ISKCON. Y también a un ex sannyasi europeo de Narayana Maharaja que gozaba de mucho prestigio.
Te dejo con estas reflexiones y con el mudra de las dos palmas hacia el frente en posición de dar una “bendición”. Una auto-bendición.
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente”. Srila Prabhupada.
Epílogo:
Desde que aceptamos a Srila Prabhupada como nuestro maestro espiritual, todos los días lo adoramos cantando la plegaria Sri Guru-vandana compuesta por Srila Narottama dasa Thakura.
caksu-dana dilo jei, janme janme prabhu sei
“Él es mi señor nacimiento tras nacimiento”
La deuda que el discípulo adquiere con su maestro espiritual jamás, pero jamás se puede saldar ni siquiera en ínfima parte. En lo personal, Srila Prabhupada me rescató del más tenebroso y doloroso de los infiernos. Y paralelamente, me enseño cómo alcanzar el tesoro inapreciable del servicio de Sri Guru y Gouranga: Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare / Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare. La vida ha ido puliendo poco a poco mi tosca comprensión de lo espiritual, y las inevitables vicisitudes me han servido para aferrarme con más fuerza a los pies de loto de Srila Prabhupada. Y en el ínterin, por su gracia infinita, he podido tener apenas un atisbo de lo que es el mar trascendental de la felicidad, el encanto y la hermosura: el servicio a Sus Señorías Sri Sri Radha Shyamasundar. Por lo tanto, mi único anhelo es servirlo humildemente, con cualesquiera mínimas capacidades que Krishna me dotó y me vaya a dotar …¡nacimiento tras nacimiento!
A manera de humilde contribución ofrezco a todos mis actuales y futuros hermanos y hermanas espirituales esta recopilación de mis vivencias y experiencias, con el sincero deseo de que puedan superar con mayor facilidad los escollos y dudas con los que yo me topé, y queden plenamente convencidos de que el refugio de los pies de loto de Srila Prabhupada está disponible en todo momento, en cualquier circunstancia, y en cualquier lugar de la Tierra. ¡No permitan que nadie les robe esa devoción, ese brote de amor y gratitud que afortunadamente ya sienten por Su Divina Gracia! Se los pido de rodillas: ¡no abandonen jamás y bajo ninguna circunstancia el servicio de sus santos pies! Por el contrario, mediante el seguimiento fiel y perseverante de sus divinas instrucciones, apéguense cada vez más a él de modo que al final de sus vidas puedan verlo “cara a cara” (palabras de Srila Prabhupada).
¡Toda la gloria, eternamente, a Srila Prabhupada!
Vuestro sirviente, mil veces relegado,
Aniruddha Das
~~~~~~~~~~
TRIBUTO A SRILA PRABHUPADA
¿Dónde estás ahora,
salvador del universo?.
Como un cisne celestial
has alzado el vuelo
concluyendo tu pasatiempo,
y dejándonos como amparo
el legado de tu ejemplo.
Te has marchado,
sin embargo, aún vives
porque tu voz, que vibra en el viento,
continuará cortando los nudos
de la ilusión y el apego.
Los santos nombres nos has legado,
y con ellos, ¡todo nos lo has dado!
Te has marchado,
sin embargo, aún vives
porque tu compasión continúa derritiendo
piedras y corazones duros como el acero;
inundando el mundo con amor a Dios,
diseminando conocimiento inmaculado.
Ahora comprendo
que la vida no termina
cuando la piel se difumina.
Tú me hiciste entender
que el cuerpo es temporal,
pero el alma, siempre inmortal.
Por tu gracia ahora comprendo
que no soy el propietario
de lo que antes pensaba que era.
Y que la ilusión del placer
se escapa entre los dedos
sin satisfacer mis deseos.
Por tu gracia puedo ver
que la Creación tiene un amo,
y que soy su servidor
y su amigo también.
¿Dónde estás?
Sé que estás ahí,
con Radha y Krishna, en Su reino.
Sé que estás aquí,
con tus palabras cuales rosas y fuego.
No tolero pensar que ya no estás más aquí,
pero cuando siento tu mano sobre mí,
y escucho tu voz que me guía,
entonces es como la Luna en la noche,
que ilumina la senda del viajante.
¿Dónde estás ahora?,
me pregunto a cada instante,
y con alivio mi mente responde:
con aquel que te sirve,
¡tú estarás aquí eternamente!.
PRAPANNA DASA
Discípulo argentino de Srila Prabhupada.
Poema compuesto en diciembre de 1977.
Janme janme prabhu sei - Parte 2
Fotos en esta segunda parte son de la finca Hare Krishna de Costa Rica, y de los devotos.)
