por Radha Krishna das
Todos conocemos la importancia de un trono. Es un símbolo de poder que resalta la superioridad de quienes lo usan. Por tal motivo, los grandes jerarcas de la historia siempre han buscado tener un trono que evidencie su poder. Tenemos el ejemplo tan conocido del trono británico: Su simple mención evoca imágenes de conquista, superioridad, sofisticación y autoridad.
Shah Jahan en el Trono del Pavorreal.
En India existió el legendario Trono del Pavorreal, que encarnó el poder de los grandes mogoles durante el dominio islámico de la región. Este trono tenía incrustadas las piedras preciosas más sobresalientes, incluido el famoso diamante Koh-i-Noor.
Y como estos dos, a través de la historia han existido innumerables otros asientos del poder que le resultan irresistibles al pequeño tirano que todos llevamos adentro. Es un simple reflejo inconsciente del alma condicionada.
Sin embargo, quienes están en el sendero de la conciencia de Krishna se supone que no tienen absolutamente nada que ver con tronos ni con el poder. Su fuerza está en las cualidades vaisnavas, y en particular las señaladas por el Señor Caitanya en su Siksastaka:
"Uno debe cantar el santo nombre del Señor con una actitud mental humilde, considerándose más bajo que la hojarasca de la calle. Uno debe ser más tolerante que el árbol, estar exento de todo sentido de prestigio falso y dispuesto a ofrecerle todo respeto a los demás. Con semejante actitud mental uno puede cantar el santo nombre del Señor constantemente".
"Uno debe cantar el santo nombre del Señor con una actitud mental humilde, considerándose más bajo que la hojarasca de la calle. Uno debe ser más tolerante que el árbol, estar exento de todo sentido de prestigio falso y dispuesto a ofrecerle todo respeto a los demás. Con semejante actitud mental uno puede cantar el santo nombre del Señor constantemente".
Si en el mundo karmi "más es más", en el mundo devocional "menos es más". El vaisnava no necesita símbolos mundanos de poder para hacer patente su fuerza espiritual. Estos en realidad son un obstáculo en la vida espiritual. Son las cualidades internas las que lo distinguen.
Por eso Krishna señala en el Gita, que el verdadero conocimiento se compone de cualidades reales, palpables, tales como "humildad, ausencia de orgullo, no violencia, tolerancia, sencillez, acercarse a un maestro espiritual genuino, aseo, firmeza y autocontrol", Bg 13.8.
¿Por qué todo esto? Recientemente me encontré con algunas instancias de tronos, muy representativas de la mentalidad explotadora que caracteriza al mundo material. Quiero mostrarles lo que vi, y compartir mis reflexiones al respecto.
Trono Uno: El primer trono apareció en un video del New York Times sobre los Estudios Pixar de animación digital. Una reportera los visitó, conversó con el personal de Pixar, y se empapó con el ambiente creativo de la empresa.
Trono Uno: El primer trono apareció en un video del New York Times sobre los Estudios Pixar de animación digital. Una reportera los visitó, conversó con el personal de Pixar, y se empapó con el ambiente creativo de la empresa.
Como las producciones de Pixar son sueños y fantasías --pensemos en Toy Story, Monsters Inc., Nemo, etc.--, el ambiente de los estudios es también onírico. Por tal motivo no era de extrañarnos que en una sección de los estudios tuvieran un gigante asiento, trono o vyasasana, para estimular la fantasía de los creativos. Si uno se acomoda allí, podrá sentirse como el personaje de alguna futura película, y hasta como un guru de Iskcon (más adelante van a ver por qué).
Trono Dos: Poco tiempo después leí un artículo, también del New York Times, sobre la inminente salida de Irak de las fuerzas armadas de ocupación norteamericanas. Durante su estancia, ellos usaron varios palacios del dictador Saddam Hussein como bases de operaciones. Ahora que se marchan exhibieron un trono que Yasser Arafat --el finado líder de la OLP-- le había regalado a Saddam Hussein.
Hussein está muerto, sus palacios sirvieron de abrigo para sus enemigos, el sueño de Arafat de una nación palestina todavía no se ha cristalizado, y el trono permanece allí para la mofa de todos los que lo vean.
