Estimado Paramgati:

Estimado Paramgati:

Te mando muchos saludos desde la noble ciudad de Miami. Pero primero quiero presentarme. Soy el sacerdote católico Alberto Cutié, nacido en Puerto Rico pero que desde hace muchos años resido en Florida. La gente me conoce como el cura de la parroquia de Saint Francis de Sales de Miami Beach. Además de esa responsabilidad, he dirigido durante años dos cadenas radiales de la arquidiósesis, Radio Paz y Radio Peace, que se escuchan en casi todo el continente americano y en España. Mis programas se especializan en consejos sobre la vida marital.


Soy también el autor del libro bestseller «Real Life, Real Love: 7 Paths to a Strong, Lasting Relationship», sobre la fidelidad en las relaciones de pareja. En español existe como un audiolibro llamado «Ama de Verdad, Vive de Verdad». Yo también escribo una columna periodística de nombre "Consejos de Amigos" que aparece en varios diarios de Estados Unidos, incluyendo «El Nuevo Herald». Como si lo anterior no fuera suficiente, durante años he tenido varios programas en la cadena Telemundo, siendo el más importante el talk show "Padre Alberto". Actualmente aparezco en la televisión local de Miami en "Abre tu Alma con el Padre Alberto". A veces me llaman Padre Oprah.

A través de este ministerio en medios masivos de comunicación he llegado a los hogares de millones de personas. Muchos se han beneficiado de las enseñanzas y consejos que presento, y se han podido acercar más a la palabra de Jesucristo nuestro Señor. He tenido una obra pastoral muy extensa que incluye haber coordinado el funeral de doña Celia Cruz, y celebrar incontables matrimonios, incluso los de algunas ex-novias mías.

Te preguntarás el motivo de mi carta. Sucede que tú y yo estamos en el mismo predicamento. Leí en «El Tambor Rugiente» que te encontraron violando tus votos monásticos de celibato. Tuviste un desliz homosexual con alguien a quien ustedes llaman "bhakta" —un miembro laico de tu congregación— y fue él quien te denunció. Ya en el pasado habías tenido otros incidentes de homosexualidad, y te habían descubierto yendo a discotecas y antros Rave a pesar de la vida sencilla y ejemplar que te habías comprometido seguir.


Definitivamente yo no ando con tus mariconadas. Sin embargo, fui descubierto al lado de mi amante en una playa pública de Miami —revolcándonos en la arena mientras la abrazaba, la besaba y le metía la mano dentro del bikini. Un paparazzi nos tomó fotografías, y las imágenes acaban de ser publicadas en una revista poco cristiana llamada «TV Notas USA». Esos tipos son unos criticones, blasfemos y ofensores, que sólo se concentran en lo negativo en vez de ver lo bonito de mi obra. Ya se parecen a los de «El Tambor Rugiente» y su dizque "actitud crítica".

Con fotos tan evidentes, me fue imposible negar los hechos. En cambio a ti te fue muy bien durante años porque los Hare Krishnas no leen muchas noticias y sus sistemas internos de comunicación están muy restringidos, permitiendo que esos a quienes ustedes llaman "GBC" vivan frecuentemente en la impunidad. Ya quisiéramos nosotros tener semejantes ventajas.

Además, con ese concepto doctrinal que ustedes tienen de "cometer ofensas", pueden acallar cualquier crítica y denuncia, y de paso destruir ante su propia comunidad a cualquiera que se atreva a criticar el orden establecido. Nosotros sólo hacíamos eso en tiempos de la Inquisición. Pero te tengo malas noticias: Con esto de la internet creo que ustedes ya están perdiendo esa ventaja. Blogs como «El Tambor Rugiente», y otras publicaciones en línea y redes cibernéticas de inconformes, seguramente les están echando a perder su fiestecita de ineptitudes, complicidades, explotación y escándalos morales.