La posición trascendental de Srila Prabhupada
Para no entrar en detalles (toda vez que dilucidar este punto tomaría centenares de hojas), me limito a decir que mientras otros hermanos espirituales suyos se quedaron en Vrindavan o Mayapur profundizando en rasa-tattva y practicando nirjana-bhajana, Srila Prabhupada estaba en Occidente ofreciendo a manos llenas ese fruto delicioso que es prema-bhakti: amor puro a Radha y Krishna, y en particular, el proceso del servicio devocional de Sri Caitanya Mahaprabhu. Srila Prabhupada estaba solo en las calles gélidas y sucias de Nueva York (que él describió como “Vaikuntha”), no sólo degustando prema-bhakti, sino magnánimamente, como ningún otro en la historia, compartiéndolo gratuita y liberalmente con los más necesitados del mundo: las almas condicionadas de Occidente. ¡Ese fue el sueño de Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura! ¡Ese fue el vaticinio de Srila Bhaktivinoda Thakura! [“Bhaktivinoda Thakura hizo tres predicciones concernientes a una persona y a un fenómeno: ‘Una personalidad aparecerá pronto —escribió Bhaktivinoda—, y viajará por todo el mundo para difundir las enseñanzas del Señor Chaitanya’. La segunda predicción: ‘Muy pronto el canto de Hari Nama sankirtana será divulgado por todo el planeta. ¡Oh!, ¿cuándo acontecerá ese día en que ciudadanos de América, Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia, etc., tomen karatalas y mridangas, y canten Hare Krishna en sus respectivos pueblos?’. La tercera predicción: ‘¿Cuándo acontecerá ese día en que extranjeros de piel blanca vengan a Sri Mayapur-dhama y se unan a los vaishnavas bengalís para cantar ¡¡Jaya Sachinandana!! ¡¡Jaya Sachinandana!! ...¡Oh!, ¿cuándo acontecerá dicho día?’ ”]
Por si fuera poco, Srila Prabhupada hizo realidad la profecía de la Propia Suprema Personalidad de Dios, Sri Gourasundara, de que el santo nombre de Krishna sería cantado en cada pueblo y aldea del planeta (prithiviti ache yatra nagaradi gram / sarvatra pracara hoibe mora nam. Chaitanya-Bhagavata, Antya 4.126) …¡No en vano Srila Prabhupada ha sido calificado como “¡la encarnación de la misericordia sin causa de Sri Nityananda Prabhu!
¿Qué podemos decir entonces de observadores no objetivos de Srila Prabhupada —que más bien impelidos por sentimientos parciales de favoritismo hacia su propio gurú— ahora dicen que Su Divina gracia no abordó los temas “más confidenciales” de la filosofía vaisnava gaudiya?, porque, repito, él optó por reservárselos y solamente esbozarlos en libros como Las enseñanzas del Señor Chaitanya, el Libro de Krishna, El Néctar de la Devoción y el Sri Caitanya-caritamrta. Pero si somos objetivos, podremos reparar claramente que Srila Prabhupada sobresalió en lo que tiene más mérito: en arriesgarlo todo, incluso a costa de su propia vida, para servir y hacer realidad el deseo más querido de su maestro espiritual, Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati Thakura.
Los observadores aludidos tienen que reparar en ese esfuerzo sin parangón de Srila Prabhupada, en esa abnegación nunca antes vista de servir la orden del maestro espiritual perfecto, costara lo que costara. Semejante despliegue de servicio devocional continuo y sin deseo de retribución alguna; de trabajo incansable para el “máximo beneficio” de la humanidad sufriente; de sacrificio heroico sin par y de mil noches en vela para satisfacer a Sri Guru y a Sri Gouranga, …¡es la prueba concreta de su amor! Srila Jiva Goswami dice en el Bhakti-sandharbha que la calidad de la relación que uno tenga con su maestro espiritual, determina el grado de amor que la persona llega a desarrollar por Krishna. Así mismo, las Escrituras dicen: rati-prema-taratamya bhakta—taratama: “Un devoto es considerado superlativo y superior de conformidad con el nivel de amor y apego que haya desarrollado…” (C.c. Madhya 22.71. Traducción de Srila Prabhupada.
El primero de quien escuché la siguiente analogía es Hansaduta das. Él dijo que la persona que tuvo la visión, el plan y finalmente el arrojo temerario de lanzarse a la mar en busca de “las Indias Orientales”, fue Cristóbal Colón. Y, ¡encontró esas nuevas tierras! Nadie creyó ni en sus teorías ni en el éxito de su empresa, excepto la reina Isabel. De igual modo, casi nadie creía que Srila Prabhupada fuera a tener éxito en su proyecto de predicación en los países “de habla inglesa”. Incluso un hermano espiritual suyo llegó a afirmar que el verso prithiviti ache yatra nagaradi gram era sólo una alegoría. Pero Sumati Morarji le creyó.