Trono Tres: Luego, en YouTube, vi un un video de Gopal Krishna Goswami sentado en un gigantesco trono durante la celebración de su Vyasapuja --o cumpleaños-- de 2008. El Goswami, de origen indio, es uno de los principales líderes de Iskcon en la actualidad. Su mayor influencia se siente en la tierra que lo vio nacer, donde tiene muchos seguidores, contactos VIP, y construyó el gran templo de Iskcon en Delhi.
Trono Tres: Luego, en YouTube, vi un un video de Gopal Krishna Goswami sentado en un gigantesco trono durante la celebración de su Vyasapuja --o cumpleaños-- de 2008. El Goswami, de origen indio, es uno de los principales líderes de Iskcon en la actualidad. Su mayor influencia se siente en la tierra que lo vio nacer, donde tiene muchos seguidores, contactos VIP, y construyó el gran templo de Iskcon en Delhi.
Al ver las imágenes del colosal trono no pude contener la risa. ¡Es más grande que el trono de Saddam Hussein y que el asiento del mundo fantástico de Pixar! Me tomó cinco minutos recobrar la serenidad para empezar a reflexionar sobre su significado.
¿Es esa la imagen correcta que Srila Prabhupada quería de su Movimiento? ¿Se les antojaría a los distinguidos lectores de El Tambor ser parte de un parapeto con grandes jerarcas entronizados, seguidos por un ejército de lacayos, o sea ustedes?
Quizá alguien objete mis observaciones, señalando que Gopal Krishna predica mucho, ha abierto templos y tiene muchos discípulos. Externamente parece ser así, pero debemos preguntarnos otra vez si lo que vemos en la actualidad es el Movimiento que Srila Prabhupada quería.
Quizá alguien objete mis observaciones, señalando que Gopal Krishna predica mucho, ha abierto templos y tiene muchos discípulos. Externamente parece ser así, pero debemos preguntarnos otra vez si lo que vemos en la actualidad es el Movimiento que Srila Prabhupada quería.
Lo que concluimos del video de Gopal Krishna es que Iskcon es una anarquía en la que cada quien hace lo que quiere. Esto empezó en 1978, cuando los once supuestos acharyas se pusieron a hacer y deshacer a su antojo. En 1982 la alineación de los "acharyas" aumentó, y en ella ya se incluyó a Gopal Krishna Goswami. Sin embargo, este linaje real al final se extinguió por combustión espontánea.
El sistema de poder en Iskcon se reorganizó luego, pero la anarquía continuó hasta la fecha. Puedes tener millones y vivir rodeado de bellas damiselas, pero seguir llamándote swami. Puedes menospreciar y minimizar a Srila Prabhupada, y aun así seguir mamando de la teta de Iskcon. Puedes ser un bufón, un ladrón, un vividor mediocre, y continuar indefinidamente explotando tu franquicia de GBC, guru y sannyasi. Y puedes sentarte en los tronos más grotescos, y la gente continuará creyendo que eres una gran alma.
El sistema de poder en Iskcon se reorganizó luego, pero la anarquía continuó hasta la fecha. Puedes tener millones y vivir rodeado de bellas damiselas, pero seguir llamándote swami. Puedes menospreciar y minimizar a Srila Prabhupada, y aun así seguir mamando de la teta de Iskcon. Puedes ser un bufón, un ladrón, un vividor mediocre, y continuar indefinidamente explotando tu franquicia de GBC, guru y sannyasi. Y puedes sentarte en los tronos más grotescos, y la gente continuará creyendo que eres una gran alma.
Es entonces evidente que esta institución es distinta a la que Srila Prabhupada concibió. Si Gopal Krishna hace mucha labor en ella es para su propio beneficio, y no para una organización que represente correctamente las enseñanzas de Srila Prabhupada.
Me enteré de este trono de Gopal Krishna a través de unos documentales producidos por Hanuman das, un discípulo canadiense de Srila Prabhupada. Él fue sannyasi e inauguró la conciencia de Krishna en Argentina en 1973. Actualmente es un psicoterapeuta y ha grabado unos videos sobre las vicisitudes de Iskcon.
--Hasta que las muerte nos separe.