Ahora que salieron mis trapitos al sol, fui con John Favalora, mi arzobispo aquí en Miami, y le dije que nos la lleváramos con calma. Le sugerí que yo podía renunciar a mi obra pastoral durante algún tiempo y dejar de celebrar los diferentes sacramentos religiosos hasta que las cosas se calmaran. Después de algún tiempo yo podría regresar como si nada hubiera pasado.

¿Qué crees que me contestó? Dijo que nosotros no éramos los Hare Krishnas. Que en la congregación católica de Miami sí había gente inteligente que no se iba a tragar cualquier cuentito que les dijéramos. Además señaló que aquí sí tenían memoria histórica a diferencia de los Krishnas que no se acuerdan de nada, y quienes muchas veces no pueden evaluar objetivamente la trayectoria de sus líderes.

Me dijo además que la tolerancia ante las violaciones eclesiásticas ha disminuido luego de todos los escándalos sexuales que se dieron durante décadas, y que incluso habían tumbado recientemente a un pez gordo, el padre Marcial Maciel —el fundador de Los Legionarios de Cristo—, por su historial como pederasta y galán de mujeres.

Luego el arzobispo emitió una disculpa pública que dice: "En nombre de la Iglesia de Miami, pido perdón a los feligreses de la parroquia de St. Francis de Sales, donde él sirve como administrador, a los que escuchan y apoyan a Radio Paz y Radio Peace, y a toda la arquidiócesis”. Luego añadió sobre mi voto de celibato: "Se espera que todos los sacerdotes se mantengan fieles a dicha promesa, con la ayuda de Dios. No podemos condonar las acciones del Padre Cutié a pesar de sus buenas obras como sacerdote". Ante esto, yo tuve que ofrecer también unas disculpas diciendo: "Pido perdón para aquellos a quienes mis acciones podrían herir o entristecer".

Contigo —mi estimado Paramgati— la cosa estuvo más fácil. Cuando tu "GBC" publicó un comunicado oficial sobre tus andanzas, no se disculpó con nadie de tus pilladas. Fue como un edicto dirigido a los lacayos. Además, lo que dijeron fue ambiguo, y eso permite manipularlo a futuro según la gente vaya olvidando tus fechorías. Tú enviaste otra carta pública, que contenía una disculpa. Sin embargo, la disculpa también es ambigua y no reconoces allí abiertamente tus errores. Cuando informas de suspender tus funciones eclesiásticas, usas los términos "preliminar" e "indeterminado". Luego le pides a tus lectores que te perdonen, pero en realidad les estás pidiendo que se mantengan ciegos ante el engaño de un impostor.

Quiero decirte que existe una gran diferencia entre lo ocurrido contigo y lo que pasó conmigo. Nosotros en la Iglesia Católica siempre nos consideramos unos simples pecadores tratando de servir al Señor. Ustedes —mientras tanto— se consideran unas almas avanzadas que actúan como medio transparente para que otros se acerquen a Dios, y que lleguen a Dios a través de ustedes. Entonces, si alguien como yo cae, es el tropiezo de un mortal. Pero si alguien como tú cae, equivale a removerle la máscara a un engañador. ¿Ves la diferencia? Yo puedo tener este tropiezo y decir que "permanezco como siervo de Dios". Pero si tu tienes un tropiezo y además dices, como dijiste, que "todos mis discípulos pueden y deben seguir contando con mi apoyo y protección", esa es la actitud de un charlatán.

Parece que tengo mucho que aprender de ti y de algunos amigos tuyos. Por ejemplo, cuando te acusaron de andar en los raves, les dijiste que sólo lo habías hecho una vez, aunque la evidencia indicaba lo contrario. Pero te lo creyeron. ¡Fue muy cool! Siguiendo tu ejemplo voy a hacer algo parecido. Me tomaron fotos tres días distintos con mi amante. Pero yo no les voy a decir a ellos si la vi más veces, ni lo que hicimos. Por cierto, ¿crees que tu institución pueda darme un puesto de guru como el tuyo?

—Tu cuate Alberto

(Los hechos del Padre Alberto son reales. La carta a Paramgati es ficticia. La presentamos para ilustrar lo evidente en el mundo de las almas condicionadas. —RK)