Tras Srila Prabhupada sufrir tres infartos en la primera etapa de la travesía, Krishna, acompañado de todas Sus encarnaciones, Se le apareció en un sueño y le dijo: “No temas. Prosigue con tu misión. Yo te protegeré”.
¿Hay todavía alguno que dude que Srila Prabhapuda no tenía ya establecida una relación íntima con Shyamasundar, el dulce Señor de piel azulada que luce una pluma de pavo real en la frente, y la magnánima Sri Radha de tez blanquecina como el oro fundido? ¿De que no “nadaba” en la olas del rasa más elevado de todos?... Pero mejor sigamos con la analogía de Hansaduta. Luego de Colón, aparecen Américo Vespucio, Vasco Núñez de Balboa y otros osados navegantes que también cruzaron el vasto Atlántico. Sin embargo, fue Cristóbal Colón el primero en sentar el ejemplo, el primero en dar la pauta y marcar el rumbo; en corto, el que descubrió América.
Tras exhortar en sus libros a sus hermanos espirituales, Srila Bhakti Vaibhava Puri Maharaja y otros —discípulos de éstos principalmente, en particular Sripad Sundar Govinda Maharaja y Srila Narayana Maharaja— han seguido sus pasos. ¡Toda la gloria sea para Srila Prabhupada!
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente.” Srila Prabhupada.
La posición constitucional de Srila Prabhupada
Con este parámetro, ¿quién puede tener reservas o dudas sobre el tipo de vivencias que Srila Prabhupada experimentó, especialmente en los once años que predicó los santos nombres por todo el orbe? ¡Srila Prabhupada estuvo cantando Hare Krishan y traduciendo el primer Canto del Srimad-Bhagavatam en el Sri Sri Radha-Damodara mandira! [“el eje del universo”], que curiosa y delatadoramente (para los que buscan señales “confidenciales”) está localizado en el centro mismo de seva-kuñja, el lila-sthali más confidencial, el paraje donde Shyamasundar baila la supraespiritual y súper privada danza del rasa con Srimati Radharani y millones de gopis más! Y les recuerdo aquí a mis lectores que fue precisamente un hermano espiritual de Srila Prabhupada, Srila Bhakti Vichar Yayavar Maharaja, el primero en calificar a Srila Prabhupada de saktyavesa-avatara. Sorprendidos de haber escuchado dicha afirmación, otros hermanos espirituales de Srila Prabhupada acudieron ante Sridhar Maharaja, a quien ellos consideraban el acharya gaudiya-vaisnava más erudito y prominente del momento, para pedirle su opinión. Srila Bhakti Raksaka Sridhar Maharaja confirmó categóricamente la apreciación de Bhakti Vichar Maharaja: “El caso es que él era jagat-guru... Él es saktyavesa-avatara, el recipiente de una potencia especial del Señor, cuya obra no habría sido posible para ningún hombre ordinario”.
Y Srila Narayana Maharaja se ha expresado de la siguiente manera: “‘Swami Maharaja o ‘Prabhupada Swami’ como lo llamamos y amamos cuando vivió entre nosotros en los últimos años de la década del 50, es efectivamente la persona que hizo realidad la profecía del Señor Chaitanya, de que los santos nombres serían escuchados y cantados en todos los pueblos y aldeas del mundo”.
La verdad indiscutible es que los anales de la historia de la India, de Asia, de Europa, de América, de África y Oceanía, de Oriente y Occidente, nunca antes habían anotado en sus registros a un devoto del calibre de Srila Prabhupada. Ni siquiera en los Puranas encontramos a un devoto que se pueda equiparar a Srila Prabhupada.
El devoto tiene que asumir la responsabilidad de sus actos
Un aspecto fundamental en la vida espiritual es que el practicante debe asumir la responsabilidad de su vida espiritual. Los aspirantes a devotos no deben ser sentimentales. Dicho en otras palabras, no deben ser ciegos. Todos debemos volvernos seguidores responsables de Srila Prabhupada. Nuestra consigna es servir las órdenes y la visión de Srila Prabhupada según las necesidades de las circunstancias actuales. A pesar del cúmulo de faltas y desviaciones que tras su partida han ocurrido en el movimiento que Su Divina Gracia fundó, hemos de permanecer fieles a él y afanarnos al máximo para encontrar soluciones viables, prácticas, aplicando la filosofía de una manera dinámica, con el fin mantener viva su misión, con el objeto de implementar su visión y enseñanzas. La filosofía no debe interpretarse en forma rígida o estereotipada, como si ésta tuviera el objeto de estrangularnos, de matar nuestros sentimientos por los seres divinos.