Al presentar a Gopal Krishna en su gran trono, Hanuman le recuerda al público el pasado de este Goswami, en particular un acto de violencia física en los 1970s en contra de su esposa, Ekayani o Esther. Como ella misma relata, tenía ocho meses de embarazo cuando, durante un arrebato, Gopal Krishna le arrojó al abdomen una silla que afortunadamente ella pudo esquivar.
--Aló, necesito un Vyasasana más grande.
Gopal Krishna nunca le dio a ella ninguna aportación para la manutención de su hijo una vez que nació. Ella cree que Gopal Krishna debió ser juzgado por el intento de asesinato de su propio hijo, y se pregunta cómo puede él ahora ser un líder espiritual y supuestamente dirigir la vida de sus discípulos.
Me enteré de este trono de Gopal Krishna a través de unos documentales producidos por Hanuman das, un discípulo canadiense de Srila Prabhupada. Él fue sannyasi e inauguró la conciencia de Krishna en Argentina en 1973. Actualmente es un psicoterapeuta y ha grabado unos videos sobre las vicisitudes de Iskcon.
--Hasta que las muerte nos separe.
Al presentar a Gopal Krishna en su gran trono, Hanuman le recuerda al público el pasado de este Goswami, en particular un acto de violencia física en los 1970s en contra de su esposa, Ekayani o Esther. Como ella misma relata, tenía ocho meses de embarazo cuando, durante un arrebato, Gopal Krishna le arrojó al abdomen una silla que afortunadamente ella pudo esquivar.
--Aló, necesito un Vyasasana más grande.
Gopal Krishna nunca le dio a ella ninguna aportación para la manutención de su hijo una vez que nació. Ella cree que Gopal Krishna debió ser juzgado por el intento de asesinato de su propio hijo, y se pregunta cómo puede él ahora ser un líder espiritual y supuestamente dirigir la vida de sus discípulos.
Otro trono: Gopal Krishna Goswami no quedó contento con su Vyasasana de 2008, así que en 2010 le celebraron el cumple con un Vyasasana aun mayor. Lo sorprendente del caso es que en ambos eventos el Goswami habló, en hindi, de la humildad propuesta en el "Siksastaka" de Sri Caitanya Mahaprabhu y de mantener las cualidades que Rupa Goswami señala en el "Upadesamrta".
Lo más interesante de este caso es que luego de que el sistema de acharyas sucesores fue desmantelado, se estableció la norma de que en adelante los gurus deberían mantener un perfil muy discreto y humilde, y de ninguna manera tratar de competir con Srila Prabhupada. ¿Vemos con los Vyasasanas de Gopal Krishna una actitud de sencillez y sumisión ante el Fundador Acharya de Iskcon, Srila Prabhupada? Para nada. Dando una actuación de devoción, humildad y vaisnavismo, viola el principio elemental de respeto a su propio maestro espiritual.
--Pero sigo siendo el Rey.
Ya en el pasado vimos los desplantes de otro "gran acharya" y guru de Iskcon, el recientemente fallecido Kirtanananda. Él no tuvo empachos en ponerse una corona y aceptar un cetro real. Para todos nosotros se veía ridículo, pero para él y sus seguidores esto era algo maravilloso.
Eso mismo pasa ahora con Gopal Krishna. Él y su séquito creen que es un logro importantísimo estar sentado en El Trono de la Risa, pero los demás apenas podemos contener la carcajada.
--Pero sigo siendo el Rey.
Ya en el pasado vimos los desplantes de otro "gran acharya" y guru de Iskcon, el recientemente fallecido Kirtanananda. Él no tuvo empachos en ponerse una corona y aceptar un cetro real. Para todos nosotros se veía ridículo, pero para él y sus seguidores esto era algo maravilloso.
Eso mismo pasa ahora con Gopal Krishna. Él y su séquito creen que es un logro importantísimo estar sentado en El Trono de la Risa, pero los demás apenas podemos contener la carcajada.
Con lo anterior es posible deducir el futuro de Iskcon: Vyasasanas cada vez más grandes y grotescos, una gran división entre los lacayos y quienes detentan el poder en la institución, una anarquía que le permite a los dirigentes hacer lo que quieran sin normas que los controlen, el total divorcio entre lo que se dice y lo que se hace, y así por el estilo. Por eso va de nuevo nuestra pregunta, ¿se les antoja ser parte de una institución así?