Todo devoto en el movimiento de la conciencia de Krishna tiene que asumir la responsabilidad de saber qué es “la conciencia de Krishna” tal como la presentó Srila Prabhupada en sus libros. De esa manera, él puede volverse un discípulo responsable, un discípulo agradecido que quiere mantener la figura y las enseñanzas de Srila Prabhupada como un legado único e inapreciable, como un patrimonio cultural y espiritual de la humanidad.
La obligación de todo aquel que se considere un seguidor sincero de Srila Prabhupada, es servir la misión de Srila Prabhupada, entendiendo el espíritu y los objetivos con los que la concibió y la puso en marcha. Tenemos que servir a sus sirvientes, pero al mismo tiempo tenemos que estar alertas. Como dijo Srila Prabhupada: “No engañéis, pero tampoco os dejéis engañar”. Obremos ejercitando al máximo nuestra inteligencia. Apliquemos siempre el regalo de Dios que es el sentido de discriminación. Tengamos conciencia. Mantengamos intactos nuestros sentimientos por Srila Prabhupada; es más, hagamos todo lo posible para acrecentarlos. Cimentemos nuestro sentido de integridad personal, y no lo comprometamos en absoluto. Uno no tiene que renunciar a su sentido de integridad a fin de volverse un buen devoto; por el contrario, el ser vaisnava es exactamente lo opuesto: el devoto mantiene su integridad, aunque se caiga el mundo. No sacrifiquemos nuestra integridad bajo ninguna circunstancia y bajo ningún pretexto. Ello es servir ejemplarmente a Srila Prabhupada y a su misión en este momento particular de la historia. A decir verdad, es un servicio de vital importancia.
El devoto es un dechado de virtudes (samo damas tapah saucam santosah ksantir arjavan. S.B. 7.11.21). La clave para desarrollar estas cualidades es tener fe, perseverancia y pureza en el canto del maha-mantra Hare Krishna. Simultáneamente, debemos fomentar entre nosotros un trato basado en amor y confianza. Muy a menudo Srila Prabhupada habló de profesarnos “amor y confianza”, de crear “una fraternidad” de seres humanos que tienen los mismos ideales y aspiran a la misma meta. Una vez bien apuntalada la fe en los santos nombres, la base para desarrollar las veintiséis cualidades de un vaisnava radica en ejercitar la virtud de la integridad en todo momento y en toda circunstancia. Para aquel que ha hecho el compromiso de practicar la conciencia de Krishna, el desarrollo de toda esa lista de cualidades prácticamente depende de que se resuelva a ejercitar la integridad. Integridad es la base del amor y la confianza. Como dice el adagio: “No puede haber amistad si no hay confianza. Y no puede haber confianza si uno no procede con integridad”.
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente.” Srila Prabhupada.
Integridad
Integridad significa franqueza, honestidad. Significa que uno tiene carácter. Significa que no dejo que mi antigüedad como devoto, ni mi título y tampoco mi posición eclesiástica, se constituyan en barreras infranqueables que impidan comunicaciones abiertas y sinceras con aquellos que guío o que están bajo mi cuidado. Significa poner fin al one-upmanship [colocarse siempre en una situación de superioridad con respecto a los demás] y a jugar ajedrez mental para mi provecho. Significa que no violento el espacio emocional psicológico de los demás, y por lo tanto, que no mancillo su dignidad. Significa que yo asumo la responsabilidad por las decisiones que adopto y por todo lo que suceda en mi vida. Significa que mantengo mis sentidos de dignidad y de respeto por mí mismo. Significa que no permito que otros me vuelvan víctima o títere de sus antojos; que no permito que me usen sin mi consentimiento. Significa más bien que tengo un respeto inherente por todos los seres humanos, y no infrinjo sus derechos y tampoco su dignidad. Significa que me abstengo de manipular, intimidar o explotar a los demás para cumplir con los propósitos de la institución a la que pertenezco o por cualesquiera otras razones. Significa que tengo conciencia y dejo que me guíe en todos los asuntos de la vida. Significa que en vez de pensar que los demás existen para realzar mi imagen, mi servicio y mi reputación, pienso que ellos existen para que yo realce su imagen, su servicio y su reputación. Por sobre todas las cosas, integridad significa que yo pongo en práctica la regla de oro: trato a los demás como me gustaría que me trataran a mí.
“No debéis desoír la voz de vuestra conciencia. De lo contrario no tenéis fe en vuestra causa. Puede que hayan perturbaciones, pero no debemos abandonar la prédica en nombre de Mahaprabhu, a pesar de todas las diferencias. Perturbaciones tienen que venir, pero tenemos que sobrellevarlas. A pesar de todo, tenemos que permanecer sinceros; tenemos que encarar las dificultades de la manera apropiada. Éstas han venido para entrenarnos en la dirección correcta”.
Srila Sridhara Maharaja
El predicador ideal
Si el predicador es sensato y no alberga intereses personales, entonces se vuelve un fino evaluador de las circunstancias. Se convierte en una persona experta en diagnosticar a su público según el lugar, el tiempo y las circunstancias. Un predicador avezado no se presentará ante alguien y le dará una prédica sobre compasión, y luego, para hacer claro su punto, le restriega en la cara las Escrituras. No. Un predicador experto hará una diestra diagnosis de la situación particular que vive aquel a quien desea ayudar. Un discurso, por muy sustentado que esté en los sastras, no debe herir los sentimientos devocionales del oyente. La felicidad del predicador estriba en iluminar compasivamente a los demás, en despertar y afianzar sus sentimientos de amor a Dios y a Su representante perfecto. A decir verdad, el que hace feliz a los demás nunca es afectado por las confusiones creadas por la ilusión y el egoísmo.
La finalidad suprema del predicador humanitario es el bienestar a los demás. “Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”. Este es el meollo de la conciencia de Krishna. Srila Prabhupada, haciendo paráfrasis de la estrofa escrita por Kulashekara Maharaja, decía que el ideal del devoto de Krishna es: “volverse el sirviente, del sirviente del sirviente del Señor de las gopis, mil veces relegado”. El secreto de este proceso espiritual consiste en hacer el bien a los demás, desinteresada y magnánimamente. Ello no sólo le produce felicidad inmediata al propio predicador, sino también a los repositorios de su predicación; el primero no es obcecado y tampoco deja amargado a nadie, sa vai pumsam paro dharmo yato bhaktir adhoksaje ahaituky apratihata yayatma suprasidati (S.B 1.2.6).
Otro de los rasgos del predicador ideal es que aprecia y reconoce el servicio de los demás devotos. Si el predicador no discrimina y no cualifica al receptor de su mensaje, entonces incurre en la grave falta de poner en riesgo la vida espiritual de éste. En otras palabras, comete el pecado de “matar” su fe. Para complementar epistemológicamente esta última idea, recordemos siempre que Srila Prabhupada escribió a un devoto que “el principio más elevado es salvarse a uno mismo”. O sea, el devoto buscador tiene que estar convencido de que si es sensato y ora con fervor sincero, la voz de su conciencia no lo traicionará. El Señor le dará plena protección.
Si alguien ha aceptado a Srila Prabhupada como su capitán espiritual, entonces infundámosle ánimos para navegar a través del vasto y turbulento océano de la existencia material. Si es sincero, dicho océano se convertirá en la poca agua que contiene la pisada de una vaca. Gracias a la ayuda interna que le ofrece caitya-guru y Srila Prabhupada (mediante la lectura de sus libros y la observancia de sus enseñanzas), y gracias también a la ayuda de los hermanos espirituales mayores y vaisnavas que él acepte como sadhu-sanga, él podrá —como solía decir Su Divina Gracia—, “ir de vuelta a casa, de regreso a Dios” en esta misma vida. ¡Srila Prabhupada es el mejor capitán de todos!
Una vez concluida la alocución del predicador ideal, el oyente debe quedar con el alma satisfecha, con la conciencia tranquila, con un mensaje redentor en su corazón. Debe sentirse apoderado, no desapoderado. Tras analizar la predicación, el oyente debe corroborar que las palabras del predicador están en consonancia con su voz interna. Y no que éstas le hayan causado ansiedad o dolor en lo tocante a su filiación devocional. Después de todo, tenemos que reconocer el hecho de que una institución está compuesta por personas que voluntariamente se integran a ella. Por tal razón, a nadie se le debe instar, implícita o explícitamente, que niegue la voz de su conciencia so pretexto de que así se volverá “un alma rendida”. El predicador deber ser un perito en la ciencia de entrar en las cámaras más recónditas del corazón humano: “Sí, al santo que he aceptado como mi guía eterno, este predicador lo ha ratificado. Él ha podido entender que mi amor por él es firme e irrevocable, y que no está sujeto a negociación de ninguna especie. Sí, ¡él es mi bienqueriente porque me anima a abrazar con más fuerza los eternos pies de loto de mi salvador! Mi salvador es Srila Prabhupada: ese formidable palacio de bhakti puro, cuya gloria se expande a lo largo de los tres mundos. Sin Srila Prabhupada, …¡yo me muero!”.
Por supuesto, para avanzar en la vida espiritual, hay que hacer cambios; es menester adoptar nuevas conductas y cultivar —mediante el estudio de las Escrituras y la práctica diligente del servicio devocional— una nueva actitud, libre de confusión y falsas identidades. Pero en última instancia, el mensaje redentor del predicador tiene que recalcarme la exhortativa de que me vuelva un sirviente del sirviente del sirviente, mil veces relegado, del sirviente del Señor de las gopis: ¡mi querido e irremplazable Srila Prabhupada!
La fidelidad es fundamental
Ningún devoto que tenga devoción genuina por Srila Prabhupada y lo considere la figura predominante de su vida espiritual, lo sustituirá por nadie. Él no cambiará o abandonará los sentimientos que naturalmente le profesa a Srila Prabhupada. En nuestra filosofía vaisnava gaudiya, no es bien visto que un devoto serio cambie de advocación. Lo que es más, hasta es castigado por ello. He aquí el ejemplo de Sri Krishnadas Babaji:
Inicialmente Sri Krishnadas Baba vivía en el templo Madana-mohana de Vrindavan, pero luego se radicó en Ravanari (que para ese entonces era una densa jungla) y se dedicó por completo a adorar a Radha y a Krishna y a cantar Sus santos nombres día y noche. Sin embargo, como Babaji había llegado a Vraja cuanto tan sólo era un niño, a los cincuenta años se le ocurrió la idea de realizar una peregrinación a los cuatro tirthas más importantes de India (Ayodhya, Benares, Dwarka y Jagannath Puri). Pero tras tomar dicha decisión, Srimati Radharani Se le apareció en sueños y le dijo: “Tú te has rendido a Mí. No hay necesidad de que vayas a ningún otro lugar. Quédate en Vrindavan y continúa con tu bhajana. Aquí obtendrás todo”. Tras despertar, Babaji asumió que el sueño sólo era producto de su imaginación, y dio comienzo a su romería. Cuando llegó a Dwarka, emocionado, hizo que en el hombro derecho le pusieran el tapta-mudra (una marca hecha con metal caliente) del templo de Dwarkadish o Krishna, el rey de Dwarka. Esto acción no está en armonía con los principios del raganuga-bhakti de Vrajabhumi, aunque se menciona en el Hari Bhakti Vilasa de Srila Sanatana Goswami.
El día que Sri Krishnadas Baba regresó a Vrindavan, Radharani de nuevo Se le apareció en sueños y le dijo: “Como te has hecho marcar con el tapta-mudra de Dwarka, ahora formas parte del séquito de Satyabhama. Ya no eres más un residente de Vraja, así que, …¡ve de regreso a Dwarka!” Esta vez Babaji no dudó que el sueño fue real. Las palabras de Srimati Radharani lo atravesaron como un rayo. No sabía qué hacer. Desesperado recurrió al maha-bhagavata Krishnadas Baba de Govardhana para pedirle consejo. Tan pronto como éste lo vio, le dio un cálido abrazo y le dijo: “¿Dónde has estado todo este tiempo?”. Sri Krishnadas respondió: “Fui a conocer Dwarka, Mira: me puse el tapta-mudra”.
“¡Ah!, entonces te has vuelto tan excelso que ya no puedo ni siquiera tocarte. Tú ahora eres la sevika [ama de compañía] de la muy eminente reina de Dwarka, mientras que yo sólo soy la dasi [sirvienta] de una vaquera de Vrindavan”, repuso Krishnadas Baba al tiempo que hacía un suspiro de tristeza y daba unos pasos hacia atrás.
Sri Krishnadas Babaji acudió a los demás maha-bhagavatas que residían en Vrindavan. Pero todos ellos coincidieron: “Tienes que cumplir la orden que Radharani te ha dado”. Él regresó a Ravanari decepcionado y con el corazón destrozado. Acto seguido, dejó de comer y de beber y se encerró en su bhajana-kutir. El fuego del arrepentimiento combinado con el fuego del sentimiento de separación (viraha) de Radharani estaban continuamente ardiendo dentro de su corazón. Babaji pasó tres meses en ese estado hasta que fuego empezó a emanar de su cuerpo. Al cabo de tres días el fuego llegó a su garganta. Al cuarto día su cuerpo quedó reducido a un montón de cenizas. [NOTA: el lugar donde Sri Krishnadas Babaji ardió hasta desaparecer a causa de viraha por Sri Radha, todavía se puede visitar hoy día].
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente.” Srila Prabhupada
El predicador es amigo y bienqueriente de todas los seres vivientes
Un devoto serio no es un bienqueriente ocasional o circunstancial. Un predicador liberal se preocupa genuinamente que todos los devotos, indistintamente de su filiación, avancen en el sendero de la devoción y en comunión con sus sentimientos devocionales. Él no repara quién es el maestro espiritual de las personas a quienes predica, ni le interesa conocer quién será su gurú. En sentido lato, un predicador auténtico no hace proselitismo para su propia causa, sino, por excelencia, para el crecimiento espiritual de sus oyentes. El predicador liberal deja de lado sus intereses partidistas; es decir, no proyecta la mentalidad constreñida y centrada en sí misma característica de la vida familiar. Él pregona la conciencia de Krishna libre de la concepción de que “yo únicamente tengo ojos para mi gurudeva”. Un devoto es un libre pensador con un criterio intelectual de base amplia y no reducida. El acoge a todos los devotos como miembros de la misma familia —la familia de Krishna—, y por ende, se preocupa genuina y desinteresadamente de su progreso y bienestar espirituales. Tal como escribió Srila Bhaktivinoda Thakura: “Quienes ansían las bendiciones de Dios, son nuestros hermanos en la fe, sin importar cualquier error que puedan tener en sus conceptos o formas de adoración”.
El onceavo obstáculo del vaishnava es el comunalismo*, que adopta la forma de un incendio forestal. Debido al comunalismo una persona no reconoce como vaishnava a ninguna otra que no pertenezca a su propio grupo”.
Srila Bhaktivinoda Thakura
*[“Communalism” en inglés. Traducción: fuerte adherencia al grupo social o étnico al que uno pertenece, en vez de a la sociedad como un todo].
Srila Visvanatha Chakravarti Thakura explica en el comentario del verso api cet su-duracaro bhajate mam ananya-bhak / sadhur eva sa mantavyah samyag vyavasito hi sah (B.g. 8.30), que un sadhu es un miembro de la familia de Krishna. Él apunta que cuando Krishna dice sadhur eva, Krishna quiere decir sadhavo hrdayam mahyam (S.B. 9.4.68): “Los devotos son Mi corazón. Ellos son muy queridos para Mí. Son parte de Mi familia”. El sadhaka no puede ponerse simplemente a esperar que este sentimiento surja espontáneamente en su conciencia. Uno no puede esperar a que este sentimiento le caiga de la nada. El devoto tiene que practicar asidua y puramente la filosofía del amor de Sri Caitanya, sin pretensiones ni fanatismos —y cantar Hare Krishna sin ofensas—, y así la antedicha comprensión por fin permeará su corazón.
El problema del mundo es que todos se rigen por la ley del menor esfuerzo. Y ello ha dado lugar a la aparición de los famosos “yes-men”. Este término en inglés se puede traducir como “seguidores ciegos”. Ellos invariablemente necesitan que otros les digan qué es la conciencia de Krishna. En realidad, el síntoma de una persona consciente de Krishna es que se siente apoderada en virtud de poner en práctica los conocimientos que ha recibido de Krishna, de su maestro espiritual y de los vaisnavas. Por cualesquiera razones, nadie debe fomentar en otra persona sentimientos de dependencia, y así perjudicialmente producirle el temor de utilizar su propia inteligencia para determinar cuál es la verdad. (Si somos altamente subjetivos, podemos asegurar que cada hombre tiene o vive “su propia verdad”. Es indiscutible que yo únicamente puedo vivir en mi nivel de conciencia de Krishna, y que no puedo vivir en el nivel de ningún otro devoto).
El fomentar sentimientos de dependencia no es una cualidad positiva en el subordinado. Por el contrario, es un gran detrimento para su crecimiento individual y, por extensión, para el crecimiento de la misión de Srila Prabhupada, la cual está compuesta de individuos. Las personas que no asumen la responsabilidad de pensar por sí mismas no son brahmanas por naturaleza. Es cierto que en toda organización hay tanto líderes natos como seguidores. Con todo, el ideal del movimiento de Srila Prabhupada es crear brahmanas, libres pensadores con un criterio bien sustentado en la lógica y la razón, respaldado por los sastras. Los brahmanas tienen afinidad filosófica y piensan por sí mismos. Pueden reunirse en un ambiente de cordialidad y confianza, y discutir y hasta reconciliar diferentes opiniones sobre la base la interpretación humanitaria —y no autoritaria— de la doctrina de la conciencia de Krishna, a la cual se subordinan todos. Y si finalmente no hallan un punto de coincidencia, entonces respetuosamente admiten sus diferencias. No se ofenden unos a otros, y mucho menos ridiculizan los puntos de vista de sus contendientes.
El menosprecio y la agresión no funcionan
Uno de los fenómenos que más he vivido en carne propia y me constan plenamente, es que la agresión verbal no disuade a nadie (salvo que viva en Cuba o Corea del Norte). Igualmente, no tiene efecto que el predicador se piense superior a aquellos a quienes dirige su alocución. Uno debe predicar con convicción, pero lleno de humildad. Ninguno podrá convencer a otro de la verdad, a menos que la articule con elocuencia, prudencia, humildad y, sobre todo, con compasión: La técnica “destazadora” de Srila Bhaktisiddhanta y la prédica recia de Srila Prabhupada, sólo la pueden emplear ellos: paramahamsas libres de envidia y deseos de explotar a los demás, e impelidos por la realidad palmaria (y también trascendental) que percibían en su momento particular de la historia.
Y hablando de historia, hemos de decir que la necesidad de cambiar el curso de la misma, invariablemente comenzó con las ideas y acciones de una minoría. Los grandes cambios de la historia han sido iniciados por un uno o a lo sumo, un pequeño grupo de personas: Jesucristo y sus apóstoles; Juan Jacobo Rousseau (precursor de la Revolución Francesa), Nelson Mandela, son sólo unos pocos ejemplos de mentes reformadoras que se atrevieron a cuestionar el status quo —por cruel, caduco o inoperante—, y a aportar soluciones tangibles y "humanas", por muy insólitas que inicialmente aparentaron ser. Luego de su muerte (o en vida) las masas repararon en sus respectivas contribuciones a la civilización, y los siguieron. Estas contribuciones —por lo menos, los principios filosóficos y las estrategias para concretarlas— casi siempre son las mismas: el logro de la libertad, la paz y la felicidad. Y en lo que respecta a Srila Prabhupada, su contribución ha sido "fuera de serie": el ofrendar a la civilización de kali-yuga el culto del amor de Sri Caitanya Mahaprabhu: Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare / Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare.
Srila Prabhupada es vaticinado en el Srimad-Bhagavatam
Srila Prabhupada vino a originar una revolución. A esta hizo referencia brillantemente un devoto en una ofrenda de Vyasa-Puja:
Me gustaría analizar un sloka importante del Primer Canto del Srimad-Bhagavatam, el cual he estudiado cuidadosamente, y del cual podemos inferir unas conclusiones interesantes. El verso dice así:
tad-vag-visargo janatagha-viplavo
yasmin prati-slokam abaddhavaty api
namany anantasya yaso 'nkitani yac
srnvanti gayanti grnanti sadhavah
TRADUCCIÓN: Por otra parte, aquella literatura que está colmada de descripciones acerca de las glorias trascendentales del nombre, la fama, las formas, los pasatiempos, etc., del ilimitado Señor, es una creación diferente, llena de palabras trascendentales destinadas a ocasionar una revolución en las vidas impías de la mal dirigida sociedad de este mundo. Esta clase de obras literarias, aunque estén compuestas de una manera imperfecta, las oyen, las cantan y las aceptan los hombres purificados que son completamente honestos.
SIGNIFICADO: Este verso contiene unas afirmaciones muy interesantes. La primera es que la literatura descrita está destinada a causar una revolución. Históricamente, el Srimad-Bhagavatam fue compilado hace cinco mil años por Srila Vyasadeva con la intención de propiciar una revolución en el mundo.
Desde los tiempos que Srila Vyasadeva escribió el Bhagavatam, no hay registro de que dicha literatura haya incitado ninguna revolución, excepto la revolución creada por el Movimiento para la conciencia de Krishna. Ello significa que el Srimad-Bhagavatam fue compilado para servir los propósitos de este Movimiento para la conciencia de Krishna. La revolución descrita en el verso aludido, es una revolución de proporciones mundiales. Así pues, no hay duda de que dicha referencia se aplica solamente al presente Movimiento para la conciencia de Krishna, fundado por Su Divina Gracia A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada.
El verso también contiene otra afirmación sumamente significativa. Una línea dice: 'Esa clase de obras literarias, aunque estén compuestas de una manera imperfecta...'. Todos sabemos, especialmente aquellos que leímos los ejemplares originales del Srimad-Bhagavatam que Srila Prabhupada escribió en Vrindavan y publicó en Nueva Delhi, que los mismos fueron escritos de un modo imperfecto. La inferencia que yo hago aquí es que dicho verso contiene la predicción tanto del advenimiento de Srila Prabhupada, como de la difusión del Movimiento de conciencia de Krishna para crear una revolución que cambiase el curso de la mal dirigida sociedad de hoy día.
En una ocasión anterior, Srila Prabhupada fue calificado como saktyavesha-avatara, y nosotros sabemos que, por norma general, las Escrituras describen y predicen a casi todos los avataras. Aquí encontramos una categórica confirmación de que Srila Prabhupada es un saktyavesha-avatara del Señor Krishna, quien fue comisionado por el Señor Supremo para cumplir el propósito enunciado en el verso citado; es decir: propiciar una revolución a nivel mundial en las vidas impías de una sociedad mal dirigida.
“El canto del mantra Hare Krishna no es una imposición artificial a la mente.” Srila Prabhupada.